━Capítulo Siete
❝ 𝐒𝐈𝐆𝐀𝐍 𝐂𝐔𝐈𝐃𝐀𝐍𝐃𝐎𝐒𝐄 𝐄𝐋 𝐔𝐍𝐎
𝐀𝐋 𝐎𝐓𝐑𝐎 𝐌𝐈𝐒 𝐍𝐈Ñ𝐎𝐒 ❞
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〘 ✰.༄☼︎ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟕☼︎༄.✰ 〙
–— reencuentro —–
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POR LA MAÑANA TEMPRANO RICK JUNTO A MICHONNE, CARL Y LOS EVERSON decidieron emprender un viaje en carretera. Ciertamente no tenían una idea exacta de a dónde iban. Lo único que sabían es que saldrían por provisiones y demás.
Por alguna extraña razón Rylie sentía que este viaje podría ser bueno o malo, no entendía bien porque pensaba así.
Tenía un buen presentimiento, pero a la vez tenía miedo de ello.
En el transcurso del camino Rowan iba mirando por la ventana el paisaje, cosa que le ayudaba a distraerse y alejar esos pensamientos negativos de su mente.
Rylie por su parte iba recargada sobre
el hombro de Carl, quien estaba del otro lado del asiento. Para resumir la rubia estaba en medio. Iba intentando no dormirse por el silencio que la arrullaba.
Además de que Carl era más cómodo de lo que pensó en un principio.
Michonne era quien llevaba el vehículo mientras que Rick iba de copiloto y los niños en el asiento trasero tranquilos. Así que la morena los conduciría a su destino.
Unos metros más adelante encontraron a un hombre a un lado de la carretera que al verlos les gritó con desesperación que frenaran y lo ayudaran, pero obvio que no lo hicieron.
Sus gritos de auxilio alertaron a Carl, quien solo se incorporó un poco para ver como lo dejaban atrás y aquello hizó que Rylie se despertará por el movimiento.
Minutos más tarde tuvieron que rodear con cuidado la carretera puesto que estaba completamente bloqueada por un montón de automóviles varados.
Para su mala suerte se quedaron atascados en el lodo y cuando creían que las cosas podrían empeorar más una pequeña manada de caminantes dió con ellos rodeandolos por completo.
Por un momento Rylie tuvó miedo de que los caminantes rompiera un vidrio y los atacataran ya que estan cerca de la ventana.
—Tápense los oídos —pidió Rick con calma girandose un poco hacia atrás para ver a los menores mejor.
Acatando la orden todos en el automóvil taparon sus oídos al instante en que Rick bajaba un poco la ventana de su lado para después sacar por esta el cañón de su pistola y dispararle en la cara a uno que no dejaba de arrañar de su lado.
Una vez terminaron con los caminantes bajaron y Rick se encargó de revisar que sucedía con la llanta atascada.
—Si, esto funcionara —aseguró el hombre poniendose de pie mientras enseñaba una manta.
—Dime cuando —pidió Michonne guardando su arma dirigiendose al interior del automóvil.
Rylie támbien hizó lo mismo mientras que su hermano junto a Carl ayudaban a Rick a sacar la llanta atascada.
Estar con Michonne dentro del auto solo hacía a la rubia sentirse algo incómoda, ella tenía algo que por el momento no le terminaba de agradar o quizás solo era el hecho de que apenas la conocía.
Intentando no pensar en ello se enfocó en el paisaje y estaba viendo atenta a unos pajaritos en su nido cuando oyó sin proponerselo los restos de una breve conversación entre Rick y Carl.
—Además tenemos intereses comúnes —decía Rick a su hijo intentado sacar la llanta —. En ese momento tenemos los mismos problemas, quizás podamos solucionarlos juntos.
—¿Solo por ahora?
—Sí, solo por ahora...
Si, Carl aún no confiaba del todo en aquella mujer y se notaba. Además de que ya Rylie sabía de ello. Aunque a decir verdad ella támpoco confiaba aún en Michonne, era muy pronto.
