Capítulo 24 | 𝐓𝐑𝐈́𝐎 𝐌𝐀́𝐒 𝐅𝐔𝐄𝐑𝐓𝐄 𝐃𝐄 𝐑𝐄𝐆𝐔𝐋𝐀𝐑𝐄𝐒
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SEIS AÑOS DESPUÉS
— ¿Escucharon eso?
— ¿De qué hablas?
— ¡Idiota! ¡Hay una nueva princesa de Zahard que sigue subiendo la Torre! Dicen que es demasiado atractiva, así como Enne Zahard...
— ¡¿En serio?! ¿De qué familia es?
— Escuché que es de aquella leyenda de la familia Yeon Storm-quer, la hermana de la cabeza de la familia Yeon.
— Entonces estoy seguro de que es una regular muy fuerte.
— ¿Por qué lo dices?
— ¿No sabes la leyenda? Se habla que el fuego que su familia controla, proviene del sol del exterior de la Torre. Eso puede causar caos en las pruebas. Solo espero ver eso.
— Eso explica porque se convirtió en una princesa de Zahard en tan solo seis años, incluso siendo una regular... Eso significa que es la favorita de la familia Zahard.
Su cabellera rubia ondeaba a un lado opuesto del que estaba apuntando con su gran y brillosa lanza. El vestido que traía puesto era cómodo y también ondeaba junto a su cabello. Dijo una simple palabra, para acabar con todo.
— Ignición. —fue lo que pronunció en un susurro, para haber desatado el alma del arma.
A parte de haber disparado una cantidad de shinsu enorme, arrasó con todo el ambiente de la sala de pruebas gracias al fuego dorado que salió desprendido hacia todas partes.
— ¿Por qué haces ignición cuando puedes asesinarlos sin tocar tu lanza? —la Khun de cabellos cortos y sonrisa mezquina yacía sentada en una roca musgosa.
Volteó en dirección suya una vez en que se cercioró de haberlos quemados a todos. Sus ojos dorados y hermosos miraron con filo a la chica que se había convertido en su compañera.
— No gasto el tiempo con personas más débiles que yo. —subió la lanza a su hombro mientras emprendía camino a otra parte—. Vamos, Vlatchka. Quiero comer algo antes de ir a visitar a la señorita Maschenny, siento que me va a querer envenenar con los postres de su palacio.
— ¿Sabes? A veces no entiendo si te agrado o no, prefieres ir al palacio de mi hermana justo cuando llego de mis misiones. Me ofendes demasiado. —se hizo la resentida con una mano puesta en la frente, Venus la miró y sonrió de burla—. Lo haces a propósito...
— Claro que no, pero me dijo que la visitara cuando terminara esta prueba, y no puedo ignorar a mi hermana. —se encogió de hombros sin dejar de caminar—. Está loca, y si la llegó a ignorar me va a querer electrocutar.
— Ahora entiendo porqué te pusiste ese vestido abominable. Para la próxima deja que vuelva a actualizar tu ropero, las princesas de Zahard tienen pésimos gustos. —se cruzó de brazos y negó repetidas veces.
— Bueno... Ellas me regalaban vestidos desde niña, y siguen haciéndolo. Me gustan la mayoría.
— A la favorita de Zahard la visten tan horrible...
— Cállate, me veo muy bien con cualquier vestido que me ponga. —se cruzó de brazos, recibiendo una risa malvada de la Khun.
Alguien caminó frente a ellas, interponiendose en su camino. Las dos jóvenes habían dejado de reír, para sólo dejar una agradable sonrisa a su compañera.
— Asteria, ¿qué tal te fue? —preguntó la nueva princesa de Zahard—. Pensaba que no te encontraríamos hasta salir de la prueba.
— Ah, nada fuera de lo normal. Todos son débiles, menos ustedes. —limpió cuidadosamente el filo de su larga espada con un pañuelo que siempre cargaba para aquellas situaciones sucias—. Desde que mi padre me había enseñado lo que es la verdadera fuerza, solo podía considerarlas fuertes a ustedes, a nadie más.
