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Ben es el más intuitivo y perseverante de la academia Sparrow. Esconde sus verdaderas intenciones bajo una máscara de amabilidad y tranquilidad. Sus deseos de ser el número 1 y superarse a sí mismo crecen cada día, haría lo que fuera por llegar a la cima. Sea como sea. Incluso romperle el corazón a la persona que más lo ama.

Amelia es la más comprensiva y dulce de los Umbrella. Sus manos nunca han estado llenas de sangre y es libre de todo pecado que la atormente, pero nadie es perfecto y sus poderes eran algo que siempre la hacen sentir desanimada. Para su padre era una bendición y para ella el propio infierno.

¿Cómo dos polos totalmente opuestos podrían atraerse? Él no tiene nada que ofrecer y ella tiene todo lo que necesita. El simple batir de unas alas podría cambiarlo todo de la noche a la mañana. El efecto mariposa.

— Adelante, siéntate. No te haremos daño— Ben invitó a Luther a la mesa donde la familia Sparrow desayunaba. Él tomó asiento notando su mantequilla favorita— Bueno, sabemos que eres el número 1 pero aún no nos han presentado formalmente. Soy Ben, número 2.

— Qué gusto volver a verte, hermano.

— ¿Por qué todos me miran así? — interroga sin paciencia.

— Porque has estado muerto durante 15 años.

— ¿"Muerto"? ¿A qué te refieres con muerto?

— Como sea, soy Fei. Número 3— habla la chica con gafas sentada a su lado.

— Alphonso, cuatro.

— Sloane, cinco. Hola— la castaña sonríe amable y este le devuelve el gesto.

— Soy Jayme, seis.

— Él es Christopher, claro. Número 7. No le hagas caso, hoy está de mal humor — el cubo emite sonidos extraños y la familia ríe— Cloe es número 8, sin embargo, no se encuentra presente en estos instantes.

— ¿Y qué hay de número 1? ¿Dónde está?

Ben clava un cuchillo en la mesa asustándo a Luther — eso quisiéramos saber.

— ¿Acaso es un juego?

— Sea cual sea su juego, perderán. Tienen a nuestro número 1 y nosotros a ti— lo señala.

— ¿Dices que lo secuestramos? ¿Por qué lo haríamos?

— ¿Quieren morir?

— La última vez que lo vimos, habló con tu hermana.

— La pequeña y poderosa, la de cabello más oscuro.

— ¿Vanya? Les aseguro que Vanya no es del tipo que secuestra gente. Aunque suelo ser el último en enterarme de estas cosas— responde comiendo su pan con mantequilla

— Eres su número 1 ¿no deberías saberlo todo?

— Sí, en teoría, Ben, pero la disciplina nunca fue nuestro fuerte. Básicamente todos tienen libertad de acción. Escuchen, yo creo que es fácil de resolver: voy a volver. Sinceramente, mi familia debe estar muy preocupada. Si ellos lo tienen, lo enviaré aquí sin un rasguño, sin daños ni trampas ¿bien? ¿Qué les parece? — ofrece tratando de llegar a un acuerdo. Se iba a levantar pero Ben lo sentó nuevamente con sus tentáculos

— No hay prisa. Quédate hasta que regrese Marcus.

— Mi familia vendrá por mí

— Perfecto. Mientras tanto, siéntete como en casa— Ben toma su plato dejándolo en la barra.

— Ya que vas a pasar unas vacaciones con nosotros, queremos saber más sobre una persona en especial — Fei habla llamando la atención de número 1 y ganándose una mirada negativa de número 2. Sabiendo que eso no era parte de su plan — Amelia. Cuéntanos más. Nuestro primer encuentro con ella fue... Cautivador.

— Oh, sí, noté que los hizo volar y casi los mata. Pido perdón por eso — ríe nervioso — la tratamos como la más pequeña del grupo. En parte es literal. Es tres centímetros más baja que Vanya.

— ¿En serio? Consideraría que es una de las más peligrosas.

— ¿"Peligrosa"? — Luther suelta una risa causando confusión en los presentes — de pequeña lloraba viendo los documentales de peces porque los tiburones se los comían y prefiere la charla antes que la violencia. Es absurdo que piensen eso.

Ben arruga sus cejas sin tener mucho sentido lo que Fei le había contado sobre Amelia cuando peleó con ella. Fue muy clara en que era un demonio viviente. Su hermano la describe como un ángel.

— En fin... Antes de que lo olvide, si intentas escapar, las aves de Fei te sacarán los ojos y anidarán dentro de tu cráneo— la nombrada sonríe yéndose. El timbre suena y él sonríe satisfecho —veremos si lo que dices de tu hermana es cierto.

