OO2. Sorpresa.
























📍LINIERS.
2023

Maia estaba terminando las últimas tareas pendientes que le había quedado de la semana pasada, ahora solo le quedaba las de esta semana. Era un avance.

Se sacó sus auriculares y comenzó a guardar todas sus carpetas en su librero y las demás en su mochila. Salió de su pieza y fue hacia el living, donde estaba su abuelo viendo el Zorro.

—Hola, abue — saludó ella al sentarse el lado él.

—Mai — sonrió el señor —. ¿Terminaste tus deberes?

—Si, acabo de terminar algunas — le sonrió ampliamente y volvió a mirar la tele —. Uhh, el Zorro nunca pasa de moda, abue — su abuelo la miro sonriente. A ella también le gusta ese programa, pero su abuelo se pasa el día viendo eso, es su obsesión.

Estuvo un rato hablando y viendo el programa con su abuelo, los dos son mucho más apegados que cualquier persona, es la mimada de su abuelo.
Después de un rato, Mai se fue hacía la cocina, donde estaba su abuela cocinando para almorzar.

—Epa, ¿qué estás cocinando? — preguntó ella mientras chusmeaba lo que hacía su abuela.

—Estofado de papa — su abuela le sonrió.

El favorito de Mai.

Maia soltó un gritito de felicidad, observó que la salsa ya estaba hecha, por lo que agarró dos pedazitos de pan y los mojó rápidamente.

—¡Maia! Espera hasta que este todo hecho — la reto su abuela.

Maia salió corriendo de la cocina hacía el living y le dió el otro pedazo de pan con salsa que tenía a su abuelo. El hombre le sonrió agradecido y lo comió rápido para que su esposa no lo viera.
Mai se fue otra vez a su pieza, agarró su celular y se tiró a la cama, miró un rato sus redes sociales y al rato recibió una llamada de su amigo.

—¡Maxiii! — habló ella muy feliz apenas atendió la llamada —. Pensé que no sobreviviste a Inglaterra.

—Bueee, cuando me muera, va a ser el día cuando me digas que no ames más — Mai rió nerviosa, cosa que siempre pasa cuando Maxi dice eso —. ¿Cómo esta todo allá? ¿Cómo estás vos?

—Esta todo muy bien por acá. Yo todo bien también — se sentó cruzando sus piernas —. ¿Ya viste a Julián? Decime que si, así le pedís un saludo para mi.

—Si, lo vi ayer, pero todavía no le dije lo del saludo. Igual, después se lo pido.

Maximo fue fichado por el mismísimo Pep Guardiola, director técnico del Manchester City. A principios de enero, Maxi viajó a Inglaterra para ya ser parte de aquel país y de aquel gran club.
A Maia le dolió mucho la despedida, sentía que sin Maxi no podría, que ya no tendría a alguien en quien sentirse segura, pero dalee, es Maxi. Él haría todo lo posible para volver a ver a la chica del cual siente tantas cosas cuando esta cerca de ella o con tan solo escuchar su voz se siente más que enamorado.

—¿Ya volviste a ver a Gian? — preguntó él por el menor.

—Todavía no, pero hablé con él y me dijo que esta muy ocupado todavía. Esta a full con los entrenamientos — ella soltó un suspiro —. Maxi, sin vos me muero de ganas acá.

Máximo soltó una carcajada.

—¡No te rías, tarado! — Mai sonrió —. Valen tiene novia y nos dejó olvidadas a mi y a Mica. Gian esta ocupado con Vélez, Micaela también esta a full con la universidad y vos te fuiste con los roba Malvinas.

—Bueno, tranquila — él volvió a reír —. Estoy seguro que nos vamos a volver a ver, seguro que si. Además no falta mucho...

Máximo se quedó callado, ya lo había arruinado. Se supone que era una sorpresa, pero no, el rubio tenía que hablar de más.

—¿No falta mucho para qué? — Maia ya tenía la intriga del año.

Máximo tardó en soltar alguna palabra más, pero sabía que Maia no lo iba a dejar en paz. Además, ella debía saberlo, se sentía sola y la tal sorpresa podría traerle alegría a la castaña.

—No le digas nadie, Mai — amenazó.

—A mi no me amenacé, nene — Maxi rió —. Dale decime, yo no digo nada.

El rubio soltó un gran y nervioso suspiro.

—Me convocaron para el amistoso de Argentina contra Panamá y Curazao — soltó él, hablando rápido y con nervios.

