━Capítulo Tres
𝚃𝙷𝙴 𝙶𝚁𝙴𝙰𝚃 𝚆𝙰𝚁
- ̗̀﹟𝟎𝟑. 𖥸 𓂅 𝓒hapter 𝓣hree! ও . . . ̖́-
F i r s t A c t
𓂃 ❀˖°◝ ❛ ⧣ problemas
LAS ESCALERAS DE AQUEL LUGAR
NO ERAN NADA ENCANTADORAS. Vaya que eran muchas. La pobre Rylie
se agobiaba solo de ver por donde iban
a meterse y salir, además de que ya no tenía ánimos de correr si no fuera porque el apocalipsis les estaba pisando los talones.
—Volví, tengo un par de huespedes y cuatro caminantes en el callejón —informó el coreano por su walkie-talkie mientras bajaba de prisa las escaleras.
Cuando estaban por bajar de las escaleras un par de caminantes hicieron su aparición lentamente. El rostro del chico de la nada se endureció como si el pánico a esas cosas lo asustará, aunque realmente a todos lo hacía.
Para su buena suerte dos siluetas con cascos y trajes negros aparecieron junto a sus armas y de la nada atacaron a los caminantes directo a la cabeza.
—¡Vámos!
El pequeño grupo de sobrevivientes avanzó a la puerta frente a ellos como si nada dejando atrás a esas dos personas acabando con esas cosas, una vez listo se adentraron al lugar.
—¡Hijo de perra, deberíamos matarte! —exclamó una mujer rubia con molestia apuntando hacia Rick y arrinconandolo a la vez.
—Cálmate Andrea, retrocede.
—Vamos, déjalo —musitó una mujer morena intentando ser lo mas sensata y tranquila posible.
—¿Bromeas? Estámos muertos por culpa de este idiota.
Rylie y Rowan permanecía a un lado de Rick asustados por aquella conducta tan agresiva por parte de la mujer. Si ella se atrevía a dispararle estaban solos ahora.
—No le haga nada, por favor —pidió
la niña sintiendo sus ojos llorosos aún entre los brazos de su hermano —. No
lo lastime, él es lo único que tenemos...
Andrea giró su vista hacia ambos niños sin dejar de apuntarle al hombre y pusó especial atención en la niña que tenía los ojos llenos de lagrimas. Simplemente bajó la pistola y se alejó desanimada.
—Muertos... todos... por tu culpa —sollozó la rubia negando repetidas veces desde su sitio viendo a sus compañeros.
—Creo que no entiendo...
—Oye vinimos a la ciudad a buscar suministros —respondió un hombre obligandolo a avanzar lejos de allí seguido por el resto —. ¿Sabes cual es la clave de la misión? Sobrevivir. ¿Y la clave para sobrevivir? Entrar sin hacer ruido. No puedes disparar por las calles sin razón.
—Cada caminante a kilometros de distancia te oyó.
—Vienen por su almuerzo...
—¿Entiendes lo que dije?
Al mirar al enfrente, Rick comprendió
su error. Eran muchos caminantes que se amontonaban en las puertas de cristal y golpeaban estas hasta que hacer que el vidrio se empezará a agrietar. Parecía una locura, pero incluso uno de ellos golpeaba el vidrio con una roca.
Al estar este agrietandose cada vez
más, el grupo de sobrevivientes corrió hacia la parte trasera de lo que parecía ser una tienda de ropa.
—¿Qué demonios hacias allá afuera con esos niños?
—Queríamos contactar al helicoptero —respondió Rick con obviedad.
—¿Helicoptero? Eso es una idiotez. No hay helicopteros.
—Perseguían una alucinación, eso suele pasar.
—Nosotros lo vimos —exclamó el ojiazul seguro de sus palabras.
—Oye, T-Dog, intenta comunicarte —pidió el hombre que parecía estar al mando a uno del grupo —. Hablo con los otros.
—¿A los otros? ¿El centro de refugiados?
—Sí, el centro de refugiamos. Nos esperan mientras cocinan galletas —
se mofó la morena sarcasticamente.
