Episodio 1: Bienvenida
a la Fuerza Elite.

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Los miembros de la Fuerza Elite llevaban más de tres días trabajando en una misión importante. Pero hoy, en este preciso momento, se encuentran sentados en la mesa de la terraza del pent-house, haciendo absolutamente nada.

─¿Por qué creen que quiera vernos ahora?-preguntó Oliver, en espera de que alguno de sus compañeros respondiera.

─Ni idea.-respondió Bree, viendo al piso, como si buscará una respuesta de este.

Antes de que alguien más pudiera decir algo, la puerta del pent-house es abierta por Donald Davenport, el fundador de la Fuerza Elite.

Bree, Skylar, Chase, Kaz y Oliver vieron desde la terraza que no venía solo; una chica de cabello castaño, sujetado en una coleta de caballo y de piel pálida, entro con él.

Notaron que la chica escuchaba atentamente al inventor millonario para después asentir a lo que decía. Luego, todos se miraron curiosos antes de entrar al living. Mientras se acercaban a ellos, observaron a la chica de la misma manera, ¿y cómo no hacerlo?, si desprendía algo de misterio.

Por mera casualidad, él inventor y la chica misteriosa vestían de negro desde el cuello hasta los pies. Kaz fue el primero en percatarse de ello.─¿Quien se murió?-les pregunto con su típico tono burlesco.

Donald rodo los ojos mientras que la chica arqueo una ceja, cambiando por completo su semblante serio a uno que dejaba a relucir cierta molestia.
Kaz, que sintió como si lo quemara al rojo vivo con la mirada, se escondió disimuladamente detrás de Chase para ocultar que lo había intimidado un poco. Pero claro que ella lo noto.

─Nadie murió.-respondió Donald.─Chicos, les pedí reunirnos porque quiero presentarles a su nueva compañera, Davina Davis.

Ninguno pudo esconder la sorpresa -quizás no grata- que les causó la noticia de Donald. Ellos desde un principio pensaron que solo serían cinco.

Antes de que Davina pudiera hablar, Chase le roba la oportunidad de inmediato para dar a entender su descontento.

─Un segundo, ¿por qué no nos pidió antes nuestra opinión?-inquirio Chase, viendo a Davina y a Donald algo molesto, a lo que la castaña clavo sus iris azules en Chase. Quería ponerlo igual de nervioso que a Kaz, pero el héroe biónico no se dejo. Parecía que tenían una competencia de «quién se intimide primero, pierde».

─Porque no lo creí necesario.-respondió Donald, con obviedad.

─Pero señor...

─Creo que la estás juzgando antes de tiempo.-intervino Skylar.─Ademas, ni siquiera nos hemos presentado con ella.

─Bueno, quería presentarle a cada uno de ustedes pero alguien no me dejó.-espetó Donald refiriéndose a Chase, apretando los dientes al final.─Ella es Bree-la mencionada saludo a Davina haciendo un gesto con la mano.─y ella es Skylar.- después a la miembro de larga cabellera castaña con luces doradas. Skylar le sonrió de manera acogedora, Davina imitó el gesto en una sonrisa fina.
Prosiguió con los chicos. Kaz se mostró indiferente, Chase sonrió sarcásticamente con ese mismo tinte de molestia en sus ojos. Oliver no hizo más que apretar los labios, no sabía cómo actuar bajo la penetrante mirada de Davina.

─El señor Davenport me habló mucho de ustedes, es un gusto por fin conocerlos.-hablo Davina por primera vez, viéndolos a todos con seriedad.

─¡Vaya!, ¡Merlina sabe hablar!-se burló Chase, a lo que Davina dió tres pasos para quedar lo mas cerca posible de su rostro, sin importarle si invadía su espacio personal.

─Y también sabe de combate cuerpo a cuerpo, utilizar todo tipo de armas y varias maneras de dejar inconsciente a chicos cómo tu. Entre otras habilidades más, claro.