Maia se quedó sorprendida, no sabía que decir o hacer, la verdad no se esperaba eso. Parece que los deseos que pedía cada vez que el reloj marcaba las 11:11 se estaban haciendo realidad, pero no creo que Louis Tomlinson aparezca en su puerta para su cumpleaños.
Greco no soltaba una palabra desde de la noticia que Maxi le dijo, no podía creerlo.

—Mai, ¿estás bien? — se preocupó él.

—Ajá... si — sonrió —. ¿Y cuándo es que venís?

—Llego unos días antes, pero me quedo hasta tu cumpleaños — mencionó él.

La castaña se levantó de la cama como si fuera flash, tapó su boca para contener la emoción y una sonrisa se escapó de su boca. Todavía no se había confirmado el día que Argentina jugaría el amistoso contra Panamá y Curazao, por lo que eso fue una sorpresa para ella.

—Me estás jodiendo... — habló sin creerle.

—Si fuera joda, no te lo hubiera dicho — rió él —. No le digas a nadie, porque después la pago yo.

—¿Por qué me decís entonces?

—Porque te amo... — se quedó callado, recalculando un segundo lo que dijo —como amigo, obviamente.

Maia sonrió alegre.

—Yo también, Maxi. Obviamente — imitó a su amigo —. ¿Terminaste recién de entrenar?

—Si, llegué a casa y me pegué un baño con agua bien caliente — sonrió —. Después me di cuenta no te había llamado desde antes de ayer.

—Ahh, ya me re olvidaste.

—¿Qué? ¿Cómo te voy a olvidar? — rió.

—Más te vale.

Los dos estuvieron hablando un buen rato más, hablando de cualquier cosa que se les cruzara por la cabeza. Al no verse por más de tres meses, les hacía falta el otro. Maia no es de salir tanto de casa, por lo que Maxi hacía lo posible para sacarala de ahí y llevarla a donde sea con tan solo pasar un momento juntos. Se extrañanan mucho, eso se nota, pero Maxi haría lo posible solo por verla sonreír.

📍RIVER PLATE
23 de marzo.
ARGENTINA VS PANAMÁ.

La alegría de cada persona en el estadio Mâs Monumental se podía sentir a poca distancia. La música, las sonrisas, los nenes alegres, los mates y muchas otras cosas complementaban el ambiente.
Cuando los jugadores salieron a la cancha y el himno argentino comenzó sonar en todo el estadio, Maia no evitó soltar lágrimas de alegría, es muy sensible y además estaba muy orgullosa de todo lo que la selección Argentina logró en el mundial.

Maia había hecho todo lo posible para estar ahí, apoyando a su selección y a su mejor amigo desde las gradas. Estuvo acompañada de Micaela, Valentín y la novia de él, quienes no se iban a perder ese gran momento. En la pantalla se podía ver como cada jugador cantaba con fuerza el himno, las lagrimas del Dibu hacían llorar a todos, cada sonrisa de ellos, cada suspiro que soltaban, cada lágrima de alegría, era un orgullo para cada argentino en ese estadio.

Todo el estadio aplaudió al finalizar el himno, Maia gritaba de alegría y no dejaba de grabar cada momento para nunca olvidar nada de lo que estaba presenciando.

El partido comenzó entre gritos, silbidos y las alentada de todo el estadio. Maia se sentía muy feliz, compartiendo cada momento con sus amigos. En todo lo que iba el partido, les mandó a sus abuelos un vídeo gritando por su selección, porque ellos no pudieron ir, por eso estaba dispuesta a mostrarles todo lo que pasaba cada segundo, como ellos le pidieron.

Cada segundo era importante y así fue, Argentina quedó ganando el partido, dando más que alegría a cada persona.
Dusfrutaron de lo que restó del festejo y veían como los jugadores estaban por hacer la vuelta al estadio.

—Mai — Mica llamó la atención de su amiga —. Mira allá abajo.

Maia hizo caso y pudo ver a Maxi queriendo llamar la atención de su amiga. No estaba tan lejos del campo, por lo que lo podía ver perfectamente.
Perrone le hacía señas para que vaya con él, pero Mai se oponía a bajar.

—Dale, anda — insistió Valentín —. Así las pibas se ponen celosas.

—Cállate, Valen — Maia seguía negando a bajar al campo —. Yo no soy familiar o... pareja de Maxi. Solo están las familias de los jugadores.

—Pero el te quiere a vos — habló Mica —. Dale no lo dejes solo.

