𝗢𝗡𝗘 ━ 𝘁𝗵𝗲 𝗯𝗲𝗴𝗶𝗻𝗻𝗶𝗻𝗴
I THINK THEY CALL THIS LOVE... !
━ ━━ CHAPTER ONE: the beginning
written by ANN ━━ Ⓒ 2024
Habían pasado algunos días desde que Vivienne y Nicholas habían tenido su primera interacción. Se habían intercambiado números y ahora mantenían una conversación casi constante por mensajes, lo que les permitió conocer un poco más sobre el otro. Sin embargo, hacía tres días que Vivienne no había podido asistir al curso debido a algunos compromisos familiares, pero finalmente, ese día se reincorporaba.
Al entrar al salón, saludó a algunos compañeros como de costumbre mientras caminaba entre las filas de asientos. Pero al llegar a su lugar favorito, se sorprendió al ver que alguien ya la estaba esperando allí. Nicholas.
────¿Así que ahora vas a ser mi compañero de asiento? ────preguntó con una sonrisa divertida.
────Mmm, yo diría más bien que te cuidé tu lugar mientras no estabas. Pero ya que lo mencionas... sí, voy a ser tu compañero de asiento ────respondió Nicholas, con una media sonrisa.
Vivienne rió suavemente mientras dejaba su bolso en el suelo alfombrado y tomaba asiento junto a él.
────Te lo agradezco. ────dijo mientras se acomodaba. ────Pero tendrás que compartir, no soy fan de que me quiten mi lugar.
────No te preocupes, no me atrevería a quitártelo. Solo me aseguré de que nadie más lo hiciera. ────respondió Nicholas, inclinado ligeramente hacia ella. ────Ya sabes, solo por si acaso.
Vivienne lo miró de reojo, su sonrisa creciendo al notar la facilidad con la que él hacía que todo pareciera más relajado. Aunque solo llevaban unos días hablando, ella extrañamente ya se sentía cómoda a su lado.
────¿Cómo te fue estos días? ────preguntó Nicholas, girándose un poco para mirarla directamente. ────¿Todo bien?
────Sí, todo bien. ────respondió ella. ────Solo tuve algunos asuntos familiares que atender, pero ya todo está en orden. Me alegra volver.
────A nosotros también nos alegra verte de vuelta. ────dijo Nicholas, inclinándose hacia adelante con una sonrisa. ────Se siente raro cuando falta alguien, sobre todo cuando ya te acostumbras a que participe siempre.
Ella levantó una ceja y lo miró con una sonrisa juguetona.
────¿"Nosotros"? ────preguntó, burlona. ────¿O hablas solo por ti?
Nicholas soltó una ligera risa.
────Bueno, supongo que hablo por mí. Pero estoy seguro de que el profesor también se alegrará de verte.
────Oh, claro, el profesor. ────Vivienne rodó los ojos con una risa burlona, pero no pudo evitar sentirse halagada por el comentario. ────Espero que mi ausencia no haya sido tan notoria.
Nicholas negó con la cabeza y, con un gesto natural, le pasó una hoja de apuntes.
────No te preocupes, aquí tienes todo lo que te perdiste. Y si necesitas más detalles, te invito un café y lo repasamos.
Vivienne tomó la hoja y lo miró, intentando descifrar si lo del café era solo una cortesía o si había algo más detrás. Aún así, sonrió y agradeció el gesto.
────Gracias, lo tendré en cuenta. Aunque, si te invito yo el café, el trato es más justo, ¿no?
Nicholas le devolvió la sonrisa, con un brillo en los ojos.
────No. Yo te invité, no trates de cambiarme los planes.
────Está bien. ────Vivienne rio suavemente. ────Gracias por invitarme.
Vivienne y Nicholas tomaron la clase sentados juntos, lo cual no pasó desapercibido para el profesor, que los observó con una sonrisa cómplice. Era como si, desde su perspectiva, entendiera que estos dos alumnos estaban destinados a formar una conexión especial, aunque ellos aún todavía no lo comprendieran del todo.
Cuando la clase terminó, todos comenzaron a recoger sus cosas. Nicholas, con una sonrisa tranquila, se acercó un poco más a Vivienne mientras ella guardaba su cuaderno.
────Bueno, ¿qué te parece si cumplimos con lo del café? ────dijo Nicholas, levantándose de su asiento. ────Hoy ya no tienes excusa, estás libre.
Vivienne alzó la vista y lo miró de reojo, sonriendo mientras cerraba su bolso.
────Estaba esperando que lo mencionaras. ────respondió con una pizca de diversión. ────¿A dónde se te ocurre que podemos ir?
Nicholas se echó la mochila al hombro y caminó hacia la puerta junto a ella.
────Conozco un café cerca de aquí. El lugar es tranquilo, el café es excelente, y te aseguro que te van a encantar las tartas. ────dijo con confianza mientras abría la puerta, dejándola salir primero.
