Capítulo Diecinueve

—¿La policía encontró algo en el bosque?

Christopher Bang "Chan" asintió con la cabeza, viendo la expresión sorprendida de Jeongin y Hyunjin.

—¿Y sabes qué es? Digo, tu padre es un oficial...

—Que mi padre sea un oficial no quiere decir que sé todo lo que pasa, es confidencial—Chan se cruzó de brazos y una mueca adornaba su rostro.

—¿Pero tiene que ver con Felix?—Preguntó Jeongin con curiosidad, todo en el caso de Felix era extraño y nada encajaba.

—Es lo más probable, después de todo, Felix fue encontrado muerto en el bosque...

Hyunjin se encontraba mordiendo sus uñas, se sentía bastante nervioso y asustado. Felix era su amigo. Él primero desapareció, volvió pero unos días después fue encontrado muerto. Nada de eso tenía sentido. La policía no dijo la causa de muerte, de hecho, la gente piensa que ni siquiera ellos lo saben.

—La muerte de Felix...—Chan y Jeongin observaron a Hyunjin al escucharlo hablar—¿Fue homicidio?

—Creo que sí—El mayor fue quien respondió—Pero no creo que haya sido así como así... Hay algo más.

—¿A qué te refieres?—Los dos menores lo observaron expectantes. La expresión de Chan no indicaba nada bueno.

—No creo que haya sido algo normal. Hay algo raro en todo esto.

☠︎︎

—Necesito que me digas la verdad.

Seungmin se encontraba en la sala de interrogatorio, estaba sentado frente a una mesa y al otro lado de esta se encontraba el oficial Bang.

¿Cómo es que las cosas habían terminado así?

—¿Sabes algo sobre la muerte de Lee Felix?

—Primero necesito saber... ¿Qué es lo que encontraron en el bosque?—El oficial Bang alzó una ceja ante las palabras de Seungmin—La muerte de mi mejor amigo está relacionado con eso, necesito saber...

—Eso es algo confidencial...

—No voy a poder decirle la verdad si usted no me dice qué es lo que encontraron.

El hombre se quedó sin palabras al ver la expresión seria de Kim Seungmin. Se veía que el chico la estaba pasando mal, pero también se veía decidido en ayudar con el caso de su mejor amigo.
El oficial Bang se aclaró la garganta y se inclinó un poco hacia el menor, como si lo que estuviera a punto de decir fuera un secreto... Y en parte lo era.

—Encontramos unas velas con sangre.

Seungmin abrió sus ojos en demasía. Las velas con sangre... Las había olvidado por completo.

—Y... ¿Usted tiene sospechas?

El oficial Bang soltó un suspiro antes de hablar.

—Lo que yo había estado pensando hace un tiempo era... Algo de cultos, y las velas con sangre solo aumentaron mis sospechas. Es bastante extraño.

Seungmin se mordió el labio y su mirada se desvió hacia el suelo. Estaba en un debate mental sobre si debería decirle la verdad o no. Iba a arriesgar de que el hombre lo tomara por loco y quizás se podría convertir en un sospechoso.

—¿Qué pasa si le digo que... Eso es exactamente lo que pasó?

Bang se enderezó en su lugar, sus hombros se pusieron rígidos y su expresión decía que no se esperaba para nada esas palabras.

—¿Qué?

—La muerte de Felix... Tiene que ver con cultos.

Seungmin estaba asustado. El oficial se había quedado en silencio y se encontraba observando un punto muerto en la habitación. Seguramente lo estaba tomando por loco y, seguramente, en cualquier momento se iba a levantar de su asiento y le iba a poner unas esposas por ser el principal sospechoso.

—El cuerpo de Lee Felix... Cuando lo encontramos... Era muy extraño—Comenzó diciendo Bang. Seungmin lo escuchó con atención—Casi ni parecía humano. Cuando hicieron la autopsia nos dijeron cosas muy raras... Dijeron que su cuerpo no era normal. Al día siguiente los de la morgue nos llamaron diciendo que algo extraño había sucedido y cuando llegamos al lugar... El cuerpo de Felix se veía normal, pero tenía sangre en la cabeza.

"Felix originalmente murió por un golpe en la cabeza..." Fue lo primero que pensó Seungmin y sus ojos se abrieron en demasía. ¿Acaso el cuerpo de Felix había vuelto a la normalidad un día después de morir así?

—Lo que dices sobre los cultos... Tal vez tenga sentido, porque no encuentro otra explicación. Pero no entiendo porqué apareció esa sangre y herida en su cabeza al día siguiente...

—Espere, entonces está diciendo... ¿Que me cree?

—Escucha, niño.... Han habido casos muy extraños hace años que no tienen explicación, ¿y crees que no sé de los mitos sobre este pueblo? Claro que lo sé, y es difícil de creer, por supuesto... ¿Pero qué otra explicación hay? Siempre creí que este pueblo era un lugar raro.

—¿Han habido casos muy extraños hace años?—Repitió Seungmin con el ceño fruncido—Eso suena a multitud... Del único que sé es sobre un asesino que mataba a sus víctimas en una casa abandonada, pero... Creí que además de eso, este pueblo era un lugar tranquilo.

