❝mitos y leyendas❞

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  NARRADOR:

  Apenas Stiles iba saliendo de la casa apresurado cuando alcanzó a ver la sombra de Selena correr directo al bosque en la misma dirección en la que su hermano había ido minutos antes.

  —¡Estos dos van a dejarme calvo! —masculló Stiles pasando sus manos por su corto pelo.

  Selena no dudó en quitarse los zapatos que le impedían correr con mayor habilidad antes de adentrarse al frío y oscuro bosque. La entrada en calor repentina la ayudó a no sufrir por el frío de la noche, aunque sabía que luego lo lamentaría ya que el sudor se encargaría de enfriarla una vez que se detuviera.

  Por unos segundos sintió el temor de perderse en ese lugar, desde pequeña había escuchado historias que aterrarian a cualquier niño e incluso adultos. Sabía que en un lugar tan solitario y poco concurrido por personas, nadie podría oírla gritar, a excepción de aquellos monstruos de los que tanto le hablaban. Por un momento creyó ver el color azul en unos ojos dentro de su mente desvanecerse, pero lo ignoró por completo, en lo único que pensaba era en que había sucedido con su hermano menor.

  Se detuvo cuando escuchó un par de ramas quebrarse y varias pisadas por encima de hojas secas. Habría seguido con su camino creyendo que se trataba de animales, pero supo que no al momento en que sintió los pasos demasiados tranquilos y sigilosos.

  «Son personas —pensó».

  No creyó que fueran un peligro hasta que notó de reojo algo delgado acercarse en su dirección con gran velocidad. No tuvo tiempo de reaccionar cuando unos brazos fuertes le rodearon la cintura y la empujaron hacia atrás. Cayó al suelo con dureza aún siendo amortiguada por un cuerpo ajeno. Cerró sus ojos en segundos luego del impacto y al abrirlos ya no había nadie a su lado. Levantó la mirada y su mente fue incapaz de describir lo que estaba enfrente de ella.

  Scott la miró por unos segundos sin reconocerla por su visión confusa. Pero ella lo reconoció enseguida y al tenerlo tan cerca vio cada una de sus facciones deformadas con mayor claridad. Estaba claro que algo fuera de su conocimiento estaba sucediendo y temia preguntar.

  Pero la curiosidad y confusión se transformaron en horror en el segundo en que Selena desvío su mirada al brazo de su hermano donde una flecha lo atravesaba y obligaba a permanecer pegado al árbol detrás de él. Se puso de pie lentamente mientras su mirada se corría al otro lado del bosque en dirección contraria a Scott y lo vio; un hombre con una ballesta en su mano mirando con una sonrisa aquella escena. Volvió la vista a su hermano, pero no halló ni un rastro de dolor, miedo o un pequeño indicio de que él estaba ahí, absolutamente nada. Al dar un paso hacia adelante con una dudosa intención de ayudarlo, alguien se puso enfrente de ella y le arrancó sin piedad la flecha del brazo a Scott. Selena pestañeo incrédula al escuchar solo un quejido apenas audible en lugar de un grito, considerando que ella lo había visto llorar por solo un raspón.

  Incluso con la cara de una bestia, Selena era capaz de ver a su hermano.

  Con la poca luz de la luna llena, Selena vio el rostro iluminado de Derek y pudo notar la desesperación en sus expresiones. Quitó a Scott de ahí antes de que el hombre que lo perseguía lo notase. Lo empujó para que empezara a correr.

  —¿Derek...?

  Él ni siquiera se molestó en callarla, solo la tomó del brazo y la obligó a correr junto a él. Selena no era nada sobrenatural, pero en la secundaria fue una corredora con grandes habilidades así que no se le dificultó seguirle el paso, aunque Derek había bajado su intensidad a propósito para que ella no quedara atrás. Los tres se perdieron de vista de aquél hombre y se escabulleron entre los grandes árboles e intensa neblina del bosque.

  Scott se detuvo mientras caía de rodillas al suelo. Se sostuvo de la raíz de un árbol que sobresalía de la tierra e intentó recomponerse. Selena paró de golpe junto a Derek detrás de Scott y, el hombre, al notar la mirada que él le dio, soltó a la chica del brazo casi de inmediato. Ella se lo acarició levemente, no porque le doliera, sino que su tacto se sentía extraño.

  Selena cayó de rodillas golpeando sus rodillas contra el duro suelo fresco y desparejo, sintiendo un gran alivio al ver el rostro normal de su hermano. Tal vez todo había sido su imaginación, al menos era lo que se obligaba a creer, a pesar de que jamás fue muy creativa con la magia de su mente.

  —Eso fue divertido —suspiró Selena, soltando una pequeña risa, convencida de que solo estaban bromeando con ella. Señaló a Scott—. Divertido, pero no lo vuelvas a hacer.

  Scott se limpió el sudor de su frente y clavó los ojos en su hermana. No había nada divertido en su expresión y Selena lo notó volviéndose seria.

  —Porque fue una broma, ¿cierto? —Ella volteó a ver a Derek y él también estaba serio, incluso más que Scott.

  —¡Aléjate de él! —gritó Scott.

  Derek volteó los ojos para luego ver como Selena se deslizaba lentamente hasta su hermano sin quitarle los ojos de encima. Estaba tan confundida que no era capaz de pensar por ella misma.

  —¿Quiénes eran ellos? —preguntó Scott agitado.

  —Cazadores. Nos han perseguido durante siglos —contó Derek observando su alrededor.

  Por precaución, Selena hizo lo mismo.

  —¿A nosotros? ¡A tí! ¡Tú me hiciste esto! —Scott se enderezó con la ayuda del árbol detrás de él.

  Selena no siguió escuchando, su mente se perdió en el brazo herido de Scott. Su boca se abrió inconscientemente cuando vio como la herida se iba cerrando poco a poco dejando la piel como si nada le hubiese pasado. Como si una flecha jamás la hubiese atravesado. Sin ir lejos, sabía que una herida de ese estilo podría haberlo dejado sin movilidad.

  —Somos hermanos ahora —finalizó Derek sosteniéndose del hombro de Scott.

  Selena se colocó entre ambos.

  —¿De qué diablos están hablando? —la histeria se le notaba en el tono de su voz—. ¿Por qué te deformaste?, ¿Por qué hay personas que intentan cazar a otras?, ¿Por qué la herida de Scott se ha sanado mucho más rápido de lo que yo tardo en beber una cerveza?, Y ¿Por qué son hermanos ahora?

  Scott bajó la mirada y Derek al verlo volteó hacia Selena.

  —¿Crees en los mitos y leyendas? —preguntó él alzando una ceja.

  Selena lo miró incrédula, así que Derek se acercó a ella y volvió a preguntar:

  —¿Crees en mitos y leyendas?

  —No —bufó—. ¿Por qué creería en algo que nunca he visto?

  Los ojos de Derek brillaron de azul cerca de su rostro, cautivando a Selena de inmediato. Algo dentro de ella también despertó junto al bello brillo de sus propios ojos, era diferente al azul de Derek. Era un brillo antiguo, un reflejo del alma pasada.

  —Ya lo has visto, Selena, comienza a creer.