━Capítulo Tres
❝ DEBEMOS SOBREVIVIR A
CUALQUIER COSTO ❞
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〘 ✰.༄☼︎ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟑☼︎༄.✰ 〙
–— caida —–
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ROWAN OBSERVABA DESDE EL MARCO DE LA VENTANA UN ENORME CONTENEDOR VOLTEADO justo enfrente del edificio dónde estaban quedandose porque sabía bien que hay abajo de uno de ellos estaba Glenn Rhee y quería ayudar, pero había demasiados caminantes como para hacer algo.
Razón número uno por la que no
usaba su arco: se quedaría sin flechas y razón nímero dos por la que no usaba
su pistola: atraería más caminantes.
Enid se había encerrado en una habitación del vacío departamento
pues no quería ver a Rowan ni que la obligara a volver a casa. Era el chico quien cada que podía le arrojaba botellas con agua que encontraba.
Esa mañana no fue la ecepción y al verlo de pie se emocionó.
—¡Ey, ese coreano! —exclamó Rowan con diversión al verlo para después lanzarle una botella de agua —. ¡Atrapa!
Sin embargo, Glenn estaba tan en su mundo viendolo con sorpresa que no pudó ni le importó atrapar la botella que apenas cayó al suelo se abrió.
—Diablos, tenías que atraparla.
—¡Rowan!
Rápidamente el coreano subió por las eacaleras luego de que el chico rubio le hiciera una seña para que lo siguiera y unos instantes después ya estaba dentro del oscuro lugar.
Ambos se abrazaron un momento y Rowan juraría que al separarse vió a Glenn querer llorar pues sus ojos se veían medio llorosos.
—¿Qué estás haciendo aquí?
—Pues vine siguiendo a Enid y...
—Aguarda, ¿ella también está aquí? —comentó Glenn buscando con la mirada preocupado a la chica entre los estantes —. Ro, ¿qué pasó en Alexandria? Oí disparos y la bocina...
—Nos atacaron y murió a mucha gente inocente.
—¿Atravesaron los muros?
—¿Quienes?
—Los caminantes, se liberaron de la cantera. Los teníamos, pero ese claxón sonando... ¿quienes eran?
—Eran personas, gente mala que mataba a diestra y siniestra —respondió Rowan en voz baja apretando los puños con frustración.
—Ustedes dos deberían irse, hacen mucho ruido —exclamó Enid por lo visto enojada desde algún lugar de la casa.
Pronto se escucharon unos pasos o algo parecido proviniente del techo.
—¿Maggie está bien? ¿Y tu hermana?
—Ellas están bien y Rylie quizás ahora me odia más de lo que ya lo hacía —respondió Rowan bajando la cabeza algo apenado antes de oír los ruidos en el techo —. ¿Enid?
Pronto el chico empezó a caminar por el edificio llamando a la castaña repetidas veces por su nombre, pero no respondía y asustado salió por la ventana al techo seguido por un preocupado Glenn.
—¡Enid, vuelve aquí!
Para cuando Rowan salió al techo vió a Enid bajar las escaleras de emergencia y salir corriendo en dirección al bosque.
El rubio no tuvó más opción que seguirla no sin antes atravesar una puerta y poner una tabla para poder bajar siendo aún seguido unos pasos más atrás por Glenn.
—Maldición, la volví a perder —soltó el chico con furia pateando una piedra del camino al no verla más.
—Tenemos que avanzar, Ro.
El mencionado asintió antes de darle una última mirada a la dirección en la que se fue Enid y ir con Glenn por otro lado.
¿Por qué tienes que ser tan malditamente interesante y extraña a la vez, Enid?
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—Las pistolas son mejores para
empezar —decía Rick a Ron antes de ejecutar una secuencia de movimientos con el arma —. Primero el cargador, la corredera y el seguro.
Sí, Ron había insististido a Rick que quería que le enseñará a defenderse por si llegaba a ser necesario algún día y por supuesto que Rick aceptó enseñarle.
Esa mañana Rick, Ron, Rylie y Carl se encontraban cerca de los muros en una sesión de entrenamiento para el rubio.
—Eso si que es fácil, ¿no?
Apenas escuchó Ron la voz de Carl se giró a verlo lentamente y quizás pensó que para él era fácil porque ya sabía a distra y siniestra como usar una pistola.
Carl le devolvió la mirada y Rylie se interpusó entre ellos para que dejaran de mirarse fijamente. Como si quisieran matarse él uno al otro de repente.