—No tengo señal —informó T-Dog aún con el walkie-talkie en sus manos y una pesima estática —. Quizás en el techo...
De pronto se escuchó claramente como un disparo interrumpía la conversación e hizó que la mayoría se sobresaltará.
—¡Oh, no! ¿Ese es Dixon?
—¿Qué está haciendo ese maniaco?
Rápidamente todos incluyendo a los menores salieron corriendo a la parte de arriba del edificio por unas escaleras que daban justo al techo del lugar.
Los disparos no cesaban y eso solo significaba peligro. Si el plan era no alertar a los caminantes ahora quizás tendrían una cantidad infinita de ellos justo debajo del edificio.
—¡Oye, Dixon! —exclamó Morales con molestia una vez estuvó en la azotea —. ¿¡Estás loco!?
El hombre que momentos antes disparaba comenzó a reirse como loco y de la nada dejó ir otra bala.
—Oigan, tengan más respeto al hombre armado —comentó Dixon bajando del borde del edificio con una sonrisa burlona —. Es sentido común.
—¡Estás desperdiciando balas que
no tenemos y los atraes hacia nosotros! —soltó T-Dog visiblemente molesto mientras se acercaba para intentar hacerlo entrar en razón —. ¡Calmate, hermano!
—¡Oye, ya tuve suficiente recibiendo ordenes de ese latino! ¿Ahora tengo que recibir ordenes tuyas? Eso no va a pasar, hermano. Ese día no llegará.
—¿Ese día no llegará? ¿Tienes algo para decir, hermano?
—Oye, T-Dog. Olvidalo —intervinó Morales viendo la escena e intentarlo dejarlo pasar —. No vale la pena.
Pero T-Dog no iba a dejarlo pasar
así de fácil puesto que ya tenía varias diferencias con el Dixon mayor desde hace tiempo.
—¡No!
—Merle, por favor relajate ¿sí? Ya tenemos muchos problemas.
Ninguno parecía querer dialogar civilizadamente. No era posible tener una conversación sensata si con quien tenían que hablar era Marle Dixon.
Glenn hizó señas a sus compañeros
solo entre ellos para que a ninguno se le ocurriera intervenir en la discusión.
—¿Quieres saber de que hablo? Te dire cuál es el día señor simpatico, el día que reciba ordenes de un negro.
—Hijo de...
Después de eso los golpes empezaron a llover. T-Dog intentó acertarle un limpio puñetazo que Marle supó esquivar y así aprovechó para darle con el rifle.
—¡Vamos, Merle! ¡Ya fue suficiente!
Rápidamente todos intentaron detener al hombre del chaleco porque como dijo Morales ya tenían suficiente para lidear con un idiota agresivo y separar a todos.
El primero en intentar detenerlo fue Rick. Sin embargo, no funcionó porque el infeliz del hombre le dió un puñetazo que mandó al ojiazul al suelo.
Así ambos hombres siguieron su pelea, pero Marle tenía más experiencia con peleas y definitivamente la estaba dando una paliza a T-Dog.
—¡Dixon, vas a matarlo! —gritó
Andrea asustada viendo a T-Dog tirado en el suelo junto a un tubo.
—¡Ya basta!
Sin embargo, el hombre estaba furioso
y no estaba en sus cinco sentidos. Solo pateaba al pobre hombre en el suelo sin importarle lo que le gritaran
—¡Maldición, alguien detengalo!
En un rincón del edificio estaban los hermanos Everson viendo como aquel hombre le daba una paliza brutal al moreno por culpa de una estupidez.
Rylie se escondía en el pecho de
su hermano mayor asustada por tanto ruido acompañado de los gritos suplicantes de las mujeres pidiendole que lo dejará.
Rick por otro lado estaba asimilando el golpe que acababa de recibir.
—¡Maldita sea, detente! —pidió Morales enfurecido, pero terminó recibiendo un un golpe en el estómago por intentar meterse.
De pronto Marle sacó una pistola de su bolsillo y apuntó con ella directamente a la cabeza del moreno que tenía el labio roto después de todos esos golpes.
—No, no, por favor...
Todos miraban asustados lo que
pudiera hacer el Dixon mayor. Un
mal movimiento y la bala podría
impactar a la cabeza del hombre.
