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¿Qué era lo peor que podía pasar? Que alguno de la familia llegase sin un brazo o con un aspecto fisico diferente. Pero no. La línea temporal fue más malvada de lo que pensaron al cambiar su hogar y, sobre todo, sus vidas. Cinco trató de buscar una explicación lógica para este cambio, alguna enseñanza de la Comisión que le diera una respuesta rápida, sin embargo, ninguna se le venía a la cabeza.

— ¿De verdad eres tú? — Luther es el primero en dar un paso adelante, observando al nuevo Ben que se encontraba frente a ellos

— ¿Y quiénes son los raros del balcón?

— Son los Sparrow. Mis hijos. — responde Reginald seguro.

— Disculpa ¿a qué te refieres con que son "tus hijos"? Eso no es posible, viejo — niega Cinco.

— ¿Todos pueden ver a Ben?

— Lindo sombrero— alaga con sarcasmo el asiático.

Mientras sus hermanos charlaban con su padre, Amelia mantenía la vista en aquellos desconocidos que ahora estaban en el mismo piso que ellos. Parecían más poderosos o quizás más autosuficientes.

— Se llaman a sí mismos la Academia Umbrella, un grupo de intrigantes y pérfidos insatisfechos que me abordó en otoño de 1963 cuando estaba en Dallas por negocios. Les advierto que alegan ser mi prole — explica el mayor.

— ¿"Alegan"? Cinco ¿Qué diablos está pasando?

— No lo sé pero parece preocupante.

— Somos hijos, esta es nuestra casa.

— Así es, crecimos aquí.

— "Así es, crecimos aquí" — se burla un hombre de cara deformada.

— De ser así, nos habríamos dado cuenta — habla una chica de cabello castaño claro. Luther se mantiene unos segundos en silencio pero después le sonríe con un tímido "hola, soy Luther"

— Como sea, ustedes no deben estar aquí.

— Entonces haremos maletas y nos mudaremos.

El cubo flotante emite sonidos raros y el grupo se ríe entre sí mientras el resto se miran sin entender nada. Amelia ladea su cabeza confundida ante aquel ser tan... Excéntrico.

— No esperaba visitas. Esto es lo mejor que pude hacer en tan poco tiempo— una voz dulce distrae a los Umbrella, hallando a su difunta madre. Diego la mira impactado.

— ¿Mamá?

— ¿"Mamá"? Es un robot, pervertido.

— No lo llames así.

Una discusión entre familias se forma en un segundo en la sala. Diego es el primero en callarse cuando un líquido cae en su mejilla y Jayme le tira un beso con orgullo.

— No sé de qué circo escaparon ni cómo pasaron seguridad pero se acabó. Tienen 30 segundos para irse de aquí.

— ¿Y si no nos vamos? — encara Allison.

— Lo resolveremos a la antigua.

— No creo que haya necesidad de usar la violencia, sólo nos iremos tranquilamente y listo. No se preocupen. — interrumpe Amelia sonriendo con nerviosismo ante la situación tan tensa.

— Acabamos de luchar contra un ejército, esto no tiene por qué ponerse feo. Hay que calmarse y hablar — Vanya apoya a su hermana.

— Ptsss, Benerino. Te ves mucho mejor vivo que muerto ¿no creen? Excepto el corte de pelo— Klaus se acerca a Ben con emoción.

— ¿Qué carajos acabas de decir?

— Por favor, basta de tanta hostilidad, pequeño gruñón. Vaya, qué linda cicatriz. Muy macho.

— Cierra la boca.

— ¡Tú ciérrala y abraza a tu hermano!

Ben es el primero en lanzar el primer golpe. Luther y el líder de los Sparrow también pelean empezando a una guerra entre familias. Amelia decide quedarse en una esquina mientras los demás pelean, observando cómo Diego pelea verbalmente contra el cubo. Lo peor que pudieron hacer es darles la bienvenida así.

— ¿Qué esperas? ¿Qué te traigan café y galletas? — le pregunta Cinco una vez que noqueó a Ben.

— No creo que esto sea una buena idea pelear con ellos si queremos tenerlos de nuestro lado en un problema así.

— Oh ¿En serio? Si no te mueves, nos matan. Haz algo.

Muerde su labio sin saber qué hacer. Cinco se retira de una vez dejándola. Abre sus ojos cuando aparecen dos chicas.

— Encontramos a la ovejita de la familia. No puedes mirar ni por encima de mi hombro de lo pequeña que eres — habla la pelinegra riendo.

— Sólo tírale un poco, no creo que nos asesine— habla la rubia.

La chica escupe en su rostro sonriente. Amelia toca su cara pero ya no hay nada, frunce su ceño confundida. Una sombra aparece detrás de ella, con un sonido de silbido singular. Ambas mujeres observan con precaución. Los ojos de Amelia se vuelven blancos alzándolas en al aire, apretando sus cuellos, dejándolas sin respiración mientras el humo negro las rodea y entra sus bocas.

— ¡Sueltalas! — Ben estaba por atacarla pero lo detuvo haciéndole lo mismo.

— Amelia, hermanita ¡hola! Sé que tienes un lado oscuro que no te gusta pero literalmente te los estás comiendo — le llama Klaus a su lado, tratando de hacerla entrar en razón.

— Δεν είμαι η Αμέλια— murmura sin detenerse.

— ¡Okey! No sé qué dijiste, aún así, perdóname. Sabes que te adoro. — su hermano le tira un jarrón en la cabeza tirándola al suelo.

La chica acaricia su cabeza quejándose.