La chica no tardó en notar que el rubio traía una venda en el punte de la nariz y un moretón violaceo en una mejilla.
—Cargador vacío, camara vacía, ¿lo
ves? —anunció Rick siguiendo con su explicación enseñandole un poco el arma sin munición.
—Sí.
—Hay alguien frente a ti, está armado —comenzó a decirle el hombre al chico señalando el muro como representación.
—Tendrás miedo, ya lo verás —
explicó Carl llamando la atención del rubio por un instante.
—Sin embargo, es normal —
interrumpió Rylie con amabilidad posando su mano en el hombro del rubio —. Lo importante es defenderse
a toda costa.
—Tu cuerpo se tensara, no tendras tiempo de pensar solo querras apretar el gatillo cuando esten frente a ti —explicó Rick con calma alzando el arma para hacer una mejor explicación —, pero fallarás y morirás. La tienes que levantar.
—Debes ser fuerte y esperar el
momento —comentó Rylie nuevamente intentando darle ánimos al chico.
—Quisiera... —musitó Ron después de unos segundos haciendole una seña a Rick para que le pasará el arma.
Rápidamente Rick le pasó la pistola y Ron se pusó en posición con el arma en alto apuntando a los muros.
—No —musitó Rick retirando el dedo que tenía cerca del gatillo —. El dedo no toca el gatillo hasta que estes listo.
El rubio asintió ahora si buscando dar un buen ángulo y poco después presionó el gatillo que por obvias razones el arma no estaba cargada.
—Lleva esa contigo, acostúmbrate a tener un arma encima.
—¿Puedo usarla? Para matar caminantes.
—No, por el momento no. Los muros
son fuertes y los caminantes están esparcidos, pero no quiero concentrarlos en un mismo lugar.
—Pero, ¿qué pasa si practico dentro en el centro? —propusó Ron al mayor con insistencia buscando alternativas —. El sonido irá en todas direcciones o quizás podría usar un silenciador.
Rick pareció pensarlo por unos segundos, pero ese momento de silencio hizó a Ron cambiar de parecer.
—Aunque no deberíamos desperdiciar balas ahora, ¿no?
Rápudamente Rick empezó a recoger el arsenal con armas y demás que llevaba consigo.
—Solo quería aprender.
—Lo harás —musitó Carl mientras pasaba uno de sus brazos por los hombros de su novia.
Ron lo miró con recelo, pero al posar
su mirada en cierta rubia no pudó evitar sonreirle amigablemente cosa que de algún modo molestó al castaño.
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Rowan observaba con cuidado por dónde iba. Se le adelantó un poco a Glenn, pero ahora al menos sabía en dónde estaba escondida cierta chica.
No tarda en alcanzarme Glenn,
pensó Rowan seguro de si mismo mientras entraba por la puerta trasera de la cafetería dónde estaba Enid.
Entró al local con pasos cautelosos pues la chica estaba viendo por una rendija de la puerta principal y no quería que se asustará con su presencia, pero una vez estuvó más cerca le cubrió la boca con su mano por detrás y la jaló hacia él de modo que la apartó de la puerta.
Enid como pudó lo alejó de ella con un empujón algo brusco.
—Hay formas más bonitas de agradecer, ¿sabes?
—Te agradezco una mierda —exclamó Enid de mala gana mirandolo a los ojos enojada —. ¿Por qué aún me sigues? ¿No te quedó claro? Vete y dejame sola. Tú amigo Glenn te necesita.
—Quiero llevarte a casa así que no
me iré hasta que vengas conmigo —respondió Rowan acercandose a la puerta para cerrarla bien antes de acercarse nuevamente a ella.
—No, no me iré —soltó ella de forma tosca sorprendiendo al rubio —. ¿Crees que solo dejo seguirme siempre ya eres mi amigo? Pues estás equivocado. No soy tu amiga, ni tu novia y mucho menos tu hermana para que quieras cuidarme. La dejaste sola solo por venir conmigo.
—Rylie sabe como defenderse, no siempre me necesita para cuidarse.
—¿Y crees que yo si?
Rowan hizó un gesto gracioso que Enid interpretó como un si.
—Eres un idiota sin remedio igual que todos.
—Escucha, estoy intentando ayudarte con un demonio —respondió Rowan con un tono algo más alto dando un paso al frente —. Se que eres fuerte, pero se que también necesitas mi ayuda así que por favor solo ven conmigo y volvamos. Que estemos afuera de los muros ya es tener muchos problemas.
