━━prólogo

"Rivalidad en la Pista"

"La velocidad es mi vida. La adrenalina, mi combustible. Y la victoria, mi destino."

Jeremie Volkov, piloto de Ferrari, se sentó en su coche, ajustando su casco y concentrándose en la carrera que estaba por venir. Su rival más formidable, Max Verstappen, piloto de Red Bull, lo esperaba en la parrilla de salida.

La tensión entre ellos era palpable. La rivalidad que los había unido durante años estaba a punto de estallar en una carrera que cambiaría el curso de sus vidas para siempre.

Pero había algo más que velocidad y adrenalina en juego. Algo que Jeremie no podía explicar, algo que lo hacía sentir que estaba corriendo hacia su propio destino.

Y entonces, lo vio. A Max, sonriendo hacia él con una mirada intensa y seria.

En ese momento, Jeremie supo que nada volvería a ser igual.

La pista estaba lista. Los coches estaban listos. Y los corazones estaban listos para explotar.

La rivalidad en la pista estaba a punto de convertirse en una rivalidad en el corazón.

La pista estaba lista. Los coches estaban listos. Y los corazones estaban listos para explotar.

La rivalidad en la pista estaba a punto de convertirse en una rivalidad en el corazón.

Jeremie se recordó a sí mismo que no podía dejar que sus emociones lo dominaran. Tenía que mantener la calma y enfocarse en la carrera. Pero era difícil ignorar la presencia de Max, que parecía estar siempre un paso adelante.

De repente, el silencio se rompió. El altavoz anunció el inicio de la carrera y los coches arrancaron, con Jeremie y Max luchando por la primera posición.

La adrenalina corría por sus venas mientras Jeremie se concentraba en la pista. Pero no podía sacudirse la sensación de que algo estaba cambiando. Algo que iba más allá de la rivalidad en la pista.

Mientras los coches giraban en la curva 5, Jeremie vio a Max de reojo. Su rival lo miraba con una intensidad que hizo que su corazón se acelerara.

¿Qué estaba pasando? ¿Por qué Max lo miraba de esa manera?

La respuesta llegó en forma de una maniobra audaz de Max, que adelantó a Jeremie en la curva 10. Jeremie se enfureció, pero no se rindió. Se recuperó rápidamente y comenzó a presionar a Max.

La multitud se puso de pie, gritando y aplaudiendo mientras los pilotos disputaban cada curva. Pero Jeremie y Max estaban en su propio mundo, un mundo de velocidad y adrenalina, donde solo había espacio para uno.

Y entonces, sucedió. Un momento de conexión, un momento de entendimiento. Jeremie vio algo en los ojos de Max que lo hizo sentir que estaba viendo al verdadero Max, no solo al piloto de Red Bull.

Un momento que cambiaría todo.

Jeremie se sintió mareado por la velocidad y la adrenalina, pero también por la mirada de Max. Era como si hubiera visto algo que nunca había visto antes, algo que lo hacía sentir que estaba conectado a Max de una manera que no podía explicar.

La carrera continuó, con Jeremie y Max luchando por la victoria. Pero Jeremie ya no estaba solo enfocado en ganar. Estaba enfocado en Max, en la forma en que lo miraba, en la forma en que sonreía.

Cuando cruzaron la línea de meta, Jeremie se sintió decepcionado. Había perdido la carrera, pero había ganado algo mucho más valioso. Había ganado una conexión con Max, una conexión que lo hacía sentir que había encontrado algo especial.

Mientras se bajaba del coche, Jeremie vio a Max acercarse a él. Su rival lo miraba con una sonrisa, una sonrisa que lo hacía sentir que estaba en problemas.

─Felicidades por la carrera.─dijo Max, su voz baja y suave.

Jeremie se sorprendió. No esperaba que Max fuera tan amable después de una carrera tan intensa.

─Gracias.─ respondió Jeremie, tratando de mantener la calma.

Max se acercó más a él, hasta que sus caras estuvieron a solo unos centímetros de distancia.

─Creo que debemos hablar. ─ dijo Max, su mirada intensa.

Jeremie se sintió mareado. ¿Qué quería decir Max? ¿Qué quería hablar?

La multitud se dispersó, dejando a Jeremie y Max solos en la pista. El silencio era palpable, solo roto por el sonido de los coches que se alejaban.

─¿Qué pasa, Max?. ─preguntó Jeremie, su voz baja y tensa.

Max sonrió, su mirada brillante.

─Creo que hemos estado corriendo en la dirección equivocada.─dijo Max.

Jeremie se sorprendió. ¿Qué quería decir Max? ¿Qué dirección equivocada?

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