El cómo Chase se alejo por lo que dijo, hizo que una sonrisa de satisfacción apareciera en su rostro.

Oliver y Kaz rieron, pero dejaron de hacerlo en cuanto Chase los reprendió con la mirada.

─¡Eso es excelente!, ¿y cuál es tu poder o habilidad bionica?-pregunto Bree, asombrada.

─¿Poder?, yo no tengo poderes ni habilidades biónicas raras.

De repente fue como si a los héroes les hubiera comido la lengua el gato, no sabían que decir ante la respuesta de Davina. En cambio Chase, él si que tenía algo que decir.

─¡Oye!, ¡ser biónico no es raro!-exclamo, muy enfadado.

─¿Que te implanten un chip en el cuello para tener habilidades sobrehumanas te parece muy normal?

Quiso decirle lo que se estaba guardando desde que Donald la presento como la nueva integrante, pero, lo único que logro fue apuntarla con su dedo índice de manera acusadora. Ella únicamente cruzo los brazos en espera de una respuesta.

No muchos segundos después, logro decir: ─¡Reunión en el cuartel!, ¡ahora!

─¿Que...?

Apenas pudo terminar de preguntar Donald cuando Chase lo llevo arrastras hasta el hiper-ascensor, después obligo a los otros miembros del equipo a entrar. No tardaron mucho en bajar al cuartel de las misiones.

Davina se limito a observar, igual a como lo ha hecho desde que entró al penthouse.

[...]

─Esto es ridículo.-dijo Donald, ya cansado de Chase, recargando sus manos sobre la consola principal de las misiones.

─¿Ridículo? no creo que traer a una simple humana para integrarse con nosotros sea ridículo, si no, una pésima decisión. En especial sin comentarme a mi primero, ¡¿acaso olvido que yo soy el líder de las misiones y del equipo?!

─No, no lo olvido. Y si, si es ridículo, porque estás armando todo un circo.

Chase, que se encontraba enfrente de Donald, lo miro con desaprobación. Kaz, Bree, Oliver y Skylar estaban más alejados, detrás del tablero central para ser exactos. Empezaban a sentirse incómodos debido a Chase.

─Chicos, yo no les traería a cualquiera. Si elegí a Davina teniendo en cuenta su falta de poderes o habilidades biónicas, es porque se que está hecha para formar parte del equipo.

Chase bufó con pesades y termino por posicionarse a un lado de Skylar.

─Y nosotros, bueno, una parte de nosotros.-Skylar rectrifico sus palabras al ver la cara de pocos amigos de Chase.─Lo sabe, pero también...

─Si, si. No les parece del todo que sea una mortal.-Donald rodó los ojos.

─No... bueno si.-continuo Kaz, no tan seguro.

─Pues yo estoy de acuerdo con el señor Davenport.-hablo Oliver al fin, logrando que todos le prestarán atención.─No creo que Davina necesite ningún superpoder otorgado por un chip o una piedra mágica para pertenecer al equipo. Es más, estoy seguro de que ganaría luchando a puño limpio.

Donald asintió repetidas veces ante las palabras de Oliver.

─Yo no estoy de acuerdo pero tampoco me niego, como otros.-comento Bree, lanzandole una mirada acusadora a Chase. Él hizo una mueca.─Más bien... creo que correría más riesgo que nosotros.

─Yo concuerdo con Oliver.-mencionó Skylar.─Bueno...

─¡No me importa si están de acuerdo o no!

Donald llegó a su límite y los demás se dieron cuenta, pues se espantaron ante su grito.

─Davina será su nueva compañera. Y como oficialmente forma parte de esto ahora, quiero que todos sean amables con ella.

Entonces salió del cuartel de las misiones, notablemente furioso. En cuanto bajo con Davina le dió la bienvenida cómo es debido, y le dijo que todas sus cosas ya estaban instaladas en la que ahora sería su nueva habitación.

