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NARRA VENUS

— Por un momento pensé que aceptarías seguirlo. —Vlatchka se posicionó en el marco de la puerta de mi cuarto. Yo estaba viendo a través de la ventana la falsa noche que brillaba junto a la misma luna impostora.

Me habría gustado, pero sentía que no estaba preparado para verlo, quería que fuese especial y no de esta manera en una pelea.

— En el taller. —sonreí de lado y miré a mi amiga—. ¿O tienes ganas de pelear contra la mano derecha del diablo? A mí no me parece la gran cosa.

— Últimamente se ha hablado mucho de ese tipo, me genera curiosidad. —siguió hablando, cruzada de brazos y de pie.

— Yo quiero ir. —Asteria asomó la cabeza, asustando a su vez a Vlatchka—. ¿Por qué no vamos?

Reí un poco, y me levanté.

— No quería meterme en los asuntos de Khun, ¿en serio quieren ir? —alcé una ceja.

— Hmm, ¿por qué no? —Vlatchka se tomó la barbilla.

— ¡Vamos! —Asteria me tomó la mano

— Bueno..., entonces mejor vayamos. Aunque gasté algo de energía por la prueba. —puse una mano en mi cadera—. Hay que salvarle el trasero a Khun.

— ¿No te dijo a dónde iría? —preguntó Vlatchka, acercando su faro a donde nosotras.

— Te mandó las coordenadas por si acaso. —empezamos a caminar a la salida, solo agarré mi lanza que había dejado junto a la puerta. Asteria ya venía preparada igual que la Khun.

— ¿En qué momento? —alzó una ceja.

Me encogí de hombros con una sonrisa inocente.

— Ahora me arrepiento de habérmele negado a Aguero, siento que tenía que llevar más compañeros a parte de Ran y Nobic. —me rasqué la sien.

— ¡¿Ran estará ahí?! Nunca me zafo de mis hermanos... —chilló la ojiazul.

— Porque está calificado. —dije, y cuando salimos a la azotea del departamento, hice aparecer una nave—. Espero que la tía Hana no se dé cuenta...

— ¿Le robaste una nave? —Asteria se subió sin esperar más, estaba muy tranquila como siempre.

— Digamos que la tomé prestada de la base. —reí mientras le seguía el paso.

— Vámonos, que esto se ve un poco lejos de aquí. —Vlatchka fue la última en subir, se dirigió al volante de la nave y metió las coordenadas a la base de datos—. Prepárense para el viaje, porque será rápido.

— Agarrate si no quieres salir disparada hacia la cajuela. —le dije a Asteria mientras me sostenía de una barra que había frente a mí, ella se quejó y despegó los puños para agarrarse.

— ¡Lets go! —activó el arranque del transporte.

Nuestros cuerpos recibieron el impacto de la rapidez de este, tanto así que nuestros cabellos eran golpeados en nuestros rostro. Yo reí, pero Asteria iba gritando debido a que no quería peinarse de nuevo el cabello laceo.

Pasamos al rededor de una zona que se veía un poco desolada, había una enorme mano como el centro de un edificio.

— La mano de Arlene. —señaló Vlatchka, ya había bajado la velocidad de la nave para que llegáramos con sigilo—. ¿Segura que está aquí ahora?

— Sí, hace un rato hablamos. —miré a través de la ventana el anoche y la mano de Arlene—. Bajemos.

Estacionó en un lugar un poco alejado y oculto. Las tres bajamos y tomamos nuestras respectivas armas, aunque Vlatchka era la única que nunca trae.

Justo cuando bajé, sentí una oleada de shinsu extraña... Sabía que aquí estaba Khun, pero habían más personas.

— Vayamos al interior, puedo sentir el shinsu de Khun. —susurré.

Las dos a sintieron y fuimos a paso rápido y sigiloso a la puerta que conducía al interior de la mano de Arlene. Por alguna razón, estaba nerviosa.

Vi como Khun estaba en casi la entrada, suspiraba intranquilo para recobrar la respiración.

— ¡Nobic! ¡Ran! —salió de mi campo de visión, ya que había corrido más adentro.

— ¿Qué está pasando ahí? —murmuré.

