13. 𝖡𝖺𝖽 𝖥𝖾𝗅𝗅𝗂𝗇𝗀
—C H A P T E R T H I R T E E N—
Mal Presentimiento.
¿Un mal presentimiento podría llegar a representarse como una enfermedad? La idea no suena tan descabellada cuando se ejerce un análisis profundo sobre los síntomas que se presentan en ese período de inquietudes y preocupaciones. Y es que, según determinadas circunstancias y experiencias personales, nuestra mente llega a deducir ciertos acontecimientos o aptitudes como una causa próxima a desarrollar un suceso que traiga, mayormente, emociones negativas que logren desestabilizar nuestra integridad emocional y física, dependiendo del caso.
Y mientras se trasladan en una chalupa en movimiento gracias a las aguas y personas que dirigen el medio de transporte, Mara siente repentinamente un mal presentimiento sobre el futuro y su condición.
La fémina de ojos azules giró su cabeza hacia su lado izquierdo encontrándose con una Layla y un Marc teniendo una disputa lo más bajo posible para no ser escuchados. Lo entendía, ambos fueron buenos amigos en su momento y tenían asuntos pendientes por resolver, pero ella era una persona demasiado curiosa y no pudo evitar enfocar su atención auditiva en la conversación que estaban manteniendo.
Realmente no había mucho por descubrir, la mayor parte eran reclamos de la arqueóloga a su amigo por ocultarle esa situación de tan grande magnitud siendo que ellos fueron un equipo imparable en su momento, y Marc diciéndole que tenía sus motivos para no involucrarla en esa problemática de riesgo.
Así que, tratando de distraerse con algo más, giró su cabeza hacia el lado opuesto observando a los pasajeros moverse animados en conjunto con una melodía que era transmitida en el transporte. Por inercia una pequeña sonrisa se formó en el rostro de la castaña al ver la alegría que desbordaban los lugareños en su normalidad. Algo que ella estaba empezando a extrañar.
—¿Tienes algo más que contarme, Mara?—El hablar de Thomas trajo consigo toda la atención de la nombrada. El semblante del joven de pecas casi inapreciables, a menos que te acercaras lo suficiente, reflejaba emociones que ella no podía describir en una sola palabra.
—No—Respondió Mara serena. Su respiración y facciones eran tan tranquilas que, por millonésima vez en lo que tenía de existencia, Thomas creyó su mentira.
"¿Cuándo aprenderá?". Se preguntó ella internamente.
Y es que la realidad era que cuando la hija adoptiva de los Manson había hecho contacto con la piel áspera en la mano de su supuesto padre, había absorbido algunos recuerdos y memorias del hombre que se había convertido en el némesis del mundo entero. Entre aquellas fugaces escenas, había algunas que repetía de manera inconsciente en su cabeza: el rostro de su madre, la comunión que tenían los tres, Harrow envuelto en el traje del avatar de Khonshu y su madre muriendo lentamente a mano del hombre que dijo amarla alguna vez.
—¿Estás bien?—Preguntó su hermano con preocupación luego de ver cómo su vista se había perdido repentinamente en la nada.
Mara asintió con su cabeza y una sonrisa ligera en su cara—Estoy bien. Solo estoy algo cansada—Comentó ella en un tono tranquilo que hizo a Thomas inclinarse en su asiento para posicionar su cabeza sobre la de la menor, haciendo que ésta recargue la suya contra el hombro izquierdo del mayor demostrando así el apoyo que brindaba el uno al otro.
Pero sin duda alguna Mara Manson no estaba bien.
Sentía su corazón arder con una intensidad que le hacía creer que su incineración estaba cerca, un nudo en su garganta se formó tan pronto como la visión de sus ojos se nublaron gracias a la amenaza de lágrimas, todo ello gracias a la imagen que perseguía insistentemente el control de su cabeza y emociones.
Estaba bastante segura de que si Harrow se atravesaba en su camino, ella no dudaría ni un segundo en tomar un vehículo que pudiera pasar por encima de él para enviarlo a su defunción de manera instantánea. Algo muy sádico según su propia perspectiva y los valores que había adquirido de las personas que fueron cercanas a su vínculo.
