➥ 𝓔xtra ii.
❝ ES TAN PERFECTO Y TAN NUESTRO ❞
╔════ 𓏲✮⊰ •˙❅✾❅ ᭕𖤐⊱ ════╗
〘 ✰.༄☼︎ Extra 02☼︎༄.✰ 〙
–— Charlie —–
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HABÍA PASADO EXACTAMENTE
UN MES DESDE LO SUCEDIDO CON NEGAN. El grupo había regresado a Alexandria a reconstruir su hogar apesar de todo aunque claramente algo en la relación entre Rick y Maggie se rompió, después de dejar a Negan con vida y por ende perdonarlo Maggie ya no quería tener que hablar con Rick.
Después de todo al dejarlo vivo no
pudó cumplir con su objetivo principal, vengar a su esposo fallecido y aunque Negan no merecía vivir lo dejaron.
Rowan había decidido en definitiva
que por más que amará a su hermana con su alma permanecería con su familia en Hilltop y cuidaría de Enid, Grecie y Maggie, quien estaba destrozada. Y aunque fue una decisión difícil su hermana supó entender.
Ahora cada comunidad vivía tranquilamente en su sitio ayudandose entre ellas si lo necesitaban.
Las cosas parecían ir de maravilla en Alexandria. Ahora todos tenían algo que hacer con tal de hacer funcionar el lugar ya fuese cultivando, trabajando para mejorar los edificios o bien la crianza de animales para alimentarse.
Rylie era de esas personas que ahora
se dedicaban a la agricultura de plantas y lo hacía bastante bien. Aquello solo le traía viejos recuerdos de cuando vivía en la prisión y Hershel les decía a los Grimes como hacer crecer plantas de la mejor manera.
Poco a poco Alexandria se convertía en un lugar digno de vivir y los rastros de que alguna vez ese lugar fue un campo de batalla iban quedando olvidados.
Por otro lado las cosas en la familia Grimes parecían ir mejor que nunca.
La pareja de apenas dieciseis años habían contraido matrimonio semanas atrás apenas terminó la guerra. No fue algo exagerado sino más bien una especie de misa en la que dijeron sus votos con Gabriel dirigiriendo la misa. Támpoco hubó tantas personas solo las que creían necesarias y por ser una ocasión especial Rowan asistió aunque Enid se quedó en Hilltop con Maggie y su pequeña Gracie.
Rick no pudó contener la emoción
al ver a sus dos niños casandose en una improvisada misa y reafirmó las palabras de Lori: ella es perfecta para nuestro Carl, se que harán grandes cosas. Verla frente a un altar solo le hizó pensar que sus niños ya no eran niños sino que había comenzado una nueva etapa en sus vidas juntos.
Más orgulloso de ellos no podía estar.
Se acercaban nuevas cosas.
Aquella mañana Rylie Grimes despertaba al sentir los ténues rayos
del sol colarse por la ventana de la habitación de Carl y empezar a calarle en los ojos y en la piel de su hombro desnudo.
Soltó un bostezo con cansancio y sonrió como una boba enamorada al girarse un poco y encontrar el rostro de Carl a su lado. Se veía que dormía profundamente y aprovechó el momento para admirar a su pareja. Al estar tan cerca podía notar las pequitas en su rostro y en el puente de la nariz además de sus labios rosados y sus largas pestañas.
Era tan perfecto y era solo suyo.
Sonrió una última vez antes de acercarse un poco con intenciones de robarle un beso aprovechando que dormía cuando de repente sintió una sensación extraña invadirla y antes de que siquiera pensar salió corriendo al baño descalza.
Apenas llegó se arrodilló frente a la taza del baño y expulsó todo lo que había en su estomágo.
Sin proponerselo estaba llorando y en eso sintió que alguien llegaba y recogía su cabello para no llenarlo de vómito en el proceso. Unos segundos después aquel horrible momento terminó y Rylie le dió gracias al cielo, aunque eso no quitaba el hecho de que Carl la vió vomitar de la forma asquerosa posible.
Rylie cansada secó sus lágrimas y tiró de la cadena del baño tratando de respirar con normalidad. Se sentía extraña.
—Ry, mi vida, ¿estás bien?
—Sí, yo solo... no me sentía bien —respondió Rylie entre balbuceos tontos poniendose de pie con ayuda de su pareja —. Lamento que tuvieras que ver eso. No debí hacer comido esa atún semi rancio anoche, eso debió haber sido.
—Rayos, sabía bueno o al menos a mi me supó rico.
