━Capítulo Uno

𝚃𝙷𝙴 𝙶𝚁𝙴𝙰𝚃 𝚆𝙰𝚁

- ̗̀﹟𝟎𝟏. 𖥸 𓂅 𝓒𝗁𝖺𝗉𝗍𝗁𝖾𝗋 𝓞𝗇𝖾  ! ও . .  .   ̖́-
N i n t h  A c t

𓂃 ❀˖°◝ ❛ ⧣ nuevo comienzo


HABÍA PASADO UN AÑO Y MEDIO DESDE LA BATALLA CONTRA LOS SALVADORES y tal como se decidió por la mayoría el perdón llegó a todos. Las comunidades estaban ahora más unidas que nunca y entre todas habían logrado estabilidad y nuevos progresos. Incluso El Santuario se había transformado en una comunidad supervisada por Daryl.

Aquella mañana Rylie se había despertado temprano a preparar el desayuno como todas las mañanas, aunque usualmente se turnaban día
con día para hacerlo.

Ahora que Rylie y Carl habían comenzado una familia, la pareja vivía en una casa a lado de Rick y Michonne porque Rick insistía que quería ir a ver a Charlie o que lo trajeran a verlo seguido. Sí, ese niño tenía cautivados a todos y no era raro que lo consintieran de más.

Carl no tardó en despertarse pues
había trabajo por hacer como siempre y después de arreglarse y encargarse de Charlie bajó a la cocina con el niño de siete meses en brazos que apenas vió a su mamá alzó los brazos hacia ella.

—Mamá está cocinando, pequeño demonio —anunció Carl estrujando
una de las mejillas de su hijo mientras tomaba una manzana del cesto —. Agradecería si te quedarás quieto.

Charlie simplemente siguió removiendose inquieto en los brazos
de Carl así que la rubia dejó por la paz
el desayuno y fue por su hijo.

A sus diesciocho años Rylie estaba comenzando a convertirse no solo en ama de casa sino en madre también y aunque era relativamente jóven para ello se sentía dichosa. En un mundo lleno de peligros constantes la idea de formar su propia familia y construir un futuro no sonaba mal para ella pues no sabía en que momento se iría.

—Aw, mi bebito —musitó Rylie dejando besitos por todo el rostro del menor que rió divertido —. ¿Papá te cambio, eh?

—Y uno bien apestoso por cierto —comentó Carl por lo bajo yendo a tirar lo que quedaba de la manzana —. Aquí mi amigo es experto en darle sorpresitas a papá por las mañanas.

—Anda, voltea esos waffles antes de
que se quemen esposo mío —pidió Rylie señalando la wafflera y su pareja se alejó, mientras ella se dirigió a su hijo —.  Charlie, ¿en serio sorprendes a papá con un premio por las mañanas? Que niño tan malo. Es mentira, eres adorable.

—En teoría Charlie es un mini yo y por ende yo también sería adorable.

—Oh, cierto. Son adorables —
respondió la rubia dejando un beso en la mejilla del bebé en sus brazos —. Dos Grimes para mi solita. Mis hombres.

El desayuno no fue como Rylie esperaba en un principio o al menos una parte. Lo horrible venía cuando trataban de hacer comer a Charlie algo que no fuese leche de la formula. Siddiq les recomendó que trataran de darle papilla o algo suave y la chica recordando la experiencia con Judith terminó hirviendo verduras para hacerla papilla y darselas a su hijo.

Lastimosamente la mesa terminó
siendo un campo de batalla entre Carl
y Charlie, en la que terminó ganando Charlie y Rylie hizó de todo a su alcanze para hacer comer al bebé la papilla.

Finalmente entre risas logró que
Charlie se terminará de poquito a poquito la papilla en su plato sin tener que derramar lágrimas en el proceso.

—Y así es como domas a este torbellino de siete meses —comentó Rylie a su pareja con orgullo mientras limpiaba con una servilleta la boca del bebé —. ¿Ves que no es díficil de tratar con él?

—Es porque a ti Charlie te ama.