────¿Tartas, eh? Bueno, está bien, confiaré en tu recomendación. ────bromeó Vivienne, mientras salían del edificio. ────Pero si no son tan buenas, te lo haré saber.
Ambos rieron mientras caminaban por las calles cercanas a la universidad. El sol de la tarde daba un brillo cálido a la ciudad, y el ambiente otoñal le añadía un toque especial al momento. Las hojas crujían bajo sus pies, y la brisa fresca parecía revitalizar el ánimo de ambos después de una larga jornada.
────¿Has venido mucho a este café? ────preguntó Vivienne, curiosa mientras se ajustaba la bufanda al cuello.
────Algunas veces. Cuando necesito un lugar tranquilo para pensar o leer. ────respondió Nicholas, metiendo las manos en los bolsillos de su chaqueta. ────Es de esos lugares donde el tiempo pasa más lento, y eso me gusta.
Vivienne sonrió ante la respuesta, sintiéndose cada vez más cómoda caminando a su lado y es que Nicholas a comparación de ella parecía ser una persona extrovertida.
Unos minutos después, llegaron a una pequeña cafetería de estilo rústico, con una terraza al aire libre adornada con plantas y luces colgantes. Nicholas abrió la puerta para que Vivienne entrara, y ella se dejó envolver por el cálido aroma del café recién molido y el dulce olor de los postres que se exhibían en la vitrina.
────Parece encantador. ────comentó Vivienne, observando a su alrededor.
────Te dije que te iba a gustar. ────dijo Nicholas, guiándola hasta el mostrador. ────¿Qué te apetece?
Después de pedir sus cafés y un par de tartas, ambos salieron a la terraza y se sentaron en una de las mesas al aire libre, justo bajo el suave resplandor de las luces. El ambiente era tranquilo, con el murmullo ocasional de otros clientes y el susurro de las hojas de los árboles moviéndose con la brisa.
────Este lugar es perfecto. ────dijo Vivienne, tomando un sorbo de su café. ────Tienes buen gusto.
Nicholas sonrió, contento de ver que le gustaba el lugar.
────Me alegra que lo pienses. ────respondió, cortando un trozo de su tarta. ────Aunque parte del encanto es la compañía, no solo el café.
Vivienne lo miró de soslayo, entrecerrando los ojos mientras intentaba no sonreír demasiado.
────Eso fue algo encantador, ¿lo has practicado antes? ────dijo con un tono juguetón.
────No, salió natural. ────respondió Nicholas, encogiéndose de hombros con una sonrisa. ────Aunque me alegra que lo hayas notado.
La conversación siguió fluyendo con la misma ligereza. Hablaron de la clase, de sus metas personales, de las historias que los inspiraban a escribir y actuar. La conexión entre ellos se sentía más palpable con cada palabra que compartían, mientras el día comenzaba a transformarse lentamente en noche.
Al final, la tarta sí que era buena, pero lo que realmente disfrutaron fue la compañía, el simple hecho de compartir un momento que, sin darse cuenta, empezaba a formar algo más profundo entre ambos.
Cuando terminaron, Nicholas se ofreció a pagar la cuenta sin dejar espacio para que Vivienne lo discutiera. Ella sonrió, aceptando el gesto con una inclinación de cabeza. Después de que él dejara el dinero en el mostrador, ambos salieron del café, donde el aire había comenzado a enfriarse ligeramente. Las luces de la ciudad iluminaban el ambiente de una manera especial, haciendo que todo se viera más cálido y acogedor, a pesar del viento que ahora movía sus cabellos suavemente.
Nicholas y Vivienne se quedaron parados frente al otro, bajo el resplandor de una farola cercana, como si ambos estuvieran esperando que el otro dijera algo primero.
────Bueno, ha sido una buena tarde. ────dijo Nicholas finalmente, metiendo las manos en los bolsillos de su chaqueta, con una sonrisa que parecía contener algo más.
────Sí, lo ha sido. ────respondió Vivienne, apretando los labios en una sonrisa suave, pero sus ojos reflejaban un brillo travieso. ────El café y la tarta estuvieron muy buenos.
────Me alegra escuchar eso. ────Nicholas rió un poco, dando un paso hacia ella, aunque de manera discreta. ────Pero sin duda que me acompañaras lo hizo mucho mejor.
Vivienne lo miró, notando el cambio en su tono, algo más serio pero igual de amable. El viento movió suavemente su bufanda, y por un segundo sintió que el aire se llenaba de una tensión sutil pero dulce.
────Me ayudó a distraerme un poco, así que, gracias por invitarme.
Nicholas asintió, sin romper el contacto visual. Parecía que ambos tenían algo más que decir, algo que colgaba en el aire, pero ninguno de los dos se atrevía a dar el siguiente paso.