—No lo menciones sino quieres que te vomite encima, Grimes —pidió la rubia antes de comenzar a cepillar sus dientes con cansancio.
—¿Tomamos una ducha juntos? —propusó Carl en voz baja, pero pícara mientras bajaba suavemente un tirante de la blusa de su ahora esposa.
—¿Y si...
—Ry, son pasadas de las ocho papá y Michonne deben estar en los cultivos y Judith al cuidado de Tara.
—Entonces ya qué.
Carl sonrió para después ayudarla a quitarse esa blusa blanca de tirantes
tan molesta antes de que él también se deshiciera de su pijama.
——— ✮✧☾✧✮ ———
—¡Buenos días a todos!
—Vaya, que milagro tenerlos a estás horas por acá —comentó Rick quitando con un artefacto de jardinería una mala hierba del cultivo —. Usualmente se levantan más temprano. ¿Se quedaron dormidos o estaban simplemente en su sección de besos matutina, eh?
Rylie sintió sus mejillas enrojecer después de escuchar a Rick mientras Carl solo sonreía al mismo tiempo que soltaba una risilla suave.
Michonne no tardó en darle un codazo al ex sheriff pues sintió pena de ver a su nuera algo roja de las mejillas.
—Pueden ser ambas.
—Andando parejita de enamorados, tenemos trabajo que hacer —intervinó Rick haciendoles señas a los chicos para que se movilizarán —. Entre más rápido ayuden más rápido terminaremos.
Rylie se disponía a ayudar cuando apareció Tara con Judith en brazos que apenas vió a Rylie pidió que la bajará para ir a abrazarla de una pierna. La rubia la cargó dejando besitos por su infantil rostro.
—Trate de contenerla, pero insistió en que quería venir a ver a su mami Ry —explicó Tara recobrando el aliento sin dejar de lado esa sonrisa amigable suya.
—Gracias, Tara. Yo me haré cargo de esta niña el resto del día —mencionó Rylie con una sonrisa reafirmando el agarre de la menor —. Y por ende me servirá de excusa para no ayudar.
—¡Rylie!
—Bueno, ayudaré entonces.
El día transcurrió con normalidad después de un largo día de trabajos lo que todos querían era descansar. Un mes había pasado y las construcciones en Alexandria no habían cesado así que la construcción era quizás la parte más difícil de los trabajos en el lugar.
Por la tarde Rylie y Carl cuidaban de Judith mientras Rick y Michonne se encargaban de supervisar como iban las construcciones en la comunidad.
Rylie estaba casi durmiendose en la mecedora y solamente la voz de Judith la mantenía despierta.
—¿Té, mami?
—Oh, por supuesto. Me alegraría algo
de té —respondió Rylie tomando entre sus dedos la aza de la taza de juguete a la espera de que le sirvieran el té —. Jude, ¿qué té es este?
La niña pareció pensar que decir y
al no tener nada en mente se inclinó disimuladamente a su hermano en busca de una respuesta. Rylie fingió que no la vió y luego de recibir ayuda de Carl, Judith respondió orgullosa.
—Canela.
—Vaya, no me gusta la canela, pero
haré una excepción —comentó la rubia dando un sorbo del té invisible y recibiendo una sonrisa de la niña —. El té es mejor de lo que pensé. ¿Puedes servirle a Carl un poco de tu té?
—Sí, mamá.
—Mamá tiene razón, esto sabe buenisímo —respondió Carl dejando la taza en la mesita luego de haberle dado un fingido sorbo a la misma —. ¿Cuál es la receta?
Judith se inclinó a Rylie y ella susurró algo a su oído que Carl no alcanzó a oír del todo bien.
—¡Amod!
Carl atrapó a su hermana en brazos y comenzó a dejar besitos en sus mejillas haciendo reir a la rubia a su lado.
—¿Sabes que se me antoja ahora? —cuestionó Carl aprisionando a Judith
en brazos, Rylie frunció el ceño —. Un enorme bote de pudin de chocolate o una lasaña con queso derretido.
Rylie sonrió un poco, pero más bien fue una mueca tratando de no pensar ni recordar el olor de la lasaña y aunque era su platillo favorito de repente sintió repulsión al recordarlo y antes de que Carl pudiese preguntar algo, Rylie se pusó de pie como pudó y corrió adentro de la casa sintiendo ganas de vomitar.
Apenas llegó al baño vació todo su estómago en el retrete y ya sin saber que demonios le pasaba cuando terminó de vomitar cepillo nuevamente sus dientes y se sentó de espaldas contra la puerta.