—Carl, eres su papá obviamente te ama también solo es cuestión de tener mucha paciencia —respondió ella yendo por un trapo para comenzar a limpiar la mesa y llevar los trastes al fregadero —. Carl, te agradecería si me ayudas con los trastes mientras yo cambio a nuestro remolino. No va ni la hora y ya se ensucio todo.

Una vez terminaron de ordenar la
casa se pusieron en marcha a la casa enseguida de la suya dónde encontraron a una Judith de tres años y medio pintando en el porche de la casa con Michonne a su lado.

—¡Buen día a todo el mundo! —
exclamó Carl con alegria acercandose para abrazar a Michonne antes de revolver la cabellera de la menor.

Michonne no tardó en acercarse a abrazar a Rylie y también le hizó juegos a Charlie, quien solo se rió y apenado escondió el rostro en el pecho de la rubia. Michonne solo rió ante el gesto.

—¿Qué pintas, Jude?

—Esa es nuestra casa. Esa es mami, después Carl, Charlie, Mich, Ro, la tía Maggie, el Rey y nuestros amigos —respondió Judith señalando a cada persona en su dibujo con orgullo.

—¿Quién es el de la cara gruñona?

Los presentes se giraron para atrás al oír la voz de Rick, quien se acercaba a ellos con una sonrisa y después de saludar a Rylie y Carl tomó en brazos a su nieto.

—Tú eres el de la cara gruñona —contestó Judith viendo a su padre con una sonrisa inocente.

—¿Me dibujaste gruñón? —cuestionó Rick con incredulidad acercandose a ver el dibujo sosteniendo al bebé.

—También tiene cara feliz —comentó Michonne volviendo al dibujo.

—También voy a hacerle una barrigota.

Michonne soltó una carcajada genuina al mismo tiempo que Rylie y Charlie no tardó en esconder su carita en el pecho de Rick mientras reía al oír a las chicas.

—Esa es su barrigota —informó
Judith terminando de dibujar un
enorme círculo en el que se suponía
era Rick.

Definitivamente esa niña es un sol.













——— ✮✧☾✧✮ ———
































































































Rick junto a varios de sus compañeros de las diversas comunidades habían decidido salir con rumbo a Washington D.C en busca de suministros que podrían ser de ayuda para Los Salvadores y la mala calidad del suelo en el Santuario.

Rylie y Carl acompañaban al grupo aunque claramente habían dejado a Charlie y Judith al cuidado de varias chicas residentes de Alexandria, eso al menos hacía sentir a la rubia mucho más tranquila a la hora de partir.

Ahora estaban en un museo en busca
de alguna carreta o medio de transporte que pudiese servirles para transportar los suministros.

Rylie no dudó en cortarle la cabeza al caminante que salió apenas Rick abrió la puerta de dichoso sitio.

—Por ahora estamos bien, apliquen
el protocolo cuando entremos —musitó Michonne acercandose a los Grimes.

Rick abrió la puerta en su totalidad y todos se adentraron al museo viendo todo a su alrededor. Moviendose por entre los pasillos notaron las pinturas y demás como esculturas.

Rylie recordaba que la última vez
que visitó un museo fue con su padre biológico, Vincent Everson y fue porque él estaba haciendo un proyecto que iba enfocado a mitología romana apesar de que daba Lengua amaba la Filosofía.

En algún punto se su trayecto por el museo encontraron a un caminante que rápidamente Rowan clavó una flecha.
Sí, después de tiempo sin usar su arco el Rowan arquero volvía o como decía Daryl el pequeño arquero.

—Tienen sus listas, vuelvan acá cuando terminen —ordenó Rick observando el lugar antes de girarse a sus compañeros —. Oigan, cuidense.

La menor de los Everson dió un asentimiento antes de abrazar a su esposo y recibir un beso en la frente
del jovén del sombrero.

—Te quiero sana y salva —comentó Carl apartandose un poco de ella acariciando por lo bajo la palma de sus manos —. Un pequeño angelito nos espera en casa, eh.

—No te preocupes, va conmigo —respondió Rowan apareciendo detrás
de ellos dandole unas palmaditas a su cuñado —. Relajate un poco, vaquero.

Eso pareció tranquilizar al chico y fue así como cada uno tomó una sección diferente.