— ¡Klaus! ¿Por qué me pegaste? — cuestiona volviendo a ponerse de pie. Observa a los Sparrow quienes están débiles en el suelo — ¿se acabó? ¿ya pelearon contra ellos?

— Creo que esta vez el drogado no soy yo —Amelia lo mira sin entender y voltea hacia sus enemigos para ayudarlos, pero estos rechazan su ayuda yéndose.

Va hacia las escaleras principales e iba a subirlas, pero Cinco cayó por los escalones.

— ¿Qué te pasó? — le ayuda a levantarse.

— Nada. Debemos irnos, ya.

Una mujer de gafas los persigue, Allison se una a ellos corriendo por el pasillo y en el camino se encuentran con Luther.

— ¿Esto es una broma? — cuervos vuelan detrás de ellos — ¡corran!

— ¡El maletín! — Cinco para en seco y se teletransporta volviendo a la sala.

Cierran una puerta evitando los cuervos, aún así, picotean la madera intentando entrar— ¿A dónde vamos?

— ¡Por ahí!— número 1 señala una posible salida.

Los tres hermanos salen por la ventana. Los cuervos destruyen la puerta, Fei pasa y se detiene al ver la misma chica bajita que estaba con los Umbrella, con cabello negro y piel pálida.

— Amelia ¿cierto? ¿Por qué te quedaste aquí? ¿Acaso quieres que te maten a mordiscos? — pregunta, posiciona sus manos delante de ella observándola con una ceja alzada— está bien, no me ruegues. Rogar por tu vida no cambiará nada.

Detuvo a los cuervos que estaban por abalanzarse encima de ella y sonríe con malicia cerrando sus manos, torturando a la mujer con su propio poder. Cae al suelo gritando de dolor y la pelinegra se agacha a su lado tocando su cabeza.

— Somos iguales pero te equivocas — humo negro entra por sus oídos llenando su cabeza con sus peores demonios — mi nombre es Amaris, un gusto.

(—☪️—)

La familia Umbrella no tuvo otra opción que descansar en un parque como vagabundos. Amelia fue la única que no sufrió daños físicos, al parecer sus enemigos la consideran un ser indefenso o invisible. Nunca habían sido tan derrotados. No les sorprende para nada que su padre haya actuado así después de la horrible cena que tuvieron en los 60s, sin embargo, eso fue lo que menos les dolió.

— Nunca me habían hecho pedazos así, fue como... Aquí tienes, toma tu trasero — dice Luther. Allison se queda mirándolo.

— ¿Cuántos dedos ves?

— ¡Oh por Dios! ¿Y Vanya? — pregunta preocupado.

—Ahí viene ¿Estás bien? — la chica llega igual de lastimada que el resto, sentándose en una banca.

— No entiendo qué pasó, se supone que iríamos a nuestra verdadera realidad ¿no?

— Ben es un imbécil.

— Todos son unos imbéciles.

— Imbéciles que pelean muy bien.

— Golpearé al próximo que diga la palabra "imbécil" — amenaza Cinco.

— Imbécil.

— Imbécil.

— ¿Papá te contó por qué llamaba a esos tipos "sus hijos"? — interroga Diego a Klaus.

— ¡Claro que sí! Prepárense para lo que les voy a contar; en Texas, papá sintió tanto rechazo por nosotros que adoptó a otro grupo de niños sólo para no tener que criarnos.

— Suena a algo que él haría.

— Están dejando de lado lo peor. Si nos reemplazó, significa que cambió la línea temporal. Hasta pudo hacer algo peor.

— Oigan, no todo es malo. Con el maletín de la Comisión, podemos volver en el tiempo y arreglarlo.

— Hay dos problemas...

— Aquí vamos.

— Primero, los viajes en el tiempo son complicados y, segundo, ya no tengo el maletín.

Amelia se distrae de lo que dicen sus hermanos y mira alrededor del parque, parando su vista en un árbol, se pone recta viéndose a sí misma al lado de este, con un cuervo muerto en su mano, mostrándole. Hace una expresión de miedo ante ese hecho. ¿Qué diablos le está pasando?

— ¡Amelia! — la voz de Cinco la saca de sus pensamientos, dándose cuenta que todos se están levantando para irse — ¿Dónde está tu mente? Andas muy distraída ¿Estás bien?

— Sí, sólo... Creo que esta línea temporal me está haciendo ver cosas raras— vuelve su vista al árbol, donde ya no hay nadie.

— ¿Segura? — asiente sonriéndole para calmarlo. El chico revisa que sus hermanos no estén cerca y pone su mano en su hombro — resolveremos esto, lo prometo, mientras tanto... Veremos dónde comer los tacos.

Amelia ríe siguiéndolo para caminar con su familia.

— ¿Por qué se quedan mirándonos así? — pregunta Allison apenada.

— Porque parecemos los Village People.

— Diría que somos más los Beatles.

— Debo ir por Claire, nos vemos luego.

— Mmm... Allison... — Amelia trata de hablarle o más bien, explicarle lo de su hija.

— Espera, primero debemos quedarnos en algún lugar seguro, limpiarnos y luego hacemos lo demás — opina Vanya.

— Cómo los odio —murmura Luther mirando el cartel de los Sparrow en un edificio a lo lejos — míralos, con su estúpida y petulante sonrisa de mi... mier...

— Vamos, tú puedes — anima Klaus.

— Miércoles.

— Sigue practicando grandote, algún día lo lograrás.

— En serio ¿Qué haremos? No podemos seguir sangrando por el parque.

— Busquemos un lugar discreto para no llamar la atención.

Piensan a dónde ir. Número 4 da vueltas y de repente para en seco cuando idea llega a su mente.

— Tengo el refugio perfecto.