Capítulo 60 | 𝐕𝐄𝐑𝐃𝐀𝐃𝐄𝐑𝐎 𝐏𝐎𝐃𝐄𝐑
▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
— ¡¿No creen que están siendo muy imprudentes?! ¡No tienen porqué pelear con ese tipo! —Khun se les acercó y los regañó.
— No pasa nada. La señorita Venus y yo sabemos que, si no hacemos esto, nos vamos a arrepentir... —hizo el esfuerzo de tranquilizarlo.
— No podemos permitirlo, Baam. —Asteria también llegó a ellos, y le hizo una seña a Venus de que la siguiera, pero ni se inmutó.
— Esto no es un chiste. —habló con seriedad el pelirrojo—. Hasta ahora ningún regular de clase D ha podido vencer al guardián. Aunque trabajemos todos juntos, es imposible derrotarlo.
— Lo sabemos, Sachi. —insistió la ojidorada—. Baam y yo podemos sentir las vibraciones del shinsu, pero por alguna razón queremos entrar ahí... Y nos arrepentiremos después si no lo hacemos.
“Detesto que ahora no se separen por nada en el mundo, son como uña y mugre. Ahg...” Vlatchka rodó los ojos y se cruzó de brazos. Era la que más conocía, la terquedad de Venus cuando se mete a la cabeza querer hacer algo, y nada la detendría si se lo propone. Es por eso que ya no le cuestiona nada y la dejar actuar por su cuenta, por más que no le agrade la idea.
Los dos caminaron a la par, alejándose de su grupo.
— ¡¡Baam!! ¡¡Venus!! —los llamó Aguero.
La fémina ladeó su cabeza y le brindó una cálida sonrisa a su mejor amigo para relajarlo al menos un poco. Los demás presenciaron aquella escena, y no tuvieron más remedio que esperar.
— Hmm... Está despierto. —dijo la misma, notando que el gigante llamado “Dios” de los guardianes, se ponía de pie en la plataforma.
— Sí... —Baam tuvo algo de precaución con Venus. Pero pronto comenzó a percibir lo mismo que con Urek Mazino en su primer encuentro, aunque eso sí, el aura del irregular era más grande.
Venus había sentido lo mismo que Baam, pero ella ya estaba más que acostumbrada a las vibras de Urek, así que no se sorprendió en gran medida que digamos. Pero no lo subestimó, bien sabía que Urek era demasiado superior que ella.
— ¿Qué quieren, niños...? —su grotesca voz sacó de sus pensamientos a ambos.
— Yo... —Baam iba a formular una palabra, pero el gigante dio un enorme salto, poniendo en alerta a los amigos de Baam y Venus.
El castaño formó una barrera de shinsu frente a él y la princesa de Zahard cuando el “Dios” aterrizó con ellos, provocando un temblor en la zona.
— ¡Ahg! —Venus se cubrió el rostro con sus brazos al sentir las ráfagas golpear en su cuerpo.
— ¡Ustedes dos...! —les apuntó con el dedo índice—. ¿Tú eres el que “abrió la puerta solo”? Y tú, ¿eres la niña del exterior que fue trasladada a los adentros de la Torre?
“¿Cómo... es que lo sabe...?” Venus frunció el ceño, y todos los compañeros de ellos no paraban de sentirse impactados.
—... ¿Sí? —Baam respondió aturdido con la identidad de Venus.
— Sí. —ella no dudó con su respuesta.
En ese preciso momento, el gran hombre les dio una puñalada de shinsu que fue rápidamente bloqueado por el faro de Khun, o al menos detuvo un impacto fuerte. Baam sostuvo en sus brazos a Venus y la atrajo a él para no separarla de su lado.