— Creo que se le escapó de las manos. —opinó Asteria.

— ¡Esperen! —una voz aguda de niña pequeña sonó en el interior—. ¡No des un paso más o todos van a morir! Puse una bomba dentro de la mano de Arlene. Si oprimo este botón, la mano vuela por los aires y morimos todos. Así que no se muevan si no quieren morir.

Compartí miradas con mis amigas, a sentimos y decidimos que era momento de entrar.

Xiaxia tenía el control remoto a su disposición, y miraba con determinación a Khun. Jue Viole Grace no estaba de acuerdo con lo que hacía la de orejas de conejo, pero fue amenazado por la misma.

De repente, una oleada de shinsu extremadamente fuerte los hizo asombrar a todos.

Al pie de la entrada, estaban Vlatchka, Venus y Asteria, acomodadas en ese orden.

Venus sonrió con arrogancia, — ¿Te atreves a amenazar a mi amigo, coneja?

Khun, Jue Viole Grace, Xiaxia, Ran y Nobic, estaban impactado por la presencia de la mismísima princesa de Zahard; Venus Yeon Storm-quer. No esperaban verla ahí, y menos siendo acompañada por sus amigas.

“¡¿S-señorita Venus?!” Viole era el más impactado de todos “¡¿Qué hace aquí con el señor Khun?!”

Xiaxia palideció, — ¡¡Casano, sal!! ¡¡Aquí esta la princesa de Zahard!!

Yeon frunció el ceño, mirando a la chica baja.

— No seas cobarde. Si vas a querer matarnos a todos, no lo hagas de esa manera tan ridícula. —subió su lanza y apuntó a la chica, esta quiso esconderse y temió.

Hizo su movimiento de lanzamiento, y finalmente atacó. Una llamarada de fuego ardiente acompañó al rededor de la lanza. Y cuando estuvo a punto de impactar, Jue Viole Grace formó una capa de shinsu azulado que detuvo el arma de la princesa, Venus se sorprendió por la capacidad que tuvo aquella persona para detener su más preciada arma, aunque al final la capa de shinsu se deshizo rápido por el impacto.

— ¿Qué...? —su entre cejo se arrugó aún más.

Vlatchka miró a los presentes. Ahora se daba cuenta que esto no sólo se trataba de la mano derecha del diablo, algo más había sucedido, y esas personas al frente parecían haber ideado esto.

— ¡Maldita sea! ¡¿Quienes son ustedes?! ¡¿Por qué hacen esto?! ¡¿A quién buscan?! —al lado de Venus, Khun gritó. Ninguno de los dos tenía tiempo de ponerse felices por su reencuentro.

Xiaxia sonrió cuando notó que la princesa era casi incapaz de hacerle daño.

— ¡Solo somos regulares comunes que viven en la aldea de tiendas! Excepto este hombre. —abrió los brazos.

“¿De qué habla?” Venus no se enteraba de nada.

— Su nombre es Jue Viole Grace. Dentro de poco... Va a ser el nuevo asesino de FUG.

— Ah... Es él. —Venus no tuvo más remedio que suspirar y rascar su sien.

— Hace un tiempo, un desconocido vino a verme y me dijo que pronto vendría aquí un hombre que se convertiría en nuestro Dios, y que, si lo ayudaba, recibiría dinero y honor. Así que le pregunté qué tenía que hacer, y dijo que el Dios quería eliminar a todos aquellos regulares que pudiesen ser sus enemigos en el futuro. Quería que yo matara a los regulares de clase E más destacados. —de la nada, subió una mano y acusó con su dedo índice a los regulares que estaban en la entrada—. ¡Así es! ¡Vino a matarlos a ustedes con sus propias manos! ¡Al equipo más fuerte de clase E, el de Venus Zahard! ¡Y a ti, Khun Aguero Agnis! ¡Por eso metimos a una espía en tu equipo y logramos traerte hasta aquí con tu fiel seguidora la princesa de Zahard! ¡Desde un principio planeamos atraparlos con esta trampa!

Khun abrió los ojos impactados, siendo seguido por su media hermana Vlatchka. Asteria ni se inmutó, y Venus sólo observaba minuciosamente al candidato a asesino.

