— Hoy está muy brillante aquí afuera — Jiyang comento mientras posaba unos postres a la mesa donde su amo se encontraba sentado.

—¿Por qué debo estar bebiendo té en pleno medio día? — se quejo el pelinegro.

— Ah, pero si no fuera así, Zhanie empezaría con sus rabietas.

—¡Deja de consentirlo! — lo regaño a pesar de que el mismo también lo estaba haciendo.

—¡YiBoBo!— la voz de un niño llamo y Wang no tardó en desviar la mirada hacia el. Jiyang río por lo bajo ¿Quien consentía a quien? — Mira, mira lo que recogí — el pequeño mostró una gran cantidad de flores que había arrancado del patio— ¡Muchas flores!.

—¡Aaaahhh! — Jiyang pegó un grito aterrador — ¡Zhan! ¡¿Cortarste todas esas?! ¡Las flores que cuide con tanto amor!.

— Oh... ¿Lo siento? — rio un poco y se acercó rápido a Yibo —Pero eran todas para YiBoBo. ¡Se las daré! — lanzo todas las flores por encima del demonio.

Yibo se sorprendió y tomo una entre sus manos —Zhan, ¿Cuando lo vas a entender? — poco a poco, la flores se fue marchitando ante su toque. —Si las flores tocan a un demonio, se marchitaran.

—Lo se— dijo despreocupado — ¡Eres un demonio! No has envejecido desde que era un niño, a pesar de ser un viejo de 200 años.

—¡¿Quien es un hombre viejo!?— quiso sonar enojado por la ofensa, más frente a ese niño, sus palabras solo salían como un intento de fastidio, casi chistoso.— Las edades entre demonios y humanos son diferentes.— suspiro — y si ya sabes lo que pasa con las flores, ¿Para que retomas el trabajo de traermelas?

— Está bien— sonrío — No importa, yo solo quería darte flores.— Yibo lo miro con detenimiento ¿Que pasaba con este niño? — Ah, tenés un pétalo en la cabeza. —el pequeño estiró su mano para alcanzarlo, pero Yibo se separó rápido y se lo saco el mismo.
Zhan entristeció y dió aviso a esto a su rostro.

— ¿Que pasa con esa expresión en tu cara?— cierta molestia se incorporaba en Wang cuando lo veía en ese estado.

—¿Por qué me evitas cuando intento tocarte? — su voz sonaba triste, pero tambien se sentía como un reproche.

—¿En serio? ¿Eso hago?

— Si.

— Es solo tu imaginación.

—Hmp— el niño abulto sus mejillas y se dió media vuelta para comenzar a caminar, más una sensación fría recorrió su cuerpo y se abrió a si mismo ¿Por qué no se trajo algo para el frío?

— Se ha levantado viento — comento JiYang.

El menor iba a voltear hacia el, pero su vista de fue cubierta por un gran saco gris. — Zhan, aprovecha a jugar antes que se haga noche.— hablo Yibo —Por ahora me voy, está muy brillante acá afuera.—  Zhan lo miro curioso mientras se alejaba, se aferró fuerte al saco y sonrío.

Se suponía que el era solo para "pasar el tiempo" pero... Ahora estoy asustado.

[ . . . ]

¡PAM!

La puerta de su habitación fue abierta de par en par.
—¡YiBoBo! ¡Despierta YiBoBo!— Zhan entro a los gritos al cuarto de Wang. Al ver que este seguía sin moverse de la cama, salto sobre ella y, de paso, sobre el.— YiBoBo.

— Zhan, llama antes de entrar —su voz salió rasposa somnolienta.

—¡Pero si tú nunca lo haces!

—Eso está bien para mí, porque soy mayor. ¡Hu!— se quejo —y no te sientes encima mío.

—¿Eh?— Zhan no se movió de encima, por lo que Yibo tuvo que voltearse con el aun sobre si.—De verdad odias el medio día.— comento al ver que Yibo se negaba a abrir los ojos.

—Solo me quedé dormido.— se defendió, abriendo uno de ellos.

— Dijiste que no hay que quedarse hasta tarde durmiendo.— cruzó sus brazos en reproche.

— Está bien para mí, porque soy mayor.— ¿Acaso eso iba a ser su excusa para todo?

— Hay un invitado.— cambio de tema.

—¿Un invitado?

[...]

— Ah, eres tú, YuChen.— el fastidio si se podía notar.

