Capítulo 76 | 𝐂𝐀𝐂𝐄𝐑𝐈́𝐀 𝐃𝐄 𝐍𝐎𝐌𝐁𝐑𝐄𝐒

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NARRA VENUS

— ¡¡Baam!! ¡¿Cómo es posible que nos olvidáramos de regresar?! —iba tomada de la mano con Baam mientras corríamos en los enormes pasillos del vagón.

— ¡Estuvimos muy ocupados que nos olvidamos! —cuando dijo eso, mis pómulos volvieron a tornarse rosados. Él pareció darse cuenta así que paró de correr—. ¡Ah! ¡Pero también decía de... ¡Y-Ya sabes!

Reí enternecida, — ¡Te quiero! —seguí corriendo, ahora yo tomé la delantera en los dos.

— ¡Yo te quiero más!

Aterrizamos dentro de la arrocera con ayuda de un leve impulso del shinsu de Baam. Ahí nos esperaba el guardián en su respectivo lugar con sus brazos y piernas cruzadas.

— ¿Por qué llegan tan tarde, muchachos?

Si supiera... Fueron unos días ajetreados, y ahora tuvimos que correr de mi habitación a la de Khun y Rak para decirles que estaríamos en la arrocera, obviamente eso los desconcertó y nos avisaron que no tenemos mucho tiempo para estar ahí, puesto que nos quedan pocos días para llegar a la estación “Cacería de nombres”. Esta noticia llegó a los oídos de Vlatchka y Asteria, pero Vlatchka fue la única que nos regañó. Por otro lado, Aurora... Ella no objetó con mi decisión y la de Baam.

— ... Disculpa. —Baam se rascó la nuca con una sonrisa inocente—. Pasaron muchas cosas. En realidad, tenemos que bajarnos del tren en dos días, así que no nos queda mucho tiempo.

— ¡¿Qué?!

Pobre guardián... Imagino que nos quiere completar el entrenamiento, pero tenemos muchas cosas por hacer.

— ¿Vuelven a estar cortos de tiempo? ¿Qué demonios traman?

— Lo sentimos mucho, pero creíamos que lo mejor era ser sinceros con usted. —yo fui la que hablé y atraje la atención del gigante.

— ¡No me dejan otra alternativa! ¡Vamos a tener que sacarle el máximo provecho a este curso intensivo! —de repente nos tomó con su puño y nos llevó a otra parte, haciéndonos gritar muy en alto. Caímos sobre una plataforma interna—. Hmm, pero... Hay algo diferente en el muchacho.

— ¡Ah...! Sí, en la última batalla obtuve el poder de los que murieron de forma injusta...

— ¿El poder de los que murieron de forma injusta? —repitió mientras pensaba.

— Sí, fue algo increíblemente... Fuerte y terrorífico. Pero el poder que me pasó Venus me ayudó a no decaer mientras mi cuerpo aceptaba ese poder de las almas.

— Incluso después de haber recibido semejantes poderes, pareces estar bien. —asintió.

No sabía que mi poder de las llamas lo ayudó de esa manera, eso me deja tranquila. Fui de utilidad sin siquiera haber peleado con él.

Hablaron de la capacidad de Baam para absorber con facilidad los poderes. Esto es no es algo normal, pero se debe a que es el tipo de personas que han cambiado la torre, como las once grandes familias, Zahard, Urek Mazino... Y ahora Baam.

— La princesa presiento que... Hace falta que algo surga en ella. No igual a ti, muchacho, pero le falta recibir algo para que se vuelva más fuerte.

Subí la cabeza, y ambos me miraban. Me puse algo nerviosa.

— Eso... ¿A qué se refiere?

— Veo que aún te hace falta un poder que te completará, más no lo has recibido aún. —se cruzó de brazos.

— Oh...

¿Más poder?

— Jamás me creí especial... Solo presentía que Venus traería algo grande a la Torre por lo poderosa que es. —Baam bajó un poco la cabeza al suelo.

No sabía que pensaba así de él mismo.

Formé una mueca de tristeza.

— ¿Ah, no? Conoces muy bien a la princesa, pero ahora debes conocerte a ti mismo. Tienes que entender cuán poderoso eres para la torre. —el guardián le apuntó con su dedo índice gigante—. Y espero que ustedes dos cambien lo que esos niños arruinaron...

