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DOS AÑOS DESPUES

La hermosa Elske surcaba por los cielos con una linda sonrisa, habían pasado dos largos años junto a sus compañeros donde cada vez se hacían más cercanos, prácticamente eran una familia.

La pequeña que tenia una gran sonrisa mientras pasaba por los arboles haciendo piruetas sin dificultad alguna en búsqueda de un maniquí de Titan, cuando lo encontró hizo un giro en el aire apagando el gas y dejándose caer en picada para cortar la nuca del Titan, cuando lo logro se engancho en un árbol para luego subir de un tirón, todo esto bajo la atenta mirada del comandante Shadis quien apuntaba en una libreta los progresos de la tropa de reclutas.

Elske Kirchner: Debido a su pequeña estatura y su delgada contextura es muy hábil usando el equipo de maniobras, sumándole su gran flexibilidad, le sigue costando cortar la espuma por sus problemas de salud, así que le suma más fuerza a sus ataques pero se cansa más rápido. 

Elske tenia una linda sonrisa a la vez que batía sus largas pestañas mientras miraba a la rubia frente a sus ojos, por otro lado Annie le hizo una pequeña cruz con sus manos en señal de que hoy no pelearía con ella, lo cual entristeció un poco a la de largos cabellos negros amarrado en una alta coleta.

— Tal vez mañana Elske –le dijo en un leve susurro lo cual le sacó una gran sonrisa a la pequeña

Una vez Annie siguió su camino empezó su búsqueda con quien entrenar, hasta que vio al más alto de sus compañeros que también buscaba a alguien con quien entrenar, así que con una sonrisa trotó hacia él para tocar su espalda y hacer que el alto chico la notara.

— ¿Pasa algo Elske? –preguntó Bertolt bajando su cabeza para mirar mejor a la chica y esta tan solo señalo el cuchillo de madera que tenía en manos el chico– ¿Quieres pelear?

La chica asintió mientras se ponía en posición de combate, por otro lado Bertolt no sabía si debía pelear con la chica, no solo por que le sacaba medio cuerpo sino porque sabía que si le hacía el mínimo rasguño varias personas lo tendrían en el punto de mira, pero no pudo pensar más por que vio como la pequeña chica corría hacia el.

— ¡No, espera Elske!

Antes de hacer algún movimiento sintió como la chica intentaba tumbarlo, fallando en el intento, hasta que sintió como enrollaba sus piernas en su cintura y escalaba por su espalda, para luego sentir como sus delgados brazos se enrollaron en su cuello mientras hacía presión, al mismo tiempo que tiraba su cuerpo hacia atrás haciendo que el mayor pierda el equilibrio y cayera al suelo, Elske al sentir como este caía al suelo rápidamente giró para sentarse en su pecho y con el cuchillo de madera golpearlo.

Algo que no se dieron cuenta los jóvenes mientras peleaban era que la mayoría de sus compañeros habían dejado su entrenamiento para ver la rápida pelea entre la más baja y el más alto de los cadetes.

— ¡Elske! –fue el grito de Armin que rompió el silencio que había en el campo de entrenamiento– ¿Cómo se te ocurre pelear con alguien más grande que tu?

La pelinegra que aun seguía sentada sobre el pecho de Bertolt se levantó con cuidado para darle una sonrisa divertida al rubio y con cuidado tenderle la mano al más alto que seguía en el suelo mirando con asombro a la pelinegra.

— Fue divertido pelear Elske –comentó el más alto con una sonrisa ladeada– Annie tiene una gran contrincante

La pelinegra tan solo le dio una gran sonrisa mientras tomaba la mano de Armin para caminar juntos hacia Eren y Mikasa que los esperaban algo apartados de los demás, en el recorrido la pelinegra sintió como alguien tomaba su otra mano haciéndola girar.

— Elske –Jean era el que la había parado– Y-yo, tu asombrosa pelea

La pelinegra tan solo sonrió de lado para mirar a Armin y guiñar un ojo en señal de que se retrasaría un poco. Con total confianza Elske tomó el brazo de Jean para caminar hacia las afueras del campo de entrenamiento, por otro lado Jean aun después de dos años de convivencia con la pequeña Elske no podía controlar su agitado corazón cada que esta estaba cerca de él y se ponía peor cuando se tocaban, sin duda era una sensación que ambos no querían perder.

