𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗗𝗜𝗘𝗖𝗜𝗡𝗨𝗘𝗩𝗘.
ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴅɪᴇᴄɪɴᴜᴇᴠᴇ: ᴇʟ ɪʀʀᴇɢᴜʟᴀʀ.
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——— Venus. ————————
— Muy bien... Creo que es hora de planear cómo llegaremos a la cima de la Torre. El cocodrilo pasó la prueba, probablemente Baam, Venus y yo también la pasemos. El problema es Rachel... Aunque tenga suficientes puntos para pasar, eso no lo servirá de nada si está herida. Tenemos que asegurarnos de que pase a la siguiente ronda... Como no sabemos nada de la próxima prueba, aún no podemos tomar ninguna decisión. Y por eso, necesitamos a alguien que sepa de las pruebas. ¿Conocemos alguien así?
Posé mi dedo en mi barbilla, siendo seguida por Baam.
— ¡Yo, yo! ¡Yo sé! —alcé la mano, esperando a que Khun me dejara hablar.
— Creo que pensamos la misma persona, ¿verdad? —sonrió de lado con orgullo por mi idea.
— ¿Supongo? —respondí más con duda que con afirmación—. ¿Puedo decirlo?
— ¡Nop! —me sacó la lengua, yo hice puchero—. Dejenmelo a mí. Y tú, Baam. Debes seguir fortaleciendote, no para ir tras Rachel, sino para subir la Torre con ella.
— ¡Está bien! Tienes razón.
Disimulé mi incomodidad ladeando la cabeza a un lado, pero me encontré directamente con el rostro de Rak. Él frunció el ceño y me observó con duda durante unos segundos en silencio, mientras que los otros dos hablaban entre ellos.
Que no se le ocurra...
Le hice un ademán para que guardara silencio, él iba a gritar ya, pero le di un zape en la cabeza, eso lo molestó, así que comenzamos una pelea con nuestras manos.
— ¿Qué rayos hacen ustedes dos? —preguntó Khun con confusión, eso provocó que Baam dirigiera la mirada a nosotros.
Paramos de pelear enseguida, — ¡Nada! —sonreí inocentemente.
— ¡Está loca esa tortuga! ¡Ella... -
— Solo tenía hambre. —le entregué una barra de chocolate, la cual aceptó al instante.
— Ajá... —entre cerró los ojos, pero continuó hablando—. Como les decía, necesitamos agrandar el equipo. Debemos buscar más personas de confianza con las que podamos subir la Torre.
Rak soltó el envoltorio, — ¡Hey, tortuga! ¿Cuál es mi papel?
Aguero le apuntó con un dedo, — Eres el líder.
— ¡Excelente!
— ¿Y el mío? —gateé hacía ellos con una gran sonrisa.
— Mm... —pensó—. ¡La suplente del líder!
— ¡¿Qué?! —me quejé con una mueca de disgusto.
— ¡Ja! ¡Jamás será mi suplente!
— ¡Sería una excelente líder, cocodrilo!
— ¡¿Cómo me dijiste?!
Baam rió con nuestras continuas discusiones,por lo que mi atención se dirigió al castaño por su risa contagiosa. Fui hasta él y lo abracé.
— Será un gusto subir la Torre contigo, Baam. —estaba abrazada a su brazo y con mi mejilla pegada a la misma extremidad, lo restante de mi cuerpo estaba sentado en el suelo.
— Yo debería decir eso, señorita Venus. —dijo con un leve sonrojo asomándose por sus mejillas.
— ¿Y nosotros qué? —Khun y Rak esperaban a qué hablara.
— Ustedes me caen bien. —les saqué la lengua desde mi posición.
— ¡Interesada!
— Tienes que concentrarte con todas las fuerzas que tengas, ¿entendido? —tomé sus manos cálidas y las junté de los meñiques—. Entonces ahí se concentrará el shinsu pueden salir pequeños destellos de shinsu que son casi invisibles, pero que causan daño si tocas a tu oponente. Sutil, pero peligroso.
— ¡Wow! —Baam miró las yemas de sus dedos, de ahí se desprendía un color azulado que alcanzaba a verse si lo obsevabas minuciosamente—. Esto es genial, señorita Venus. ¡Muchas gracias!
— No agradezcas. —sonreí mientras pasaba mis brazos por detrás de mi espalda. Me había puesto un vestido cómodo que ondeaba con el aire del patio de entrenamiento—. Estás mejorando rápido, eso es muy bueno. Cuando pasemos la prueba serás genial con tu poder sutil de shinsu.
— En realidad, espero hacer cosas más sorprendentes conforme subamos. —dejó de formar el shinsu en sus manos para verme directamente a los ojos, eso me puso nerviosa—. Usted es demasiado buena controlando el shinsu, será la mejor maestra que podría tener.
Reí un poco, — No es para tanto... Pero gracias, Baam. —besé su mejilla izquierda—. Con esto terminamos, deberías ir a descansar.
El morocho se quedó pensando un poco lo que acababa de pasar, pero terminó por asentir lentamente.
— Iré a seguir hablando con nuestros compañeros para ver quién más quiere acompañarnos, así que la dejo tranquila. —sonrió.
— Claro, ve.
Se fue caminando tranquilamente al interior del lugar, yo me quedé mirando al cielo azulado que solo era producto del shinsu.
Que envidia... Rachel tiene bastante suerte por tener a Baam con ella, siendo sus piernas que no la abandonarán por nada. Ojalá que Rachel tuviera las mismas ganas de subir con Baam, creo que no está contenta.
Suspiré de cansancio, sintiéndome completamente sola.
— Señorita Venus.
Di un brinco del susto, giré sobre mis talones a mis espaldas, era Han Sung Yu con una sonrisa rara.
