Capítulo 70 | 𝐎𝐓𝐎𝐑𝐆𝐀 𝐃𝐄 𝐓𝐔 𝐏𝐎𝐃𝐄𝐑

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— ¡Jue Viole Grace ha usado 30 Dálares para comenzar el descenso!

Los orbes dorados de Venus viajaron junto a la figura atlética y veloz de Baam que corría por la superficie hasta haberse lanzado al vacío por donde ahora mismo descendía Prince gritando a horrores y pidiendo el socorro de Viole. Esto desconcertó a ambos equipos, y esperaron por ver lo que sucedería.

— Baam... Seguro era una tortura para él ver cómo su amigo peligraba. —apretujó el largo de su falda ligeramente, Vlatchka le dio un vistazo y tragó en seco.

— Las personas como él, son incapaces de ver pasar la muerte frente suya, especialmente si se trata de alguien valioso en su vida. —entre cerró los ojos, pareció haber tenido un recuerdo lejano, pero inmediatamente sacudió la cabeza para detener sus pensamientos.

“Tiene razón, no lo puedo culpar por ser así. Supongo que, si yo estuviese en su lugar, haría lo mismo.” apretó los labios.

Hoaquín jamás bajó, él también observaba la escena de Viole deslizándose por el aire. Khun tuvo que abrir muy a su pesar la puerta del submarino, esto siendo objeto de burla para Rachel.

Baam consiguió atrapar a Prince microsegundos antes de haberse estampado contra el extraño ácido burbujeante.

— ¡El equipo de Viole logra salvar a su rehén! ¡Felicitaciones!

Unos segundos después, una burbuja de shinsu elevó el cuerpo de Prince, este miró a todos los presentes antes de haber caído a tierra firme. Yihwa fue la primera en sonreír y vociferar su nombre con gozo.

— ¡Prince! Es bueno verte a salvo y completo. —Venus llegó a ellos sonriente, el niño se sonrojó por la presencia dorada de la princesa, y asintió aún avergonzado.

“Qué pena doy... Verle su hermoso rostro después de haber gritado como un cobarde.” por fuera sonreía, pero por dentro se daba cachetadas mentales.

— ¡P-Princesa Venus...! Estoy muy contento de verla nuevamente.

“¿Qué le pasa a este niño?” Yihwa entre cerró los ojos.

— Ahh... Sigo preguntándome si Baam seguirá gastando la misma cantidad de Dálares por rehén, no creo que haya problema, pero aún así... —Vlatchka se rascó la nuca con los ojos cerrados, pero pronto recibió una patada en la pierna por parte de Rak—. ¿Qué te pasa, cocodrilo? ¿Perdiste tu juguete? Lamento decirte que mi pierna no lo es.

— ¡Tortuga eléctrica! ¡Tienes que dejar de pensar como la tortuga blanca! Te quema el cerebro.

— A eso le llamo tener intelecto. Duh...

Los regulares volvieron a alzar la mirada, ya estaba sonando el ruidajo de la fricción entre cadenas, dando a entender que un nuevo rehén saldría expulsado del submarino. Venus detuvo su sonrisa, y miró atentamente a la jaula del equipo contrario.

— El pescador que estaba en el equipo de Hoaquín... Me pareció muy talentoso. —declaró Boro, igual de embobado que los demás—. ¿Hoaquín bajará a salvarlo?

— ¡Y ahora, vamos a comenzar a bajar al rehén del equipo de Hoaquín! ¡Comencemos!

Venus y Vlatchka caminaron hasta el borde de la superficie que separaba a los regulares de los líderes de equipo. Hoaquín no mostraba interés a lo que sucedía, eso sí, parecía estar hablando con Baam, o eso pensaban la princesa y su mejor amiga.

— ¿Crees que baje? —Venus rezaba a que sí, pero dudaba. Se preguntaba mentalmente si su hermana también esperaba que el Arie bajara.

— ... No lo sé. —murmuró Vlatchka.

— ¡El submarino pasó la marca de los cien Dálares! ¡Voy a comenzar la cuenta regresiva!

Los ojos del par ni siquiera se abrieron de asombro, ellas por alguna razón ya se esperaban que el hombre no se preocuparía en absoluto de su equipo. ¿Cómo es posible que esté tranquilo? Jamás podría abandonar a un compañero, menos si lo tengo frente mía. Ese fue el pensamiento que fluía en la cabeza de Venus constantemente, mientras que la voz del anfitrión resonaba con el conteo regresivo.

“¿Qué carajo hace Blanco? Fácilmente puede gastar unos pocos Dálares si rescata a uno que otro compañero.” Aurora se masajeó la sien, pero se detuvo en cuanto razonó “¿Por qué pienso en esto si de igual manera necesito que pierda? Soy una estúpida a veces.” suspiró pesadamente y miró el brillo de la katana que reflejaba el rostro y una parte del torso de Asteria, esta le regresó la mirada con una ceja alzada.

— Creo que ahora te entiendo. —Asteria volvió su vista a Hoaquín de espaldas—. Hoaquín captó tu atención de una manera extraña, ¿no? Tal vez esperas volvértelo a encontrar. Una pelea entre ustedes sería interesante, pero me gustaría ser yo la que lo mate, Aurora.

— Ahg, créeme que ese niño no me interesa en ningún ámbito. —cerró los ojos—. Es más, que se vaya al carajo. No veré el juego, y si muere alguien del equipo, me importa un bledo.

— Hey, no te esponjes. Simplemente decía que...