Enid sonrió con burla haciendo un gesto claramente de molestia hacia el chico.
—Sorpresa, me da igual —musitó Enid burlona mientras hacia un gesto de sorpresa con las manos —. No quiero tu ayuda, ni la de nadie así que vete a la mierda de una vez por todas.
Rowan la tomó de la mano con firmeza impidiendole avanzar y con un rápido movimiento la atrajó a él como si fuera tan liviana.
Enid pudó haberse molestado, pero en ese momento sentía su corazón querer salirse de su caja toracica y quizás el echo de que estuvieran pecho con pecho tenía algo que ver con ello. Por primera vez sintió temor de un chico, mucho.
Rowan la asustaba, más de lo que debería. Era tan protector con los que quería y con ella también. Siempre estaba buscando la manera de cuidarla apesar de que ella supiera hacerlo y ahora ahí estaba frente a ella como si nada fastidiandola con su estúpida voz como si fuese uno de los adultos.
Cada vez que eataba cerca de ella sentía su estómago revolverse de los nervios y una sensación extraña se apoderaba de su cuerpo paralizandola en el proceso.
—¿Decías algo de que me fuera a donde?
Enid alzó la mirada un poco sintiendo un nudo en su estomágo y un creciente calor en su rostro que quizás Rowan ya había notado pues sonreía triunfante.
Y cuando menos lo esperaba, el rubio
ya se había inclinado brevemente para rozar sus labios contra los de ella por puro impulso. Al separarse Enid estaba bastante sonrojada y de un movimiento brusco lo apartó de ella mientras que le apuntaba con una pistola.
—Dame el arma, Enid. Ahora.
—Da la vuelta y pierdete, zoquete —respondió la castaña sin bajar su arma apuntando directamente al chico.
—No dispararas.
—Lo haré si tú me obligas y creo que te estás buscando una bendita bala porque dejame decirte que eres un cínico.
Con un movimiento rápido Rowan le quitó el arma casi como si fuera un juguete por el que unos niños estuviesen peleando y la castaña bajó la mirada.
—¿Ah sí? Pues este cínico te acaba de desarmar, linda —respondió Rowan a su oído causandole escalofríos mientras frente a ella agitaba en su mano el arma —. Ahora deja tus caprichos de niña y sigueme.
El chico empezó a cargar su pistola con nuevas municiones.
—Por atrás. A la carretera, necesitaremos visibilidad y Glenn
ya debe estar llegando.
—¿Por qué?
—Porque la mitad de la horda se desvío directo a nuestros muros —respondió Rowan con cansancio mirandola a los ojos fijamente —. Ahora camina, ¿si?
La chica salió del lugar molesta y Rowan simplemente rodó los ojos. A veces cuando se lo proponía, Enid podía ser tan infantil y molesta cuando quería y por lo visto esa era una de esas veces.
El rubio salió detras de ella con una sonrisa de oreja a oreja al recordar el beso robado con Enid. No estaba en sus planes, pero se sintió bien y le daba igual recibir una bala por volver a hacerlo aunque muy dentro suyo se sentía algo culpable al recordar que hace poco Beth estaba con ellos.
——— ✮✧☾✧✮ ———
Al llegar a la carretera por entre el bosque los dos adolescentes encontraron a Glenn esperandolos parado.
Había un caminante cerca de ellos en
el suelo removiendose inquiento así que Enid sacó su cuchillo y lo incrustó en el cráneo del caminante acabando con él.
Glenn la miró atento.
—¿Qué? —soltó Enid de mala gana
al coreano incorporandose del suelo
—. ¿Tu esposa no habría querido que
lo hiciera?
Glenn solo se quedó en silencio y
la vió avanzar por abajo del asfalto deteniendose al ver unos globos verdes colgados de una rama.
—Servira para distraerlos.
—Hay un tanque de helio en los arbustos —informó Glenn señalando con su arma dicho lugar —. Mas globos, más soga.
Después de eso Enid se dió a la tarea de inflar los globos con el helio mientras Rowan dibujaba en la tierra con un palo presa del aburrimiento y Glenn solo la observaba meticulosamente.
—¿Con quién vives en tu casa?
—No es mi casa —respondió la
castaña luego de unos segundos girandose al oir al coreano —. Dormía en la casa de Olivia, pero soy huerfana gracias a los caminantes.
—También yo, probablemente —musitó Glenn bajando la mirada entristecido.