¿Qué pensaría Natasha sobre su recién, peculiar y tétrica imaginación? Seguramente la golpearía hasta que entrara en razón.
En un movimiento involuntario, su cabeza nuevamente se giró hacia la izquierda, solamente para encontrarse nuevamente con aquel par de ojos color avellana que justamente habían girado en el mismo instante a encontrar el tono oceánico en los suyos. Y entonces Marc se dio cuenta de su estado.
Pará lo que el mundo fueron más que simple nanosegundos de visualización entre ambos, para ellos fue toda una eternidad en la que se demostraron a corazón abierto, y únicamente al otro, el verdadero estado que mantenían muy oculto en su interior, el miedo que los perseguía y sus ganas de querer simplemente desaparecer para que los gritos de agonía que hacían eco en sus cabezas cesaran de una vez por todas.
Entonces su conexión se rompió.
Mara fue llamada por Thomas y tuvo que reincorporarse y disimular su cercano llanto, mientras que Marc tuvo que regresar su mirada a una Layla algo insatisfecha con los resultados obtenidos de su conversación.
Pero ellos aún necesitaban más.
Así que, como si alguna especie de ser cósmico viera su situación y se apiadara de su necesidad, Layla se levantó de su asiento y se dirigió a la ubicación donde el par de hermanos se encontraba reposando.
—Necesito un respiro de él—Comentó Layla haciendo referencia a Marc, soltando un suspiro cuando se posicionó delante de ellos.
Extrañamente antes de reincorporarse, Mara sintió cierta tensión en el cuerpo de Thomas y rápidamente dedujo que el castaño tenía cierto interés en la arqueóloga.¿Y quién no lo tendría? Layla era una mujer con muchas cualidades que la distinguían del resto de las mujeres de la sociedad, poseía una belleza inigualable y parecía también estar interesada en su hermano. Si las cosas se daban bien entre ellos, Mara estaría feliz de que Thomas empezara un nuevo capítulo en su vida.
—Tranquila—Habló la oji-azul haciendo un ademán con su mano derecha en señal de restarle importancia a la situación—Yo iré y tomaré al toro por los cuernos—Bromeó levantándose de su asiento. Mirando entre Layla y su hermano, la menor de los Manson movió sus cejas de una forma que sólo Thomas pudo comprender.
—Anthony.. —Reprendió el mayor muy por lo bajo a la menor antes de ser interrumpido.
—Cierra la boca y socializa, Mónica—Demandó ella en un tono burlón antes de dar pasos rápidos sobre la inestable superficie de madera que se tambaleó gracias a su brusco movimiento.
Tan rápido como huyó de una futura disputa entre bromas con su hermano, Mara cayó con fuerza sobre el asiento que se encontraba ubicado delante de Marc. Una maldición escapó de sus labios debido al golpe ocasionado, antes de enfocar su mirada en un Marc que sonreía divertido ante la situación. Si bien, otra persona pudo haberle reclamado la acción que estaba realizando, Mara alzó una ceja y sonrió igual de divertida como lo estaba el pobre esclavo de Khonshu.
—Marc Spector sonriendo, vaya sorpresa—Comentó la mujer de ojos azules pasando su pierna derecha por encima de la izquierda, recargando su espalda contra un respaldo detrás de ella y cruzando sus brazos por debajo de su pecho.
El nombrado gruñó por lo bajo antes de enfocar su mirada en los brillantes puntos lejanos que las infraestructuras formaban con su respectiva iluminación—No te acostumbres.
—Pero podría hacerlo—Afirmó Mara con determinación y esperanza atrayendo la mirada del hombre con acento americano hasta ella—Tienes una linda sonrisa.
Dándose cuenta de la ceja alzada del hombre de cabellos azabache ante su última oración salida de manera apresurada, Manson giró su vista rápidamente hacia la izquierda encogiéndose en su lugar mientras sentía como la sangre subía hasta sus mejillas.
"Imprudente". Se regañó a sí misma en el interior de su conciencia.
Inesperadamente, Mara visualizó una imagen mental de Natasha y Tony riéndose de su situación, antes de que la espía golpeara al millonario por exceder el límite de burla.
Los extrañaba.