Marle pareció pensarselo un poco, pero antes de alejarse de encima suyo lo miró con odio y le escupió en el pecho.
—Sí, muy bien. Vámos a tener una reunión, ¿les parece? —exclamó Marle empoderado viendo a sus asustados compañeros —. Hablaremos de quien manda. Yo voto por mí, ¿alguien más?
Rápidamente todos tomaron a T-Dog y lo alejaron de él, aprovechando que Dixon se encontraba hablando solo.
—Es hora de la democracia. A votar. ¿Todos a favor? —seguía diciendoles casi a gritos mientras alzaba su mano —. ¡Vamos, voten! ¿Todos a favor?
La mayoría del grupo que estaban con T-Dog en el suelo solamente alzaron sus manos de manera obligada cansados de la estúpida actitud del hombre. La de tez morena incluso le sacó el dedo corazón.
—Sí. Ahora soy el jefe, ¿cierto? ¿Alguien más? ¿Nadie?
—Sí...
De pronto apareció Rick sin previo aviso y le dió un tremendo golpe en la cabeza con el rifle que llevaba el hombre en un principio. Ya en el suelo lo esposó a un tubo cercano.
—¿Quién eres, amigo?
—El oficial amigable —respondió Rick apoyandolo contra el tubo para que lo viera mejor mientras recargaba su arma —. Escucha, Merle. Ahora las cosas son diferentes. Ya no hay más negros entre nosotros, tampoco hay más estúpida basura blanca solo hay carne. Carne oscura y carne blanca. Nosotros y los muertos. Vamos a sobrevivir juntos no separados.
—Vete al demonio...
—Veo que no sueles comprender, Merle.
—Sí, vete al demonio.
—Más respeto al hombre armado —informó Rick copiando sus palabras mientras le apuntaba a la cabeza con el arma —. Es sentido común.
—No lo harías, eres policia —susurró Marle confiado.
—Ahora solo soy un hombre buscando
a su esposa y a su hijo mientras intenta proteger a dos niños desamparados —contestó Rick con un tono de voz duro mientras miraba fijamente al hombre —.
El que se meta en mi camino saldrá perdiendo. Te dejaré un momento para que lo pienses.
Luego de eso el ojiazul se separó un poco de él y comenzó a revisar los bolsillos de su chaqueta encontrando droga en ellos.
—Te quedo un poco de esto en la nariz —comentó el sheriff dandole un ligero toquecito en la parte mencionada.
—¿Qué es lo que harás? ¿Arrestarme?
No lo dudó mucho y lanzó la bolsita
lejos provocando la ira e impotencia
del hombre esposado en el suelo.
—¡Oye, eso es mio!
Apesar de sus quejas a Rick le daba
igual lo que dijera. Al menos ya no sería un problema para nadie.
—¡Si me suelto será mejor que rezes! —gritaba Marle con fuerza intentando con desesperación zafarse de las esposas —. ¿¡Si me escuchaste, cerdo policia!? ¿¡Me escuchaste, cerdo sucio!?
—Sí, tu voz se hace oír —susurró con pereza caminando en la dirección opuesta.
—No eres policia de Atlanta —dedujó Morales acercandose lentamente hacia él —. ¿De dónde eres?
—De un pueblo lejano.
—Bueno, oficial amagable de un pueblo lejano, bienvenido a la ciudad.
Ambos estuvieron alejados del resto unos minutos hablando mientras veían las afueras de la ciudad y las calles casi a reventar de tantos muertos.
Rylie y Rowan se sentaron a un lado
del coreano, quien tenía en sus manos un walkie-talkie que no agarraba señal.
—¿Puedo? —pidió la menor al chico señalando el inservible radio.
El chico rápidamente se lo prestó sin mucho interes, después de todo ni la señal bien le funcionaba.
—Tal vez si funcionará sería mas divertido —comentó ella antes de girarse hacia su hermano y fingir una voz adulta —. Solecito a risitos de oro, ¿me copias?
Rowan solo miró mal a su hermana antes de que ambos soltaran un risilla a causa de lo último que terminó haciendo que Glenn támbien soltará una risa.