—Lastimosamente yo también —comentó Rowan lanzando el palo a un lado de la carretera.
—Cosas que pasan.
Silencio.
—Se que te asusta.
—¡No me asusta!
—Se que sí, perder a alguien más te asusta y es más fácil decir son cosas que pasan.
—No necesito sermones —soltó Enid fastidiada luego de oírlo.
—Yo creo que sí. Honras a los muertos viviendo aunque te asuste. Tú vives porque ellos no pudieron. ¿Tus padres te habrían querido vagando por aquí sola porque tienes miedo?
—No hace falta hablar —interrumpió la castaña girandose a ver de mala manera al coreano —. No hace falta hablar.
Y después de decir eso continuó
inflando globos como si nunca hubieran tenido esa conversación.
Una vez estuvieron listos continuaron con su travesia por el bosque cuidando no toparse con algún caminante pues no tenían tantas balas para desperdiciarlas.
No tardaron en llegar a Alexandria y quedaron atónitos al ver la inmensa cantidad de caminantes rodeando los muros de la comunidad.
—Dios mio.
Enid, quien llevaba los globos verdes atados a su mochila no tardó en darse la vuelta e irse en dirección al bosque, pero Rowan fue más rápido y la detuvó pues de nada sirvió gritarte que parara.
—Dije que esperaras.
—¿Cuál es el punto? El mundo quiere terminar —musitó Enid con una débil sonrisa y sus ojos llorosos —. Debemos dejar que muera.
—No, ¿qué muera? No vamos a dejar que el mundo muera —respondió Rowan con visible molestia por sus ganas de luchar —. Y tampoco voy a dejar que tú mueras.
—Seguro tu hermana te lo perdonará.
—No es por ella que hago esto —
explicó el rubio al verla bajar la mirada con tristeza —. Mira Enid, los muros siguen en pie, las casas siguen en pie. Ya veremos que hacer, ¿sí?
La castaña asintió quitando un par
de lágrimas que descendían por sus mejillas antes de acercarse a Rowan y rodear su torso en busca de consuelo a lo que el rubio le devolvió el gesto con cariño dejando un beso en la coronilla de su cabeza.
—Lo resolveremos.
——— ✮✧☾✧✮ ———
Rylie se dedicaba a mirar pacificamente el rostro sereno de su chico mientras él simplemente leía un comic. Carl estaba conciente de la mirada de la rubia así que de vez en cuando sonreía divertido.
—¿Se puede saber que tanto me ves, Everson? —preguntó Carl con diversión sin despejar la mirada de la historieta.
—Diría que lo feo que te ves, pero no puedo mentir. Eres muy atractivo —respondió Rylie con sinceridad dejando un beso en una de sus mejillas que lo hizó sonreir más —. Solo contaba tus pecas.
—¿Cuántas eran?
—No sé, demasiadas tal vez.
Después de intentar enseñar a Ron de armas al ver que no tenían nada más que hacer pues Carol se ofreció a cuidar de Judith así que decidieron pasar el resto de la tarde libre cerca del lago y leer quizás algo juntos y aunque eso se suponía hacían la rubia se distrajó en el proceso y terminó perdiendose.
—Ya me aburrí de nuevo... ¿Dejarías que te hiciera trenzitas?
Carl no respondió y Rylie lo tomó como un sí por ende de posicionó tras de él
y lo obligó a recostarse en sus piernas para tener mejor acceso a su cabellera.
—¿No crees que deberíamos hacer
algo con este pelo? —cuestionó Rylie tomando un mechón de pelo para así entrelazarlo con otro —. Poco más y pareces Rapunzel, cariño.
—No, así me gusta.
—Lo que tú digas entonces.
Ambos se quedaron en silencio por
unos segundos concentrados en lo suyo hasta que Rylie se encargó de romper ese momento de paz y silencio.
—Es raro estar aca, digo usualmente estoy cuidando a Judith o con el grupo o no sé arreglando la casa.
—Pues ahora estamos aca disfrutando de nuestro momento a solas anti-bebés.
Rylie rueda los ojos divertida pues sabe exactamente a quien se refiere y cuando iba a volver a retomar su trenzado algo en el cielo lejos llamó su atención.
Globos verdes.
La señal de Glenn.
Glenn estaba cerca y seguramente Rowan venía con él o eso esperaba con todo su ser.
Sin importarle que se pusó de pie entusiasmada tirando de la mano de Carl para que él también se levantará y salió corriendo a dónde estaba Rick y otros más para informarle de aquello aunque Maggie ya había llegado con él.
