03. 𝖥𝖺𝗋
—C H A P T E R T H R E E—
Lejano.
Al día siguiente de ese peculiar incidente Mara, en su curiosidad, fue a visitar el museo con el propósito y la esperanza de encontrar a Steven en éste. Se llevó una gran decepción al ser informada sobre la ausencia del azabache, por lo que, resignada, se paseó por la ciudad con la intención de encontrar entretenimiento.
El tiempo pasó y con ello la hermosa, fresca y radiante noche cayó, cosa que la condujo de regreso a su apartamento. Mientras ascendía por el elevador, se debatía en tocar la puerta de su vecino en búsqueda de darle un interrogatorio monótono, y hasta cierto grado, normal con el fin de obtener sus ansiadas respuestas.
"Se sutil. Actúa normal". Recordó las palabras de la pelirroja, pues su deseo más que nada, era honrar firmemente su legado, su persona, la valía e importancia de su amistad.
Pero había algo que ella aún no entendía y su cabeza no hacía más que alejarla de tal realidad.
¿Cuál era ésta? Bueno: Ella no es Natasha Romanoff, y por más que intentara, no podría igualar sus pasos ni su persona.
Armándose de valentía al ya estar delante del apartamento del azabache, dio leves golpes en la gran puerta de mármol con la esperanza de encontrarlo.
—¿Steven?—Preguntó a la nada, recargando su oreja izquierda contra la madera en búsqueda de algún sonido que lo delatara. Pero no podía escuchar algo. Imitó su acción en varias ocasiones, recibiendo siempre el mismo silencio.
Rendida, optó por ir directamente a su apartamento y conciliar el sueño. Mañana sería otro día, y probablemente tendría mejores resultados.
El día siguiente obtuvo los mismos decepcionantes resultados. Por ello, trató de convencerse a sí misma de que sólo se trataba de un disfraz muy original y bien diseñado para alguna convención, fiesta o club al que el azabache pertenecía, pero en el interior, sabía que no era cierto.
Al tercer día, cuando Steven ya no daba señal alguna de su existencia, su inquietud, ansiedad y curiosidad la llevó a investigar algo en relación a su disfraz y cómo podría llegar a asociarse con la cultura egipcia, además de la relación que éste tenía con la luna.
Con ayuda de su laptop, sus resultados fueron a caer en un antiguo dios de la cultura egipcia denominado Konshu. Exploró y leyó un poco sobre el antes nombrado, aún así, la información le parecía sumamente escasa, y ello le extrañaba.
—Y se supone que todo está en el Internet—Ironizó ella, soltando un suspiro pesado como muestra de disgusto y cansancio. Dando a su vez un sorbete a la taza con café que se encontraba al lado de su móvil.
Tomando su celular entre sus manos, dio algunos toques a la pantalla hasta que se encontró en el área de los contactos. Se debatió internamente si realmente valía la pena llamar a quien estaba considerando, intuyendo que quizás ella ya tenía sus propios problemas u ocupaciones.
¿Cómo saberlo? Había dejado de responder sus mensajes desde que había entrado el año, lo último a lo que le dieron tema fue a que Mara tenía razón al decirle que el arquero no había decidido ni anhelado que la muerte de la pelirroja llegara tan anticipada e inesperadamente.
Después de todo, el propio Clint en persona se encargó de decírselo, eran amigos gracias a la pelirroja, por lo que él le había explicado cómo ocurrió tan difícil y trágico momento.
El problema con la necedad y ceguera de Yelena fue que Mara nunca se lo mencionó. No porque no quisiera, sino que Yelena casi siempre le impedía hablar cuando se tocaba el tema de la defunción de su hermana, y una tal Valentina sólo había complicado las cosas gracias a que le había llenado la cabeza con ideas sobre que Clint era la causa de que Natasha ya no existiera.
Y ahora que lo pensaba un poco, tenía curiosidad sobre qué había hecho la rubia con esa mujer luego de descubrir su mentira.
Unos ligeros golpes en su puerta le sacaron de sus pensamientos, haciendo que olvidara casi al instante qué había estado haciendo y pensando con anterioridad.
Al llegar hasta su puerta y girar la perilla, divisó al causante de sus preocupaciones e intuiciones.
—Hola, Mara. ¿Cómo estás?—Sonrió nervioso mientras dejaba visible la palma de su mano derecha a modo de saludo.
—¡¿Steven?!—Éste asintió con una ceja alzada por el tono elevado y de preocupación en su voz—¿Dónde rayos has estado?
—En casa—Respondió él confundido, al mismo tiempo recordando los extraños sucesos en sus supuestos sueños.
—Pero....
"Cierra la boca". Una voz gruesa y amenazante interrumpió su oración, y por ende, le hizo dar un brinco en su lugar por la sorpresa.
—¿Qué dijiste?
—Dije que he estado en casa—Repitió el azabache pasando saliva por su garganta con nerviosismo. Él también lo había escuchado.
En la mente de la menor de los Manson rondaban las siguientes cuestiones: ¿Necesitaba dormir? Al parecer si. ¿Necesitaba dejar de tomar tanto café? Así parece. ¿Debería dejar de hablar consigo misma para no caer en la locura? Probablemente.
—¿Qué necesitas?—Balbuceó en su lugar, tratando de actuar y sonar normal, cosa que el azabache imitó.
—Es que recordé que tengo una cita. Y nunca he estado en una cita—Comentó él, encogiéndose en su lugar con cada palabra que emitía—¿Qué debo hacer? ¿Cómo debo tratarla? ¿Cómo debería vestirme? ¿Y si lo arruinó?—Le atacó con preguntas.