Hubiese seguido metida en sus pensamientos si no fuese porque lo
que pareció ser un grito a lo lejos la devolvió a su horrible realidad.
—¡Oigan, ayudenme! ¡Se los ruego, no se vayan! ¡Por favor!
Casi al instante se oyó un golpe en la parte trasera del auto y esa fue la señal para que Michonne lo encendiera. Con cuidado retrocedió y finalmente ya no estaban atascados.
Rápidamente los tres hombres entraron y una vez estuvieron todos arriba volvieron a ponerse en marcha. Déjando al desconocido muchos metros atrás.
——— ✮✧☾✧✮ ———
Finalmente llegaron a un pueblo cercano, uno que vagamente resultaba familiar para los Everson, o al menos algunos lugares como la estación de policia en la que se detuvieron para buscar armas y municiones.
Lastimosamente todo estaba vacío así que por ello revisarían a pie en los negocios y locales del pueblo ya que Rick aseguraba que los antiguos dueños escondían armas por si llegaba a ocurrir algo.
Caminando se encontraron paredes rayadas así como flechas verdes pintadas en el suelo y una pila de cuerpos calcinados.
Continuaron con su camino y al
llegar al centro del pueblo quedaron sorprendidos al ver la avenida llena de picos y tablas que posiblemente les funcionaban como barreras.
Con cuidado de no pisar o tocar nada que pareciera una trampa avanzaron por entre los automóviles varados y los picos.
—Parece que alguien ya estuvó aquí.
—No significa que hayan encontrado
lo que buscaban —respondió Rick luego de oír a la mujer que venía detrás de él —. Hay algunos lugares más adelante, veámoslos y laguémonos de aquí.
Más adelante Rick sin detenerse señaló un local cercano a ellos.
—Allí, "Tyrell's". Una escopeta y dos pistolas, registradas por Tyrell Debbs.
Antes de que pudiese seguir hablando Rowan se acercó un poco y le indicó que se girará, encontrandose con una sorpresa.
Un caminante venía un par de metros detrás de ellos y cuando Michonne sacó su katana y se disponía a matarlo, Rick la detuvó abruptamente.
La caminante apenas tocó la cuerda amarilla que hace minutos ellos con cuidado esquivaron y un disparo rompió el silencio del lugar.
—¡Alto ahí! —exclamó un enmascarado desde arriba de un edificio apuntandoles con su arma.
Al instante todos alzaron sus manos con las armas aún sosteniendolas.
—¡Dejen todo lo que tienen y vayanse! ¡Las armas, los zapatos, esa espada! ¡Todo! ¡Diez segundos!
—Corran al auto, ahora —susurró Rick sin mover un solo músculo diriendose a los menores a su lado.
—Rick...
—¡Diez!
—Necesitamos ese rifle —musitó Michonne igual de estática girandose lentamente hacia ellos.
—¡Nueve, ocho!
—Distráelo y subiré -informó la mujer.
—¡Siete, seis!
—Niños, vayan —fue todo lo que dijo Rick antes de empezar a disparar y los menores salieron corriendo lejos.
En cuestión de segundos las balas comenzaron a lloverles y por obra divina hasta el momento ninguna los había herido. Los menores buscaron dónde refugiarse de la lluvia de balas, Rick támbien hizó lo mismo y justo cuando se preparaba para disparar el hombre enmascarado ya no estaba.
Aquello solo duró poco pues las balas volvieron solo que está vez el de la máscara estaba justo a metros de Rick, quien se escondía detrás de un baril.
Sin pensarselo mucho Rowan salió de
su escondite y al estar cerca del hombre, quien estaba distraido con Rick le disparó. Cosa que lo derribó al piso por completo.
Rylie y Carl salieron también del lugar en el que se ocultaban algo asustados y la rubia solo podía mirar a su hermano algo sorprendida por su impulsividad.
—¿Estás bien? —preguntó Rick acercandose al menor que estaba cerca del cuerpo del hombre herido.
—Sí...