—¿Y cómo va todo en casa?

—Pues bien, bastante bien diría yo —respondió Rylie con una sonrisa sincera sin detener su andar —. Vámos bien como un matrimonio. Tu sobrino no deja de crecer y Judith támpoco, saber que en cualquier momento dara el estirón y ya no será mi bebito me pone triste.

—Aw, mamá Rylie tenías que ser —se burló Rowan haciendo una seña como queriendo llorar antes de abrazarla —. Me alegra que consiguieras un esposo y padre genial como lo es mi medio limón, Carlitos. Ya era hora de que las cosas mejoran para nosotros.

—¿Y mi Gracie? ¿Cómo está?

—Creciendo, hace poco cumplió dos añitos —relató Rowan perdiendose en sus pensamientos mientras una sonrisa orgullosa se dibujaba en su rostro —. Vagamente dice algunas palabras y para mi desgracia su primera palabra fue mamá. Así que Enid ganó la apuesta. No cabe duda que nos tiene embobados y a todos en Hilltop.

Rylie sonrió fascinada. No cabía duda que Rowan estaba estaba criando a la niña como lo haría un verdadero papá.

Minutos después empezaron a
avanzar entrando a un enorme
salón con escaleras y remataron
a algunos caminantes atrapados
entre los escombros.

—Va a funcionar —musitó Maggie con esperanza mirando maravillada el lugar en el que estaban.

Carol asintió ante sus palabras y Michonne apenas iba a dar un paso al frente cuando vió un cristal por piso.
Lo que la asustó fueron los cientos de caminantes bajo este. Sin pensarlo tanto, Maggie fue la primera en avanzar.

Rápidamente Rylie junto a Rowan y el resto también se movilizaron aunque la rubia hacía un tremendo esfuerzo por no vee hacia abajo y preocuparse.

Finalmente consiguieron llegar algunos del grupo a las escaleras y en eso un grito detrás los hizó detenerse.

—¡Cuidado!

Apenas Cyndie gritó un caminante cayó justo en el vidrio por el que pasaban los demás desde el techo clavandose en una estaca. El grupo se apresuró a correr.

Rowan no lo pensó mucho y disparó justo al cráneo del caminante acabando con este para tranquilizar al grupo.

—Sigamos —ordenó Ezequiel haciendoles una seña para subir las escaleras —. Veremos que hacer.

Minutos más tarde los hermanos Everson se encontraban inspeccionando una sección del lugar en busca de algo que pudiese servir para cargar cosas.

—¿Recuerdas cuando papá solía llevarnos al museo mientras él hacía ensayos y demás?

Rylie se giró a su hermano y notó fugazmente los ojos semi llorosos del mayor mientras acaricianba un poco una estatua como recordando algo.

—Sí, justo en eso pensé al entrar.

—¿Sabes? A veces pienso que estoy olvidando sus rostros, que los estoy olvidando como tal.

Habían pasado alrededor de seis o siete años desde la muerte de sus padres. Los Everson tenían 12 y 15 años de edad en ese entonces ahora tenían 18 y 21 años.

Y para ser sinceros, Rylie también olvidaba sus voces y su aspecto poco a poco. Lo único que recordaba de ellos eran recuerdos muy vagos, pero alegres.

—¿La extrañas? ¿A mamá? —soltó Rowan de repente sentandose sobre el borde de una fuente seca —. ¿Crees que quizás no hubiesemos sufrido tanto si ella hubiese tenido el valor para seguir? ¿El valor para vivir sin papá?

—Sí, tal vez las cosas hubiesen ido
mejor para nosotros, pero supongo
que así debía de pasar —respondió Rylie al mismo tiempo que se encogía de hombros tratando de calmarse —. Ro,
se lo que hiciste. Siempre lo supe y no te juzgo. Solo querías protegerme y te agradezco por convertirme en la mujer que soy ahora. Te debó todo.

Rowan asintió con una sonrisa pequeña tratando de mentalizarse que todo lo que hizó en el pasado había sido para mantenerla a salvo.

Más tarde ambos se separaron para seguir explorando y Rylie no tardó en encontrarse con las chicas: Maggie, Michonne y Carol que charlaban entre ellas.