Los pasos de Rylie se hicieron cada vez mas lentos pues justo a metros la torre de vigilancia parecía inclinarse cada vez más hasta que derribó los muros y todo estaba por irse al carajo con la torre.
El cuerpo de la chica se quedó inmóvil en medio de la calle y la sonrisa que hace segundos tenía fue sustituida por un semblante lleno de preocupación al ver como la torre caía en camára lenta.
Al ver que no se movería, Carl la tomó de la muñeca y salió corriendo con la chica atrás de él pues si no hacían algo la torre los aplastaría o los caminantes entrarían y acabarían con todos.
Segundos después el torre cayó llevandose consigo un pedazo del muro y pronto una nube de tierra inundó el lugar antes de que se escucharan los gruñidos de cientos de caminantes entrando al interior de la comunidad.
—¡Vuelvan, vuelvan a sus casas ahora! —exclamó Rick con desesperación poniendose de pie para comenzar a disparar a los caminantes.
Pronto todos acataron sus ordenes y corrieron en busca de refugio con un montón de caminantes persiguiendolos.
Mientras Rick llevaba a una herida Deanna y disparaba a algunos zombies, Michonne y Rylie hacían lo que podían con sus armas para impedir que algunos caminantes los alcanzaran.
Carl también ayudaba protegiendo a Ron y Gabriel con su cuchillo, quienes venían un poco más atrás.
Y más caminantes les bloquearon la calle hasta que apareció Jessie y empezó a dispararles a unos cuantos de ellos despejandoles así el paso.
—¡Vengan, tengo a Judith!
No lo pensaron mucho y siguieron a la mujer al interior de su casa realmente asustados por todo lo sucedido.
Rápudamente Rick alzó a Deanna en brazos pues estaba herida y estaba perdiendo sangre así que subió junto al resto de los adultos al segundo piso.
Por otro lado, Rylie se aseguró de que todas las puertas estuviesen cerradas y después le dió una rápida mirada a las calles afuera por la ventana antes de subir las escaleras en busca de Judith.
No había nadie afuera, pero poco a poco empezaban a inundarse de caminantes y eran demasiados para acabarlos.
No tardó en encontrar a la bebé en una de las habitaciones despierta y por su carita quería llorar así que la tomó en brazos para tranquilizarla.
—Calma, Jude —musitó Rylie con voz suave meciendola contra su pecho al oír sus leves quejidos —. No llores, vamos a estar bien. Te protegeré, mi niña...
Con palabras y demás logró que la menor se tranquilizará aunque ella no se veía tan tranquila y su preocupación aumentó al ver por la ventana el sínfin de caminantes que entraban y que su hermano seguía allí afuera.
Rowan mantente con vida, por favor.
——— ✮✧☾✧✮ ———
La menor de los Everson se encontraba sentada en el borde de la cama vigilando a Judith, quien jugaba en el piso con un par de carritos de Sam Anderson.
El niño se esmeraba en ignorar todo el ruido de los caminantes afuera aunque por su rostro se veía cansado y mucho más asustadizo que de costumbre.
Michonne junto a Jessie curaba a Deanna y Rick estaba con ellas y por ende Jessie le pidió amablemente a Rylie que se quedará con Sam para que no tuviese miedo a lo que ella accedió.
—Ry, ¿es que tú no tienes miedo a los monstruos?
Instantaneamente la voz de Sam la
sacó de sus pensamientos y apesar de que estaba preocupada le sonrió.
—Sí, todos tenemos miedo a ellos —comenzó a decirle con una sonrisa algo apagada —, pero llega el día en que debes actuar y defenderte o ellos van a ganar y así no debe ser jámas.
—¿Cómo es que eres tan fuerte y no tienes miedo a ellos?
—Pues vivir cosas feas a lo largo de mi vida me ha enseñado a seguir apesar de que todo se vea horrible. Además, solo debemos sobrevivir a cualquier costo.
Sam estaba por preguntar algo más cuando Rylie le hizó un gesto apenas escuchó lo que parecían ser ruidos que provenían de la planta baja.
—No te vayas, no quiero estar solo —pidió Sam acercandose a ella para así rodear su torso buscando protección —. Por favor, no me dejes solo.
—Sam solo será un momento. Debo revisar que sucede abajo, ¿si? —respondió ella con un tono maternal separandolo de su cuerpo con cuidado —. Volveré en un momento. Cuida a Judith con tu vida, por favor.