—¿Cómo está la señal?
—Como el cerebro de Dixon —
respondió T-Dog desde sentado en el
suelo adolorido —. Débil.
Esposado al tubo, Marle Dixon le sacó el dedo corazón sin tantos ánimos.
—Sigue intentando.
—¿Para que? No pueden hacer nada. Nada de nada —respondió Andrea sin esperanzas alejandose del borde.
—Solo hay unas personas fuera de la ciudad. No hay centro de refugiados. Es solo un sueño.
A unos cuantos metros Rowan frunció el ceño confundido y algo molesto.
¿Ahora a donde irían si no había refugio seguro?
Andar por todas partes sin un lugar en el que estar no era lo más seguro. Ahora tal vez se estaba arrepintiendo de todo.
—Les deseo mucha suerte —empezó a decir Marle con aburrimiento, teniendo la atención de unos cuantos —. Por lo que se las calles no son seguras de este lado de la ciudad. ¿No es así, senos dulces?
Andrea, quien se encontraba a un lado suyo guardando un par de cosas en una mochila se giró a verlo con molestia.
—Oye, cariño. Quitame las esposas y vámonos por ahí. De cualquier forma vámos a morir.
—Prefiero eso —respondió ella decidida terminando de cerrar su mochila.
—Típico. Lo imaginaba.
Por otro lado, Rick y Morales hablaban entre ellos idealizando las posibilidades de salir de aquel edificio con vida.
—Las calles no son seguras —dedujó el sheriff observando abajo de ellos.
—Esa si es una novedad.
—¿Y por debajo de ellas? ¿Las alcantarillas?
—Es posible —respondió el latino sorprendido antes de girarse hacia dónde estaba el coreano —. Oye, Glenn. Revisa el callejón. ¿Ves alguna tapa de alcantarilla?
El chico rápidamente se incorporó dejando a los niños y se acercó al otro lado del techo cerca del borde. Lo único que vió fueron un par de caminantes, pero ninguna alcantarilla.
—No, deben estar del otro lado. Dónde están los caminantes —informó el chico volviendo a su lugar.
—Quizás no. Estos son edificios viejos suelen tener tuneles de drenaje hacia las alcantarillas por las inundaciones —informó la mujer delgada de tez morena obteniendo la atención de todos —. Están en los sotanos.
—¿Cómo lo sabes?
—Es mi trabajo o al menos lo era antes. Trabajaba en urbanización.
——— ✮✧☾✧✮ ———
—¿Es esto? ¿Estás seguro?
—Sí, ya revisé este lugar otras veces —respondió Glenn mirando la entrada a las desoladas alcantarillas —. Es lo único aquí que va hacia abajo, pero nunca bajé. ¿Quién querría hacerlo?
Después de decir eso todos se giraron lentamente hacia el chico y comprendió lo que sus compañeros insinuaban.
—Ah, genial.
—Bajaremos detrás —comentó Andrea decidida a ayudar.
—No, no lo harán. Menos tú.
—¿Por qué yo no? ¿Crees que no puedo?
—No quizé...
—Dí lo que piensas —animó Rick.
—Oigan, hasta ahora vine varias veces solo, tomé algunas cosas y no tuvé ningún problema. La primera vez que traigo un grupo y todo se va al demonio, sin ofender. Si quieren que bajé por este agujero lo haré, pero a mi manera.
Todos estaban atentos escuchando a Glenn dar información y así como una posible solución para bajar.
—Es angosto, si me topo con algo no quiero que ustedes me tapen el escape
y hagan que muera. Iré solo con una persona —empezó a decirles mirando a todos y pronto se dirigió a Rick —. Y tú no serás. Tienes el arma de Marle y te
he visto disparar. Me sentiré mejor si
te quedas custodiando las puertas y protegiendo a los niños y al resto.
Rick asintió en respuesta no muy convencido, pero lo hizó.
—Tú tienes la otra arma, deberías ir con él —informó Glenn a Andrea señalando al hombre con uniforme de sheriff luego se dirigió a Morales antes de señalar a la mujer morena —. Tú serás mi ayuda. Jacqui se queda aquí. Si algo llega a pasar griten y saquenos de prisa.