— ¿De qué niños hablas...? —volvió a preguntar Baam. Yo alcé una ceja confundida.

Una nueva oleada de shinsu nos arrastró, por lo que tuve que separarme de Baam al instante en que comenzamos a dar vueltas sobre el shinsu azul.

— Vuelve de nuevo, muchacho. Y esta vez trae a tu verdadero yo. Tú, princesa, averigua más sobre tu verdadero yo.

Reaparecí en el mismo lugar oscuro donde me encontré por primera vez con el señor Evander, así que miré naturalmente a mis costados en busca de la misma luz de la última vez.

Mi cabello levitó a mis lados, por lo que emprendí camino en el vacío para encontrar al Señor Evander

— Pensé que tardaríamos más tiempo en vernos, pero no me quejo para nada. —sentí los dedos fríos de Evander colocarse en mis hombros, volteé a verlo y sonreí—. Te ves muy feliz, me gusta. ¿Qué te trae por aquí, cariño?

Reí un poco y tomé distancia, me recosté en el vacío y jugué con mis pies. Este lugar es genial, me gustaría venir aquí más seguido.

— Me mandaron a venir aquí para encontrar a mi verdadero yo, pero ya te encontré. —lo miré fijamente a sus ojos, Evander enarcó una ceja y sonrió, mostrando sus lindos colmillos—. Aprovecharé para preguntarte sobre mi lanza y su alma.

— Ahg, recién hablé con ese idiota y discutimos. —también se puso a levitar con los brazos cruzados—. No puedo hablarte mucho de él, tendrías que intentar hacerlo tú. Creo que ya te lo había dicho antes...

— Sí, pero quiero saber cómo hacerlo. Ya he hecho pocas veces ignición con mi lanza, pero no recibo respuesta de su alma. —bostecé.

— ¿Tienes la llave? —preguntó con curiosidad.

¿Llave?

— ¿Debo tener una llave? —alcé una ceja.

— Así es, supongo que Gyeong la escondió antes de que la sellaran en su finca... Pero es raro que no te la haya dejado para hacer ignición. Después de todo, ese tonto te escogió como su nueva dueña. —se acostó a mi lado y ambos miramos encima nuestro, seguía sin haber nada—. Oh, ya sé.

— ¿Eh? ¿Sabes dónde está? —sonreí y me enderecé en mi lugar. Eso era úna muy buena noticia.

— Obvio que lo sé. —cruzó sus piernas y cerró los ojos—. Pero sigue avanzando, solo así la encontrarás. Ni siquiera es necesario que te diga dónde está.

¿Tengo que seguir avanzando? ¿Sé referirá a que está en el piso del infierno?

— ¡Ya veo! ¡Muchas gracias! —le di una caricia en su cabeza y me alejé—. ¿Tiene algún color característico?

— Supongo. —se encogió de hombros—. Tú te darás cuenta cuando lo tengas cerca. —me miró y notó que estaba intentando memorizar sus palabras—. Cariño, ¿te puedo contar algo?

— ¡Claro! —asentí, curiosa.

Se me acercó y colocó una mano al lado de mi oreja para que sus palabras solo hicieran eco en mis tímpanos.

Llegué a mi habitación compartida con mis pies siendo arrastrados, estaba demasiado cansada como para caminar tranquilamente, así que me senté sobre mi lanza y recosté todo mi cuerpo encima de esta, después hice la seña para que avanzara con lentitud. Siento que Vlatchka y Asteria me van a regañar...

— Ah, mira. La bella durmiente acaba de aparecer. —me percaté de la voz neutra de Asteria a mi lado, supongo que ya llegué.

— ¡Venus! Que milagro... Ya es demasiado tarde, pensaba que tardarían hasta mañana. —sentí los brazos fuertes de Vlatchka cargarme fuera de mi lanza hasta llevarme a recostar en mi cama—. Mañana le robaremos el nombre a Káiser, debes descansar bien.

— Gracias... —me di la vuelta en la cama y me acobijé hasta la cabeza. Hacía tiempo que no tenía tanto frío. Normalmente mi cuerpo está frío para regular el fuego solar que hay dentro de mí, pero esta vez... Siento que hay mucho...

Crea tus propias técnicas, tu propia posición, tu propio fuego.

Crea a la nueva reina de esta torre, porque tienes un poder que nadie más igualará.”