—Les dije que corrieran al auto —comentó Rick con reproche señalando
el lugar con la cabeza —. No quería que hicieran algo como esto.
—Era necesario —respondió Rowan con firmeza dando un paso al frente —. Pudó haberte herido o matarte. Solo hice lo que cualquiera hubiera echo, ayudar.
Rick no pudó reprochar más luego de oír al adolescente. Respiraba con difícultad, posiblemente por los nervios de aquella hazaña o quizás el cansancio.
Aún con eso tanto Rowan como Carl y Michonne tenían sus armas a la vista y no tenían miedo de hacer uso de ellas si las cosas se complicaban.
El hombre se inclinó con cuidado al enmascarado inconciente en el suelo y le quitó la camisa encontrandose con que llevaba chaleco antibalas y que aquel disparo solo le había dejado una marca rojacea nada grave.
—Está vivo...
—¿Nos importa?
Entonces em ese momento Rick empezó a quitarle la máscara que llevaba revelando quien los había atacado.
Tanto Rick como los Everson abrieron los ojos impresionados y confundidos a la vez. Realmente no podían creer a la persona que tenían a sus pies. Alguien que de algún modo los salvó del mundo.
A quien le debían el hecho de seguir con vida.
—Sí...
Rowan sintió su corazón latir con rápidez algo asustado por el hecho de que pudó haber matado a la persona que los ayudó a sobrevivir cuando sus padres murieron.
Rylie se quedó estática, procesando
que lo tenían ahí tirado, pero que esto era real y no una alucionación suya. Apesar de eso su cuerpo reaccionó solo, dió un paso adelante, se inclinó un poco para verlo mejor y de su boca salió una sola frase que encajó con la situación.
—Mierda...
Morgan estaba vivo.
——— ✮✧☾✧✮ ———
Adentrarse al refugio de Morgan resultaba de lo más escalofriente. El edificio literalmente estaba repleto de trampas y armas colgantes, como una hacha por ejemplo y cientos de hilos que si por accidente los tocabas o demás
algo malo o algo peor te atacaría.
Con esfuerzo, Rick y Michonne lograron traer al inconciente Morgan hasta el interior de su edificio. No fue fácil, pero llegaron sanos y salvos arriba.
—Le mostré el armario de las armas el año pasado -informó Rick deteniendose para admirar la habitación repleta de armas.
—¿Y tenía todo esto?
—No, ni la mitad. Estuvó ocupado —prosiguió Rick antes de señalar un posible lugar para dejarlo —. ¡El catre!
Sin mucha delicadeza lo dejaron en el catre porque a decir verdad pesaba mucho. Al instante Michonne junto a Carl empezaron a llenar sus bolsas con armas y demás municiones mientras los Everson seguían pasmados por aquel loco reencuentro y no podía siquiera hacer algo tan fácil como moverse.
Estáticos estuvieron por unos segundos observando las palabras grabadas en las paredes. Aquel lugar daba la impresión de que era el hogar de un psicopata con algo de esquizofrenia además.
Pronto Rowan tomó del hombro de su hermana por unos segundos en son de confort antes de dejarla ahí e ir por armas para guardar.
Su calma se fue a la mierda cuándo al explorar el lugar sintió un dolor en el pecho al ver en grande y remarcada una frase que decía: "Duane se convirtió".
Rylie no terminaba de entender como había pasado. El niño era fuerte, pero el tormento de su madre lo atormentaba al igual que hacía con Morgan.
—No... vámos a esperar a que despierte —sentenció Rick de la nada poniendose de pie, llamando la atención de todos —. Para ver si está bien.
—Intento matarnos...
—Nos dijo que nos fueramos, no sabía quienes eramos —respondió el hombre después de oír a la morena replicar.
—Intento matarnos y aún así no lo dejamos a los caminantes. No necesita la mitad de estas armas y nosotros sí.
—Esperaremos a que despierte, es todo.
—¿Acaso no viste este lugar? El hacha, las estacas, las paredes.
—¿¡Crees que está loco!?