Solo fue cuestión de segundos para que rompiera a llorar desesperada de sentir que algo andaba mal en ella.
—Ry, amor, ¿estás bien?
—¡Dejame sola, Carl!
—Oye, me preocupas y a Judith también —exclamó Carl desde el otro lado de la puerta tratando de abrir sin éxito —. Lo que sea que sientas podemos hablarlo, solo... solo abreme por favor. Si estás enojada por algo, lo que sea hablemos...
Carl se quedó en silencio esperando
que ella respondiera, pero no recibió respuesta. Judith tiraba de su camisa con preocupación pues no entendía porque su mami se escondía de ellos en el baño.
Del otro lado de la puerta Rylie se pusó de pie y lavó un poco su rostro con agua del grifo antes de abrir la puerta.
Carl la miraba confuso. No entendía
el porque actuaba tan extraña desde la mañana aunque ya tenía unos días que se comportaba demasiado sentimental y dormía más de lo debido pues decía que se sentía cansada aunque no era como que ayudar en los cultivos absorbiera toda su energía aunque cuidar de Jude quizás la agotaba más de lo normal.
Rylie no pudó evitar sentir la necesidad de abrazar a su ahora esposo y fue recibida en sus brazos con amor. Incluso Judith se unió a su abrazo abrazandola por la pierna con sus ojitos llorosos tal cual estaban los de la rubia mayor.
—No se que me pasa, Carl —musitó
Rylie en medio de sollozos respirando con dificultad —. No me siento bien. Algo anda mal conmigo...
—Lo resolveremos juntos —respondió Carl acariciando su espalda para tratar de consolarla y pronto dejó un tierno beso en su frente —. Estarás bien. Vámos a llevarte a Hilltop con Siddiq sea lo que sea que te pase lo sabremos pronto.
——— ✮✧☾✧✮ ———
Tal como Carl dijo apenas amaneció la pareja partió en un automóvil a Hilltop a ver que sucedía con Rylie, pues nada de lo que le pasaba era normal en ella y ya Carl se estaba preocupando más.
La rubia no podía dejar de mover su pierna con desesperación mientras Siddiq hacía los debidos chequeos en su presión y demás solo para corroborar que todo anduviera bien, pero eso solo indicó que andaba bien.
—¿Puedes decirme exactamente los sintomas que has tenido en los últimos días?
—Nauséas, vómito y cansancio —respondió Carl al ver a su novia en la silla paralizada y asustada —. Digamos que el vómito es constante y eso solo la hace encerrarse en el baño a llorar.
—Yo comí un atún semi rancio, ¿puede ser eso? —comentó Rylie volviendo en sí.
Siddiq frunció el ceño y solamente ignoró a la chica para rebuscar entre sus cosas quien sabe qué.
Carl y Rylie se miraron el uno al otro sin saber que buscaba. El ojiazul le sonrió con la intención de levantar sus ánimos y dejó suaves caricias en la palma de su mano acompañadas de un beso en la frente. Aquello la tranquilizó un poco.
Su paz se esfumó al ver lo que Siddiq traía entre sus manos.
—Rylie, ¿has tenido un retraso en tu periodo
—Pues algo así.
—¿De cuántos días?
—Un mes tal vez, pero soy algo
irregular —respondió la chica con sus mejillas algo rosadas y la mirada en el suelo —. Asi que podría ser normal.
—Última pregunta, ¿han tenido relaciones en este mes?
—Sí, pero siempre con protección —respondió Carl algo confuso acariciando suavemente la mano de su pareja.
Siddiq asintió finalmente y le pasó
el test de embarazo a la rubia, quien con manos temblorosas la tomó. Carl no podía estar más confundido con lo que estaba sucediendo frente a él.
—Haz la prueba y nos sacamos de dudas, rara vez fallan —comentó Siddiq con un tono serio señalando una puerta al fondo —. Si no es un embarazo quizás se deba a una infección estomacal.
Rylie se pusó de pie y se dirigió al baño de la enfermeria. Hay se encargó de seguir las indicaciones de la prueba de embarazo al pie de la letra y procedió a hacer lo debido en ella.
Mientras esperaba sentía un nudo horrible en su garganta y lágrimas querer brotar de sus ojos. Apenas iba a cumplir los diescisiete en unos pocos meses y había la posibilidad de que hubiese creciendo un mini bebé en su estomágo. ¿Se sentía lista para ello?
No lo sabía.
De que sabía cuidar bebés sabía,
Judith fue su primer bebé aunque ella no la hubiese tenido. Asi que tenía experiencia, pero una cosa era cuidar de un bebé de alguien más y cuidar de un bebé que saldría de ti.