Al día siguiente ya había mejorado un poco, pero el frío permanecía inquietándome. No le tomé mucha importancia, el señor Evander me dijo que sería algo normal en mí.

Vlatchka y Asteria me ayudaron en la mañana a buscar una prenda de vestido para utilizarla en la estación, pues ya ha pasado un tiempo en que no uso nada extravagante, pero dicen que como ahora estaremos en un lugar más público, debía transmitir “belleza”, no me quejo, me gusta usar vestidos.

Es rosado con los típicos bordados hermosos que siempre utilizo, me llega el largo hasta un poco mas arriba de mis rodillas, junto a unas medias blancas y mis tacones rosas. También me puse el moño de la familia Zahard en la cabeza, y decidí volverme a poner el par de aretes que me regaló Wangnan hace un año.

— ¿Durmieron bien, regulares? Hoy por fin llegamos a la estación “Cacería de nombres”. —saludó Yuri con una sonrisa agradable dibujada en su rostro, a su lado como siempre, tenía a Evan mirándonos seriamente, y a su otro lado yacía Aurora, pensando.

— Hey. Faltan personas. —señaló mi hermana mayor.

— Ah... Sí. —Evan también se dio cuenta.

— Dos personas tomaron a los miembros de FUG que estaban en el Espejo blanco celestial y se fueron. Y la bola de azúcar dijo que se iba a quedar con el clon. —informó Khun con expresión de desinterés, pero después miró al equipo de Wangnan—. Y esos chicos... Parece que tienen un problema.

Mi entre cejo se hundió ligeramente. Hace un buen y largo tiempo que no he podido hablar claramente con Wangnan, lo aprecio.

Miré a mi lado, Baam también los observaba espectante, pero al notar mi mirada puesta sobre él, se giró a verme algo avergonzado. Mis mejillas rápidamente se encendieron y aparté mi mirada.

— ¡Princesa! ¡Khun! ¡Viole! —Wangnan hizo que me distrajera—. Tengo algo que decirles. —detrás de él, su equipo le gritaba—. Decidimos no bajarnos en esta estación. Vamos a quedarnos en el tren para encontrar a Casano.

— ¡¿Qué?! —los tres nos asombramos. ¿Piensan hacerlo solos? ¡Es como un suicidio!

— ¿De qué hablas? ¿Acaso crees que van a aparecer ante ustedes como si nada...? —preguntó Khun, preocupado.

— Tal vez lo hagan si estamos “solo nosotros”. Además, Hoaquín ya debe tener hambre... Como es probable que estén también tras nosotros, podemos servir de señuelo. Solo tenemos que capturar a Casano y huir.

Mientras Wangnan hablaba, me miró y analizó el cambio en mi rostro, notó mis aretes y sonrió un poco, eso le dio la motivación de hablar más animadamente y reclamarle a Khun que él ya no sería un estorbo.

Ay, Wangnan... Tú jamás serás un estorbo para nadie. Simplemente eres un chico al que le ha perseguido la desgracia, y espero que eso termine ya. Aún debo averiguar lo que vi en el hotel del árbol alado, ese anillo tuyo con el símbolo de mi padre, Zahard.

— Está bien, entiendo. —aceptó Baam sin mostrar tristeza o felicidad—. Si eso es lo que quieres, Wangnan... Supongo que no tenemos alternativa. Creo que tu plan es la mejor opción. También me preocupa Horyang... Los dos tenemos gente que proteger.

¿Baam...? Creo que Khun y yo nos volvimos a sorprender. No creí que Baam llegaría a decir algo así.

Wangnan sonrió, — Sí. Me hace sentir mejor escucharte decir eso. Gracias. —tomo distancia y se fue alejando—. Bueno... Cuídense, chicos. Lo más probable es que sea difícil encontrarnos de nuevo, aunque vuelvan de la estación. ¡Asegúrense de traer con ustedes el nombre de Káiser!

No esperé a que mis amigos hablaran, solo caminé a paso apresurado hacia Wangnan y lo detuve con mi mano puesta en su brazo derecho. Él se giró a verme sorprendido.

— ¿Princesa Venus...?

— Wangnan, por favor ten mucho cuidado. Haz lo que sea para protegerlos a ellos. —miré a Arkraptor, Prince, Miseng y a Yihwa, quienes me sonrieron de paso—. Y también cuídate a ti, ¿sí? Nos tenemos que volver a encontrar todos en algún punto, así que... ¡Sobrevive!

