𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗩𝗘𝗜𝗡𝗧𝗜𝗗𝗢́𝗦.
ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴠᴇɪɴᴛɪᴅᴏ́s: ʏᴜʀɪ ʜᴀ ᴢᴀʜᴀʀᴅ.
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——— Venus. ————————
Una oleada de aire impactó suavemente contra mi rostro, provocando que despertara con facilidad y sumo cuidado. Abrí los ojos lentamente, hasta toparme con que me encontraba en el aire siendo sostenida por un tentáculo del Toro.
— ¿Pero qué...? —me removí sin fuerzas.
Más al frente Endorsi se aproximaba a Anaak con la Abril verde a su disposición, en este momento no entendía nada, y tan sólo pensaba que era un sueño.
— Oh, señorita Venus Yeon Storm-quer. Fue un honor ser el supremo que te llevará a las manos de Zahard, no sabes lo cuanto que vales... —la bola de arroz me sonrió con malicia—. Y disculpe que no me haya presentado como es debido. Soy Ren, la unidad N°. 67 de la tropa de asesinos de Zahard.
— ¿De qué habla? No iré con usted a ninguna parte. —escupí, molesta y aún moviéndome en el espacio cerrado—. No me importan las razones, pero no tengo planeado entrometerme con nada que tenga que ver con Zahard.
— Eso no importa, porque de cualquier manera, te convertirás en el títere del Rey.
Mis ojos se abrieron de par en par, mostrando clara confusión y repudio.
Yo no tengo que ir con Zahard ni con sus perros falderos, no les debo nada...
De pronto, en nuestra charla, alguien mandó a volar a la bola de arroz con un latigazo verde. Busqué a la propietaria del golpe, y no era nada más, ni nada menos, que Anaak al lado de Endorsi, ella tenía en sus manos la Marzo negro.
— No te llevarás a la preciada estrella, alias “cabello perfecto” —habló en burla Endorsi.
— Ya veo... Princesa, pienso enviarle un informe muy riguroso a Zahard. Una competidora de las princesas de la familia Bia... Será eliminada.
— Oigan... No deberían luchar contra él. —les avisé.
— Cálmate, lo tenemos controla-
Anaak fue interrumpida por el choque de shinsu que lanzó el asesino en dirección suya. Endorsi dio un salto y yo me quedé asombrada mirando la pelea.
Y no puedo hacer nada... Para ayudarles...
Suspiré. ¿Dónde estará mi lanza? No la tengo conmigo y no la veo por aquí.
Anaak estaba tirada en el suelo con el asesino pisandole el cuello, pero una pequeña piedra golpeó en su cuerpo robusto.
¿Qué...?
Muchas más piedras hicieron aparición, golpeteandolo abruptamente.
— ¡¡Da la cara, cobarde!! —dio vueltas para ver de dónde provenían las piedras.
— Bueno... ¿sabías que ese par de chicas feas con las que has estado peleando... son mis hermanas menores? —Yuri apareció entre la oscuridad de la cueva, mostrando una sonrisa traviesa y jugando con mi lanza en sus manos. Miró a un lado, encontrándose conmigo, atada a una criatura asquerosa.
Yuri...
— Y peor aún, tienes a mi mejor amiga tomada por el tentáculo de una criatura horripilante. ¿No es eso vergonzoso? Así no se tratan a las reliquias de Zahard.
— ¡¿Q-qué haces aquí?!
— ¡Yuri! —la extrañaba...
— Mm... Solo estaba de paso. Además, estoy buscando algo, y a alguien. —lo miró a los ojos—. Pero tú... ¿Por qué finges ser mi amigo?
La criatura me soltó de inmediato cuando Ren lo miró un poco. Caí al suelo rocoso de golpe, mi trasero dolió bastante, pero hice el intento de ponerme de pie. Tenía que ir a pedirle mi lanza a Yuri, que por cierto, no tenía ni la menor idea de dónde la había tomado.
— ¡Te pregunté quién eres! ¿O acaso el gato te comió la lengua? —no dejaba de darle vueltas a mi arma dorada en lo que lo interrogaba.
— ¡No! Princesa. Disculpa mis malos modales. Soy Lo Po Bia Ren. Unidad N°. 67 de la tropa de asesinos real de Zahard. —hizo una reverencia a Yuri.
— Tropa de asesinos... —susurró la Ha.
— Así es, princesa. Me dieron la orden de recuperar a Abril verde, así que vine a hacer mi trabajo. —notó el silencio de la princesa—. Entonces voy a continuar con mi trabajo, princesa. Puede que no quieras ver esto, así que será mejor que te vayas. —volvió a caminar hacia Endorsi y Anaak.
— Basta, Ren. Un supremo peleando con un regular durante una prueba va en contra de las reglas de la Torre. Y, ¿por qué debías llevarte a Venus Yeon? ¿no era solamente tu misión llevarte la Abril verde? —alzó la cabeza—. ¿Desde cuando los asesinos de Zahard tienen derechos de romper las reglas de la Torre aún que tengan que hacer su trabajo? Seré yo quien recupere a Abril verde y Marzo negro. Vete antes de que el supervisor se dé cuenta de que estás aquí.
Deslicé mi mirada a Endorsi, Anaak y Shibisu, esperaba que reaccionaran con algo pero se quedaron inmóviles observando la leve discusión entre el asesino y la princesa. No tenía mucha idea de lo que debía hacer en este momento, supongo que solo me queda esperar a ver si alguno ataca.
— ¿Me estás pidiendo que deje escapar a esa impostora?
— No se trata de dejarla escapar o no. Simplemente no puedes hacer esto durante la... - —fue interrumpida por el asesino.