Mentalmente se regañaba a si misma por ser tan descuidada y claro que se acordaba de aquel día si por poco y pierde a Carl. Debía haber sido ese día, no había falla.
De pronto las dudas la asaltaron. ¿Y
si Carl no quería bebés ahora? ¿Y si la dejaba sola con la responsabilidad?
El ruido de una alarma la trajó a la realidad y tomó un respiro largo antes de revisar el signo en la prueba.
Mientras tanto afuera del baño esperaba Carl en una silla visiblemente asustado y el movimiento en su pie lo delataba.
Nunca se pregunto si realmente estaba listo para ser papá en un futuro. ¿Y si no lo estaba? ¿Y si no era un buen papá? Y se pregunto si realmente Rylie si fuese a estar embarazada quisiera tenerlo ahora con todo lo sucedido y considerando que apenas cumplirían diescisiete en un par de meses.
Cualquier pensamiento se vió en ese momento se vió interrumpido cuando
su chica salió del baño con la prueba en la mano y lo primero que hizó Carl fue recibirla con los brazos abiertos y Rylie no pudó evitar sollozar en su pecho.
—¿Qué sucedió?
—Felicidades, vas a ser papá —
musitó Rylie al oido del ojiazul en medio de sollozos entrecortados, haciendolo separarse de ella inesperadamente —. Ey, dí algo al menos.
—Bueno, yo... no me molesta convertirme en papá, de echo me
alegra mucho —respondió Carl con
una sonrisa enorme quitando un par
de mechones del rostro de su pareja
—. ¿Y tú? ¿Quieres tenerlo? No voy a obligarte a tenerlo si no lo quieres. Es
tu cuerpo, es tu decisión, amor.
—Yo... yo quiero tenerlo, solo que no se si sere buena madre para él o ella...
—Ey, no estás sola en esto. Vámos a aprender a ser papás, ¿okey?
La rubia asintió recibiendo un fugaz beso en su mejilla de su esposo.
—Pues felicidades, futuros papás —comento Siddiq acercandose a ellos con una sonrisa pasandole a la rubia una bolsa de plástico —. Dentro hay varios frascos con vitaminas prenatales y demás. Duerme bien, come saludable y si hay sangrado o algún dolor vienes. Para revisar el crecimiento del bebé necesito que vengan seguido.
La chica asintió y tomó la bolsa con medicamentos antes de salir de la enfermeria. Ahora estando en Hilltop podría ir a visitar a su hermano y darle la noticia de que iba a ser tío en eso estaba pensando cuando de repente a lo lejos escuchó un grito llamandole.
Dios, ¿qué hice para merecer este castigo?
—Oigan, no sabía que estaban de visita por aquí —comentó Rowan saludando a su cuñado y después abrazando a su hermana con euforia —. Me alegra que hayan venido, ¿y los demás?
—En Alexandria.
—Así que vinieron los dos, ¿quieren ir
a casa? Podemos ir y charlar un rato —propusó el rubio sonriente señalando su casa a unos metros, pero no tardó en deducir que algo andaba mal —. Se ven algo... ¿extraños? ¿Todo bien, Ry? ¿Y qué esa esa bolsa con medicinas? ¿Acaso te enfermaste de algo, Giselle?
Rylie no podía desear tanto en su vida desaparecer como en ese momento y de lo nerviosa que estaba apretó un poco más fuerte la mano de Carl a su lado.
Antes de que pudiese reaccionar, el rubio le quitó la bolsa y examinó los medicamentos notando algo extraño en varios de los frascos.
—Estas son vitaminas prenatales —musitó Rowan enseñandoles el bote algo sorprendido y se dirigió a su hermana —. Rylie Everson, ¿estás embarazada?
—¿Sorpresa?
—Escucha, Grimes. No pienso reclamarte nada, pero espero que te hagas responsable de tus acciones —comenzó a decir Rowan al ojiazul con un tono más serio y rudo que de costumbre —. Quiero que cuides de ese bebé y de mi hermana. Y tú Rylie, ya no eres una niñita y me lo dejaste claro. Me alegra saber que sere tío, pero deben saber que cuidar de un bebé no es un juego.
—Rowan, nosotros no planeamos a
este bebé solo pasó y nos sorprendió a los dos —respondió Carl dando un paso al frente tratando de sonar más adulto —. No somos niños así que vamos a hacernos responsables de ese bebé y tienes mi promesa de que Ry y el bebé van a estar a salvo conmigo.
