Capítulo 68 | 𝐂𝐎𝐍𝐅𝐈𝐀𝐍𝐙𝐀 𝐀 𝐂𝐈𝐄𝐆𝐀𝐒
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Vlatchka se aferró al barandal que separaba a Khun y Rachel de sus propios equipos. Hwa Ryun analizaba el comportamiento de Vlatchka y a su vez el de Aguero, le daban curiosidad.
— ¡¡Tira la maldita moneda, cocodrilo!! ¡Mi piel está tensa de tanto esperar! —lo regañó con el puño en alto.
La de hebras azules no se permitía pensar en alguna estrategia, ya que en realidad no podía hacer nada más que rezar a cualquier Dios para que Aguero tuviese más suerte para ganar esta última ronda del azar con la moneda. Esta vez, la inteligencia no era la solución, sino que la mejor suerte que le dispone a Khun y a Rachel.
— ¡¡Me pones nervioso, Tortuga eléctrica!! —lanzó la moneda, siendo un manojo de nervios.
Vlatchka no pestañeó ni un microsegundo, tenía los ojos clavados en la moneda que giraba en el aire.
“Si no ganas, Khun Aguero Agnis... Te arrancaré lo que tienes entre las piernas por haber propuesto este juego.” curveó sus labios hacia abajo.
Gira, gira, gira... Cae al suelo dando unos giros más... Hasta descender finalmente de espaldas.
— ¡¡Wujuu!! ¡¿Viste eso, espadachín?! —Vlatchka lo abrazó por los hombros, el rubio seguía impactado por la gran suerte de Aguero.
Khun resopló exhausto, — ... Durante un segundo no podía respirar... Cielos. —se tomó la panza y suspiró.
— Entonces... ¿Perdimos? —Yura miró a su amiga de pecas, paciente.
Baam tomó revuelo sobre las plantas de sus pies, y corrió con el torso un poco más abajo para llegar al pecho de Hoaquín. Venus apareció encima de ellos e hizo con sus manos un movimiento circular elegante que apareció una explosión de shinsu solar, Yihwa se acercó y le ayudó con su mismo fuego carmesí. Hoaquín miró a ambas chicas, luego creó un corte que se disparó hacia atrás las llamas de la de cabellos oscuros, pero los de Venus fueron más difíciles de intentar cortar.
“Vamos, Venus. Tú puedes lograrlo.” Aurora tomó la katana cuidadosamente y la mantuvo firme hacia ella para permitir que Asteria pudiese ver la pelea.
Baam aprovechó la distracción de Hoaquín para quedar a sólo unos centímetros de tocar su rostro con el filo de la cuchilla, pero el albino al percatarse, se movió velozmente con ayuda de shinsu a un lado. Sin embargo, Sachi apareció debajo de él, creando un hechizo que formó un símbolo circular fosforescente a sus pies.
— ... ¿Acaso creen que con esos truquitos baratos van a poder derrotarme? —su sonrisa se elevó genuinamente.
— ¡¡Si sigues subestimándonos, vas a terminar tan mal como la última vez, Hoaquín!! —Aka hizo acto de presencia detrás del asesino e impactó sus puños en el suelo, ya que Hoaquín volvió a esquivar el ataque.
— ¡¡No se atrevan a presumir por haberme encerrado una vez!! ¡¡Eso fue pura suerte!! ¡¡Ninguno de ustedes es tan rápido como yo!!
— Te equivocas. —Venus apareció ante Hoaquín, a lo que este rápidamente le dirigió su gran espada, pero la fémina la detuvo con su enorme lanza que ni siquiera recibió un corte por parte del otro arma.
Chocaron sus artefactos varias veces seguidas, siendo que lo único que se escuchaba eran ambos metales golpeándose entre sí varias veces.
Hoaquín rió, — ¡¡Pensé en ser considerable contigo!! ¡Pero me apetece asesinarte por creer que puedes estar a mi altura!
— ¡¡Ahgg!! —subió su lanza a la altura de su cabeza, y la envolvió en las llamas ardientes de siempre, después la golpeó a la espada de Hoaquín, que tuvo que retroceder ligeramente por la potencia de la lanza.
Venus cayó para atrás, pero entre el humo apareció Baam, aumentando toda la poca fuerza que le quedaba para alcanzar a Hoaquín. Recientemente intentó seguir la recomendación que le dieron Aka y Sachi de no sobreesforzarse, pero al pensar en que su querida Venus se encontraba peleando, no podía evitar querer ir a socorrerla.
La de cabellos dorados alzó la mirada a donde Aka y Baam corrían, ahora mismo Aka había recibido la puñalada de la espada de Hoaquín por la espalda, mientras que el castaño ya había logrado clavarle el puñal en su torso.
— ¡Ahora solo debemos arrancarle la copia! —Boro sonrió, pero se desvaneció en cuanto Hoaquín también había sonreído.
— ¡No va a funcionar, Jue Viole Grace! ¡Tu plan fracasó! —rió en bajo, mirándolo frente a frente sin poder moverse—. Iban a clavar la espada en mi cuerpo para sacar el espíritu que hay allí adentro. Bueno, fue una idea brillante. Pero no se dieron cuenta de un último detalle, ya absorbí por completo el alma de Vicente, y... Muy probablemente el de Asteria también.
