Capítulo 63 | 𝐋𝐀𝐒 𝐓𝐎𝐑𝐌𝐄𝐍𝐓𝐀

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El Ayu apareció en su gran pecera frente a Khun, Venus, Rachel y Aurora. Deben pescarlo sin matarlo, puesto que el equipo que lo mate, inmediatamente perderá y se le entregarán 15 Dálares al equipo contrario.

Pueden atraparlo incluso permitiendo que se maten entre sí.

— Pero las hermanas tienen que impedir que su compañero vaya a perder, esto significa que tendrán que luchar entre ustedes dos y ayudar a los otros dos participantes que los acompañan. —se refirió a la chica del equipo de Khun, y al perro loco—. La que quede como ganadora, podrá matar al participante del equipo contrario que está pescando al Ayu.

Venus miró a Rachel como si estuviese marcando su objetivo, en cambio la rubia se tensó.

“Eso quiere decir que al menos tendría que dejarlos inconscientes... No tengo intenciones de matar a nadie.” pensó con seguridad la de ojos dorados.

— Muy bien, a partir de ahora... ¡Comienza la primera ronda de “La pesca del Ayu”!

Venus dio un salto y paró cara a cara de su compañera de gran masa muscular, le sonrió y miró de lado al perro loco.

— Encárgate de él, yo lucharé con mi hermana. ¿Está bien? —habló en voz baja.

“Mierda... ¡Esa tipa es delgada y con piernas hermosas!” asintió lentamente.

Una vez que recibió respuesta, caminó sin temor frente a su hermana mayor que tanto adoraba, pero que ahora no podía verla con otros ojos más que con vergüenza y pena. Sería complicado para Venus pelear con su sangre, la tenía en un pedestal y eso lo complicaba todo.

— Aurora... Subiste hace cientos de años la Torre, pero aún así me prometiste escalarla conmigo. —su lanza se había removido de entre sus manos para haber pasado a la parte superior de su espalda.

Entre cerró los ojos con pesar, sabía que todos pondrían su atención en ellas y probablemente también en Rachel, pues el equipo contrario le tiene un odio irremediable.

— Lo siento, Venus. Son cosas que tuve que sacrificar para que pudieses ser feliz, o al menos rescatar algo de ello. —su capa resbaló ligeramente cuando se puso en posición defensiva, preparada par a luchar cuerpo a cuerpo—. Ven, querida hermana. Si veo que realmente has crecido de poder, te haré ganar esta y las rondas que le siguen. No me interesa el puesto a candidata a asesina, porque eres tú la que tiene que avanzar.

“Me lo pone complicado.” frunció el entre cejo y tomó una postura similar a la de su hermana, pero que había mezclado con varias técnicas de su maestra Khun Maschenny.

— No quiero que te rebajes a mi nivel para probarme, eso no sería una pelea justa. Dalo todo de ti, Aurora. Como en los viejos tiempos cuando no te importaba dejarme tirada en el suelo con moretones de nuestras llamas. —endureció su expresión—. Vuelve a ser tú, y no me muestres esta faceta en la que me demuestras indiferencia.

La mayor sonrió soltando un pequeño bufido que fue captado por Venus de inmediato. Le encantaba ver el temperamento controversia de Venus, pues ella podría pasar de ser un terrón de azúcar, a ser la encarnación de los miedos de cualquier persona.

— Andando, Venus.

Al otro extremo del lugar, Hoaquín era el espectador que tenía más vigilado a Aurora. Le interesaba a grandes escalas la existencia de la chica, y su personalidad chocante era algo que no podría pasar por alto.

“Ah... Pero si me como su alma no podré seguir divirtiendome...” suspiró.

Por otro lado, Baam era el que se encontraba preocupado por sus dos mejores amigos, eso sí, no podía evitar sentir curiosidad por pensar en Rachel, pero mientras se llenaba en una fuente de pensamientos, se daba regaños mentales para apartar sus recuerdos y abandonar la idea de la de pecas, para darle paso a la persona que realmente se ha preocupado por él a lo largo de su -relativamente- corta vida.

“Venus... Confío en ti.” Vlatchka llegó a rezar mentalmente para que su amiga saliera victoriosa.

Las dos hermanas sonrieron y al mismo tiempo avanzaron dos elegantes pasos en los que se encontraban casi rozandose las puntas de sus narices. Después de esa escena, los regulares no pudieron seguir los pasos de las chicas que se entregaban en una ardía batalla. Se les hacia imposible ver quién era quién.

