✵「𝑉𝑒𝑖𝑛𝑡𝑒.
—Viktor... —aunque estaba frente de él y lo nombrara, no era el mismo hombre del que se enamoró. Había cambiado, partes de su cuerpo por partes mecánicas con magia, algo que aunque lo estuvo observando desde que trabajaba con su anterior mano derecha Jayce, aún no comprendía del todo.
Ahora el castaño prefería cubrir su rostro, como una manera de ocultar su parte humana que poco a poco se iba no por su cuerpo. Si no por su cambio mental, las máquinas debían dominar el mundo. Así lo había decidido.
—Sigo siendo el mismo, por favor no te asustes. —su voz algo distorsionada llegó a sus oídos. Alzó una de sus manos, justo la que fue reemplazada por una prótesis. Rosslenne tragó saliva con dificultad, tratando de no dejarse llevar por las lágrimas.
No quería hablar, el nudo en la garganta se lo impedía. Ese entusiasta chico pero introvertido inventor parecía solo ser ahora una ilusión que se alejaba cada vez más rápido por un sendero que no era capaz de seguir.
Sin embargo, retrocedió. No por miedo, sino que era mucho por procesar para ambos. Viktor decidió hacer su trabajo por su lado donde fue criado y ella por supuesto le siguió, pero estuvo alejada un tiempo para poder conseguir una manera de sustentarse.
Esos ojos mieles que adoraba estaban perdidos, vacíos. Como si buscara una manera de conseguir un objetivo. Uno bastante ambicioso.
—Las cosas van a cambiar, no moriré por mi enfermedad gracias a esto. —un consuelo doloroso.
Eso fue lo que la rompió, él siempre fue una buena persona. Apoyaba a los pocos que compartían su visión para hacer un lugar mejor a aquellos que lo necesitaban. Y justo tenía que sucederle las peores situaciones, era injusto.
Hasta creó un robot para que mantuviera cierto orden es las calles de Zaun.
No volvió a insistir. Se mantuvo callado mientras volvía a su trabajo de calibrar su brazo. El olor a carne quemada no era agradable pero fue atrapado con las manos en la masa. Así que no podía dejar eso a medias.
Así paso el tiempo, en aquella casa en uno de los barrios bajos pero no podían quejarse. Estaba bastante alejada y solamente ocurría en pocas ocasiones que niños pasaban a jugar. Entonces, Viktor pensaba en mucho más. Quería hasta poder eliminar el miedo temporalmente y lo probó en uno de los infantes que entró por amenaza del grupo donde estaba.
—Va a volver y lo sabes. Harás que se vuelva adicto a no temerle a nada y entiendo tu manera de pensar pero... También sentirlo nos hace valientes y...
—¿Humanos? —completó, mientras chispas salían de lo que estaba manipulando con calor. —Lo sé, es la idea.
No supo que contestar, esa diferencia de pensamiento no llegaba a nada si ahora el mitad máquina estaba tan cegado con su fantasía revolucionaria.
Blitzcrank estaba con ella. A veces con una mayor frecuencia que el propio inventor. Cosa que agradecía ya que desde hace varias semanas que no entablaban algún tipo de conversación más allá que saludos y despedidas.
En esos momentos temía por el calor que sentía cuando su pareja era humano. Ahora como si se tratara de una cruel ironía era frío y calculador.
Pero era el precio que debía pagar por perder su parte humana. Quizás no regresaría, pero una parte del Viktor del que se enamoró seguía latente.
Al menos eso fue a lo que se aferró cuando quedándose dormida en los brazos del robot de hojalata, este le arropara a pesar de estar tan ocupado.
Muchas gracias por leer hasta aquí. Con este pequeño capítulo concluyo el libro. La verdad lo consideraba terminado desde hace bastantes meses pero quería subirles una última parte, ya que por ahora no sabemos más información de lo que pasará con Viktor.
Hasta que salga la segunda temporada, pues se verá que podría salir y si es así pues me animaría a traer algo actualizado. Les invito igual a pasarse en otras historias de mi perfil ¡Nos vemos hasta entonces, feliz añooo ୧(﹒︠ᴗ﹒︡)୨!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top