— Tienes una cosa muy rara en la espalda, muchacho. Y tu compañera trae consigo una lanza peculiar que... siento que conozco. —pensó—. ¿Es gracias a esas cosas...? No. Ustedes son diferentes. No son iguales a ningún otro regular. —entre cerró los ojos—. Muchacho... Ha pasado muchísimo tiempo desde la última vez que conocí a alguien que haya entrado por la misma puerta que Zahard. Creo que eres el primero desde Urek... —acercó su cabeza a los pequeños cuerpos de los jóvenes—. Pero es raro... Te pareces a ellos y, al mismo tiempo, eres diferente. Eres débil. Urek era más fuerte que yo. —después paró su mirada en la hija postiza de Zahard—. Y tú... Pasaste por las mismas puertas, pero desde que naciste y viviste dentro de la Torre antes de comenzar a subirla, ¿es eso de lo que fue capaz Gyeong? ¿Debería llamarte “irregular”? Hmm... No lo creo. Aunque también hace falta ver si tienes el mismo potencial para ser igual que Gyeong.
“Él... ¿Cómo es posible que lo sepa todo...?” los labios de Venus se curvearon.
“Señorita Venus... ¿Ella viene de un lugar similar al mío? Espero que no... Los lugares oscuros son horribles.” apretó los puños.
— Veamos... Muy bien, lo que necesitan es... una “revolución”. Siganme. —los tomó de sus ropas con sus dedos índices y pulgares.
— ¡Ah! —eso tomó desprevenidos a Baam y a Venus.
— ¡Baam, Venus! ¡¿Qué demonios haces?! —gritoneó Khun.
— ¡No pasa nada, Señor Khun! ¡Cuidaré a la señorita Venus a toda costa! —Baam se dejó llevar en el aire.
— ¡Regresamos después! —Venus les hizo un ademán de despedida gracioso.
Desaparecieron de la vista de todos. Asteria corrió a Vlatchka y le dio un golpe en la cabeza con el mango de su katana, la quería hacer reaccionar ante la situación.
— ¿Eres idiota? ¿O te averiaste con el golpe de Aurora? La verdadera Vlatchka habría entrado en pánico al ver cómo se llevaban a Venus.
Se sobó la cabeza, —. ¡Cuida tus golpes! Y... No grité porque confío en Baam. Sé que no sé permitiría dejarla morir o salir herida. —sonrió entristecida—. Venus tiene que desplegar sus alas para saber la verdad de su familia.
—... Imbécil. —escupió—. Es extraño... Por alguna extraña razón siento que conozco muy bien a Venus, pero al enterarme de mas cosas de ella, siento que la desconozco, o al menos su pasado.
— Me siento igual que tú. Le exigiré respuestas cuando salga de esa cosa, ya no soporto no conocer a mi mejor amiga. —se rascó la sien, malhumorada.
La albina asintió.
Venus cayó limpiamente en el suelo junto a nuevo temblor que provocó el gigante.
— ¿Dónde estamos...? —preguntó Baam, viendo fijamente al hombre.
— En este lugar, un maestro del taller solía entrenar a los líderes de las once familias. La “arrocera”.
— ¿La “arrocera”...? —murmuró confundida Venus. Era un nombre poco común para lugares así.
— Sí. Los hijos de Zahard también tuvieron su “revolución” aquí. Aquí fue donde entrené a aquellos que abrieron la puerta solos. En realidad, este tren y sus guardianes fueron hechos para entrenarlos. Y por eso el maestro nombró a este lugar la “carretera revolucionaria”. —se sentó a su comodidad—. Este lugar también será de tu ayuda, hija de Gyeong Storm-quer. Tú abriste la puerta sola desde que naciste, cuando entraste en los brazos de Gyeong junto a tu hermana mayor. Es por eso que también eres aceptada.
— Eso... —Venus no terminaba de aclarar sus dudas.
— La revolución. Es encontrar a tu verdadero yo, que es independiente de la sociedad, las demás personas o las ideologías. Eso es una revolución. Para eso existimos esta arrocera y yo. —sonrió minúsculamente mientras hablaba—. Este es el lugar donde descubren lo que no podían entender mientras estaban rodeados de todos esos límites y nociones falsas. El destino y el poder que tienen a su disposición, es un proceso para lo que abrieron la puerta, para que entiendan cuál es su “verdadero destino”. Deben descubrir su verdadero yo para dejar de lado a sus falsos yo.