Los ojos flamantes de Venus se abrieron exageradamente, sintiendo por sus venas correr el peligroso fuego que anhelaba poder desatar en el rostro del asesino. Eso quiere decir que no pueden salir de mi cuerpo.
“¡¿A la señorita Asteria?! ¡¡No!!” Baam se paralizó en su lugar, por lo tanto, poco a poco la navaja fue saliendo del torso del albino.
— ¡¿Cómo te atreves?! —la princesa se levantó a duras penas, pero al ponerse de pie, tosió una enorme cantidad de sangre que la hizo volver a caer.
— ¡¡Venus!! —Yihwa llegó a ella rápidamente y la tomó de lo brazos con preocupación—. ¡No hagas más esfuerzo!
Hoaquín dio una risa nasal, — Haah... Fue divertido pelear con ella, pero claramente, no estaba a mi nivel.
¡¡El Ayu llegó al núcleo!! ¡Quédense quietos! Es hora de detener el juego!
— ... Qué pena. Parece que ustedes se salvaron, dentro de lo que cabe. —volvió a mirar a Baam, quien se mantenía cabizbajo—. Tienes mucha suerte. A diferencia de mí, tienes buenos compañeros. Tampoco es como que los necesite... Oh, es cierto. Aurora es la única que me ha acompañado de verdad... En fin, terminemos con esto en la tercera ronda, Jue Viole Grace.
¡¡La segunda ronda terminó!! ¡¡Todos los participantes que estén en la tubería serán llevados a la entrada del núcleo!! ¡Está prohibido pelear con otros participantes hasta que comience la tercera ronda!
“No...” las lágrimas caían por las cuencas de Venus a mares, estas se mezclaban con la sangre seca que estuvo resbalando por toda su boca. Se lamentaba muchas cosas, y ahora no podía dejar de pensar en la decepcionante persona que era. ¿Cómo podría ver a la cara a Vlatchka después de esto? No se enteró hasta el final de la pelea sobre el alma de Asteria.
— Bueno, nos vemos en la siguiente ronda... Jue Viole Grace, Venus Zahard. Espero que estén preparados para morir. Asegúrense de tomarse un tiempo para recuperarse. —el cuerpo blanquecino de Hoaquín se comenzó a desvanecer.
Cuando desapareció, todos miraron al frente, Aurora también los miraba y portaba con la katana de Asteria en manos. Se quedaron inmóviles observándola.
— Me llevaré a Asteria conmigo. —dijo Aurora, siendo la primera en hablar—. Ella está bien. Y lo siento, Daniel. A veces no puedo evitar ser egoísta en cuanto a alguna decisiones.
— ¡Aurora! ¡¿De qué hablas?! —interrogó Venus estando sentada en el suelo y tomándose del estómago fuertemente.
“Aurora...” Daniel bajó la mirada.
— Está diciendo que estoy bien. No se preocupen por mí. —la voz de Asteria resonó en los oídos de cada uno, haciéndolos sorprender—. Tengo que hablar un poco con tu hermana, Venus. Así que nos vemos pronto. Díganle a Vlatchka de mi parte que es una idiota.
— ¡¡¡Asteria!!! —Venus no se rindió, pero Yihwa la sentó de vuelta—. ¡Ahg!
— Nos vemos pronto, hermana mía. —sonrió amablemente, esto desconcertando a todos los presentes que siempre tuvieron una visión atroz sobre la mayor.
Aurora prontamente también se desvaneció frente a ellos.
— ¿Qué... Qué fue eso? —Baam palideció—. Señorita Venus...
El castaño reaccionó rápidamente, a pesar de estar igual de exhausto que su amiga. Se apoyó en el suelo y la tomó en sus brazos, todo esto con su debido cuidado para no crearle una herida.
— Baam... Hay que confiar en Aurora, por favor. —puso su mano blanquecina sobre el fuerte brazo de Baam, este la miró abrumado y confundido—. Tiene a Asteria, probablemente le ayudará en algo.
— ... Está bien, pero ten más cuidado para la próxima. Sangraste demasiado... —se puso de pie con Venus aún en sus brazos, le dio un beso en la frente y le susurró que descansara un poco.
Llevó la katana consigo, esto siendo observado meticulosamente por Hoaquín, quien caminaba tranquilamente a un lado de la baja.
— ¿Por qué traes la katana de Asteria? —enarcó una ceja. No quería pensar en que lo podría traicionar en estas circunstancias.
— Bueno... Tiene algo que me podrá funcionar con mis hechizos. —sonrió de lado sin prestarle atención a la confusión del chico que seguía mirándola.
— Claro. —de pronto sonrió juguetón—. Ahora soy más alto que tú, ¿viste que tenía razón?
— Jamás lo dudé, así que no te sientas la gran cosa. —se encogió de hombros y adelantó el paso.
— ¿En serio es imposible captar tu atención? —la persiguió con el ceño fruncido, pero de un momento a otro sintió la presencia de su última copia.