—Listo. Todos saben su trabajo.
Después de escuchar a Rick, Glenn se pusó en marcha junto a Morales y bajó despacio por las escaleras en la pared.
El resto de los demás se fueron a la
parte delantera del departamento de ropa de la tienda. Rick vagaba por entre los estantes junto a Andrea, pues eran los que llevaban un arma encima.
Rylie y Rowan se movían con cuidado por el lugar puesto que esas puertas podrían romperse. Rick les dió una orden y era que estuvieran donde los pudiera ver.
De fondo se oía una vaga conversación entre Andrea y Rick. La mujer le pedía una disculpa sincera por haber sido muy agresiva con él al principio, aunque él por otro lado la comprendía.
—Rowan, mira —exclamó Rylie a
su hermano enseñandole un par de prendas que había encontrado —. ¿Puedo quedarmelas?
—Supongo que no habrá problema, después de todo no hay ley —comentó Rowan encogiendose de hombros —. Además te vendría bien algo de ropa. Es raro verte vestida con ropa de niño.
Ella sin pensarlo tomó un par de prendas de su talla y las guardó con rápidez en su mochila. Buscando entre la ropa támbien encontró varias de joyeria como collares y demás.
Obviamente su instinto femenino no pudó resistirse a llevarlas consigo. Todo parecía estar bien hasta que se escuchó el sonido del cristal rompiendose. Una de las puertas de enfrente había caido.
Rápidamente los niños corrieron en busca de Rick, quien apuntaba a las puertas por si acaso era necesario. Los demás no tardaron en llegar.
—¿Qué encontraron abajo?
—No una salida —respondió Morales al sheriff bastante serio.
—Debemos encontrar una, pronto.
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—Hay una zona de construcción —informó Rick mirando la zona a su alrededor por unos binoculares antes de pasarselos a Morales —. Esos camiones siempre tienen llaves a mano.
—Nunca pasaras a los caminantes —comentó el latino mirando la horda de estos que había abajo del edificio.
—Nos sacaste del tanque —dijo Rick dirigiendose a Glenn.
—Sí, pero estaban distraidos alimentandose.
—Podemos distraerlos otra vez.
—Muy bien. Escuchenlo. Tiene un plan
—comentó Marle aún esposado al tubo con aburrimiento —. Una distracción. Una carrera contra la muerte.
—Ay, ya cállate —exclamó Jacqui molesta por la interrumpción.
—Los atrae el sonido, ¿cierto?
—Sí, como los perros —comenzó a
decir Glenn teniendo la atención de todos —. Si oyen algo se acercan.
—¿Y qué más?
—Además de oirte te ven, te huelen y si te atrapan te comen.
—¿Pueden detectar el olor?
—¿Acaso tú no?
—Huelen a muerte, nosotros no. Es inconfundible.
Entonces fue cuando Rick comenzó a idear un plan luego de haber oído toda esa información por parte de todos los demás. Tal vez sabía como salir de ahí.
—Oye, no creo que esta sea una buena idea —comentó Glenn al ver a Rick repartiendole a todos guantes y demás productos farmaceuticos.
—Tiene razón —apoyó Morales caminando hacia el hombre —. Por favor detente. Piensalo un tiempo.
—¿Cuánto tiempo? Ya pasaron un grupo de puertas, el vidrio no resistirá para siempre.
Después de eso el ojiazul se concentró
en que todos tuvieran guantes, batas y suficiente protección para lo que iban a hacer.
Rick, Glenn y Morales fueron los encargados de ir afuera y volver con los caminantes que pasaron hace unas horas cuando apenas llegaban, mismos que mataron Morales y T-Dog.
Todos estaban listos y llevaban en mano sus armas. Todos ya sabían lo que iban a hacer y cuando Rick estaba por empezar se detuvó al ver el cadaver en el suelo.
Rápidamente se quitó la mascara y arrojó el hacha antes de buscar entre sus bolsillos y encontró su billetera, justo su identificación.