— Es cierto, hijos de Khun, hija de Arie, e hija de Zahard. Traté de matarlos, por eso tendí esta trampa y los esperé. Pero ahora que he visto su miedo, cambié de opinión. Voy a ser la encarnación de sus miedos. Será un placer verlos huir aterrados. —no permitía que le viesen el rostro—. Esta vez voy a ser piadoso y los dejaré ir solo por diversión. Huyan, regulares de grandes familias. Y nunca se atrevan a buscarme de nuevo. —dio media vuelta, dispuesto a irse.

Vlatchka rió en alto, mientras que Khun sonreía.

— Hey, candidato a asesino. —se dio la vuelta para verlos—. No sé de dónde vienes, pero deberías practicar más para convertirte en un rey malvado. Tu numerito de villano parece salido de una novela barata. Parece como si estuvieras leyendo una frase.

— ¿Qué fue eso? —la Arie se cruzó de brazos y sonrió con burla—. Fue increíblemente patético.

Venus miró a Khun, este le devolvió la mirada con una muy pequeña sonrisa.

— Intentas dejarnos ir a propósito, ¿verdad? ¿por qué? Ve directo al grano.

— Ya les dije todo. —volvió a darse la vuelta.

“Él... Se ve muy sospechoso, supongo que todos los asesinos son iguales o más que este.” Venus atrajo su lanza hacia ella, esto siendo notado por Xiaxia.

Mientras se disponían a irse, Nobic dio un salto y se dispuso a atacar, en lo que Ran disparó un rayo que provocó la caída del control en la mano de la coneja.

— ¡Deberías haber tenido más cuidado!

— ¡Nobic! —gritó Khun sonriente.

Pero... El candidato a asesino lo detuvo con tan solo alzar la palma de su mano.

— Eso... —Venus iba a dar un paso, pero fue detenida por Khun—. Deja lo mato en este instante, no tengo que dejar huir a un candidato a asesino de FUG.

— No sabemos de lo que es capaz.

— Entonces yo voy. —Asteria desenvainó su katana.

— ¡Asteria, no! —Vlatchka la intentó detener, pero fue demasiado tarde, ya había huido.

— ¡Asteria! —Venus también quiso seguirla, rápidamente fue retenida por Khun—. ¡Déjame!

Arie pegó un gran salto, y en el proceso desenvainó la katana. El candidato a asesino la miró llegar, y con los ojos sorprendidos movió a Xiaxia para que no fuese rebanada por Asteria.

— Filo de garras al Estilo Asteria. —ráfagas de shinsj fueron expulsadas cuando la albina formó varios movimientos extraños con su arma. Una sola garra de shinsj había cortado ligeramente una parte del pómulo de Viole, por lo que hizo el mayor intento para detenerla y que no lo dañara más.

“¡Es fuerte! Pero no le haré daño a los compañeros de mis amigos... Menos de la señorita Venus. ” tragó en seco.

— Tienes que morir antes de que generes caos en la Torre. —le pateó el rostro con suma elegancia, pero de lo que no se dio cuenta, fue que Viole la había tomado al mismo tiempo del aquel pie, jalandola y deteniendola con la misma táctica con la que había parado a Nobic.

Asteria gruñó, y lo miró de reojo sin poder mover sus extremidades.

“¿Quién carajo es este tipo?” quería mover la cabeza, sin éxito.

— ¡¡¡Asteria!!! —Venus sintió su garganta quemar.

“Perdóname, señorita Venus...” la miró con pesar.

Cuando Viole llegó a las espalda de la coneja, le susurró algo inaudible para los demás. La pequeña chica solo alzó nuevamente el control remoto.

—  Mi señor Jue Viole Grace dijo que “¡quería ser amable y dejarlos ir, pero lo están arruinando! ¡Estoy furioso y voy a matarlos ahora mismo!” ¡Disculpense con sus muertes! ¡Estúpidos! —apretó el botón.

Los detonantes resonaron fuertemente en toda la zona, y rápidamente, la luz del fuego escarlata subió a lo más alto de la mano de Arlene.