—No, ni siquiera se quien es —respondió Michonne en susurros.
—Lo conozco —informó Rick luego
de unos segundos con los ojos un poco enrojecidos por las lágrimas.
—Pero no era así en ese entonces.
—Vamos a esperar a que despierte —
fue todo lo que dijo Rick antes acercarse al catre junto al inconciente hombre.
Mientras tanto Carl a pasos lentos se alejaba del lugar a otra habitación, que por lo visto no tenía puerta. Rowan se encontraba sentado en un viejo sofá al igual que su hermana, quien al ver que el castaño se quedaba estático se pusó de pie para ir con él y ver lo que lo tenía completamente embelesado.
—¿Qué se supone que miras, Grimes?
—Mi barrio —respondió Carl sin
quitar la vista de encima del croquis
en la pares —. Ya no está...
Efectivamente en la pared, entre toda
la infinidad de trazos se encontraba el dichoso hogar de Carl. Encima del dibujo con letras grandes decía: "Quemada. Casa de Rick quemada".
La menor támbien se enfocó en una parte especifica de lugar. No muy lejos, en otra dirección se encontraba el que fue el hogar de la familia Everson.
—¿Por eso querías venir? —preguntó Rick llamando la atención de la rubia que se volteó al oírlo —. ¿Para ver la casa?
El castaño solamente se quedó estático en su sitio mirando detalladamente el croquis a base de gis en la pared.
—Carl...
—Yo... yo solo quería venir.
No hubó más solo silencio antes de que Rick se girara hacia Michonne fijandose especificamente en sus movimientos.
—¿Ahora comemos su comida?
—Había un carte de bienvenidos —explicó la mujer restandole importancia al asunto mientras masticaba algo.
Unos segundos después Carl se dió la vuelta de la nada dirigiendose hacia su padre, quien rebuscaba en los cajones.
Rylie pronto lo siguió unos pasos más atrás deteniendose al estar frente a los dos adultos.
—Voy a salir.
—Pensé, lo único que la gente no roba son cunas y la amiga de mamá tenía una tienda para bebés —explicó Carl, bajo la atenta mirada de su padre espectante —. A la vuelta de la esquina.
—Carl...
—Papá es a la vuelta. Están las trampas para caminantes —replicó el menor con desesperación tomando la mano de la rubia —. Además irémos de dos.
—Necesitaran ayuda con la caja —comentó Michonne con su habitual gesto de desinteres ganandose la mirada del menor —. Si traen la cuna traeran la caja. Es grande y pesada, necesitaran ayuda con la caja. Buscaran una cuna, ¿no?
—Eso dije.
—Iré con ellos —informó la morena girandose hacia Rick mientras comía una papita frita.
—De acuerdo —concluyó Rick unos segundos después antes de ponerse de pie —. Este es el trato, si se meten en problemas griten, ¿okey? Desde aquí los oíremos.
Finalmente Carl asintió y empezó a
salir de la habitación mientras que Rylie fue directo a su hermano para darle un abrazo y despedirse. Él le deseo suerte y le dijo que volviera sana y salva con él. Después de eso volvió con Michonne y Carl, aún tenían mucho que recorrer.
Una vez afuera notaron que un par de caminantes estaban atrapados en los picos que servían de protección.
Carl iba más adelante y para llevar el mismo ritmo tomó a la rubia de la mano obligandola a caminar a un lado suyo mientras que con su otra mano sostenía su arma.
—No hace falta que vengas —soltó Carl de la nada dirigiendose a la morena sin detener su caminata —. Podemos solos.
—Le dije a Rick que les ayudaría.
—De acuerdo...
Continuaron caminando unos metros más, intentando esquivar los obstaculos que se les presentaban en el camino e incluso hasta un ratón había en una jaula posiblemente como un cebo.
Rápidamente los menores se detuvieron unos momentos al ver a un caminante a unos metros de dónde ellos estaban.
—Deberías encargarte de eso —sugirió Carl a la mujer señalando al caminante cercano a una cerca.