—¿Así que llamó elecciones?

—La única gran idea que tuvó Gregory.

—¿Todavía le duelen los resultados?

—Está amigable —respondió Maggie a Carol sin detener su avanzar —. Es raro en realidad.

—Renació la democracia gracias a él —comentó Rylie con burla haciendo una mueca que las hizó reír a las mayores.

—Ja, ¿quién lo hubiera dicho?

—Mientras tanto yo vivó con un Rey —soltó Carol.

—Pero funciona, ¿no?

—Parece que a la gente le gusta, pero votar tiene su encanto.

—Ahí está —exclamó Maggie deteniendose justo enfrente de un artefacto que necesitan —. Nuestro herrero puede usarlo como modelo
para hacer más. Podemos enviar uno
al Santuario para arreglar las cosas.

—Que bueno que ganaste las elecciones —informó Michonne llegando hasta ellas con una sonrisa sincera.

—Que bueno que crecí en una granja.


















——— ✮✧☾✧✮ ———








—Bien, con cuidado. Último escalón.

Rylie sostenía con todas sus fuerzas las cuerdas, pero la verdad es que la carreta que intentaban bajar por las escaleras era demasiado grande y tremendamente pesada por eso se complicaba la misión.

Por un momento el peso se ladeó y Rick, quien estaba a un lado de la carreta tiró de la soga amarrada a la rueda con fuerza para que no se fuera de lleno.

—¡Con cuidado! —exclamó Rick nuevamente preocupado, dirigiendose a los que tiraban por enfrente —. Por ahora va bien.

Rylie asintió.

La peor parte comenzó cuando Rick empezó a moverse encima del vidrio en el que abajo estaban los caminantes.

—Vámos.

Con cuidado entre todos fueron
bajando la pesada carreta con ayuda de las sogas hasta que finalmente la cerreta estuvó sobre el vidrio aunque fue un trabajo algo difícil debido al peso de la misma y el proceso para hacerla girar
en dirección a la salida.

Y fue ahí cuando trataron de mover la carreta que el vidrio bajo sus pues empezó a crujir poco a poco, pero ellos tuvieron que moverse despacio al otro extremo transportando diversos objetos para arar la tierra y algunas canoas ignorando el hecho de que en cualquier momento el vidrio podría quebrarse.

—Sin movimientos bruscos —pidió Rick mientras se movía por el vidrio junto a Carl llevando una canoa —. Avancen muy lento.

Rylie sacó más cuerda por entre el muro para ayudarles con los objetos pesados.

—¡Ezekiel, cuidado!

El nombrado apenas estaba a nada de llegar del otro extremo junto a Carol cuando de repente el suelo bajo sus pies se rompió y el hombre cayó por este, afortunadamente estaba atado con una siga por la cintura.

—¡Ezekiel, resiste! —gritó Carol cerca del borde de la abertura.

Rápidamente varios del grupo entre ellos Carl, Rowan y Rick tomaron la soga de la que estaba atado Ezekiel y tiraron de la misma aunque los caminantes bajo solo complicaban las cosas.

Afortunadamente lograron sacarlo antes de que lo llegasen a morder y Carol no podía estar más aliviada.













——— ✮✧☾✧✮ ———














Al conseguir lo que necesitaban, el enorme grupo volvía de regreso a sus hogares. Algunos iban en carretas y otros montados a cabello.

Rylie era una de esas personas que
iban montadas sobre un caballo, solo que no iba sola sino con Carl y eso le trajó un deja vú sobre esa vez que ella junto a Rowan llegaron a Atlanta con Rick a caballo y el pobre terminó siendo devorado por los caminantes y ellos metidos en un tanque militar hasta que Glenn los rescató. Glenn...

Rowan se rehusaba a montarse en un caballo así que iba en la carreta junto a Maggie y su preciada esposa, Enid. En la vida lo harían amar a los caballos.

—Aw, esto sería una especie de paseo romántico en otra situación —soltó Rylie recargado su cabeza sobre la espalda de Carl, pues iba sostenida de él y detrás.

—Apuesto que a Charlie le gustaría montar a caballo.