Greco miro a su amigo, quien desde lejos le pedía por favor que vaya con él y ella sabía que no iba a dejar insistir, le sonreía a las personas que lo grababan frente suyo, pero él tenía puesta su mirada en ella y solo en ella.

—Si no vas voy yo — habló Valen.

—No, ni loca te dejo — Maia se levantó de su lugar y miro la novia de su amigo —. Cuida a tu novio, que después me roba a mi amigo.

Sabrina, la novia de Valen, se aferró a su novio, impidiendo que vaya. Mai le sonrió y bajó cada escalón, tratando de pasar por en medio de cada persona amontonada al borde de los asientos.
Maxi le pidió a unas personas que la ayudarán a salir de ahí y lo logró.

—Noo, que nervios — dijo ella al ver la cancha desde abajo —. Sos un pelotudo.

—¿Qué? ¿Qué te hice?

—Acá están las familias de los jugadores, yo no soy nada acá, Maxi — cerró sus ojos frustrada.

—Naah, no digas eso, vos siempre fuiste mi familia — Maxi la abrazó y besó cabeza —. Dale, vení conmigo. Acompañame.

Maxi le extendió la mano con una sonrisa tímida, Mai miró su mano y después a Maxi con duda, pero ya estaba ahí, no tenía a donde correr, por lo que agarró la mano de su amigo y Maxi rápidamente las entrelazó, llevándose una cara soprendida de su amiga.

—Corre que se van — avisó él.

Los dos corrieron hasta donde estaban los demás, saludando a la gente, sacándose fotos, bailando en medio de la caminata, cada uno con sus familias, otros bailandos con sus amigos, la mayoría estaba con sus parejas abrazados o juntos de la mano.
Mai miro su mano juntas con la de Maxi, él sonreía más que nunca, así que Maia evitó todo nerviosismo y empezó a saludar a la gente agitando su mano con una gran sonrisa como lo estaban hacé los demás.

En todo ese proceso, Maxi le presentó a Maia el jugador número nueve. Ya que él no pudo pedirle un saludo para su amiga: ¿por qué no mejor presentárselo en persona?

—Juli, ella es Maia, mi amiga — Maxi miró a Julián y Juli a Maia.

—Hola, Mai — saludó el cordobés muy amable —. Maxi está todo el día hablando de vo'.

Maia miro a su amigo, quien le sonrió levantado sus hombros. Volvió a mirar a Julián, pensando si estaba soñando o de verdad lo tenía frente a ella.

—Ella te quería pedir una foto, si se puede — habló Perrone, al ver que Mai no reaccionaba.

Álvarez aceptó con gusto, Mai le dió su celu a Maxi para que sacará la foto. Juli pasó un brazo por la espalda de ella, lo que a ella le dió leves escalofríos. Sonrió ampliamente, como si nunca hubiera sonreído en su vida, estaba muy feliz y todo gracias a Maxi.

—¡Eehh, también queremos fotooo! — gritaron De Paul, Cuti, Enzo y Dybala detrás de ellos para después acomodarse al lado de Mai y Julián para la foto.

Maxi tomó unas cuantas fotos y después se unieron el Dibu y Almada para más fotos. A este punto, Mai ya no sabía si seguía viva, estaba rodeada de la mejor selección del mundo, era lo mejor que le paso en la vida.

—Un gusto conocerlos — habló ella nerviosamente, saludando a cada uno después de haber hablado un rato junto a ellos.

Maia buscó con la mirada a Maxi, pero lo encontró un poco lejos de ella hablando junto a Lautaro Martínez animadamente. Ella se quedó un rato mirándolo, apreciando lo lindo que era él.

Nunca tuvo el tiempo de pensar en eso.

Julián se acercó a ella y se quedó a su lado un rato para volver a hablar, pero cuando se dió cuenta de que estaba mirando a Maxi, sonrió malicioso.

—Cuando Máximo llegó al Manchester City, lo primero que hizo fue sacarle una foto al Etihad Stadium, después me dijo que era para vo', porque dijo que querías una foto de la entrada y además dijo que eras su novia, pero que todavía no lo sabías — Mai se giró para verlo a la cara — Yo lo dije antes, ustedes dos van a terminar juntos.

Eso fue lo último que dijo y se alejó de ella con una sonrisa. Si, acababa de quemar de Máximo Perrone, y si, Maxi dijo todo eso. Maia no sabía si creerle o no, pero prefirió lo segundo, no estaba dispuesta a arruinar una amistad, o eso cree ella.

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