Cuando se fue, Davina se dirigió a las escaleras; apenas piso el primer escalón cuando escucho las puertas del elevador abrirse. Por curiosidad hecho un vistazo y sintió alivió al ver a Oliver en lugar de Bree, Skylar, Kaz o Chase.

─Hola...-dijo algo apenado, acercándose a ella.

─Hola.

Se instaló un silencio incómodo, a lo cual Oliver carraspeó la garganta.

─Escucha, vine para disculparme por Chase, el es muy...

─¿Amargado?, ¿ermitaño?, ¿controlador?-trato de adivinar la castaña.

─Si, todo eso.-rio y Davina igual, lo cual le hizo sentir una sensación agradable.─ Ehhh... ¿te quieres sentar?

«¿En serio?, ¿fue lo mejor que se te ocurrió?», pensó Oliver.

─Mmm, si, claro.

Ambos se sentaron en el sofá y de nuevo ese silencio incómodo hizo acto de presencia.
No hacían más que evitar el contacto visual y no se escuchaba nada más que la brisa que entraba por la terraza. Así permanecieron hasta que a Davina se le ocurrió romper el silencio, porque había algo que le causaba curiosidad.

─Oye, Oliver... ¿puedo preguntarte algo?

─Si, lo que quieras.

El superhéroe le dio toda su atención. La intriga crecía dentro de él por cada segundo que Davina permanecía en silencio, hasta que se animó a preguntarle: ─Estaban hablando de mi allá arriba, ¿verdad?

─Si, algo así.-paso una mano por su nuca y bajo la mirada, tratando de ocultar la vergüenza que lo estaba invadiendo.

─¿Podría saber que dijeron?-inquirió, pero el superhéroe seguía sin despegar la vista del piso.-Mírame, por favor.

Oliver obedeció de inmediato.

─Bueno...Chase dijo que no le parece que una humana se una a nosotros. Pero, parece los demás si están de acuerdo.

─¿Y cuál fue tu opinión al respecto?

─Que no creo que necesites tener superpoderes para pertenecer al equipo.

─Me alegra saber eso.

Permanecieron hablando por un rato, hasta que Davina recordó que tenía cosas que hacer.

─Tengo que acomodar mis cosas...-comento la castaña.

─Oh, cla-claro.

Ambos se levantaron del sofá, Davina tomo camino a las escaleras para llegar a su habitación, mientras que Oliver se paró frente al híper-ascensor con la intención de subir con los chicos. Pero, cuando las puertas (que formaban una chimenea estando cerradas) se abrieron, siguió a Davina hasta las escaleras, sin pensarlo.

─Davina.-la llamo, agarrando su mano.

─¿Si?-respondio en cuanto giró. No tardó en darse cuenta de que Oliver la estaba sujetando de la mano, y como él no se había dado cuenta no dijo nada para no incomodarlo.

─Bienvenida a la Fuerza Elite.

─Gracias.-sonrio

Entonces Davina soltó su mano para retomar su camino. Fue así que Oliver se dió cuenta de lo que hizo, y sintiendo que moría de la pena, entro al híper-ascensor.

❪ 🌎📍❫ EN ALGÚN LUGAR DESCONOCIDO DEL UNIVERSO...

Una mujer de cabello rubio platinado -tirando casi a blanco-, se encontraba leyendo el cómic, «The Killing Joke», sentada de piernas cruzadas en su dura cama blanca, dandole la espalda al ventanal de su celda. Veía detalladamente las ilustraciones del cómic y trataba de encontrarle sentido a los diálogos del payaso de cabello verde.

«Algun día entenderé porque le gusta tanto», pensó.

Una sonrisa similar a la del payaso adornó su rostro cuando escuchó una voz familiar del otro lado de la celda.

─Ya entre al equipo.-dijo aquella voz.

Sin borrar esa sonrisa, la mujer cerró el cómic, lo dejo en la cama y se levanto de esta. Con una lentitud desesperante se acercó al ventanal, quedando así frente a su visita.

A la visitante -una adolescente con quién tenía asuntos pendientes- se le escapó una mueca de desagrado, pues verla sonreír de esa manera hacia que se le revolviera el estómago.