— ¿Acaso te gusto? —se burló de él, aunque al no recibir respuesta, ladeó la cabeza. Hoaquín la miraba sin dejar de sonreír, por lo que Aurora alzó una ceja y apartó la mirada nerviosa, por lo que deseó cambiar de tema rápidamente—. Veamos quienes quedaron de nuestro equipo. Tampoco creas que somos amigos, intentaste asesinar a mi hermana, ¿y sabes qué es lo que pasa cuando alguien intenta hacerle daño a mi hermana?
— Yo le dije que no se entrometiera. Obviamente no iba a dejar que me golpeara y acabara conmigo.
Atravesaron el lumbral del centro del vagón, ahí se encontraron con las figuras femeninas de Yura Ha y Rachel. Aurora bufó y sonrió.
“¿Las más débiles? Debe ser una broma.” tomó distancia de todos ellos, no quería escuchar los sermones idiotas que soltaba Hoaquín a las dos chicas.
— Aurora, ¿qué carajo te traes con Hoaquín? —regañó Asteria desde dentro de la katana, a lo que la mencionada dio un pequeño brinco en su lugar. Por suerte estaba alejada de Hoaquín y las chicas—. Mira que si...
La cortó, — No lo tomes de otra manera, es irritante. Simplemente quiere devorar mi alma, pero no dejaré que lo haga.
Asteria rió, — Eres más ciega que Baam y Venus. Me das vergüenza, pensaba que eras más temible de lo que estás empezando a mostrar.
— No soy una insensible. —suspiró pesadamente y dejó su cabeza recostar en la pared—. Tuve que abandonar mi vida social para conseguir ser fuerte y poder guiar a Venus por la torre. Se me complica un poco lo de los sentimientos, pero... Venus consiguió que recordara la razón por la que tanto he querido ayudarla.
Asteria analizó las palabras de la mayor y recordó todo por lo que tuvo que pasar Venus y sus ataques de rabia cuando le mencionaban algo relacionado a Aurora.
— Confío en que la quieres apoyar realmente, así que no hay problema con que te nos unas más tarde. Yo me encargaré del resto, pero... No vuelvas a ser mala con Venus, es lo que menos necesita.
La mayor sonrió ligeramente y asintió, sabiendo que la Arie no podría verla.
— Bueno, sabes de hechizos, ¿no? Ayúdame a salir de aquí cuando Hoaquín muera. —pidió, cruzada de brazos.
— ¿Cómo estás tan segura de que morirá? Lo dudo... Siento que seguirá andando por la torre. —suspiró y miró a Hoaquín, él le daba la espalda y observaba hacia arriba al patrocinador del juego del Dalar.
“Es un poco atractivo.”
El equipo de Baam y Venus llegó al núcleo un poco tarde, todo esto debido a que ahora traían consigo a tres heridos, entre ellos Aka, Daniel, y la princesa.
— ¿Estás bien, Daniel? —preguntó Baam mientras sostenía el pequeño cuerpo de la fémina.
— Sí... Solo deja que este grandote vaya a dormir... —se refirió a Aka, el cual estaba siendo apoyado por sus dos compañeros.
— ¡Baam! ¡Venus! —Khun y Vlatchka atravesaron la puerta al costado de ellos. Venus alzó un pulgar señalando que estaba bien, mientras que Baam le sonrió a los dos hermanos—. Lo lograron.
— ¡Khun! ¡Vlatchka! ¡Rak! ¡Todos siguen con vida! ¡Qué alivio! —llevó el cuerpo de Venus consigo a donde ellos.
— Tuvimos suerte. —dijo Khun, y posó su mirada en la princesa que seguía teniendo algo de sangre en el rostro—. ¿Cómo estás, princesa testaruda?
— Me veo en excelentes condiciones, ¿no lo notas? —rió por su mal chiste—. Fue una pequeña baja, seguramente en poco tiempo volveré a estar bien.
— Hey, no puedes ser sarcástica conmigo. —acarició sus cabellos y le dio un vistazo a Vlatchka—. Esta idiota a cada rato activaba sus rayitos locos con tal de llegar rápido a ti y a Asteria.
— Venus. —la de cabellos alborotado y cortos la observó con tristeza—. Te arriesgaste de nuevo. ¿Dónde estuvo Asteria para ayudarte?
“Oh, no... Es cierto que le tengo que decir lo de Asteria.” se abrazó a Baam y Vlatchka notó la inseguridad en su rostro, por lo que temió lo peor.
— Ella está bien. Pero Hoaquín iba a devorar su alma, así que se encerró dentro de su katana para que no sucediera eso. —la alta funció el ceño—. Aurora tomó su espada y se fue con ella, pero creo que le ayudará. Confío en ella.
— Pero yo no. Sé que piensas que se nos unirá, pero te quiere utilizar.
Baam y Khun intercambiaron miradas, el momento era algo incómodo.
— Eso quiere decir que Hoaquín logró fusionarse con sus copias, ¿no? —Khun quiso pasar a otro tema.
“Lo siento, Vlatchka. Pero es mi hermana...” Venus tragó en seco.
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