— Oh, hola. —no confiaba en él—. ¿Le puedo ayudar en algo?
— No, en realidad. —abrió los ojos, dejando de sonreír ligeramente—. Quería saber cómo estaba. Solo eso.
— ¿Por qué le interesaría el estado de una regular corriente? —alcé una ceja.
No decía nada, parecía estarsela pensando.
— Porque usted cometió el error de demostrar su capacidad del fuego solar, especialmente demostrar la lanza que utilizó su madre cuando subió la torre con Zahard y los diez guerreros.
Mi entre cejo se hundió con preocupación, apreté los puños y lo encaré.
— ¿Por qué? No sé qué tiene de malo traer una reliquia familiar a la Torre.
— El problema es que la querrán matar.
Solté un jadeo de sorpresa, — ¿Por... Por qué?
— Creo que no conoce la importancia que tiene ahora. Pero son las mismas razones por las que su hermana pudo haber desaparecido. —dio media vuelta dispuesto a irse.
— ¡Espere! —se detuvo dándome la espalda—. ¿Cómo puede saber eso?
— Solo son suposiciones. —siguió su camino.
¿Qué acababa de pasar...? No tiene sentido en lo más mínimo.
Nadie sabía de mi madre y su descendencia hasta ahora, ¿será por eso? ¿por que es una alto rango? No... sino, ese sería el caso de los demás supremos.
Me llevé una mano a la cabeza, así revolviendo mis cabellos oro que estaban estorbando en mi rostro.
Hay algo que mamá y Aurora nunca me contaron, estoy segura de ello.
Mi cuerpo descansaba en el asiento de la gran sala donde darían los resultados de la prueba de posiciones. Mi cabeza reposaba en el hombro de Baam mientras mantenía los ojos cerrados, tenía un sueño horrible desde ayer que no podía dejar de pensar en la noche.
Khun por fin había llegado al lugar, nos contó de haber conseguido una probable solución a que Rachel pudiese seguir la siguiente prueba, sin embargo, hablaría de eso más tarde con nosotros.
— Buenas tardes, regulares. Les habla Lero-Ro. En este instante anunciaré a los regulares que pasaron la prueba final de posiciones.
Una pantalla iluminó el salón oscuro, dejando a relucir los nombres y fotos en grande de los regulares que aprobaron. Rápidamente miré hasta abajo, “Hwayeomsa. Venus, aprobada”, sonreí y recibí un abrazo por parte de Baam.
— ¡Pasó, señorita Venus! —sonrió, pero después se dio cuenta de que en portadores de luz aparecía Rachel como descalificada.
—. Oh...
— Tranquilo, encontraremos la manera de que pase la prueba. —acaricié sus cabellos aún abrazada a él—. Khun se encargará de eso.
— Bueno...
Había un regular reprobado que armó un escándalo frente al supervisor Han Sung Yu... Este lo hizo pasar al frente y enfrentar una “pequeña prueba”, trataba de hacerlo retorcerse de dolor.
Me da escalofríos ese supremo, simplemente no puedo confiar en él.
— ¡Un momento! Yo también tengo una inconformidad. —Khun se puso de pie.
— ¿Qué haces? —lo llamé, pero me respondió con un guiño.
— Ven. —le hizo la seña de que se acercara—. ¿Cuál es el problema, Khun? Pasaste la prueba con una alta puntuación. No creo que desees cambiar ese resultado...
— Creo que Michelle Light, que quedó descalificada por sus heridas, pueda avanzar a la próxima ronda.
— ¿Por qué te importa Michelle...?
— Porque es valiosa para mí amigo.
Un silencio sepulcral fue lo primero que hubo, hasta que Han Sung comenzó a reírse, simulando quitarse una lagrima de las carcajadas.
— Ah... Disculpa. No logro asociarte con la palabra “amigo” —siguió riendo—. Lo siento, sus heridas no le permitirán hacer la próxima prueba. Y las reglas dicen que los candidatos heridos no pueden participar en la siguiente ronda.
— Lo sé... Eso sería cierto en circunstancias normales. Iré a ver al administrador de este piso, y haré su prueba.
— ¿Qué? —mi expresión fue de preocupación—. ¿Está demente?
— Es decir que, si consigo permiso del administrador para que Michelle Light se reincorpore al grupo, eso invadiria la regla sobre los candidatos heridos, ¿cierto? Así que haré la prueba del administrador para que Michelle pueda volver a unirse al juego.
— ¿Y cómo supiste todo eso? —Han Sung se quedó inerte en su lugar.
— Bueno, vengo de la familia Khun. Sé mucho sobre las pruebas. Es muy difícil en comparación con las pruebas que nosotros administramos. Así que nadie corre riesgo. Pero está bien, voy a pasar.
— Eres un poco arrogante, ¿no crees? —sonrió ligeramente—. Lo siento, pero hay otra razón por la que nadie hace esa prueba.
— ¡¿Qué?! —Khun frunció el ceño.
Yo sé porqué... Fue de las primeras cosas que me explicó mamá, y que ella había llegado a hacer.
— Hay un requisito previo para realizarla. Debes ser un irregular... Como Zahard o Urek Mazino. Un irregular que haya abierto la puerta solo. —nunca dejó de sonreír—. Así que puedes regresar a tu asiento, Khun. Entiendo que no supieras de esto...
— ¡Esperen! ¡Por favor! —Baam se levantó a mi lado, eso me desconcertó—. ¡Yo haré la prueba!
Él... ¿Qué hace?
— Señor Baam, acabo de explicarles que Lara hacer la prueba deben...
— ¡No importa! ¡Porque yo... Soy... ¡Soy un irregular!
Mis ojos se abrieron, podía sentirlos fuera órbita con lo que había dicho Baam.
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