—¿Te das cuenta que ahora si pareces un vaquero? Tienes el sombrero, el porte y el caballo solo faltan las botas vaqueras.

—Vaya, que observativa amor mío.

Siguieron andando hasta que se toparon con Rosita en el camino, la mujer los llevó hasta el puente que les permitía pasar a las comunidades.

Rylie no tardó en bajar del caballo con ayuda de Carl apenas llegaron al puente y era una completa locura.

—Dos rebaños se unieron a Silvia y ahora es más grande —anunció Rosita caminando cerca del puente caido y derrumbado —. Uno pasó por acá y los demás destruyeron el puente. Se llevaron el transmisor.

—¿Y la ruta A? ¿Ya está despejada?

—Sigue muy cerca del rebaño, podemos llegar a Alexandria por este lado y quedarnos hasta que pase —sugirió Michonne con calma.

—No, tardamos días en despejar la ruta A —comenzó a decir Maggie cortando a la mujer al instante antes de mirar a una pareja en especial —. Tengo que volver con Hershel y, Rowan y Enid con Gracie.

—Podemos tomar la D, todavía es temprano.

—Vigilen la ruta comercial por si
alguien quiere pasar —pidió Rick comenzando a movilizarse antes de empezar a planear —. Gabriel, pueden volver a Alexandria desde acá. Los demás iremos al Santuario o a Hilltop a pasar la noche y seguir desde ahí.

—Nosotros volveremos a Alexandria, papá —anunció Carl acercandose al mayor no sin antes darle una fugaz mirada a su esposa —. Sabes bien que no podemos dejar a Charlie solo.

—Ambos cuidense mucho por favor —respondió Rick con una sonrisa pequeña antes de abrazar a su hijo con fuerza seguido de la rubia —. Esten alerta.

Rylie asintió y se despidió de Michonne al igual que de su hermano y Enid y de algunos más para después ponerse en marcha rumbo a Alexandria. 



















——— ✮✧☾✧✮ ———






















El viaje se había visto interrumpido de repente a causa camino que en algún punto se hizó más lodoso, cosa que hacía que la carreta no pudiera avanzar.

—Rick, los caballos no pueden sacar el carro del fango —anunció Michonne.

—Maggie, necesitan descansar —
agregó uno de los chicos que venían con ellos refiriendose a los caballos.

—Podríamos dejar las proviciones y que vuelva un grupo en unos días —comentó Maggie a Rick.

—Es un riesgo —interrumpió Rowan acercandose a los adultos preocupado —. Vimos rebaños destruir lugares más grandes que este.

—Podemos reemplazar los caballos, dividirnos y llevarlos al campo para que descansen mientras vemos que hacemos con los remolques —propusó Rick tomando la rieda del animal en el que iba montado.

Minutos más tarde el grupo se encontraba tirando de unas cuerdas que ataron a una de las carretas que se atoró en el lodo e intentaron sacarla.

—Rick...

El mencionado se giró a Rowan, quien señalaba una pequeña manada de caminantes a saliendo del bosque a unos cuantos metros de dónde estaban ellos.

—Ya casi estamos —exclamó Ezekiel ánimando al grupo para que siguieran tirando con las sogas.

—¡Una vez más!

Todos tiraron con fuerza y está vez consiguieron sacar la carreta aunque los caminantes estaban cada vez más cerca.

—Daryl, Rowan, Michonne...

Los mencionados se pusieron manos a
la obra para acabar con los caminantes que se acercaran mientras el resto se encargaba de subir los materiales para cultivos a la carreta, pero los muertos se acercaron demasiado y en algún punto asustaron a los caballos y terminaron tumbando al suelos los artefactos.

—Debemos irnos —exclamó Rick dandose la vuelta para comenzar a alejarse del lugar —. ¡Dejen el carro!

—Espera, tengo que liberarla —anunció Ken sacando su cuchillo para así correr a la asustada yegua.

—¡Ken, espera!

El chico empezó a cortar las sogas que ataban al carro con la yegua cuando en eso un caminante se acercó a él y lo mordió en un brazos.