Ben bajó las escaleras principales de la academia y abrió la puerta hallando a Amelia. Él sabía en lo que se metía, seguramente, cuando ella llegase llorando y lamentándose por haberse fijado en él, se refugiaría en sus hermanos quienes no tardarían en darle una paliza por haberla lastimado ¿Que si le preocupa eso? Para nada.

Amelia conoce muy bien a su familia y no les agradará que se haya hecho tan amiga de Ben hasta el punto de verse a escondidas o fingir frente a los demás que se odian para tener a todos satisfechos. Jamás les mentiría. Mucho menos a Cinco. Planea buscar el momento adecuado y contarle lo que sucede, el por qué ya no siente lo mismo, la verdadera razón de sus desapariciones repentinas y sus cambios de humor positivos. Merece una explicación y esta vez sí va a dársela.

— ¿Ustedes también tienen un Pogo? — pregunta Amelia emocionada al ver una foto de los chicos con el chimpancé colgadas en la pared.

— Teníamos. Papá lo echó de casa hace un par de años — explica Ben detrás de ella.

—Nuestro Pogo era un excelente amigo: cocinaba, limpiaba, nos enseñaba... Era como el padre que nunca tuvimos — sonríe con tristeza mirándolo— ¿su Pogo cómo era?

— Enojón. Se preocupaba por nosotros y tenía una personalidad dura. A pesar de todo eso, siempre nos cuidaba y lo queríamos. Nos ha hecho falta— sigue observando los cuadros — veo que en tu familia hay menos confianza de la que esperaba.

— Mi familia se caracteriza por tener más preguntas que respuestas. Si nos pudiera definir en una palabra, definitivamente sería "desastre",pero siempre ha existido la lealtad y es lo que nos ha mantenido juntos y cuerdos todo este tiempo. No sé qué haría sin mi familia. Gracias a ellos estoy bien.

— Se nota que se quieren mucho.

Ella nota el piano— ¿Puedo?

— Adelante.

Amelia se sienta y palmea a su lado para que Ben haga lo mismo.

— Cuando éramos niños, la primera melodia que me enseñaste en el piano fue la "cuarta sinfonía de Beethoven" Eras un fanático. Desafortunadamente no soy buena memorizando.

— Te puedo ayudar a recordar.

Ben presiona las teclas tocando una parte de la melodía. Era tranquila, elegante y clásica. Se sentía en los años antiguos. Amelia se transportó a esos años donde tocaban juntos el piano debido a las clases que les suministraba su padre. Tiempos donde no debían preocuparse por nada y sólo disfrutaban de la compañía del otro.

— Aún dibujas como pasatiempo ¿cierto?— cuestiona una vez que terminó, él asiente — he querido pedirte un favor desde hace mucho tiempo, lamentablemente, ocurrió tu accidente y no pude decírtelo.

— Depende de cuál se trate.

— ¿Puedes dibujarme? — frunce su ceño ante la petición — siempre he querido tener uno de tus dibujos. Son hermosos. Y que tú me dibujaras sería un honor.

— No tengo problema con eso.

Amelia sonrió enternecida. Pensó que se negaría a su petición, ya que, aceptemoslo, este Ben es más incomprensible que una página en blanco. Tan pronto como aceptó, se dispuso de inmediato a cumplir con su favor. Se concentró bastante en tallar cada detalle minúsculo, en perfeccionar su rostro y extraer su esencia. Tiene muy buena memoria por lo que no necesitó tenerla posando como hacía Picasso o Da Vinchi.

— ¿Estás lista? — La castaña asiente con una sonrisa emocionada y recibió el dibujo, mirándolo con detenimiento y atención. Era perfectamente ella— Sé que soy un pintor excepcional. No es necesario que digas nada.

— Es hermoso— lo abraza por el torso feliz. Ben parpadeó un par de veces antes de poner sus manos en sus hombros como una manera de recibir dicha muestra de afecto. Nunca ha sido muy expresivo con sus emociones positivas.

Se separó de él luego de unos segundos y guardó el dibujo con sus poderes. Es extraño que cada vez que guarde algo preciado se sienta contenta y satisfecha.

— Ya debo irme, mi familia se estará preguntando en dónde estoy. Nos vemos después— Amelia mueve su mano como despedida y se va de su habitación dejando a un Ben totalmente extrañado: ¿Por qué lo trata tan bien después de haber golpeado a uno de sus hermanos, empezado una pelea con su familia y haberla tratado de lo peor cuando se conocieron? ¿Acaso él está siendo poco amable con ella o no es de las personas que se enfocan en lo negativo? Ben tiene más respuestas que preguntas.