—¡Eh, Yibo!— saludo y las mucamas del lugar dieron un suspiro de debilidad ¿Solo ellas veían el brillo que giraba alrededor de ese hombre? —¿Han sido 50 años? Estás tan sombrío como siempre, deberías haberte acostumbrado ya a luz del sol y... Hm..— Yibo, pasando totalmente de el, se recostó en su sillón y cerró los ojos.—¡¿Que es esto!?— el pelirosa se acercó molesto —¿Haces esto cuando un viejo amigo se toma la molestia de venir a visitarte?

Abrió uno de sus ojos, mirándolo con indiferencia —No recuerdo haber sido amigo de un idiota como tú. Vuelve a casa.— volvió a cerrar los ojos —un demonio haciendo estupideces desde tan temprano...—murmuro cosas intendibles.

—¡Ah! Tu en verdad-
Se interrumpió a si mismo cuando una pequeña figura curiosa de asomó detrás del sillón.— eh... Así que eres el niño que vive con Yibo, encantado de conocerte, soy Cao YuChen, su amigo.

— Solo un conocido — aclaro Wang.

— Adorable príncipe, ¿Cuál es tu nombre?— ignoro el comentario del contrario.

— Z-Zha... Es Zhan — se escondió un poco más, de miedo tal que solo sus ojos se asomaban por encima del sillón. Pues, no conocía a ese hombre.

—Bien hecho, Zhan — el pelinegro felicito el accionar del niño— tienes que alejarte de el, si te acercas se te pegará su estupidez. Ve, corre para allá, cerca de la puerta— señaló. El pequeño no tardó en obedecer.

— Ah, Yibo, eso duele— se llevó una mano al pecho.

— ¿Y tú cómo sabías de el?

— Ha habido rumores sobre ti en el mundo de los demonios: el gran demonio Yibo, fuera del infierno y viviendo en la superficie. — Yibo se sento y escucho atento a Cao. Zhan trataba de oír lo que hablaban, pero era inútil desde donde se encontraba aislado.— Y para hacerlo peor, estás cuidando de un niño humano. Incluso los ancianos están enfadados.

— Entonces te enviaron aquí para llevarme de vuelta.

—¡Si! —contesto sin rodeos— Dijeron que te diga "Devuelve rápidamente al niño humano y regresa". Fue una orden directa, pero yo vine a pedirtelo, ya que somos amigos.

—¿Quien es tu amigo? Si ya terminó tu visita regresa a tu casa — Wang no planeaba para nada volver alli.

Eso me recuerda, cuando deje el infierno, todo el mundo a mi alrededor monto un escándalo.

— Señor Wang, ¡¿A dónde va?!— ya me encontraba en la ventana cuando corrieron en mi busca.

— A la superficie— dije sin más rodeos.

—¡¿Al mundo humano?! ¡¿Que asuntos tiene ahí?— pregunto uno de ellos.

— Ninguno en realidad.

—¡¿Por qué JiYang-ssi está maniatado en el suelo?!— pregunto otra.

—¡¡Hmm-!! — el tonto está amordazado y atado, ¿Por qué insistía en zafarse o hablar?

Todos mis seguidores en el infierno intentaron congraciarse conmigo.

—Por favor, espere, Yibo-nim, usted es un demonio de alta posición. Carga con el futuro del mundo de los demonios, no deberia-

— No realmente— interrumpi — Esto es muy formal, muy aburrido y ya he tenido suficiente. No estoy interesado en eso — me coloque un sombrero y tome a Jiyang en brazos, preparándome para salir.

—¡¿Que?! ¡¡Señor Wang!!  — y me fui sin más.

Desde el principio yo había sido indiferente ante todo. Así que un año después, ya me había cansado de la quietud del estilo de vida en la superficie.
Fue entonces cuando recogí a Zhan en la entrada de mi mansión, la cual estaba rodeada de un bosque y alejada de la ciudad.
No entendía nada sobre los niños, entonces traje a criadas del mundo de los demonios.
Se suponía que era algo para pasar el tiempo...
Entonces, varios años después, el niño comenzó a andar y no paraba de seguirme. Me adulaba siempre que podía y yo notaba sus intentos por agradarme.
Yo solo apresuraba mi paso y lo ignoraba por completo, pero el se mantuvo cerca de mi, sonriendo estúpidamente. Incluso después de las veces que caía al suelo solo por intentar seguirme los pasos, se levanta con esa molesta sonrisa...¿Acaso era estúpido? Pensé que tal vez era eso, por lo que le pedí a Jiyang que le diera educación.
Pero no importaba lo culto que se volviera...

— YiBoBo ~ una flor, para ti

...el permanecía cerca de mi, sonriendo estúpidamente.
Asombroso.
Nunca tuve a nadie que sonriera tan inocente para mí.