— ¿Nuestro verdadero yo? Suena un tanto confuso. —dijo inocentemente Venus.
— Confuso, pero depende de ustedes si se vuelve algo más que eso. —miró a la niña de hebras onduladas—. Deben encontrar su verdadero yo. Es distinto a la forma como te ven los demás o a cómo debes ser según lo que dicta de alguna forma. Es “quien realmente eres”...
“Hmm... ¿Cómo yo podría lograr eso? Sigue siendo extraño y confuso.” apretó su lanza y analizó los hechos.
— No... entiendo. —finalmente habló Baam—. Lo único que necesito en este momento es el poder para ganar el juego que va a realizarse en unos días. Si logro ganar ese juego y salvar a mis amigos, poco me importa encontrar a mi propio yo... Solo no quiero que la señorita Venus se involucre en problemas.
— Baam... —lo miró con pesar. Estaba muy fuera de sí si sólo quiere mejorar para salvarla.
El hombre los examinó, — Aún no lo entiendes, ¿verdad? Quién no conoce a su verdadero yo... Tampoco puede salvar a otras personas. —el brillo en los ojos de Baam se oscureció y se sorprendió al unísono—. Si no cambias, siempre vas a ser una carga para los demás. Para encontrar a tu verdadero yo, tienes que quedarte completamente solo. Y puede que deban morir una vez para lograrlo. Sin tener a nadie que los salve... Ni que les responda... Cuando enfrenten a la muerte solos. —un shinsu que formó, comenzó a succionar a ambos jóvenes—. En ese momento podrán ver a su verdadero yo...
“ ¡Ah! ¿Qué es esto?” la brisa la llenó por completo.
— Hija de Gyeong Storm-quer... Encuentra la verdadera razón por la que subes esta torre, y cuando lo averigües, serás el triple de fuerte de lo que ya lo eres. —la oleada arrastró a la princesa, quien pensaba con confusión aquellas palabras—. ¿Qué es lo que realmente haces al subir esta torre...? ¿Cuál es tu motivo...?
NARRA VENUS
¿Dónde estoy...? ¿Por qué siento que el tiempo pasa tan lento? Me incomoda...
¿Dónde está Baam? ¿Qué estará haciendo Aurora? ¿Y Khun, Rak, Asteria y Vlatchka? Me lo estoy perdiendo todo aquí adentro. Ahora... Necesito saber dónde está mi supuesto verdadero yo.
Ah... Veo una luz brillante.
Me acerqué levitando a la figura deforme que brillaba intensamente sobre toda la oscuridad que me rodeaba. Parecía que estaba nadando en la nada, pues tenía que mover mis brazos y piernas a la par, realmente estaba funcionando. Toqué la forma con las yemas de mis dedos, como si se tratase de un tallo de hoja frágil, a punto de romperse. Me sorprendí cuando vi que el brillo comenzó a desaparecer, dando paso al color que tenía una persona real, como su piel blanquecina, ropa casual, y cabello rojizo, pero lo que me llamó la atención, era que una gran corona escarlata y visualmente vieja le adornaba la cabeza, al igual que un fuego abundante que hacía relucir aún más el color de su cabello rojizo.
— No pensé que vendrías por tí misma a buscarme en este lugar oscuro. —el adolescente se cruzó de brazos y sonrió con arrogancia, mostrando sus hermosos colmillos burlones—. Podía oler tu belleza desde aquí... Es una reverenda molestia tener que pelear con el otro por ti. Ah... —suspiró, exhausto.
— ¿Qué...? ¿De qué hablas? No, espera... ¿Quién eres? —formulé las palabras a duras penas, no entendía absolutamente nada de lo que me decía el desconocido. Se veía muy extraño, parece el físico de un chico de mi edad bastante atractivo, pero vive dentro de mí...
De un movimiento corto, logró estar cerca de mi rostro sin desvanecer su sonrisa socarrona que me dejaba nerviosa. Sus ojos iguales de rojizos me analizaban minuciosamente y con una pizca de emoción.