— ¿Pasa algo Jean? –leyó en la ya conocida libreta de la chica

— No, solo que es la primera vez que veo que peleas con Bertolt –comentó mientras le pasaba una cantimplora con agua a la chica– Y lo venciste

La chica tan solo rio enseñando su hermosa dentadura, tan brillante que Jean la podría comparar con una de las perlas más cara que venden en la zona más cara de la muralla Sina y ni hablar de sus hermosos ojos morados que parecían gemas tan costosas que ni en 10 vidas podría comprar una que sea digna de la belleza de Elske.

— ¿Jean? –fue lo escrito en el papel que tenía pegado a su cara– ¿En que pensabas? ¿Estás bien?

— ¡Si! Todo bien Els –comento el castaño con un gran sonrojo– Ya vamos a la cabaña, casi es hora de cenar

Con un leve asentimiento Elske volvió a entrelazar sus brazos para así juntos caminar hacia la cabaña, Sin duda ambos tenían mucho por recorrer.

La noche había caído para la tropa de reclutas, todos se encontraban en el comedor cenando, Elske como ya era habitual tomaba de su sopa mientras escuchaba la conversación de los demás, en específico las cosas raras que Jean estaba diciendo, algo sobre titanes, el rey, la policía militar, pero presto más atención cuando escucho como el pobre Marco se atragantaba con su bebida luego de que Jean lo golpeara.

— Vamos Marco, Quieres unirte a la Policía Militar para vivir una vida simple y cómoda dentro del distrito interior

— No, realmente quiero...

— ¿Así que una vida simple y cómoda? Hace cinco años este lugar también fue parte del interior

— ¿Cuál es tu punto Eren?

— Jean, eres tan simple que estarías cómodo a donde sea que vayas –se escuchó las risas de algunos– ¿Aprender a matar titanes solo para huir de ellos?

— ¿Sales con eso ahora?

La pelinegra no supo en qué momento pero Eren y Jean se habían levantado al mismo tiempo para encararse, Elske sabía lo impulsivo que era su hermano así que se levantó rápidamente para tomar el brazo de Eren y separarlo del más alto, pero así como creyó que todo se calmará, todo se volvió a empeorar.

— ¡Maldito, idiota!

— ¡Yo ya me calme!

— ¡A quién le importa! –Elske levantó la mano– ¡Estoy tan celoso!

— ¿De qué diablos estás hablando? –Eren se quedó pasmado todo cuadraba en su cabaza, la ira de Jean con todo el mundo menos con su hermana, era algo que no le gusto así que en un rápido movimiento y siguiendo a lo que había aprendido de Anne, lo tumbó al suelo

Elske se asustó debido a que la cabeza del más alto impacto cerca de sus pies, con rapidez se inclinó para intentar ayudarlo y darle una mirada de reproche a Eren.

— ¡¿Qué diablos fue eso?! –Jean estaba molesto, demasiado, pero al mismo tiempo agradecido porque su linda Elske le estaba dando su total atención

— Ese es un movimiento que aprendí mientras tú perdías el tiempo, si piensas que la realidad es sólo vivir cómodamente y seguir tus propios caprichos ¿Cómo puedes atreverte a llamarte a ti mismo soldado? ¿Cómo puedes pensar en que así le gustaras a mi hermana?

Fue con la última declaración que la pelea de los dos chicos se volvió más interesante, mientras que para Elske era algo confuso, aunque nadie más pudo decir algo debido a la puerta principal abriéndose.

— Creí haber escuchado algún tipo de ruido –Shadis se asomo por la puerta– ¿Podría alguien iluminarme diciéndome qué está pasando?

Elske con cuidado terminó de ayudar a Jean a incorporarse, tomó con cuidado la mano de Eren para regresar a sus mesas, fue ahí cuando Mikasa levantó la mano.

— Sasha acaba de tirarse un gran pedo, señor –la risa de todos se hizo presente en el comedor

— ¿Otra vez? –Shadis se tapó la nariz para regresar a la puerta– ¡Aprende a autocontrolarte!