Y después de decir aquello la rubia
salió de la habitación con su espada enfundada en su espalda y se apresuró
a bajar las escaleras a la planta baja encontrando a Jessie y Rick justo en la puerta gritandoles a sus hijos asustados.
Sin embargo, al ver que ninguno lo hacía Rick no tuvó más opción que usar la fuerza bruta como respuesta y con su hacha golpeó la perilla y el seguro hasta que ambos se rompieron.
—¡Vámos!
Rápidamente Carl y Ron acataron la orden del mayor y salieron antes de que Rick cerrará la puerta puesto que un par de caminantes estaban entrando por la ventana rota que Carl "bloqueó" con un estante hasta que no pudó más.
Sin embargo, eran demasiados y entre todos empujaron la puerta para que no pasaran del otro lado.
—¡Muevanse! —pidió Rick acercandose a la puerta con un sofá para bloquearla con ayuda de Gabriel —. Traigan más y no hagan ruido.
—Veré que encuentro —anunció Michonne visiblemente alarmada para después salir de la habitación.
Gabriel siguió a la mujer dejando al resto del grupo empujando el sofá contra la puerta.
—Iré a ayudar —mencionó Carl con rápidez antes de que su padre lo detuviera.
—Ey, ¿qué pasó ahí?
—Buscabamos herramientas y cayó
un estante —respondió el ojiazul con seguridad luchando para no dejar pasar a los caminantes.
—Oímos gritos.
—Ron vió que estaban por entrar, eso pasó. Quisimos evitarlo.
—Hay mesas de luz en el cuarto de mi mamá —anunció Ron acercandose un poco al castaño —. Vámos a buscarlas.
—Ey, parecía que estaban peleando —mencionó Jessie con preocupación lejandose un poco a su hijo.
—Si, por nuestras vidas.
Rylie frunció el ceño y continuó sujetando el sofá aunque a este ritmo sentía que el agarre de este era cada
vez menos.
Ron simplemente se fue sin decir nada más y Carl dejó de empujar el sofá para separarse también.
—Carl, ¿todo bien?
—Si, todo bien —respondió el chico antes de darse la vuelta y dirigirse justo a dónde lo hizó Ron.
Obviamente Rick no se tragó ese cuento de que no había pasado nada malo entre ambos jovenes si ambos desde ayer traían marcas de algunos golpes que no parecían para nada accidentales.
—Rylie, siguelos y no dejes que se maten.
La rubia asintió para después ir
detrás de Carl intentando ser silenciosa y entró justo después del chico cerrando la puerta y alertandolos así de su presencia.
—Ustedes dos par de idiotas, ¿qué mierda se traen entre manos? —exijió saber la rubia con un tono mandón poniendose justo en medio de ambos —. Y no quiero mentiras. Hablen.
—Rylie, escucha...
En menos de un instante Carl había apartado a Rylie de en medio para así sacae su pistola y apuntar directo al rubio.
—Dame el arma sin apuntar.
—Carl Grimes baja eso ahora mismo —exclamó Rylie de mala gana acercandose a él para intentar quitarsela —. Carl, por favor bajala tú también. No tenemos porque llegar a estos extremos, cariño.
Sin embargo, Carl no la bajo y solo le dió una mirada rápida antes de volver su vista al rubio frente a él.
—Te amo Ry, pero no intervengas en esto.
—Lo lamento —musitó Ron bajando la mirada aparentemente arrepentido.
—Si, lo sé. Ya. Dame el arma —ordenó Carl de nueva cuenta y el rubio se la dió no tan convencido —. Ron, mira. Ya lo sé, mi papá mató al tuyo, pero lo tienes que saber. Tu padre era un imbécil.
Oh dios, más problemas ya no.
Sin embargo, lo peor estaba por comenzar.
Helou criaturitas del señor, he
vuelto porque les comento que practicamente ya ando a nada de mis vacaciones de Navidad así que aquí me tienen. He querido actualizar mis otros fics, pero siempre vengo a este.
¿Qué les ha parecido el capítulo?
A mi me encanto y todo por esas escenitas entre Rowan y Enid (mis nuevos papis). Les juro que hasta yo me emociono de escribir a estos dos. AHHHH BESOOO, LE ROBOO UNO.
Recuerden dejar su apoyo y comentar, amo ver los comentarios. Mil gracias por leer a los que siguen por aquí <3 Eso es todo, nos leemos muy pronto.
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