—Me alegra oirlo, Carl. Ahora, vayamos a mi casa. Enid estará encantada de verlos.
Carl tomó la mano de su pareja y
ambos siguieron al rubio a la casa rodante. Ahora al menos Rowan sabía sobre el bebé, faltaban los abuelos.
——— ✮✧☾✧✮ ———
Cuatro meses después.
—¡Felices diescisiete años, vaquero!
Carl se removió inquieto en la cama al sentir que alguien se subía a la cama y lo abrazaba. No tardó en girarse tratando de acostumbrarse a la luz que entraba de la ventana cercana y notó a Judith subida encima de él dejando besitos.
—¡Besitos muchos!
—Oh, gracias Jude —respondió Carl soltando un bostezo mientras dejaba un besito en la mejilla de la niña.
—Como lo practicamos, mini Grimes.
—Cumple feliz, cumple feliz a ti —canturreó Judith abrazando a Carl para después girarse a la rubia a su lado con una sonrisa —. ¿Está bien, mami?
—Perfecto, mi niña —exclamó Rylie sentandose a un lado de ellos para luego besar al ojiazul fugazmente con euforia —. Feliz cumpleaños al futuro papá.
Carl sonrió al ver a su chica junto a
él. Vestía un vestido holgado de flores
y sandalias, meses atrás sería extraño verla vestir de aquel modo, pero ahora con ese vientre de cinco meses era de lo más normal ver a Rylie Grimes vestir con prendas holgadas y el cabello ya fuese suelto o semi recogido.
Aquella mañana de Abril el día estaba perfecto para salir y Rylie ya tenía todo un itinerario para aquel día tan especial.
—Andando que tenemos muchas cosas por hacer.
—Todo menos volver a los cultivos por favor —pidió Carl con una sonrisa boba tirandose de vuelta a la cama —. Ya me canse de matar a esas plagas una y otra vez.
—Bueno, ellas solo quieren vivir.
—¡De mi cosecha, infelices!
Rápidamente Rylie le tapó los oídos a Judith y miró a su esposo con molestia, cosa que lo hizó soltar una risilla.
—Sí, ya sé. No groserias frente a
Jude —comentó Carl imitando el tono
de su pareja mientras se levantaba para ir a cambiarse al baño —. Dame unos minutos y seré todo tuyo todo el día, ¿si?
Rylie soltó un chiquillo emocionada y con ayuda de Judith empacó una manta y varias cosas que necesitaría en una cesta de picnic. Rick y Michonne habían salido a Hilltop para pedir un par de planos que necesitaban así que por ese día la jóven pareja estaba a cargo, pero al no haber amenazas les esperaba un día relativamente tranquilo que Rylie iba a aprovechar al máximo.
Carl bajó bañado y cambiado a la sala donde lo esperaban. Llevaba una camisa de cuadros azul y gris además de un pantalón del mismo color, una camisa debajo, su sombrero de sheriff y una nueva venda cubría su ojo.
—Precioso mi hombre —musitó Rylie acercandose para besar una de sus mejillas antes de tomar su mano para que la siguiera —. Vámos, tenemos todo un día para disfrutar a lo grande.
—¡Sí, fiesta! —exclamó Judith con emoción dando vueltas para que su vestido de flores se esponjara.
Finalmente llegaron al lago de Alexandria y Rylie extendió un manta de cuadros para que se sentaran en ella. La rubia había traido también comida y bocadillos, estos últimos se terminaron apenas Carl y Judith los tocaron.
Después comieron los sandwiches que Rylie empacó para ellos.
—Iugh, ¿es otro de tus antojos
raros? —cuestionó Carl al ver a su
novia untarle mostaza al sandwich y agregar pepinillos —. Eso si se ve vomitivo, amor.
—No me estes juzgando —pidió Rylie con firmeza dandole una mordida con ansias a su sandwich —. Deberías de cumplir con mis antojos sino nuestro bebé va a salir con cara de pepinillo.
—Nuestro bebé no va a tener cara de pepinillo, Rylie.
—Pero podría así que hazle caso a
tu muy amada esposa embarazada —comentó la rubia encogiendose de hombros para darle otra mordida a
su sandwich —. ¿Recuerdas la otra vez que fuí a Hilltop sola?
Carl asintió.
Aquella vez Carl no había podido asistir porque había salido con Rick a una excursión así que Michonne tuvó que ir con la chica a las revisiones del bebé.
—Pues esto es para ti —informó Rylie sacando de la cesta una fotografia del bebé que le pasó al instante.