Marc ya no sé sentía con la misma confianza y habilidad para hablar sin dificultad alguna con otra persona. Aún así, al ver el cambio rápido del nerviosismo en Mara transformarse en uno de nostalgia, intentó hablar con ella—¿Todo bien?—Preguntó. Su tono de voz salió un poco más tosco de lo que había esperado, así que tuvo que disimular el suspiro de indignación que le generó eso.
Aunque si lo pensaba un poco, ¿por qué ahora le importaba cómo debían sonar sus palabras con Mara?
—Estoy bien—Respondió la fémina con simplicidad y sin mirarlo, creyendo por unos segundos que podría engañar al avatar así como lo hacía con su hermano.
Un golpe en su rodilla derecha hizo a Mara girarse visualizando así a un Marc inclinado hacia el frente en su asiento—Sé que eso no es cierto.
Una mueca de indignación se formó en su rostro aún cuando no tenía el derecho de realizarla—Te digo la...
—Mara—Interrumpió Spector alzando sus dos cejas en compañía de su mirada seria—Soy una persona que vive de mentiras. ¿En serio crees que puedes engañarme?—Cuestionó el hombre americano con cierto tono obvio y narcisista.
Deshaciendo su posición, Mara se inclinó hacia el frente recargando sus codos en sus rodilla mientras sus manos se entrelazaban entre sí, y dejó su mentón sobre el agarré que había formado—Al parecer no—Respondió a su pregunta con un tono igual de serio al que Marc estaba usando en ese momento—Pero no tengo planeado contarte.
—No tenía planeado pedirte que lo hicieras—Mintió él audazmente—Sabía que no lo harías—Afirmó esta vez.
Mara asintió con su cabeza antes de mover su mano derecha hasta los rulos azabache de Marc y los sacudió en el proceso. Marc arrugó su frente y nariz en señal de molestia—Bien, ricitos de obsidiana. Ya nos estamos llevando mejor—Bromeó la castaña.
—¿Ricitos de obsidiana?—Repitió Marc a modo de interrogante creyendo haber escuchado mal la pronunciación de la fémina. A la vez, él se encontraba tratando de arreglar sus desordenados cabellos.
—Es un apodo—Dijo la menor de los Manson haciendo un ademán despreocupado con sus manos mientras encoge su cabeza a la altura de sus hombros—Suelo darle un apodo a cada persona que conozco, y ese suena bien para ti.
—En serio que aún no puedo entender tu humor—Comentó Spector dirigiendo su mirada hacia la izquierda antes de sonreír disimuladamente.
—Así que quieres conocerme, ¿eh?—Una sonrisa arrogante se formó en el rostro de Mara.
Marc abrió su boca dispuesto a refutar en su contra. Más sin embargo, guardó silencio; las palabras que buscaba simplemente no pudieron salir de su boca.
—Me ganaste esta vez—Dijo finalmente luego de unos segundos de silencio.
—La anterior también—Le recordó ella sonriendo victoriosa por sus triunfos recurrentes.
Bien, quizás Marc no había conseguido extraerle más información a Mara, pero al menos había logrado cambiar su humor de tristeza a uno de alegría. Y aunque le estaba dando justo en el orgullo, una parte humana y recóndita en su interior le decía que eso era correcto.
¿Qué onda, personas que aman al loquito del centro? Ahre xD
Ha pasado tanto tiempo :')
Una disculpa por la demora en este libro que si o si voy a terminar :)
He visto que muchas personas preguntan si Mara es la Rogue que vemos en los X-Men, y pues la neta no es Xd
Sinceramente yo no recordaba a esa Rogue, no recuerdo nada de las películas de los X-Men en realidad, más bien saqué la idea de Rogue basándome en una investigación que hice del personaje en los cómics cambiándole un montón de cosas, pero dejando mini guiños a sus poderes y lo de Coddy :(
Pido perdón por la decepción
Aunque igual buscaré a esa Rogue y veré si puedo meterle algo de sus aptitudes o habilidades a Mara jsjsjs
La vez pasada se me olvidó, pero esta vez no será así >:D
dahliastrings Muchas gracias por apoyar la historia a pesar de la demora e ir a otros libros🤧💗
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©-mandaloriana76
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