— ¿No recuerdas mi voz? Eso es doloroso. —se tocó el pecho, mostrando indignación. Yo entre cerré los ojos esperando a que reaccionara con seriedad—. Soy el “poder” que te ha estado hablando todo este tiempo, cariño. Pero he de decir que es sorprendente que hayas llegado hasta acá, normalmente solo comparto tiempo con el idiota que está dentro de tu lanza, y me saca de quicio constantemente porque se la pasa hablando de ti, ¿acaso no se da cuenta de que también estoy enamorado de ti? —bufó sin dejar de estar molesto.
¿Qué tonterías está diciendo este extraño? ¿Enamorado de mí? Debe ser una broma. Ese es un sentimiento sagrado que no se puede decir por decir, me enoja que lo diga a la ligera.
— Creo que se equivoca, ni siquiera lo conozco. Solo lo he escuchado hablarme. —me encogí de hombros incómoda, era demasiado repentino—. Entonces la lanza de mi madre de verdad tiene alma, llegué a pensar que no existía o que algo extraño sucedía, porque cada que hacía ignición no me demostraba todo su potencial o su identidad.
— Hmm... Es muy irritante. —el chico puso su dedo en su labio inferior, pensando, pero sonrió con malicia y regresó a mí—. Bueno, querida. La verdad es que no quiero hablar del amor, es algo complicado para seres como yo. Así que... ¿Vienes por el poder?
— Pero usted fue el que comenzó a decirme cosas extrañas... —una gota de sudor fría resbaló por mi sien, no me creía su arrogancia—. Y, hmm... ¿Poder?
— Yo soy una fuente de poder que te puede convertir en algo más que sólo una “princesa de Zahard”, ¡¿a quién le importa las cosas que tienen que ver con ese arrogante de mierda?! ¡Gyeong o V habrían sido mejores líderes! Ha... —rió con amargura, pero derepente volvió a un semblante serio—. Puedes ser una reina, una Diosa... Un ser omnipotente que tendrá a todos a sus pies. ¿No sería genial? Hasta te volverías más hermosa de lo que ya eres.
— No me interesa ser más hermosa. —aseguré con mi expresión dura—. Solo quiero proteger a Baam y a mis amigos, ¿cree que necesitaré ser alguien como esas etiquetas que mencionó usted? Durante todos los años que estuve entrenando, me había empezado a dar asco tener tanto poder, que ahora me resulta conflictiva su propuesta, señor.
Flotó en el espacio con su cuerpo recostado de lado y posando su mentón en la palma de su mano. Me ponía nerviosa que me viese con esa atención intrigante, posiblemente me estaba estudiando.
— ¿A quién le da asco el poder? Me gustaría entender tu lógica, pero no puedo pensar en algo más que no sea subir y subir... hasta que seas una Diosa. —canturreó—. Déjame adivinar. Te da asco porque las personas que subían contigo la Torre morían a tus pies, y siempre eras la única que quedaba viva por tu fuerza, ¿no?
Me conoce... Aunque creo que es obvio, parece ser que me acompaña desde hace tiempo, y yo no tenía ni la menor idea de ello. Pero, ¿puedo confiar en lo que me dice? Luce como un alma arrogante que el poder le nubla la vista.
— Sí.
— Bien... Entonces, respondiendo a tu pregunta anterior; podrás salvarlos a todos si contribuyes conmigo, porque te daré el poder necesario para lograrlo. —voló a mí y me tomó de los hombros antes de abrazarme de manera extraña, toqueteaba mucho mi espalda y suspiraba. Esto es realmente incómodo...—. Antes eras fuerte como para salvar tu vida, pero no eras lo suficiente como para rescatar a los demás. Ahora yo te ofrezco el poder necesario para que cometas tus metas.
¿Poder salvarlos...? Sigo sin querer ser una Diosa, me dejarían mucha carga encima.
Tomé distancia del adolescente atractivo, y relajé mi respiración.
— Poder... Metas... Subir... —susurré—. ¿Tienes un nombre?
— Te responderé si me respondes a mí antes... ¿Qué dices?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top