Ambas se observaron por un rato. La rubia miraba a la adolescente con cierta admiración, mientras que ella la miraba con hastío.

La adolescente noto que la mujer tenia nuevas arrugas en su frente, y que seguía manteniendo ese tinte de oscuridad en el azul cielo de sus ojos.

Eso era irritante para ella, porque tener el mismo color de ojos le hacía pensar en que algún día la misma oscuridad llenaría sus iris azules.

─Sabia que lo lograrás rápido.-habló la mujer, serenamente.

─Dejate de elogios y dime dónde está mi padre.-espeto la joven, comenzando a molestarse.

─Todo a su tiempo, querida.

Aquella respuesta tan calmada hizo que a la joven se le calentara la sangre. Acto seguido alzó su puño derecho con furia y soltó un puñetazo al ventanal, que, aunque estaba hecho de un material especial -para evitar que los prisioneros escaparan- logro resonar por cada metro cuadrado de la celda.

La mujer ni se inmutó, ya que esperaba una reacción así de su parte. Lo único que hizo fue observar con curiosidad el guante morado que le cubría la mano con la que dió el puñetazo.

─No olvides que puedo matarte.-espeto la joven, con rabia. Lo cual hizo que la mujer riera de manera arrogante.

─Y tu no olvides que si me matas, nunca sabrás dónde está tu padre.-dijo, retándola con la mirada.

A la joven no le quedó de otra más que retirar el puño del ventanal y retroceder dos pasos.

─Te deje algo, para que no digas que no soy tan mala. Para obtenerlo tienes que ir a la calle 113 de Ciudad Centium. Allí encontraras un USB debajo de la banca de madera, que se ve apenas pones un pie en la acera.

─¿Que hay en ese USB?-inquirió la adolescente.

La mujer solo logra abrir los labios, pues es interrumpida por un silbido que proviene fuera de la celda.
Cómo sabía que se trataba de John, el encargado de llevarle la comida, bufó.

─Tan bien que nos la estábamos pasando.-comentó descaradamente.

La joven la miró con desprecio, y sin quitarle la mirada de encima se alejó del ventanal hasta que su espalda tocó la pared de concreto; estiró el brazo dónde portaba el guante morado y con el otro presionó algo en la pantalla táctil del antebrazo del guante, que en cuestión de milisegundos hizo aparecer un rectángulo luminoso del tamaño de una puerta. De inmediato atravesó aquella figura, que no tardo en desaparecer junto con ella, sin dejar rastro.

De esa manera la mujer supo que se trataba de un portal.

─Hasta pronto, Davina.

❛ ៚𝙉𝘼𝙀𝙑𝙄𝙎 𝙉𝙊𝙏𝙀𝙎☄︎. ❜

No saben lo que sufrí escribiendo el primer cap, o sea, ya estaba listo desde hace UN MES (más o menos), solo me faltaba corregir el final y cuando entro para hacerlo ¿con que me encuentro? CON NADA, NADA DE NADA. Wattpad me borró todo y ya estaba listo para subirlo :(, lo único que me dejó fueron los gifs pero del coraje los eliminé JAJAJAJA (tuve que acomodar todo desde 0)

Con este primer capítulo les di una probadita de lo que se viene en el futuro y como se darán las cosas entre Davina y Oliver. Que por cierto, aquí arreglaré el DESASTRE que hicieron con oli en Elite Force 🙄. Lit arruinaron su personaje.

Perdón por cualquier error garrafal que encuentren, estoy oxidada porque no escribo desde 2022 😮‍💨.

Cómo conclusión, JAMÁS, DE VERDAD JAMAAAAAAS escriban directamente en esta app de mierda. Es un consejo que me dió mi amigüitzy Dude_Ninsu desde hace mucho y hasta ahora aprendí a la mala 😭😭😭😭.

Dedicatorias:

Dude_Ninsu
wanda_summers
DavenMarvel