— Silencio, Arie.

— ... —la miró seriamente.

“Hay algo extraño.” se encogió de hombros y decidió seguir mirando.

Venus notó algo extraño en la espalda de Baam, la espina estaba tomando ese rojo brillante que se caracterizaba cuando el castaño iba a comenzar a pelear. Pero... Habían gajos de electricidad que rodeaban su cuerpo, especialmente a la espina. No tardaron en salir flamas de shinsu azul a sus lados, Baam se veía realmente enojado.

— ¿Qué sucede ahí? ¿Qué le está diciendo? —Vlatchka frunció el ceño.

— ... Juega con la vida de los demás. Eso es algo que pondría tan tenso a Baam. —aseguró con la misma expresión de su amiga. Ella daba por asegurado que su enojo era a causa de la vida de alguien más, seguramente del chico que estaba a punto de morir. Hoaquín era un ser sin corazón.

— ¡El submarino pasó la marca de diez Dálares! ¡Voy a empezar la cuenta regresiva hasta uno! ¡Nueve! ¡Ocho! ¡Siete ¡Seis! ¡Cinco...!

Al pronunciar ese último número, Baam tomó revuelo sobre sus tenis, y dio carrera al final de la plataforma. Por suerte, Venus era igual o incluso más rápida que Baam, así que podía seguir a la perfección sus pasos.

— ¡P-Pero es el enemigo! —Boro entró en pánico.

— Sigue sin sorprenderme que lo haya hecho. —Venus no se quejó al respecto—. Si algo sucede, sabremos que es por las acciones de Baam al salvar al enemigo, sólo que... ¿Quién no sentiría empatía por el enemigo si llegaran a traicionarlo de la misma manera que hizo Hoaquín? Me da pena hasta a mí.

La de cabellos índigos asintió lentamente, pensando en lo ridícula que se le hacía la situación. Ella no compartía la misma empatía que tiene Baam con cualquier ser.

“Es demasiado rápido, creo que por ahora puede sobrepasar la velocidad normal de Venus.” Aurora se interesó en el chico.

Khun dio el permiso para abrir la puerta del submarino, nuevamente fue muy a su pesar, claramente tampoco concordaba con dejar que Baam bajara a salvar al enemigo.

Absolutamente todos se encontraban sorprendidos con las acciones de Baam, incluyendo a Aurora, aunque ella no lo demostraba. De repente se dio cuenta de que había vuelto a mirar la ronda, por lo que rápidamente le dio la espalda al centro, esto siendo utilizado como burla para Asteria.

— ¡F-Felicitaciones...! ¡El equipo de Hoaquín recibe diez Dálares por haber rescatado a su rehén!

Venus cerró los párpados y puso su la corvatura de su dedo índice sobre su mentón, pensando calmadamente.

“Rachel no pagó los diez Dálares para subir el ácido... ¿Qué estará sucediendo allá adentro? Ella lo intentó matar varias veces, y ahora que tuvo la oportunidad no la aprovechó.” le tranquilizaba el hecho de que no lo subió, sin embargo, no le parecía lógico que haya sido así.

— P-Princesa. —alguien a sus espaldas la llamó, por lo que giró sobre su paso, topandose con Boro y Sachi que seguían viéndola con nerviosismo, es una princesa demasiado hermosa—. ¿Sabe por qué Baam hizo eso? Es extraño... Pero cada vez que baja se vuelve más rápido.

— Oh, eso. —miró de reojo a Baam—. Él es muy amable. No le gusta ver a cualquier ser morir, por eso está así.

“Como lo pensé, pero Venus lo afirma tan a la ligera... Se nota que lo conoce bastante.” Sachi asintió.

De pronto, la conversación entre Baam y Hoaquín se había vuelto algo inquietante, pues ahora el castaño alzaba la voz.

— ¡Voy a salvarlos a todos, y los regresaré a su hogar! ¡No voy a permitir que nadie sea sacrificado para que ganes, porque nadie merece morir por alguien como tú! —subió su tono de voz—. ¡Sacrificarse no tiene nada que ver con lo que dijiste! ¡Sacrificarse significa arriesgar tu vida para salvar la vida de las personas que amas! ¡Es mucho más profundo y noble que lo que dices...! —apretó los puños fuertemente—. ¡No hay una sola razón para que alguien esté obligado a sacrificarse por ti! ¡Así que estás equivocado! ¡Voy a salvarlos a todos y tú vas a perder...!

“Creo que... Aprendí esto de Venus, y estoy feliz de saber que un sacrificio es un acto de bondad y de amor.” Baam enfureció, y el shinsu a su alrededor ya se había convertido en una mezcla heterogénea entre los colores azules y el rojo.

Esta vez, los ojos de Venus por fin se abrieron con sorpresa, y una inevitable sonrisa de felicidad se plasmó en su bello rostro que brillaba al escucharlo hablar solo a él.

Venus... ¿No estás igual de entusiasmada que yo? Podría jurar que ese chico pensó en ti cuando gritó eso.

“¿Qué quiere... señor Evander?” se preguntó mentalmente.

¿Qué tal si le ofreces algo de poder? No le vendría mal un leve empujón. Además, él es un experto en absorber poderes.

“... No creo que eso sea posible. Está bien con lo que tiene ahora.”

¿Segura?

“Sí.” Tragó duro.

Vamos, linda princesa... Él no podría contra Hoaquín si lo dejas así. Almenos dale un poco si es que tanto te importa el chico.

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