El oficial Bang soltó otro suspiro y nuevamente se inclinó hacia el menor.

—La policía se ha encargado de encubrir todos los demás casos porque tampoco encontraron una explicación.

Seungmin lo observó con sorpresa y tragó saliva, tratando de procesar sus palabras.

—Entonces... ¿Me creerá si le cuento todo lo que pasó, por más loco que suene? Lo que le voy a decir es únicamente la verdad, usted decide si creerme o no.

Bang observó al chico delante suyo. Se veía asustado, pero también demostraba estar decidido.
Terminó asintiendo con la cabeza.

—De acuerdo, te escucho.

☠︎︎

El oficial Bang había terminado de interrogar a todos los del grupo.
Seungmin había sido el primero; cuando él salió de la sala de interrogación les había dicho al resto que había contado la verdad y de que ellos tenían que hacer lo mismo pero desde su propio punto de vista.
Se estaban arriesgando mucho, pero después de todo... Esa era la verdad, y no podían pensar en ninguna mentira coherente.

Los siete estaban mirando a Bang, quien estaba frente a ellos en el lugar de espera. El hombre se encontraba pálido después de todo lo que le habían dicho.

—¿Piensas que nos cree?—Le preguntó Ruiqi a Haerin en un susurro. La contraria se mordió el labio, sintiéndose nerviosa.

—No lo sé, es muy difícil de creer... Pero nosotros no mentimos.

—Seungmin dijo que el oficial cree en los mitos y rituales—La voz de Minho hizo que las dos chicas lo miren—Tal vez nos crea.

—Eso espero...

—¿Ya los interrogó?

Todo el grupo se tensó al ver a otro policía acercarse al oficial Bang. Él frunció el ceño al ver al contrario tan pálido.

—Sí, ya hablé con ellos... Con todos ellos.

El otro oficial volteó a mirarlos con expresión seria, como si estuviera pensando algo, pero luego volvió a mirar al oficial Bang.

—De acuerdo, venga conmigo, necesitamos discutirlo entre todos.

Bang asintió con la cabeza. Observó a los siete de reojo y luego siguió al otro hombre.

—Siento que voy a vomitar de los nervios...—Murmuró Minju, su respiración se encontraba errática.

—Ojalá que los mitos nos salven el pellejo—Comentó Minho mientras se mordía las uñas con nerviosismo.

—¿Cómo mierda terminé aquí?—Repetía Yeonjun en voz baja, su rostro demostraba puro terror.

—Quiero a mi mamá—Decía Changbin mientras movía sus piernas con inquietud.

—Me voy a desmayar, que alguien me agarre—Ruiqi estaba con los ojos cerrados y la cabeza apoyada en la pared, casi acostada en el asiento.

—Espero que mi psicóloga no sepa sobre esto...—Murmuró Haerin mientras se mordía tan fuerte los labios que estos ya sangraban.

Seungmin se encontraba callado, pero por dentro era un caos, se estaba muriendo de los nervios y sentía que en cualquier momento se iba a largar a llorar, vomitar y luego desmayar.

—Ustedes son tan solo unos adolescentes...—Una voz los sobresaltó a los siete. Era de una mujer, quien estaba frente a ellos observándolos con una sonrisa tranquilizadora—Hay unas máquinas con refrescos y comida, por si eso los puede calmar.

Haerin le agradeció y todos se levantaron de los asientos, dirigiéndose a las máquinas.

—¡Vaya! Yo quiero los pockys—Los ojos de Minho se iluminaron al ver el interior de una de las máquinas.

—¿Te gustan los pockys?—Preguntó Yeonjun con una sonrisa, a lo que el contrario asintió con entusiasmo.

Entusiasmo que desapareció al revisar sus bolsillos y darse cuenta de que no traía dinero.

—Oh, realmente quería unos pockys...

Sus ojos se abrieron en demasía al ver que Yeonjun ponía unas monedas en la máquina y escogía dos cajas de pockys.

—¿Qué estás haciendo?

Yeonjun sacó los dos pockys de la puertecita de abajo y le extendió uno a Minho, manteniendo la sonrisa en su rostro.

—Para ti.

Haerin abrió la lata de su refresco y una sonrisa de lado apareció en sus labios mientras observaba a Minho agradeciéndole a Yeonjun, quien no borraba su sonrisa.

—Se reconciliaron y ahora son inseparables—Comentó Ruiqi a su lado, también observando a esos dos.

Haerin volteó a mirarla con una ceja alzada. La contraria estaba comiendo unas papas fritas en bolsa.

—¿Y tú no tenías ganas de vomitar? ¿Ya se te quitaron?

—Oh, no, las sigo teniendo. De hecho, en cualquier momento voy a vomitar estas papas fritas.

Haerin hizo una mueca de asco mientras que Ruiqi señalaba la bolsa que sostenía.

—¿No vas a comer o beber nada?

Minju observó con sorpresa a Changbin, quien era el que le había hablado.