Michonne asintió y se encaminó hacia
el no muerto para acabar con él.
Así que mientras la mujer estaba distraída haciendose cargo de aquel caminante, Carl salió corriendo del
lugar arrastrando a Rylie junto a él.
—¿No se suponía que Michonne debía acompañarnos?
—Con tu compañía me basta y sobra
—respondió el castaño movilizandose entre el lugar con la chica tras de él.
Justo cuando estaban dando la vuelta a la otra calle una mano detuvó al Grimes y instantaneamente se giró encontrando a Michonne frente a él y por su rostro lucía molesta.
—¿Qué rayos fue eso?
—Quiero hacer esto yo solo —
informó Carl con firmeza dirigiendose espeficicamente a la mujer mayor —. Solo necesito a Rylie, ¿okey?
Después de eso volvió a tomar a una confundida Rylie y tiró de su mano obligandola a continuar. A decir verdad Rylie no estaba del todo de acuerdo que fuese así de agresivo con Michonne, quien se había ofrecido de buena gana a ayudarles con lo que sea que Carl traía entre manos y aún no le decía.
—Ya pasaste la tienda de bebés...
El castaño se detuvó al oír la voz de Michonne, quien señalaba con su katana la famosa tienda de bebés frente ellos.
—Antes buscaremos algo para Judith, ¿bien?
Después de decir aquello los menores
se dieron la vuelta y continuaron caminando con Michonne siguiendolos unos cuantos metros detrás. No iba a dejarlos solos
——— ✮✧☾✧✮ ———
—Nunca me contaron como conocieron a Morgan.
Rowan, quien permanecía atento a cualquier ruido se giró al escuchar la voz de Rick. Se incorporó un poco del duro sofá en el que estaba para después empezar a contar un poco de ello.
—Él nos encontró en la que solía ser nuestra casa —comenzó a decir el menor bajo la atenta mirada de Rick
—. Su hijo Duane y él estaban en busca de viveres o algo que les fuese útil y lo único que encontraron en esa casa fue
a dos niños desamparados. Al ver que estabamos solos y sin alimento decidió llevarnos con él. Estuvimos meses bajo su cuidado. Fue él quien cuidó de Rylie por las noches cuando se despertaba asustada por las pesadillas. Nos salvó y nosotros le pagamos de la peor manera. Lo dejamos a su suerte... ahora Duane está muerto y Morgan al borde de la locura...
Rick se acercó un poco al chico antes de poner su mano sobre su hombro. Le dió una sonrisa comprensiva, una que desde hace meses no veía.
—Rowan, hijo, a veces hacemos lo
que mejor consideramos para nuestra familia —musitó el líder, mirandolo a
los ojos —. Hiciste lo que mejor creíste conveniente para tu pequeña familia y estoy seguro que Rylie te lo agradece. Además, es imposible saber que es lo que pasará al tomar otro camino.
El rubio sonrió ya más aliviado y
limpió su rostro, por el cual una lágrima rebelde estaba resbalando.
Rick le dió una última mirada de consuelo antes de acercarse al catre en el que estaba Morgan recostado.
—Lamento que te pasará esto...
Rowan no era el único que se sentía
mal por Morgan, Rick también lo sentía y al ver las palabras marcadas en las paredes lo confirmaba todo.
Rick vió una escopeta y la tomó para probar su peso y demás cuando de la nada escuchó un ruido. Como si un casquillo de bala hubiese caido al suelo
y por instinto se giró hacia Morgan
Al ver que no era nada volvió a lo suyo, pero fue entonces que el hombre se pusó de pie y arremetió contra Rick. El sheriff fue más rápido y de un golpe con la cola de la escopeta lo mandó al suelo.
Rowan sacó su arma al instante y se acercó a ellos. No quería tener que usar el arma, pero le daban razones. Unos metros atrás estaba Rowan apuntado al desquiciado hombre con su arco.
—¿Sabes quién soy? —preguntó Rick acercandose un poco para después inclinarse y señalarse a si mismo —. ¿Puedes ver quién soy?