Carl observó la fotografía de la ecografía y se podía apreciar perfectamente a su hijo echo un ovillo dentro de Rylie. Todo parecía ir bien hasta que notó algo más había unos corazoncitos azules en esta misma y un pequeño mensaje.
"Se que amas el futbol papi, ¿puedo ser tu compañero de juegos?"
Atte: Charlie Grimes Everson.
Carl no tardó en comprender a que se refería con ese compañero y sonriendo se acercó para abrazarla con euforia.
—¡Tendré mi propio amigo, seré papá de un niño! —exclamó Carl meciendo con emoción a su esposa entre sus brazos antes de besar sus labios con amor —. Oh, gracias amor por esto. Te amo, Ry.
—Ahora sabemos que los genes
Grimes son buenísimos, eh —soltó Rylie con diversión acariciando suavemente su vientre y sonriendole a su pareja —. ¿Te gusta su nombre? Se que estuvimos hace semanas hablando de los posibles nombres, pero ninguno me gusto y este tiene una combinación de los nuestros.
—Charlie es perfecto, cielo.
Estuvieron un buen rato sentados debajo de un árbol disfrutando del sol y la suave brisa del lago frente a ellos.
Carl estaba recargado cerca del tronco del árbol mientras Rylie permanecía recostada en su regazo, ambos viendo
a Judith jugar con un caracol en una ramita buscandole un lugar cómodo para que pudiera vivir seguro.
Esa niña era un ángel.
Rylie sonrió al verla antes de soltar
un suave quejido que hizó al ojiazul incorporarse un poco al oírla. La chica se quedó pasmada por un segundo y Carl parecía confundido y preocupado.
—¿Estás bien? ¿Algo anda mal con el bebé?
—No, él solo... ahí está —musitó Rylie
en voz baja tomando la mano de Carl llevandola a su vientre —. ¿Lo sientes? ¿Sientes a nuestro hijo patear?
—Diablos, alguien quiere salir a correr —soltó Carl acompañado de una risilla divertida sin apartar su mano —. ¿Es eso, Charlie? ¿Quieres salir a jugar con papá?
Y como si el bebé entendiera las palabras de Carl respondió con un suave golpecito sacandole una sonrisa al muchacho, quien no podía estar más maravillado ese día.
—¡Mami, mira mi...
La menor se interrumpió a si misma cuando vió a su hermano mayor acariciando el vientre enorme de la rubia y se acercó a ellos confusa.
Carl le sonrió y con sutileza tomó su mini manita para ponerla en el sitio dónde estaba el bebé y aunque en un principio Judith miraba confusa a los jovenes al sentir ese algo moverse bajó su mano abrió la boca con sorpresa.
—¡Uy, se movió!
—El bebé se movió —explicó Carl con una sonrisita pegando su oido al vientre de su pareja y Judith no tardó en imitar su gesto —. El bebé quiere oirte, Jude. ¿Puedes saludar al bebé?
—Bebé, hola —exclamó Judith mirando a la pareja asombrada por los extraños movimientos —. ¡Bebé, te amo!
Rylie solamente sonrió enternecida
por la forma tan bonita en que Judith hablaba a su futuro sobrino y tomó la ramita del caracol. La menor no tardó en explicarles que era su caracol y que el bebé tenía que ver al señor Caracol.
——— ✮✧☾✧✮ ———
Cuatro meses después.
Fue exactamente en la medianoche cuando Rylie se despertó por un fuerte dolor en la parte baja del abdomen y la espalda acompañado de una horrenda presión en la pelvis.
Carl se despertó asustado al oír los quejidos de la rubia y sabiendo que era el momento de que su hijo naciera se levantó como rayo a buscar todo para ir a Hilltop.
En medio de la medianoche los Grimes junto a Michonne se dirigían a Hilltop en automóvil. Rylie iba en la parte trasera del auto acompañada de su pareja y por desgracia las dichosas contracciones ya habían comenzado aunque eran cada cinco minutos y más fuertes.
La chica hacía lo que podía, pero el
dolor ya la estaba rebasando y eso que
el bebé aún ni nacía del todo.
Alrededor de la una de la madrugada llegaron a Hilltop alarmando a varios de los guardias y a Maggie, quien no tenía idea de que vendrían, pero al notar el estado de la rubia los hizó entrar.
Siddiq se hizó cargo de la jóven en la enfermeria y después de unos pequeños chequeos supó que el bebé estaba ya acomodandose para nacer.
Todos salieron del lugar dejando al médico con la futura mamá dentro y un par de personas para ayudar como enfermeros en caso de ser necesaria más ayuda por si algo se salía de control.