────¿Te acompaño a casa? ────preguntó finalmente Nicholas, rompiendo el silencio con una gentileza que parecía cubrir una intención más profunda. ────Mi carro se descompuso, así que no puedo llevarte pero te acompaño para que no te vayas sola.
Vivienne lo observó por un segundo, su sonrisa suavizándose.
────Está bien. ────respondió con calma, sintiendo que de alguna manera, este pequeño momento significaba más de lo que ambos querían admitir. ────Gracias.
Ambos caminaron lado a lado, dejando atrás la pequeña cafetería, mientras las luces de la ciudad y el suave sonido del tráfico a lo lejos creaban un ambiente tranquilo. El aire fresco hacía que la conversación fluyera con naturalidad, como si la noche les perteneciera por completo.
────¿Siempre quisiste ser actor? ────preguntó Vivienne, rompiendo el silencio mientras miraba de reojo a Nicholas.
────Desde que tengo memoria, sí. ────respondió Nicholas, metiendo las manos en los bolsillos de su chaqueta. ────Mi familia nunca lo entendió del todo. Aún creen que debería elegir algo más estable, pero la verdad es que no puedo imaginarme haciendo otra cosa.
Vivienne asintió, comprendiendo esa sensación. Ella misma había tenido que explicar su elección a su familia muchas veces.
────Te entiendo. ────dijo ella. ────Ser guionista no es precisamente lo que mi familia esperaba. Pero la idea de escribir historias, de crear personajes que lleguen a la gente... no sé, siempre ha sido lo que quiero hacer.
Nicholas la miró, sonriendo con cierta admiración.
────Creo que es lo mismo para mí, pero en el escenario o frente a una cámara. Es como...meterte en la piel de otra persona y hacer que los demás crean en esa historia, aunque sea por un momento. Hay algo mágico en eso.
Vivienne lo observó por un instante, notando la pasión en su voz.
────Suena como si estuvieras hablando de escribir también. ────comentó con una sonrisa. ────Creo que actuamos por las mismas razones: queremos contar algo que haga sentir a los demás.
Nicholas rió suavemente, encogiéndose de hombros.
────Nunca lo había pensado así, pero supongo que tienes razón. Actuar, escribir... todo se trata de contar una buena historia, ¿no?
Ambos quedaron en silencio por un momento, caminando tranquilamente hacia el departamento de Vivienne. Parecía que, en esa conversación, habían descubierto algo nuevo sobre el otro, algo que los conectaba más allá de las palabras.
────Creo que a veces la gente no entiende por qué elegimos algo tan incierto. ────añadió ella. ────Pero es la única manera en la que puedo imaginarme siendo feliz.
Nicholas asintió, mirando las luces que adornaban la calle.
────A mí me pasa lo mismo. Prefiero arriesgarme a no intentarlo. Y bueno, tener a alguien que lo entienda lo hace más llevadero.
Llegaron a la puerta del edificio donde Vivienne vivía, y ambos se detuvieron, mirando hacia la entrada.
────Bueno Nicholas, gracias por acompañarme. ────dijo ella, sintiendo que el momento llegaba a su fin pero sin querer romper la conexión.
────Gracias a ti por dejarme hacerlo, pero llámame Nick, por favor. ────respondió Nicholas con una sonrisa sincera. ────Nos vemos en clase mañana, ¿no?
Vivienne asintió, sin perder la sonrisa.
────Nos vemos mañana.
Nicholas dio un paso más cerca de Vivienne y, sin pensarlo demasiado, la abrazó. Fue un abrazo inesperado, pero no incómodo; al contrario, era cálido, reconfortante. Vivienne correspondió al gesto, sintiendo el latido calmado de su pecho junto al suyo.
Cuando ambos se separaron, Nicholas inclinó levemente la cabeza y, en un impulso espontáneo, le dio un beso en la mejilla. Vivienne sintió un leve calor subirle por el rostro, algo tímida, pero no podía evitar sonreír ante el gesto.
────Hasta mañana. ────murmuró Nicholas, dándole una última sonrisa antes de comenzar a alejarse lentamente.
Mientras lo veía caminar hacia la calle, alejándose con las manos en los bolsillos y el paso relajado, Vivienne sintió una extraña sensación en el pecho. Era como si algo dentro de ella se hubiera activado, una chispa que había estado latente hasta ese momento. Se llevó una mano al pecho, intentando entender qué era esa sensación, pero lo único que sabía con certeza es que había algo en Nicholas que la hacía sentir diferente. Una especie de expectativa, como si ese pequeño beso y abrazo fueran solo el comienzo de algo más grande.
Lo observó hasta que desapareció entre las sombras de la calle, y solo entonces, soltando un suspiro, se dio la vuelta para entrar en su edificio, con una sonrisa que no pudo quitarse de los labios.
Ⓒ 2024 ━━ folkloreferrari | ann
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