— Hoy están muy extrañas ustedes dos. Pero que tierna, Asteria. Tu gran padre Arie estaría orgullosa de ti. —habló en burla la misma de hebras azules.
— Vlatchka, para. —Venus rodó los ojos—. Gracias por considerarnos así, Asteria. Sigamos subiendo la Torre para ya dejar esta porquería de tener que ensuciar nuestras armas. Si sabes a lo que me refiero.
La Arie sonrió, — Sí, estoy cansada. Pero especialmente por esa idiota Khun, nadie soporta a los de su especie.
Venus y Asteria caminaron lejos de Vlatchka, la cual iba gritando a los cuatro vientos miles di insultos a sus amigas.
Las noticias de las tres regulares, habían llegado a los oídos de los periodista y paparazzis. Estaban un tanto traumados pensando en que tres regulares, hijas de sangre directa subían la Torre juntas, y que eran imposible de derrotar.
Asteria Arie, hija directa de Arie Hon.
Vlatchka Khun, hija directa de Khun Eduan, perteneciente a la rama principal.
Y cómo no, Venus Yeon Storm-quer, hija directa de Yeon Storm-quer Gyeong.
Eran los monstruos más temidos por los regulares de clase E.
Y tenían sus razones, porque ese trío eran de lo más especial que podían encontrarse en la Torre, y tener la dicha de pelear contra ellas era como estar frente al mismísimo diablo.
— Ya saben lo que siempre les pido para evitar problemas, ¿verdad? —Venus caminaba tranquilamente sobre el puente Chamfrets, este perteneciente al piso 20—. Al menos solo cuando estamos en presencia de las princesas.
— Sí, Venus. —Vlatchka estiró sus brazos y relajó los hombros—. “No mencionar nada del irregular vigésimo quinto Baam y su muerte en el segundo piso de Evankhell” casi lo puedo escribir como mandamiento de tanto que lo pides y nos haces repetirlo.
— No tienes compasión con nadie. —suspiró la de hebras doradas—. Pero sí. Gracias por recordarlo.
— Yo digo que la dejemos inconsciente cuando lleguemos al palacio de Maschenny. —la Arie colocó su gran katana en la funda, le tenía mucho cuidado al mantenimiento de su arma.
— ¡Hey! ¡¿Por qué?!
— Tienes razón. Va a entrar en pánico cuando vea a mi hermana.
— Nuestra hermana. —recalcó la primera palabra—. Ahora que me pongo a pensarlo... ¿eso nos convierte en hermanastras?
— Eres una idiota. —Asteria adelantó el paso.
Venus rió, mientras que Vlatchka corría hacía la albina para darle un zape en la cabeza.
— ¡Maldita loca! —persiguió a la ojiazul con la funda de su katana en lo alto, quería golpearla con eso.
Vlatchka comía galletas en el salón del palacio de Khun Maschenny Zahard, fue de la única manera en que pudieron silenciarla, aunque ella renegaba que volvería a quejarse cuando terminara.
Mientras tanto, Asteria observaba minuciosamente a los meseros y las estatuas que adornaban el castillo. Por último, las dos princesas descansaban en el sofá del salón, algo alejadas de sus amigas.
— ¿De verdad trasladaste uno de tus palacios al piso 20 para que pudiésemos venir? —la Storm-quer veía dudosa a su hermana.
— Eso es lo de menos, querida aprendiz. —se le vio con una sonrisa ligeramente arrogante—. Quería ver con quienes te juntabas en equipo, pero veo que no está mal para una princesa de Zahard principiante. Tienes a mi hermana menor como farera y portadora de lanzas, y de pescadora a una Arie, tal vez si entrenan más...
— No vine por una valoración de equipo, señorita Maschenny. —la interrumpió, a lo que la fémina se sorprendió, mostrando una sonrisa más ensanchada.