—Wayne Dunlap. Matrícula de Georgia. Nació en 1979 —comenzó a leer aquella identificación antes de pasarsela a Glenn —. Tenía veintiocho dolares en su cartera cuando murió y una fotografía de una linda chica. "Con amor, de Rachel". Solía ser como nosotros. Le preocupaban las cuentas, la renta y el Super Bowl. Si llego a encontrar a mi familia les contaré sobre Wayne.
Después de eso solo hubó silencio y
Rick volvió a prepararse para aquella masacre. Sin embargo, Glenn habló.
—Una cosa más. Era donante de organos.
Una vez quedó claro esto Rick prosiguió con su plan. Siendo lo más rápido posible, Rowan apretó a su hermana a su pecho y se dieron la vuelta. No quería ver aquella masacre de organos y menos que su hermanita lo hiciera. Solo podía escuchar el sonido de huesos quebrarse.
Si bien podían estar afuera, Rick no quizó dejar a los niños solos y menos cuando del otro lado había un montón de caminantes ansiosos que intentaban romper las puertas y devorarlos.
—Creo que voy a vomitar —comentó Glenn algo mareado.
Una vez terminaron se giraron y la escena frente a sus ojos se vió de lo más grotesca. Un cadaver en el piso con los intestinos de fuera y sangre por todos lados.
—¿Todos tienen guantes? Que nada toque su piel o sus ojos.
Pronto todos estaban embarrandose
de sangre y otras cosas asquerosas que salieron de aquel cuerpo. Rowan seguía en shock algo asqueado por ello.
Rylie sentía las arcadas a nada de llegarle, pero pudo soportarlo. Quien no lo estaba soportando era Glenn.
—Maldición —exclamó el coreano cuando lo estaban llenando de aquello en la bata —. Esto si que es horrible. Esto si que es malo.
—Piensa en otra cosa. Perritos y gatitos.
—Perritos y gatitos muertos —susurró T-Dog sin una gota de asco.
De repente Glenn tuvó que apartarse para devolver todo lo que había dentro de su estómago producto del asco.
—Oye, eso fue malvado —reclamó Andrea mirando de mala forma al moreno —. ¿Qué demonios te ocurre?
—La próxima vez deja que le parta el trasero.
—Lo siento.
—Eres un idiota —fue todo lo que pudó decir el coreano intentando reponerse.
—¿Olemos como ellos? —preguntó Rick haciendo una mueca.
—Oh, sí —informó Andrea antes de dirigirse a Glenn y pasarle su arma —. Glenn, por si acaso.
—Si lo logramos estén preparados.
—¿Qué haremos con Merle Dixon?
Rick rebuscó en sus bolsillos hasta que encontró la llave de las esposas y se la pasó a T-Dog. El moreno asintió y poco a poco se fue alejando del grupo para ir a liberar al hombre en la azotea.
—Dame el hacha —pidió el ojiazul al latino, recibiendola —. Necesitaremos las centrañas.
——— ✮✧☾✧✮ ———
—Oigan, ¿¡qué está pasando!?
—¡T-Dog, intenta comunicarte!
—¡Vámos! —exclamó Marle al ver que casi todos irrumpían en la azotea de la nada —. ¡Diganme qué está pasando!
—¿Alguien me oye? —repetía T-Dog al walkie-talkie con desesperación.
Por otro lado Morales veía el perímetro igual de desesperado y nervioso. Pronto localizó a sus dos compañeros metidos entre cientos de caminantes.
Lo peor es que al mirar al cielo se dieron cuenta que parecía que llovería y si lo hacía tal vez ahora si las cosas se iban a poner feas para Rick y Glenn.
—¿Ese idiota está en la calle con la llave de mis esposas?
T-Dog sacó la llave de las esposas de
su pecho y se la mostró de mala forma agitandola frente a sus ojos.
En alguna otra parte de Atlanta en medio de un bosque a las afueras de la ciudad se encontraba un hombre reparando una manguera de camoneta junto a otro hombre de gorra.
—Dios, está manguera está larguísima —se quejaba moviendole al motor de una camioneta frente a él —. ¿No crees?
—Así parece.
—¿Dónde demonios encontraremos un reemplazo?