Carl permanecía fuera del lugar visiblemente asustado al oír los gritos
y quejidos de su esposa. No estaba solo esa vez, su familia lo acompañaba al igual que Rowan y varios de sus compañeros del grupo. Judith estaba en la casa rodante de Rowan con Enid probablemente dormidita pues a la pobre niña la despertaron bastante temprano a decir verdad.
Las horas pasaron y con cada minuto que pasaba parecía que en pocas horas amanecería. Nadie había dormida esa noche, todos permanecían a la espera del nacimiento del nuevo integrante de la familia Grimes-Everson. Carl hacía su mayor esfuerzo por no tirar la puerta pues escuchar a su chica gritar de dolor lo estaba enloqueciendo por dentro.
Rowan notaba la desesperación del muchacho con solo ver sus gestos y con cautela se acercó a abrazarlo.
—Calma, sheriff. Todo va a salir bien —susurró Rowan separandose un poco del ojiazul tratando de tranquilizarlo —. Ry es una chica fuerte y se que lo logrará y tú solo relajate, tu bebé está por nacer...
El castaño asintió con un intento de sonrisa e intento tranquilizarse a si mismo tal como sugirió Rowan.
Charlie está bien, mi Rylie también lo está y yo...
Un grito más, solo que este sonó mas fuerte y duró más.
Siddiq abrió la puerta y buscó desesperado con la mirada al futuro papá.
—Necesito que estes presente sino Rylie va a matarte, amigo.
Carl le dió una última mirada al
resto antes de adentrarse a la pequeña enfermeria. Lo primero que vió fue a su chica recostada en una camilla con las piernas abiertas y apretando fuerte los lados de la cama mientras soltaba un grito al sentir una nueva contracción.
Rápidamente el chico se acercó y la recibió con un beso en su sudorosa frente notando su cansancio.
—Se que es una pregunta estúpida, pero, ¿cómo te encuentras, cielo?
—¡Maldita sea, este bebé quiere matarme! —exclamó Rylie tomando
la mano de Carl con fuerza mientras soltaba otro grito adolorida —. ¡Ya, por favor sal de una vez, Charlie! ¡Carl, te odio! ¡Es por tu culpa que estoy aquí!
—¿Mi culpa? Pero...
—Sino lo hubiesemos echo probablemente no estaría aquí ahora sufriendo.
—Amor, creo que no es un buen...
—¡Eres tan tierno, amoroso y te amo, pero calláte y dejame reclamar a mis anchas! —gritó Rylie incorporandose
un poco al sentir otra contracción que
la hizó soltar un quejido —. ¡Carajo, si vas a salir de una vez hazlo ya mi vida porque estás haciendo sufrir a mami más de la cuenta! ¡Ay, otra más!
—Calma, estás suficientemente
dilatada y creo que veo su cabeza —explicó Siddiq con calma, pero solo obtuvó una mueca de horror de ella.
¡Por todos los santos un bebé va a salir de mi! Gritó asustada para sus adentros.
—Necesito que pujes para poder sacarlo del todo —pidió Siddiq tomando un par de toallas cercanas antes de volver a su lugar —. A la cuenta de tres. Uno, dos, tres...
Rylie se tomó un respiró y reafirmó
el agarre en la mano de Carl antes de soltar un grito y pujar con fuerza. En ese momento sintió que su garganta dolía y que ya no podía continuar.
—¿Por qué los bebés no los puede traer la maldita cigüeña? —exclamó Rylie en un grito respirando con rápidez —. ¡Ah!
—Un poco más, ya casi...
—Tú puedes cielo, se que puedes —musitó Carl dejando un beso en su coronilla mientras sentía su mano ser presionada con fuerza —. Solo tienes que hacer un último esfuerzo.
La chica dió un último grito que la dejó exhausta y adolorida por tanto gritar. En medio de su agonía escuchó un fuerte llanto que la hizó sonreir y agotada buscó a su hijo con la mirada.
Fue así como alrededor de las cinco o seis de la mañana nació Charlie Grimes Everson. Un bebé sano, fuerte y llorón que parecía querer explorar de lo rojo que de veía. Era tán bonito y pequeño con su cabellito castaño oscuro y dos preciosos ojos azulados.
Siddiq estaba limpiando el récien nacido y envolviendolo en varias mantas antes de acercarse y darle el bebé a su madre.
—Felicidades a ambos —comentó Siddiq con una sonrisa sincera antes de señalar la puerta —. Disfruten de su momento a solas con el bebé. Les diré al resto que pueden pasar en un rato más.