— Lo siento. Pero sabes muy bien lo que significa la existencia de esta impostora y porque tenemos que eliminarla, ¿no? —se giró a verme—. Que pena, pensé que la princesa Endorsi sería muy joven para entenderlo, pero... nunca imaginé que la princesa Yuri, dueña de la Marzo negro, diría algo así. El Rey Zahard se pondrá muy triste cuando entregue mi informe... —rió maliciosamente—. Especialmente, debía llevarme a Venus Yeon, no puede interferir en eso, princesa.
En sus malditos sueños me llevará...
Yuri soltó un shinsu oscuro a su alrededor, — Hey, novato. ¿Acabas de amenazarme? ¿Piensas llevarte a mí mejor amiga... bajo mis narices?
— ¿Amenazarte? Por supuesto que no. Solo me preocupa el futuro de Zahard...
— Ah, ¿en serio? ¡Todo queda mucho más claro cuando usas el nombre de Zahard al final! Qué conveniente. —le dirigió una mirada filosa con aquellos ojos escarlata que te hacen temer al instante—. ¿No te parece una locura usar su nombre para amenazar a una de sus princesas? Recuerda su poder, no es tan trivial como crees. Este poder no se les da a aquellos que usan el nombre para sacarle provecho. —alzó la barbilla, demandante—. Apártate ahora mismo, o no dudaré en matarte.
Oh no... Si sigue evitando así a Yuri, terminará realmente muerto y hecho papilla, literalmente.
Ren sacó de su boca unas criaturas muy extrañas de colores bastantes llamativos que fueron en contra de Yuri, pero ella ni se inmutó con los enormes peces, de hecho, estos al pegar contra el suelo pasaron a un estado líquido plegotioso asqueroso.
Este es el poder de Yuri... Jamás lo había visto, tan sólo lo sentía cuando se acercaba a la finca de mi madre. Siempre le restringía hacer uso de su gran poder cerca de nosotras, ella jamás se quejó al respecto.
— ¿Ya terminaste? —esbozó una sonrisa en lo que apuntaba la lanza hacía mí para que la tomara. Al mandármela, la tomé fácilmente y noté su estado. Vi a Yuri, la cual me guiñó un ojo antes de subir su mano y poner su dedo índice tocando el pulgar—. Muy bien, esto es... En defensa propia.
Soltó su dedo índice, generando una explosión de aire estruendosa. Mis ojos se abrieron de par en par al sentir las ráfagas de aire impactarse en mis cabellos dorados.
El asesino había esquivando el ataque de Yuri.
— ¿Qué? ¿Por qué esquivaste mi ataque? Ven aquí. —tronó sus dedos, pero la bola de arroz se quedó quieta.
— No debemos irnos y tampoco entrometernos en la pelea, ¿bien? Si nos unimos acaberemos muertos por cualquiera de esos dos. —había llegado hasta Anaak, Endorsi y Shibisu, ellos se quedaron dudosos.
— Se nota que la princesa Yuri te quiere proteger. —dijo Endorsi, ladeando ligeramente la cabeza.
— Sí... Tenemos una muy buena relación desde que era niña.
Vi a Yuri, esta se tomaba la cabeza con una clara cara de fastidio.
— Hey, haz lo que quieras. —suspiró, exhausta—. Vámonos, Marzo negro.
¿Qué?
Los cuatro palidecimos, viendo como Yuri se iba andando tranquilamente a la salida de la cueva.
— ¡Dijiste que ayudarías! ¡Basta con que le des un golpe! —Shibisu se puso de pie.
— Shibisu, basta. —le pedí para que no provocara a la princesa, y justo cuando estaba hablando, Ren volvía a reírse burlonamente—. ¿Qué le sucede a ese demente?
— ¡Sí que me sorprendiste, princesa Yuri! ¡Sabía que la princesa no desobedecería las órdenes de Zahard! Tomaste una sabia decisión. —hubo un silencio aterrador—. Bien, ¿en qué estábamos?
— ¡Aléjate! —me levanté y me coloqué frente a Anaak y Endorsi—. ¡No podrás tocar a ninguna de nosotras por más que nos quieras hacer daño!
Él reía mientras se acercaba rápidamente a nosotras, por lo que puse mi lanza en frente para atacar, pero un ruido de algo girando nos hizo alzar la mirada al cielo que era cubierto por rocas.
Era un... Supremo. Utilizó un martillo enorme azulado que chocó contra Ren, se notaba de lejos que era un shinsu especial el que había utilizado para crear una tormenta de aire y piedra en la zona.
— Así que... trajiste a tu equipo, princesa. —soltó el asesino desde el suelo, aplastado—. Eliminas toda la evidencia... O sea que no podré entregar mi informe... Ya veo porque todo te temen, princesa. —Yuri se giró a verlo—. La persona a la que buscas, es ese irregular llamado Baam, ¿cierto? Le envié el Toro. —rió.
— No... —mis manos empezaban a temblar.
— Lo siento... Puede que tenga mucho talento, pero... No podemos dejar con vida a un irregular... Ese chico no puede regresar con vida, princesa. —siguió riéndose de manera macabra—. No vas a impedirmelo matandome. Puede que ya te hayas dado cuenta, pero este es tan solo uno de mis tantos trajes... Mi verdadero cuerpo está muy lejos de aquí. Hasta luego... Idiota. —se esfumó.
Caí de rodillas, con mi lanza descendiendo a un lado mío junto al ruido del oro golpeando las rocas.
Esta es una maldita broma...
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¡Tower of God regresará a mediados de verano este mismo año!
Tengo alto hype para seguir escribiendo, así que no duden que dejaré este fic. 🧚♀️
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