—Es tarde ya deberían haber vuelto —decía la rubia del campamento dando vueltas de un lado a otro preocupada.
—Preocuparse no lo hará más fácil —comentó el hombre antes de volver a lo suyo como si nada.
Todos hacían lo suyo como siempre en
el campamento. Las mujeres lavaban la ropa o hacían alguna tarea del hogar mientras el resto de los hombres hacían los trabajos difíciles como reparar cosas o conseguir los alimentos del bosque.
De pronto cuando menos los esperaban se escuchó una voz provenir de aquel walkie-talkie.
"Campamento, ¿alguien me oye?"
La mayoría de los sobrevivientes se acercaron presurosos a dónde estaba la radio de policia al oír la voz de T-Dog.
"Habla T-Dog, ¿alguien me oye?"
El señor de camisa veraniega, quien por cierto se llamaba Dale, fue el primero en tomar la radio y hablar.
"Hola, tenemos mala recepción. Repitan, repitan."
Del otro lado de la línea la cara de sorpresa del moreno lo decía todo. No todo estaba perdido, tal vez si había alguna manera de seguir.
—Shane, ¿eres tú? —cuestionó el hombre antes de informarles de su pequeño problema.
Mientras tanto los miembros del campamento parecían sorprendidos de igual forma y emocionados de oirlos.
—¿Son ellos?
Dale pidió silencio a la mujer e intentó sintonizar mejor para que pudieran todos escuchar.
"Estoy en problemas. Estamos atrapados en el centro comercial."
—¿Dijo que están atrapados?
"Hay caminantes por todas partes y cientos de ellos. Estamos rodeados."
—T-Dog, repite eso último —pidió Dale, pero la conexión se cortó y no hubó mas que interferencia en la señal.
—Dijo que están en el centro comercial.
—Yo también lo escuché —informó Dale aún subido en el techo del camión.
—Ni lo sueñes, no vamos a ir a buscarlos —se apresuró a decir Shane a la castaña regañandola —. Támpoco arriesgaremos al grupo. Todos ya lo saben.
—¿Entonces vamos a dejarla ahí?
—Oye, Amy. Se qué no es fácil...
—Ella se ofreció a ir —exclamó la
rubia visiblemente molesta por la poca sensibilidad del hombre —. Para ayudarnos a todos.
—Lo sé. Sabía los riesgos. Si está atrapada, la perdimos —aconsejó Shane bajo la mirada fija de la rubia —. Tenemos que aprender a lidear con eso. No hay nada que hacer.
—Andrea es mi hermana, hijo de
perra —exclamó Amy con molestia
antes de irse corriendo lejos de él.
Shane y la mujer de cabellera castaña
se miraron a los ojos por unos segundos. Ella parecía molesta de igual forma por la manera tan cruda en que le habló a la chica y pronto se fue en busca de ella.
—Tranquilo, todo está bien —musitó Shane a un niño de ojos azulados en un vago intento por parecer relajado.
Aunque ciertamente las cosas no parecían ir nada bien y menos con una tormenta aproximandose.
TERCER CAPÍTULO EDITADO
Hola a todos, volví. ¿Ven lo que les dije? Volví e incluso más rápido que de costumbre. Benditas vacaciones de casi un mes que bien me estan haciendo. ¿Cómo andan todxs por alla? Espero y todo vaya bien.
Como verán las actualizaciones al menos de este fic van a ser rápidas. Cuando algo te gusta se nota, ¿no? Intentare actualizar mis otros fanfics tambien. Subi un par de edits a tiktok, me encuentran como @.twilxght_
Volviendo al fic, ¿les gusto? Se que por ahora la protagonista no tiene tantos dialogos pero ya se viene lo bueno. Okey, la forma en la que Rick cuida a los Everson 🥰 AMOOO
Se nos viene la primera interacción con Coral. Ya veremos como se llevan estos dos loquillos.
No olviden votar y comentar asi
como agregar el fic a sus listas de lecturas para saber cada que actualizo. Ya es opcional seguirme en Wattpad o en mis distintas redes (estan en mi perfil). Les mando besitos a todxs <3
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