tredici.
Las semanas han pasado, pero la duda persiste como una sombra que no puedo sacudir. Aunque intento seguir adelante, hay algo dentro de mí que no me deja estar en paz. Los pensamientos oscuros se han convertido en mi compañía constante, y, sin darme cuenta, he comenzado a distanciarme de Jungkook. No es algo intencionado, pero cada vez que estamos juntos, no puedo evitar pensar en lo que escuché aquel día en la clínica.
Mi mente se ha llenado de preguntas que no me atrevo a hacer en voz alta. ¿Qué significan realmente esos resultados? ¿Por qué su esposa parecía tan feliz? ¿Es posible que lo que más temo sea cierto? Y si lo es, ¿qué lugar ocupo yo en todo esto?
Jungkook, por supuesto, ha notado mi cambio. Ayer por la tarde me envió un mensaje preguntándome si todo estaba bien, si había algo que me preocupaba. La simple preocupación en sus palabras debería haberme calmado, pero en lugar de eso, me llenó de más dudas. ¿Por qué debería importarle? Si estoy o no bien, ¿acaso cambia algo?
ㅡNo te preocupes, estoy bien.
e respondí, forzando una sonrisa que él no podía ver. Mentirle se ha vuelto una segunda naturaleza para mí, tan fácil como respirar, pero cada mentira que digo parece rasgar un poco más mi ya frágil corazón.
Pero hoy, no puedo seguir ignorando la duda que me consume. Decido preguntarle directamente, aunque sé que su respuesta podría destruir lo poco que queda de mi tranquilidad. Le envío un mensaje, las palabras pesadas en mi mente mientras escribo.
ㅡ¿Tu esposa ha pensado en tener hijos últimamente?
Presiono enviar antes de que el miedo me detenga. Mi corazón late con fuerza, esperando su respuesta. Sé que no debería sentirme tan nerviosa, que no debería importar tanto, pero me importa. Me importa más de lo que quisiera admitir.
Su respuesta llega unos minutos después, y siento que el suelo se desvanece bajo mis pies al leerla.
Sí, últimamente está muy interesada en eso.ㅡ
Esas palabras me golpean como un puño en el estómago. Mi respiración se acelera, y la habitación comienza a girar a mi alrededor. ¿Cómo puede decirlo tan casualmente? Es como si no entendiera el peso que esas palabras tienen para mí, como si no se diera cuenta de lo mucho que duele saber que, mientras yo me desmorono, su vida sigue avanzando como si nada.
Intento concentrarme en el trabajo, en cualquier cosa que me distraiga de la tormenta que se desata en mi mente, pero es inútil. Cada vez que cierro los ojos, veo su rostro, escucho sus palabras, y el dolor me aplasta con una fuerza que me deja sin aliento.
Hoy es su cumpleaños, y aunque cada parte de mí grita que debería alejarme, no puedo evitar sentir que necesito verlo. Necesito respuestas, necesito entender qué está pasando. Así que decido ir a su oficina, a pesar del nudo en mi estómago y la voz en mi cabeza que me dice que nada bueno saldrá de esto.
Cuando llego, él está ahí, sentado detrás de su escritorio, con esa sonrisa que solía derretir mis miedos pero que ahora solo alimenta mi confusión. Nos saludamos como siempre, con esa familiaridad que debería reconfortarme, pero no lo hace. Estoy demasiado atrapada en mi propia cabeza, en los pensamientos que no puedo apagar.
Nos sentamos y, tras unos momentos de conversación trivial, me armo de valor para preguntar lo que realmente me está consumiendo.
ㅡJungkook, sobre lo que me dijiste... de que tu esposa está interesada en tener hijos... ¿es algo que has considerado?
Él me mira, y puedo ver la sorpresa en sus ojos.
ㅡ¿Por qué preguntas eso?ㅡ Responde, su voz es suave pero cargada de curiosidad. Estoy a punto de explicarle, de decirle lo que escuché en la clínica, pero antes de que pueda decir algo, su teléfono suena.
Jungkook toma su móvil y, al ver el nombre en la pantalla, su expresión cambia. Es su esposa.
ㅡLo siento, tengo que tomar estoㅡ Dice antes de levantarse y contestar la llamada.
Intento no escuchar, intento respetar su privacidad, pero las palabras se cuelan entre nosotros, llenando el silencio de la habitación.
ㅡ¿En el parque? Sí, claro... ¿algo importante?ㅡ Su voz suena preocupada, pero también un poco ansiosa.
ㅡEstaré ahí en unos minutos, espérame.
Cuelga y me mira con una disculpa en los ojos.
ㅡLo siento, tengo que irme. Mi esposa quiere verme para decirme algo.
Asiento, fingiendo entender, aunque por dentro siento que mi corazón se rompe un poco más.
ㅡEstá bienㅡ Digo, forzando una sonrisa.
ㅡNos vemos después.
Jungkook me sonríe y se marcha, dejándome sola en su oficina. El silencio que queda tras su partida es ensordecedor. Me quedo sentada ahí, sintiendo cómo la desesperanza se arrastra por mi piel como una sombra fría.
¿Esto es lo que me he convertido? ¿En alguien que se conforma con las sobras, que espera pacientemente por algo que nunca será suyo? ¿Qué más puedo hacer?
Miro alrededor de la oficina, las fotos de su esposa y de ellos juntos. La duda en mi pecho se convierte en un peso insoportable, en una necesidad de saber, de confirmar lo que mi mente me dice que es verdad, aunque mi corazón no quiera aceptarlo.
Tal vez sea egoísta de mi parte, tal vez esté siendo injusta, pero no puedo seguir así. No puedo seguir amándolo sin saber la verdad, sin entender qué lugar ocupo realmente en su vida.
Necesito saber.
Y aunque sé que está mal, aunque sé que debería respetar su privacidad, algo en mí se niega a quedarse quieto.
Tal vez no debería hacerlo, tal vez esto solo me lleve a más dolor, pero la incertidumbre es un enemigo peor que cualquier verdad, y estoy dispuesta a enfrentarlo. Aunque eso signifique seguirlo, aunque eso signifique finalmente conocer la verdad que tanto temo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top