— G-Gracias... Lo haré, princesa. —un leve rubor apareció en sus mejillas—. Eres diferente, no eres como los demás. No eres... Egoísta.

¿No lo soy...? Llegué a pensar que lo mejor para mí era abandonar el equipo de Baam para seguir subiendo la torre con Aurora. Eso fue muy egoísta.

Pero Wangnan, daré todo de mí para ya no volver a pensar de esa manera terrible.

— ¡Gracias! No me volveré a quitar estos aretes, para recordarte a ti y al equipo Cerdo Agridulce.

— ¡G-Genial...! —se emocionó—. Nos vemos, Venus. Confía en mí, y en que nos volveremos a ver.

— Claro. —lo vi alejarse temblando.

Al regresar con mis amigos, vi que Yihwa ahora nos acompañaba, sabía que Wangnan nos mandaría a mi prima para que siga ayudándonos con su fuego.

— Tenemos tiempo hasta mañana, cuando el tren parta. —avisó Yuri, y las puertas detrás de ella se fueron abriendo poco a poco. Yo me puse a la par de Baam mientras sostenía mi gran lanza y sentía mi cabello empezar a ondear por el aire—. Vayan y tráiganme el nombre de Káiser.

Aurora me detuvo con una palma frente mía, la miré y ella sonrió.

— Ya sabes lo que acordamos con Yuri, no estés a la interperie junto a Baam. Podrías meterte en graves problemas si los ven compartir tiempo en equipo. —alejó su mano—. Éxito, Venus.

Sonreí alegremente, — ¡Sí! ¡Gracias, Aurora!

Miré de reojo a Baam, Khun y Rak, seguramente hablaban de su cambio extraño que tuvo después de lo de la arrocera. Yo lo pude ver desde ayer cuando salí de ver al señor Evander.

Baam... Una persona que puede absorber los poderes de los demás, menos los míos.

Me deprime tener que verlo abandonar a personas, pero es lo mejor que puede hacer. Por ahora, el equipo de Wangnan se tiene que hacer cargo de sus objetivos.

Volví con mis tres amigos y les sonreí aún sintiendo el fresco de fuera del tren. Ellos me miraron y asintieron.

— Creo que ahora es momento de encontrar mis propias respuestas. —dijo Baam, mirándome—. También quiero descubrir... A mi verdadero yo... A lo que soy junto a Venus. Si vamos al piso de la muerte, y si logro encontrar alguna pista sobre mi identidad... Me ayudaría demasiado para comprender también la existencia de Venus.

Está decidido... Me gusta.

— Ya veo. —habló Aguero, cruzado de brazos y mirando bajo a nosotros como se formaban las escaleras del vagón—. Así que, antes de eso tienen que conseguir el nombre de Káiser...

— Sí. Necesitamos el permiso de Lady Yuri y el de Aurora. —mencioné dándole un vistazo a mi amigo.

— Entonces ¡vamos!

— Hey, niños. Baam, Venus. —llamó Aurora a nuestras espaldas, mi hermana era acompañada por Yuri que sonreía abiertamente—. Vuelvan sanos y salvos, no se sobrexijan. No es como que quiera arriesgarlos a que vayan al piso de la muerte conmigo, pero igual, cuídense.

Ambos sonreímos en su dirección.

— Aurora, traeremos el nombre de Káiser con nosotros. —respondió Baam sin dejar de sonreí leve.

— ¡No se preocupen! Saben que siempre nos protegeremos el uno al otro. —miré a las dos.

Baam tomó mi mano sutilmente, y yo terminé por agarrarla con más fuerza. Nos miramos mutuamente y nos sonreímos sonrojados.

— Te quiero, Baam.

—Y yo a ti, Venus.

¡Escuchen con atención, regulares! ¡El tren acaba de llegar a la estación “Cacería de nombres”! ¡Aquellos regulares que posen a un boleto tienen hasta mañana para subirse al tren!

¡Los regulares que se bajaron del tren ya están entrando a la estación!
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Lo que más me inspira en desarrollar la personalidad de Venus en los arcos, es su vestuario xD

Así que les dejo un ejemplo de lo que tendrá puesto esta vez en el arco de la estación de cacería de nombres. 💞

Ya tengo la trama para la historia de Khun, solo les dejaré como comienzo el nombre de la protagonista, o sea, ustedes.

Yuni Ha

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