Rápidamente Rowan tomó la hacha
de Rick y le dió en el cráneo haciendolo caer, pero el daño ya estaba echo.

—Tranquilo, trata de respirar, Ken —pidió Siddiq con desesperación —. Te vámos a ayudar.

—Por favor, ayudenme...

—Sujétalo —anunció el médico a Rick, quien acató la ordén de inmediado —. Vámos, vas a estar bien.

—Encargate, alejaremos a los caminantes —informó Rick dejando
al chico en el suelo para ponerse de
pie y hacerle una seña a Rowan.

El rubio asintió y pronto entre varios lograron exterminar a los caminantes, pero al momento de volver con el resto se enteraron que el pobre chico estaba muerto.

Maggie entre lágrimas tomó su cuchillo y para evitar que se reanimará tomó la difícil decisión de evitar eso clavando su cuchillo en el cráneo del muchacho.

Rowan no pudó evitar centrarse en el rostro entristecido de su pareja. Al ser Enid una aprendiz de medicina veía constantemente a personas morir frente a sus ojos, pero sabía bien que dolía por igual aunque sucediera siempre.

















——— ✮✧☾✧✮ ———























Afortudamente los Grimes pudieron llegar a Alexandria antes de que anocheciera por completo, cosa que era un verdadero alivio. En el transcurso del viaje a su comunidad no habían tenido ningún problema más que un par de caminantes que rápidamente acabaron.

Apenas llegaron Rylie fue en busca
de su hijo porque podría estar poco sin tenerlo, pero lo sentiría una eternidad. Sí, Rowan no se equivocaba con eso de que cada vez parecía más una mamá de verdad aunque ya lo fuera.

Para sorpresa de ambos chicos, Charlie
y Judith jugaban tranquilamente con una pila de bloques de todos los colores cuando llegaron a la guarderia. Ser hijos por así decir del líder les daba ventajas y había chicas que se ofrecían de corazón a cuidar a los Grimes más pequeños.

Judith fue la primera en dejar sus bloques en el suelo para levantarse e ir a abrazar a Rylie de una pierna efusiva.

—¡Volviste, mamá!

—Claro que volvería, pequeñeja —respondió Rylie alzandola en brazos para besar sus mejillas rojizas.

Carl sonrió antes de acercarse a Charlie y cargarlo dejando besos por todo su rostro completamente alegre de volver a verlo.

—¿Cómo se portó Charlie, Jude?

—Él llora a veces —comentó Judith señalando al bebé en brazos de su hermano que mordía su puño —. Charlie también dibuja, mamá Ry. Hace arte como yo.

—Solo espero y no se haya comido los crayolas —susurró Carl mirando a su hijo curioso y provocando la risa de su pareja —. Suele pasar por eso digo.

—Gracias por cuidar de nuestros torbellinos, Anna —comentó Rylie con sinceridad acomodando el flequillo desordenado de la rubia menor —. Espero no hayan causado problemas.

La mujer asintió con una sonrisa indicando que no era molestia cuidar de los Grimes menores.

Fue así como la familia Grimes-Everson regresaron a su casa. Como no estaba Rick ni Michonne, Judith se quedaría en casa de su hermano mayor al cuidado de la jóven pareja y la niña estaba feliz por ello por lo visto.

Cuando oscureció por completo comenzó el desastre en la cocina, desastre que dejaba de ser divertido cuando había que limpiar todo al finalizar.

—Carl, esas verduras van a quemarse —anunció Rylie señalando a su esposo la olla en la estufa —, y te recuerdo que a nadie le gustan las verduras quemadas.

—Ya voy, mujer —exclamó Carl dejando en la mesa un vaso con agua para ir a menear las dichosas verduras.

Mientras tanto Rylie volvió su
atención a los dos niños que jugaban
en la alfombra. Judith coloreaba en unas hojas que Carl tenía por el lugar, esa se había vuelto la actividad favorita de la mini rubia. Por otro lado Charlie jugaba con un peluche o más bien dicho mordía y golpeaba al pobre oso contra el suelo y maltratando las hojas de Judith.

—Charlie, no le pegues —pidió Judith con paciencia quitandole el peluche con cuidado dejandolo a un lado —. ¿Pintas conmigo? Te presto crayolas, pero ya no seas un bebé agresivo.