Venus saltó, restregandole una patada en la quijada a la mayor mientras le daba una concentración de shinsu. Aurora la tomó de la pierna y ejerció fuerza en esa parte antes de enterrarle el ardor de su fuego estelar, esto provocó que la princesa soltase un pequeño chillido de dolor, así que rápidamente se alejó y volvió a tomar su postura.

— Venus, dalo todo. —chocaron sus ante brazos que tenían como escudo las flamas abundantes de cada una—. ¿Qué te enseñaron en todo este tiempo?

“La... La detesto por ser así...” apretó la mandíbula y le regresó un puñetazo con shinsu solar en él.

Aurora detuvo su ataque poniendo la palma de su mano contra el antebrazo de la menor, después mantuvo su otra mano en su codo y la hizo dar una pirueta en el aire que finalmente la dejó en el piso inhalando y exhalando intranquilamente.

— Dalo todo, hermana mía. Demuestra que madre dejó a la mejor descendencia de esta torre. —su cuerpo empezó a arder en llamas.

“¿Por qué... Me siento tan débil en comparación suya? ¿Será una alto rango...? Es demasiado fuerte...” se puso de pie de un salto y nuevamente, los regulares perdieron de vista a las hermanas.

— ¡¡Son veloces!! —Wangnan jalaba a Rak mientras veía la pelea veloz de las Storm-quer.

— ¡No por nada se apellidan “Storm”! —dijo Yihwa.

— Venus no puede vencer a Aurora, por más que se haya vuelto muy fuerte. —dijo Vlatchka estando sentada en el suelo y viendo el espectáculo que formaban las hermanas en giros veloces y dorados—. Aurora es una alto rango, a lo que veo, y desconocemos sus poderes.

Baam bajó la mirada, pero después la volvió a alzar con determinación.

— ¡La señorita Venus puede! Y si falla, yo lo seguiré considerando como su victoria, porque ella lo ha dado todo para llegar hasta acá. —sonrió levemente y vio a su mejor amiga combatiendo.

Aurora creó un telarañas dorada que soltó un polvo extraño que fue directamente al cuerpo de Venus, esta actuó con velocidad y dio varias piruetas elegantes sobre el suelo, e incluso pisando con tan sólo su dedo pulgar con tal de escapar del polvo misterioso. En eso, la mayor se trasladaba sin preocupaciones en el aire y perseguía a su hermana. Todos los participantes estaban anonados viendo la batalla que ocupaba un gran espacio del lugar, inclusive Rachel y Khun de vez en cuando daban vistazo al cielo.

Los cabellos cobrizos de ambas chicas brillaba con intensidad y con las flamas ganándoles, mientras se entregaban en la lucha más destructiva de flamas que alguna vez pudieron haber visto los demás.

“Basta... No quiero pelear con ella.” la princesa frunció los labios y preparó una bola de shinsu eléctrica que la lanzaría a Aurora, quien yacía más arriba en el aire apuntandole con las telarañas y sin una pizca de remordimiento en sus acciones.

— ¡Aurora... No tenemos que pele-

Sus palabras fueron interrumpidas cuando de repente sintió que le faltaba el aire, al igual que la gran presión en su estómago. Aurora tenía su codo sumerjido en aquella zona de su hermana, podía jurar que el brazo de la mayor perforaría a la princesa, pero no fue así, puesto que una enorme capa dorada reaccionó de inmediato formando un calor intensificado que ni siquiera ella pudo soportar.

“Yo soy inmune al calor... ¿Y ahora resulta que me he quemado?” sonrió con el sentimiento desagradable del ardor en su brazo.

Venus cayó contra el suelo, creando una grieta con la forma de su cuerpo abultado. Eso provocó que sus amigos soltasen un jadeo de sorpresa, y que la princesa Yuri exclamara con preocupación desde el vagón lejano.

— ¡¡Señorita Venus!! —Baam dio un paso al frente, pero Boro lo detuvo. El castaño lo vio confundido y después pasó su mirada a las mejores amigas de la princesa.

— Espera, Baam. —dijo Asteria.

— Hermana. —aterrizó la de pupilas gatunas entre el cuerpo de su menor, ella intentaba guardar fuerzas para levantarse, pero se le hacía casi imposible abrir los ojos—. Eres fuerte, y sé que seguirás aumentando infinitamente. Dale buen uso a la lanza de madre, la cuál te escogió a ti. Ya tomé una decisión, y es que, claramente te seguiré, así que piensa en que estoy de tu lado.

— ... Aurora. —murmuró dificultosamente.

— Dime. —esperó pacientemente.

— ¿Entonces seguiremos subiendo la Torre juntas? —tosió, y sintió cómo una gota caliente de sangre resbaló por su frente y boca.