—Oh, no... Estoy muy nerviosa y con el estómago revuelto, así que no creo que esté en condiciones de ingerir algo—Respondió ella con una pequeña sonrisa. Luego observó que Changbin estaba comiendo unas mini galletitas—¿Te gustan esas galletitas? A mí también.

—Sí... Me gustan las galletas que están rellenas de chocolate.

Minju asintió sin borrar su sonrisa. Al principio Changbin había sido muy tímido con ellos, lo cual era normal considerando su situación, pero con el paso de los días comenzó a abrirse más con el grupo y eso la hacía sentir feliz.

—Por cierto... ¿Dónde está Seungmin?

Ante la pregunta de Minju, todo el grupo observó a su alrededor, recién percatándose de que el mencionado no estaba con ellos.

—Creí que había venido con nosotros.

—Es cierto, todos nos pusimos de pie cuando esa mujer nos habló sobre las máquinas... No pudo haberse quedado sentado.

—¿A dónde fue?

—Estoy aquí.

Todos voltearon a ver a Seungmin, quien se acercaba con expresión seria.

—¿Pasó algo?

—El oficial Bang cubrió nuestro caso de los demás policías...

Los demás abrieron sus ojos en demasía.

—¡¿Qué?!

—Van a arrestar a los dos hombres que causaron la primera muerte de Felix. El oficial Bang nos cree, pero tiene sentido que no les haya dicho a los demás policías.

El grupo soltó un suspiro de alivio. Incluso Ruiqi se apoyó en una pared y se deslizó hacia abajo.

—Siento que vuelvo a respirar.

—¡Levántate del piso, loca!

—Entonces... ¿Podemos irnos?

Todos observaron a Changbin al escucharlo hablar.

—No me gusta estar en una estación de policía, me hace sentir como un criminal.

—Tienes razón.

—¡Ahora voy a poder comer algo!—Exclamó Minju.

Y el grupo pudo sentirse más tranquilo, pero seguían sin procesar lo que había pasado... Y sin superar a Felix.

☠︎︎

—Esos bastardos se lo merecen, menos mal que los atraparon.

Habían pasado dos días desde la interrogación que les había hecho el oficial Bang.
La policía había capturado a los dos hombres que causaron la primera muerte de Felix gracias a Wooyoung, ya que ambos eran clientes frecuentes en el bar donde él trabaja.

Haerin se encontraba sentada en el sofá de la casa de Seungmin, quien se encontraba en otro sofá frente a ella.

—Son unos desgraciados... Ellos tienen la culpa, nada de esto habría ocurrido de no ser por ellos.

—Es un efecto mariposa.

Haerin observó a Seungmin con atención, alzando su ceja con interés.

—¿Qué?

—Efecto mariposa. Cualquier pequeña variación en las condiciones iniciales en un sistema determinista no lineal, acabará dando lugar a una diferencia mayor en estados posteriores—Explicó el chico, a lo que ella asintió con la cabeza.

—Sé lo que es, pero... ¿A qué te refieres con eso?

—De no ser por la basura del padre de Felix, él no habría ido al bar para ahogar sus penas, y entonces aquellos hombres no lo habrían acosado y seguido por el bosque y nada de esto habría pasado...

—Cada acción tiene una consecuencia, por más pequeña que sea...—Murmuró Haerin. Seungmin estuvo de acuerdo.

—Una pequeña cosa o acción puede cambiar el rumbo de todo.

—Oh, por cierto...—Haerin cambió de tema al recordar algo—Yeonjun me dijo que esa noche... Ya sabes, donde pasó todo, Felix te hizo una herida con una navaja... ¿Estás bien?

—Sí... Es extraño, en ese momento dolió mucho, pero después fue como si nunca hubiera ocurrido.

—Como el cadáver de Felix—La chica dijo desconcertada—Como si su segunda muerte nunca hubiera pasado.

Seungmin les había contado al grupo todo lo que el oficial Bang le dijo en la interrogación.

—¿Al final qué pasó con las grabaciones del bar?

Haerin soltó un suspiro y se apoyó en el respaldo del sofá.

—Ni idea, Wooyoung le dijo a la policía sobre eso. Ellos sospechan que fueron los mismos dos hombres quienes las borraron, como eran clientes frecuentes... Wooyoung no se habrá dado cuenta cuando las borraron.

Seungmin frunció el ceño. No sabía porqué, pero eso no lo convencía por completo.

—Pero, después de todo...—Haerin habló—Estoy agradecida de que el oficial Bang nos haya creído. Tiene sentido, él ha vivido toda su vida aquí, seguro se habrá dado cuenta de las cosas que ocurren y que ninguna tiene sentido.

Eso era cierto. No había tenido la oportunidad de hablar con el hombre otra vez, pero él había sido de gran ayuda para ellos, cualquier otro oficial no les habría creído... De hecho, fueron las palabras de Bang que hicieron que Seungmin decidiera decirle la verdad.

El chico volteó a ver uno de los muebles de su casa, en el cual se encontraba una foto de él junto a Felix. Una sonrisa apareció en su rostro.

—Lamento que las cosas hayan terminado así... Siempre serás la persona más importante para mí, Lee Felix.

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