— Eres la única que se ha atrevido a hacer eso con una princesa valiosa como yo. —rió en bajo, pero alzó la vista a los ojos dorados de su hermana—. Quería que habláramos de Aurora.
Frunció el ceño, — ¿Qué sucede con ella?
— Tuve algo de información sobre su última aparición. —de su saco extendió una nota—. Justamente la última vez que fue vista, fue en el piso 13, ¿sabes lo estúpido que suena que ella haya subido trece pisos en tan solo un año?
“La verdad es que era muy extraño ello, pero no descartaba la idea de que realmente lo había conseguido. Ella duró mucho más tiempo entrenando que yo.” pensó con precisión.
— Me hago una idea, ¿pero qué quieres que haga con esa información? ¿bajar siete pisos e investigar? No puedo.
— No, no. —sonrió con gracia, elevando su dedo índice a la vez en que se acercaba a la reciente princesa—. Estoy segura de que está viva...
Abrió los ojos exageradamente, inclusive pudiendo sentir ahogarse con su propia saliva. Tosió repetidas veces, siendo ayudada por Maschenny.
— ¿Cómo puedes estar tan segura?
— No preguntes. —no dejó su semblante arrogante—. Buscala.
Le dio una mirada de desconfianza, — La matarás si llego a encontrarla. Siempre supe que Aurora no te agradaba, hasta mamá se daba cuenta de eso cuando ibas a la finca a regalarnos cosas. Y sé que mi hermana rompió reglas de la Torre al desaparecer así a la vista de los administradores, por eso la querrás usar.
Maschenny se alejó de Venus, había dejado de sonreír.
— Que triste que trates así a tu maestra... A tu hermana mayor, y a una princesa de Zahard. —cerró los ojos meditando sus palabras—. Pensaba que realmente querías encontrar a Aurora, después de todo, eran muy unidas.
— No lograrás hacerme cambiar de opinión. —se levantó del sillón, y le hizo una seña a Vlatchka y a Asteria para que vinieran a ella—. Fue un placer volver a ver a mi mentora, después de dos años.
Ella solo le miraba, intentando guardar paciencia.
— Venus, ¿por qué te convertiste en una princesa de Zahard?
Quedaron en silencio. La mencionada no sabía que responder tan derepente.
— ... Quería ser mas fuerte para no perder a las personas que quiero.
Maschenny sonrió de lado.
— Aprendiste bien, tienes con vida a esas dos. Siéntete orgullosa de que haya dicho eso, ya ni a Yuri le he hecho un cumplido. —se cruzó de brazos—. Me buscas cuando seas una suprema, ya sabes dónde.
— Sí. —a Venus le parecía extraño el cambio de humor repentino de su media hermana.
— Maschenny, rara. —Vlatchka se sentó con elegancia en el sofá—. Ya soy una portadora de luz y portadora de Lanza muy buena, ¿ya me puedes decir tu otra técnica?
La princesa rodó los ojos.
— Esto de ser hermana mayor apesta.
Maschenny terminó de demostrarle una técnica Jeonsulsa a su hermana de sangre. Se despidieron de los guardias y todo el personal que se topaban de camino a la salida. Había uno en específico que no paraba de insistir a Venus de crearle una salida del imperio cono se les es debido, pero ella siempre se negaba amablemente. Mientras eso ocurría, la princesa Khun se reposaba en el marco de la puerta enorme, no dejaba de ver como se iban alejando los demonios de la Torre.
“Lo conseguimos. Ahora ya no se puede aliar a FUG, o terminará muerta en las propias manos de Zahard y sus seguidores.
Por fin logramos controlar a la peor regular que podría entrar a la Torre. Me sorprende que ni sea una irregular, sus capacidades de aprender y fortalecerse están incluso un poco más elevadas que las de... Enne y Adori en sus tiempos de regular...” frunció el ceño.
“Esto se convertirá en un circo para la favorita de Zahard.”
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