—¡Gente usando la cara de los muertos!
—¡Morgan escúchame, si me conoces!
—¡No, no te conozco! —exclamó
Morgan poniendose de pie y empujando a Rick a la pared en el proceso.
Sin embargo, sus movimientos eran lentos y desforzados cosa que le dió un poco más de ventaja al ex sheriff.
—Tú me salvaste la vida, Morgan —informó Rick forcejeando contra él en una esquina de la habitación —. Miráme...
Morgan supó como zafarse de su agarre y de un golpe hizó caer a Rick al suelo. Se posicionó encima de él intentando atacarlo con una navaja que llevaba.
—¡No te conozco! -gritó peleando
con el hombre ahora desarmado —.
¡Tú cambias y mueres!
—¡Tú me conoces!
—¡No conozco a nadie, no soy el mismo!
Antes de que pudiese intentar
hacerle daño a Rick con su navaja en
el pecho, Rowan lo agarró por detrás haciendo que se levantará y le dió un puñetazo que lo mandó al suelo.
Morgan empezó a arrastrarse a una esquina asustado mientras Rowan le apuntaba directamente. Si se le ocurría algo no dudaría en soltar la flecha.
—Por favor... Rowan, por favor matáme hijo...
El rubio retrocedió asustado al oírlo decir aquello, como si se sintiera un asesino de inocentes. Jamás podría. Le sería imposible, no cuando le debía tanto a aquel hombre. Verlo en aquel estado de locura le dolía demasido.
No tuvieron más opción que atarlo a una silla.
El tipo no estaba en sus cinco sentidos como para razonar con ellos.
—Solo matáme... solo matáme —
susurró con desesperación al borde de las lágrimas —. Matáme...
—El año pasado tú me encontraste en
mi jardín, Morgan —soltó Rick desde su sitio con firmeza, intentando traerlo a
la realidad —. Tú, los niños y tu... Me encontraste, me alimentaste y me dijiste que estaba pasando. Me salvaste, amigo. Me llamo Rick Grimes, me conoces. No estoy usando la cara de un muerto.
Rápidamente dejó de hacer lo que hacia para acercarse a él y ponerse frente al moreno.
—Yo te dí esto —informó Rick acercandose a él para enseñarle el
radio que le dejó —. Dije, enciendelo cada día al amanecer para que me encuentres.
Morgan se quedó unos segundos
estático observando el radio entre las manos de Rick, cosa que por lo visto le trajo recuerdos.
—¿Rick? —soltó de repente ocasionando que el ex sheriff sonriera a medias —.
Yo te conozco. Dios, yo te conzco a ti. Se quien eres. Dijiste que encenderías el tuyo al amanecer. Eso me dijiste. O sea no me había atrevido y después... luego lo hice en el techo cada mañana, por días, por semanas. Mi hijo y yo y luego... yo... solo había estática. Solo estática y después nada de nada. No estabas allí, nunca estabas allí.
—Lo estaba...
—¡No, cuando yo estaba! ¡Dijiste que prenderías tu radio cada día al amanecer!
—Morgan, yo...
—¡Dijiste que prenderías tu radio cada día al amanecer y no estabas allí!
Después de decir eso Morgan empezó a sollozar con frustración y Rick se alejó un poco de él sin saber como reaccionar.
Esa fue la gota que derramó el vaso.
Rowan se pusó de pie con su arco sobre su espalda y sus flechas en el carcaj. Tomó una de las tantas pistolas que había en una de las mesas junto con un par de balas, las cuales guardó y salió de la habitación.
Rick no intentó detenerlo pues sabía
que no lo lograría y que probablemente necesitaba tranquilizarse. Ver a Morgan en el estado en el que estaba era difícil y ni siquiera lo reconocía del todo.
Salir de aquel edificio no fue tan difícil como creyó, lo difícil era mantenerse a salvo y esquivar las trampas cercanas.