Una vez el capitán se retiró Sasha fue indignada a su mesa para reclamarle a Mikasa tal acusación, por suerte Elske aún no se había terminado su pan, así se lo dio como disculpas, lo cual la chica aceptó encantada. 

El tiempo pasó y con ellos los 218 novatos estaban a punto de graduarse.

— ¡Manos al corazón! –el sonido del golpe en el pecho resonó por todo el recinto– Para ustedes novatos que se gradúan hoy, ahora se abren tres caminos frente a ustedes, ¡Pueden ser ubicados en las murallas y defender las ciudades como miembros de la Guarnición! ¡Pueden poner sus vidas en juego para luchar contra los titanes en su propio territorio como miembros del Equipo de Reconocimiento! ¡O tal vez puedan servir al Rey, controlando las multitudes y protegiendo el orden como miembros de la Brigada de la Policía Militar! ¡Por supuesto, solo las diez personas con las mejores puntuaciones podrán ingresar a la policía militar y son!

10° Sasha Blouse

9° Connie Springer

8° Marco Bott

7° Jean Kirstein

6° Eren Jaeger

5° Elske Kirchner

4° Annie Leonhart

3° Bertolt Hoover

2° Reiner Braun

1° Mikasa Ackerman

Luego de dar la lista de los mejores todos se dispusieron a ir al salón donde se llevaría a cabo la fiesta, Elske se la había pasado comiendo y tomando un poco de vino, como en ese instante que estaba con sus amigos siendo cuestionados.

— ¿Estás seguro que no quieres unirte a la policía militar, Eren?

— Tienes una de las 10 mejores puntuaciones

Elske solo rodo los ojos, vamos, habían estado juntos años y aun no les cabía en la cabeza que Eren solo quería su libertad, es así y como ya era algo habitual en él se puso a dar un discurso sobre porque quería estar en el Equipo de Reconocimiento, la pequeña salió de sus pensamientos cuando escucho como Eren salió corriendo siendo seguido por Mikasa y Armin, ella tan solo empezó a caminar tras de ellos.

— ¡Espera Elske! –gritó un chico– ¿Tú también seguirás a Eren? –ella solo alzo los hombros con diversión

— ¡Elske! Eres la quinta mejor de la clase ¿piensas arriesgar tu vida solo por seguirlo?

Ella sentía la mirada de todos sus compañeros, con el tiempo dejó de sentirse intimidada a que todos la miren, con una leve sonrisa sacó su cuaderno, una vez terminó de escribir arrancó la hoja, la dejó sobre una mesa y salió del recinto, antes de cerrar la puerta escucho muchas pisadas dirigirse hacia la mesa donde dejó su hoja, se sentía importante.

— Seguiré a mi familia, cueste lo que cueste :)

Al parecer la petisa había llegado en el momento justo, el trío EMA estaba decidido a ir con Eren al Equipo de Reconocimiento, pero al parecer aun no sentían su presencia.

— Tenemos que convencer a Elske de que se una a la Policía Militar –murmuró el castaño, cosa que sorprendió a la de ojos morados– Ella se merece más que ser comida por titanes, ella merece ser feliz

— Sabes que ella también nos seguirá, somos todo lo que nos queda –contradijo Armin seguida del asentimiento de Mikasa

Ella sabía que Eren solo quería su bien, pero eso no evitaba que le fastidiara que eligiera siempre por ella, ya no era esa niña que debía ser cuidado siempre, había crecido, no físicamente pero si mentalemtne, estaba preparada para luchar, así que con dio tres toques a su clicker llamando la atención.

— Eren, deja de decidir por mí –dijo en lengua de señas

— ¡Elske! No puedo dejar que te arriesgues, ¡Mereces más que esto! Ve a la policía militar, asciende y retírate, forma tu familia, como siempre lo quisiste

— ¿De qué me sirve formar una familia, si ustedes no estarán? Le prometí a mamá que los cuidaría y eso hare

— ¿Por qué nunca me hacen caso? –Elske tan solo les dio una risa divertida, después de todo de que le servía separarse. 

Si sus caminos estaban destinados a estar siempre juntos.