—Bueno...
—Y es que, como tú eres una mujer... La única con la que hablo, a excepción de mi madre claro—Mara sonrió con ternura y rareza—Pensé que tal vez, si quieres, podrías ayudarme—Finalizó con timidez.
Mara ladeó su cabeza con una sonrisa enternecida, Steven era como un niño pequeño y ello le causaba ternura. Además, le recordaba la vez en que Thomas le había pedido ayuda con su primera cita.
Así que, como la buena casamentera y servidora del inocente que era, aceptó brindar sus servicios y conocimientos a su vecino.
Claro, teniendo en mente la oportunidad de llevar a cabo su investigación.
—¿Cuánto tiempo tenemos?
—Como dos horas, aproximadamente.
La oji-azul se llevó una mano al mentón, moviendo sus facciones al momento de pensar en lo que podía hacer para rescatar al azabache de una incómoda y catastrófica primera cita.
—Pareces un tonto—Se dijo a sí mismo al observar su vestimenta en el reflejo de su espejo.
Mara rió por lo bajo antes de negar con la cabeza—Te ves adorable, Steven. Sólo tienes que acomodar bien tu corbata.
Ambos se encontraban dentro del apartamento del azabache, con el propósito de llevar a cabo el anticipado e inesperado, para la oji-azul, entrenamiento de preparación para la ansiada cita de Steven.
—Nunca he podido hacerlo—Sinceró él con una sonrisa timida, que salió más como una mueca que dejó visible sus blancos dientes.
—Tienes suerte de tener una amiga que sabe cómo atar una corbata.
—¿Amiga?—Titubeó por lo bajo.
Mara asintió con la cabeza, levantándose a su vez del asiento en el que se encontraba y aproximándose hasta él—Claro, somos amigos, ¿no? Si no lo fuéramos yo no estaría ayudándote y no estaría en tu apartamento—Obvió ella dando inicio a su labor.
Mientras realizaba los movimientos necesarios para dejar lo más perfecta posible la atadura de la corbata, Steven seguía sus movimientos con su mirada, un tanto nervioso y tembloroso por la cercanía de la chica, pues no estaba acostumbrado a ello.
—Steven, deja de temblar. No voy a morderte o algo similar—Bromeó ella en un intento de aligerar el ambiente, aún cuando estaba casi con las mismas sensaciones.
—Lo siento—Se limitó a murmurar, cambiando su mirada hasta su pez dorado con la intención de distraerse.
—Estás listo—Habló ella palmeando sus hombros y alejándose a una distancia considerable—¿Recuerdas lo que tienes que hacer?
—Ser respetuoso y caballeroso hacia su persona, pero sobretodo ser transparente—Enumeró con sus dedos.
—Porque si alguien va a estar contigo...
—Me aceptará aún por lo que soy y mi obsesión con la cultura egipcia—Mara soltó una leve risa, que hizo a Steven contagiarse de la misma.
De alguna manera, se sentía bien. Al igual que ella.
—Todos tenemos defectos y una obsesión con algo, la mía es el café y los libros.
—Café y libros. Lo tengo—Comentó para sí mismo, observando hacia arriba como si su cerebro estuviese anotando la información recibida.
Mara negó con la cabeza—Encárgate de aprender de ella, de tomar lo bueno y desechar lo malo. Pero sobretodo, debes estar seguro de querer iniciar una relación cuando las cosas salgan bien.
—¿Y si no salen bien?—Una mueca de preocupación y horror se instala en su rostro al imaginar la cita como un rotundo fracaso.
—Todo saldrá bien—Aseguró en un intento de tranquilizarlo—Y si no, es porque ella no es la persona correcta para ti. No se complementan y nadie puede ser forzado a estar con alguien que no desea y que no es para su bien. Llegará alguien en su momento, no diré que será mejor que la persona anterior, porque nadie es superior al otro. Más bien...
—.... Llegará alguien que te haga ver lo bueno de la vida, lo bueno que hay en ti mismo, te hará querer ser la mejor versión posible y amará tu rareza.
Parpadeando por haber completado olímpicamente su sentir y percepción, la oji-azul formuló una sonrisa con las comisuras de sus labios observando al azabache, quien imitó su acción con un sentimiento peculiar haciéndose presente en ambos.
Mara asintió con la cabeza—Nos estamos poniendo demasiado emocionales—Steven rió por aquella broma—Anda, ve—Le empujó mientras ambos salían del departamento—Ve por ella, tigre—Ánimo dándole un ligero golpe amistoso en el hombro.
Steven asintió antes de cerrar la puerta y alejarse, siendo seguido por la mirada de la fémina.
Al adentrarse en el elevador y presionar el botón que lo conducía a la zona baja, observó por última vez a la chica, quien mostraba sus pulgares en su dirección en señal de apoyo. Sonrió por ello antes de que las puertas se cerraran frente a él y le impidieran ver a Mara.
La fémina, en su lugar, se golpeó la frente con una mano al haber olvidado llevar a cabo su interrogatorio, y a la vez preguntándose: ¿Cómo rayos es que lo había olvidado?
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He aquí un nuevo capítulo :3
A poco de entrar en la revelación del traje y los problemas de Marc/Steven.
Gracias por leer y por todo su apoyo, de verdad me sorprende lo bien que le está yendo a esta historia. Les amoooo♥️♥️♥️♥️
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©-mandaloriana76
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