Carl asintió antes de volver su
atención al pequeño llorón que no dejaba de hacer muecas y removerse inquieto en el pecho de su madre.
—Ey, no llores mi pequeño Charlie —pidió Rylie débilmemte acariciando suavemente esa espesa mata de cabello oscuro —. Aunque me diste dolor, creeme que eres una cosita preciosa y me siento feliz de ser tu mamá.
El bebé pareció calmarse un poco al sentir el suave toque de la chica y abrió suavemente sus ojitos llenos de lagrimas acostumbrandose a la luz y mirando a su mamá después a su papá.
Carl no podía sentirse más dichoso y contento. Esa personita que no dejaba de patear cada que él le hablaba ahora estaba en los brazos de Rylie mirandolo curioso. El chico no pudó evitar reir por lo bajo al ver lo rojo que estaba.
—¿Quieres cargarlo?
—¿No se me caerá?
—Carl, cuidaste de tu hermanita —comenzó a decir Rylie sonriendole con débilidad —. Tienes experiencia con los bebés. Vámos, cargalo.
Carl dudoso asintió y tomó al bebé envuelto en la mantita. Reafirmó su agarré en el bebé y sonrió al ver lo pequeñito y frágil que era su hijo.
—Nueve meses sufrí para que se pareciera a ti, genial —soltó Rylie dejandose caer a la camilla cansada soltando un bostezo en el proceso
—. Definitivamente necesito dormir.
—Pareces un tomate, Charlie —
susurró Carl mirando fijamente al pequeñín en sus brazos mientras sostenía suavemente una de sus manitas —. Mami necesita descansar, ¿puedes ser un buen niño por mamá? Ella te lo agradecería.
Minutos después Rylie alimentó al récien nacido y poco después entraron varias personas que querían conocer al nuevo Grimes. Rick estaba maravillado con su nieto y Rowan exigía que quería ser el padrino. Estuvieron un rato con el bebé hasta que Rylie les pidió a todos de la manera más atenta –algunos gritos– qué la dejaran descansar.
Claramente Carl como buen esposo y papá se quedó con Rylie cuidando del bebé e intentando dormirlo. Ya estaba alimentado, limpio y solo tenía que dormirlo. Parecía una tarea fácil, pero no lo era.
El pequeño Charlie miraba el lugar a su alrededor en silencio con sus ojitos y por más que Carl lo mecía una y otra vez cada que creía que lo había conseguido Charlie abría sus ojos como diciendo: No te desharás tan fácil de mi, papá.
Pasados unos minutos logró dormirlo esta vez definitivamente y se dedicó a admirar a su hijo. Era pequeñito, tan precioso con sus pestañas largas y espesas y esos mini labios que ahora hacían un pequeño puchero al dormir.
Tan perfecto y tan nuestro.
—Descuida Charlie, papá va a protegerte de este mundo aunque deba dar mi vida si es necesario —musitó Carl dejando un casto besito en su frente fruncida y algo rojiza —. Descansa, cielo. Papá te ama.
HOLAA a todxs, volví muajaja.
Bueno, aprovechando el día antes de volver a la prepa. Ayer estaba como loca avanzando a este extra y es que cuando algo me gusta no paro <3
Ojo, yo dije que se venían cositas, pero no especifique que cositas 🤰 Anyways, espero aún así les guste el fic. Me pareció muy lindo todo y pues Carl era escencial para estas escenas. Imaginense un hijo sin papá *llora en Hershel Jr* Okno, si se preguntan en que momento sucedio pues fue luego de que casi mordieran a Carl. No nos funcionó el escudo :^
Todo esto sucedió durante el
trayecto del salto del tiempo de 1 año y medio antes de comenzar la temporada 9. Resumiendo Rylie tuvó a Charlie a los 17 y en el primer cap q se nos viene la veremos con 18 añitos y a Rowan con aprox unos 21 añitos.
Dato curioso antes de irme. Inicialmente Rylie iba a tener gemelos varones, pero descarte la idea pq era medio riesgoso e implicaba cesarea y pues no hay tecnologia funcional para eso. Anyways, amenme y no me funen. Ustedes solo gozen de esta etapa de mis niños (q ya crecieron mucho) y voten y comenten. Lxs tqm <3
Este capítulo va dedicado con mucho amor a por no perderse de los caps appleetree89, Danza_12, -ronluvrr, wyatts__, sweetneerr, Sofii_21212 y _jvliet4__. Gracias por el apoyo, alch faltan más pero x, si quieren dedicatoria en el proximo cap solo diganme <3
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