Charlie simplemente parecía concentrado viendo a la niña con extrañeza, pero no pudó evitar tomar
la crayola que la menor le pasó e imitó las acciones de la Grimes menor.

—Jude, cuida que no se coma la
crayola —anunció Rylie sentada en
una silla de la cocina y la niña asintió con una sonrisa —. Aw, Judith cuida a Charlie de una manera tan bonita.

—Bueno, supongo que así ya no se siente tan sola —respondió Carl acercandose a ella para dejar un beso en su mejilla y centrar su atención en los niños.

Desde que Charlie nació Judith siempre había estado presente y era obvio que al ser familia y llevarse pocos años de edad la niña se hiciera tan cercana al bebé.

Uno pensaría que eran hermanos, pero realmente eran tía y sobrino.

—¿Crees que papá y Michonne ya estén en el Santuario?

—Sí, quizás ahora esten preparandose para pasar la noche como nosotros —informó Rylie sintiendo caricias en sus hombros por parte de su pareja —. No te preocupes por ellos, amor. Están bien, eso lo sé. Volverán pronto.

Carl asintió tratandose de convencerse a si mismo de que sus padres estaban bien junto al resto en el Santuario. Sentía una presión en el pecho tan horrible de solo pensar que podría perder a su padre en cualquier momento y por algún motivo sentía que ese momento podría llegar de repente y él ni estar enterado de ello.

No quería perder a su papá.

Más tarde, después de que todos cenaran –cena en la que Judith insistió que quería alimentar a Charlie con la papilla– los Grimes se prepararon para dormir esa noche.

La jóven pareja dejó a Judith en la habitación de lado que también era dónde solía dormir Charlie en su cuna, aunque hasta hace meses dormía por precaución con sus padres. Una vez los menores estuvieron profundamente dormidos pudieron volver a su cuarto sin más preocupaciones por ahora.

—Dios, este día fue cansadisímo —informó Rylie acercandose a la cama al mismo tiempo que se estiraba con algo de cansancio —. Solo espero y esas cosas ayuden a que los cultivos en el Santuario puedan ser mucho mejores ahora.

—Creeme que lo serán —respondió
Carl apareciendo detrás de ella para besar sus hombros con delicadeza
—. ¿Y qué cuenta mi cuñadito?

—Estaba emocionado porque Gracie
al parecer ya puede pronunciar mamá y hace poco cumplió dos añitos —relató la rubia con una sonrisa adorable tan solo de imaginarla —. Es increible como pasa el tiempo.

—Simplemente no podemos detenerlo.

Rylie asintió dandose la vuelta hacia
él, quedando aprisionada por él en el proceso. Pecho a pecho. Cara a cara. Y la rubia no podía evitar sonreir nerviosa ante tanta cercanía como siempre.

—¿Qué? ¿Tengo algo en la cara aparte de esa horrible venda?

—No, pero tienes algo por aquí —
musitó Rylie a su oído seductoramente comenzando a repartir besos por todo el rostro del ojiazul —. Ups, y más acá.

El castaño soltó una risilla al sentir los suaves labios de su chica en diversas áreas de su rostro y con ella nunca había tenido problemas de inseguridad y si los llegaba a tener Rylie le hacía ver lo mucho que valía para ella y el resto.

En pocos minutos ya estaban besandose como si fuesen dos desesperados ansiosos por el tacto del otro a la orilla de la cama con Rylie sobre las piernas del chico dejando más besos mientras sus manos lograron desabrochar un par de botones de su camisa verde.

—Sí, me vuelves un irracional —comenzó a decirle Carl separandose de ella con la respiración entrecortada sosteniendola de la cintura —, pero creo que será para otro día. No queremos darle un hermanito a Charlie tan pronto, ¿o si, esposa mía?

La rubia asintió con diversión para luego tomarlo de la mano e incitarlo a meterse entre las cobijas y abrazarse
el uno al otro. Después de todo se había vuelto un hábito para dormir.

—Carl...

—¿Si, amada esposa?

—Te amo, esposito.

—Yo más.
































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