Esa pregunta resonó en la cabeza de la chica, recibiendo una punzada que la hizo reaccionar y cristalizar sus orbes.

— Sí.

Dio media vuelta, no seguiría combatiendo.

— Espera. —volteó sobre sus talones—. Sigue siendo injusto que me hagas perder solo para probarme. Entrenemos cuando no tengamos esto de por medio.

Ella asintió y siguió su caminata relajada. Por alguna razón... Un sentimiento extraño creció en su interior con la pregunta pronta de Venus.

“Hace mucho que no me sentía así...” se tocó el pecho por encima de sus ropas desgastadas de la capa, y dio un apretón ligero.

Mientras Venus se ponía de pie con cansancio, la verdadera pelea había resurgido con Khun y Rachel. Ahora todos ponían su atención a ellos, y Baam le daba caladas a su amigo y a la princesa para tenerlos monitoreos por igual.

Venus... Incluso una chica que vibra en lo alto con su corazón ardiendo... Perdió contra Aurora.” Yihwa aceptó la derrota de su prima y se cruzó de brazos pensativa.

Wangnan vio a su compañera de ojos rosados y después la regresó a Venus.

— ¡¡Khun Aguero Agnis atrapa al Ayu!! ¡¡Y la otra ganadora de esta primera ronda es Aurora Yeon Storm-quer!! Pero oficialmente, el equipo ganador es el de Jue Viole Grace. Aquellos participantes que hayan participado en esta ronda, regresen a sus equipos.

— Tienes mucha suerte de tener a la hermana de Venus contigo, Rachel. —Aguero le sonrió a la rubia, la cual se mantenía con los ojos postrados en la pecera vacía—. Lamentablemente, ella es difícil de domar, así que veo complicado que la utilices para lo que sea que planes. Y... Si crees que algún día podrás contra Venus, ni siquiera lo pienses.

Venus se trasladó con lentitud a donde sus amigos sin esperar a sus otros dos compañeros que habían participado en la ronda con ella. No paraba de pensar que en cualquier momento Aurora se les uniría, ni siquiera podía reflejar su genuina emoción.

— ¡Venus! —sus amigos se le acercaron, contando a Aguero que traía al Ayu en una mano—. ¿Cómo estás?

— Bien. —se tocó la frente, ahí se había detenido el sangrado.

— ¡Señorita Venus! —Baam la tomó de los hombros e hizo que se vieran cara a cara—. ¡¿De dónde más está herida?!

— El estómago. —dijo Khun apuntando a la zona ensangrentada de su amiga. Sabía que si él no lo indicaba, Venus jamás habría pronunciado más.

“Cómo lo sabía. Una regular como Venus no podrá contra un alto rango por el momento.” Hwa Ryun los supervisada desde atrás.

— Estoy bien, en serio. —les sonrió a todos—. Lo siento por haber perdido, espero que no afecten tanto estas rondas con el juego principal...

— Tranquila. Ahora lo único que nos importa es tu salud. —aseguró Vlatchka a un lado de Baam, el cual la seguía abrazando por los hombros.

“Tengo que decirles... Que Aurora no es una mala persona.” sonrió con su pensamiento, y le asintió como respuesta a su amiga de la familia Khun.

Aurora subió de un salto al lugar en que descansaba su equipo para ver la batalla. Rachel llegó a su lado al igual que el perro loco.

— Lo siento, perdimos esta ronda. Pero Aurora consiguió algo de puntos derrotando a la princesa. —se les acercó el perro loco, mientras que la mencionada no decía nada y ni le dirigía la mirada a Hoaquín.

— Fue interesante verla. —dijo el albino cuando Rachel pasó a su lado—. Me mostraste lo patética que eres. Me pregunto cómo lograste llegar hasta aquí. Qué tonto fui al pensar que era útil... Ni se te ocurra volver a participar en el juego.

La fémina estacionó un poco alejada de Hoaquín, pero este la vio de reojo y sonrió complacido con lo poco que pudo ver del poder de la de hebras doradas.

— La que sí vale la pena en este equipo eres tú, Aurora. Eres asombrosa, tal vez podría considerar dejarte como mi acompañante como candidata a asesina. —sonrió pensando en un futuro así, peleando con la Storm-quer y él ya estando en su forma final con todas sus copias absorbidas.

— Me interesa, pero no lo suficiente para aceptarlo. —le sonrió de igual manera—. Declino tu oferta, Hoaquín.

Apretó los puños y frunció el entre cejo.

“¡¿Por qué no querría hacer equipo conmigo?! ¡Jamás le había dado la oportunidad a un ser insignificante como a ella de ser mi acompañante!” siguió echando humo por la cabeza.

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