Finalmente logró salir intacto y con sus armas en mano decidió poner támbien en marcha a cierto lugar que ansiaba ver desde hace mucho tiempo.
El camino fue sencillo. Aunque tuvó que usar varias flechas y algo de habilidad para contra algunos caminantes que se cruzaban justo por su camino.
Varias calles después estaba justo enfrente de su casa. Una casa de dos pisos pintada de color celeste, que por cierto ya estaba más que despintada y que también estaba llena de musgo y la vegatación del jardín principal enorme.
Tomó un respiró y se preparó fisica y mentalmente antes de armarse de valor y girar la perilla oxidada entrando a la sala principal de la abandonada casa.
Estaba desbloqueando un trauma que
el mundo le obligó a crear y con ello una infinidad de recuerdos buenos y malos de su apacible vida en aquella casa.
——— ✮✧☾✧✮ ———
Resulta que el lugar al que Carl quería
ir era nada más y nada menos que una vieja cafetería. El lugar no se veía tan mal, tenía mesas afuera para divertirse.
Si no estuvieran viviendo un apocalipsis zombies quizás Rylie hubiera obligado a sus papás a ir de vez en cuando. Claro, si no hubiera apocalipsis y si sus padres no estuviesen muertos.
Carl iba adelante de ambas mujeres guiandolas. Al llegar se acercó a la puerta y se asomó por la misma en busca de posibles caminantes.
Al no ver nada extraño dentro intentó abrir el pomo de la puerta y antes de que intentará hacer algo Michonne lo tomó del brazo obligandolo a retroceder.
Minutos más tarde caminaban lejos de la cafetería. Carl iba más adelante y por su rostro se notaba que estaba enojado.
—¿Creíste que te dejaría entrar allí?
—Esto no es asunto tuyo —respondió Carl deteniendose para encararla con furia —. No me conoces, no conoces a mi papá y mucho menos a Rylie y a Rowan.
—Vine aquí a ayudarles.
—Viniste por intereses comunes —exclamó el menor perdiendo la paciencia —. Tenemos el mismo enemigo, el mismo problema por eso estás aquí nada más. Esto es importante y tengo que hacerlo. Y se como, no me detendrás.
Después de decir eso el castaño se
dió la vuelta dejando a ambas mujeres detrás suyo. La rubia realmente estaba un tanto confundida por la actitud malcriada y poco amigable del castaño.
Michonne hizó un ruido llamando la atención del chico y deteniendolo para que se girará hacia ellas.
—No te lo impediré, pero tú no evitaras que les ayude.
Una pequeña sonrisa iluminó el rostro del niño y Rylie también sonrió. Por fin se estaban entendiendo.
Luego de calcular todo pusieron manos a la obra. Abrieron la puerta y con un empujoncito hicieron entrar varias jaulas con ratas dentro que servirían como distracción para los caminantes.
Tal como pensaron apenas oyeron el ruido de los animales, los caminantes despertaron y se abalanzaron sobre las jaulas dandoles oportunidad a ellos para adentrarse al interior de la cafetería, siendo lo más silenciosos posibles.
Aparentemente no había caminantes a la vista así que Carl salió de su escondite al igual que ambas mujeres. Sin más se subió a la barra y quitó un cuadro de la parte de encima.
Mientras tanto Rylie no pudó evitar distraerse en el proceso al ver justo en una pared cercana una espada con su vaina y cinturón colgada en la pared.
La espada no se veía pesada así que con cuidado se acercó y logró quitarle de ahí para ponersela en la espalda. Quizás en un futuro cercano aprendería a usarla.
Apenas Carl estaba dejando la foto
en la barra cuando sintió que una mano helada lo tomaba del tobillo. Un caminante.
Rylie hubiese apretado el gatillo si Michonne no la hubiera detenido antes de hacerlo. Con rápidez ella atravesó el cráneo del caminante con su katana, haciendo el menor ruido en ello.
Una vez tuvieron la foto y la espada salieron del lugar por la parte trasera
de la barra intentando no ser vistos.
Casi lo conseguían y no fue hasta que
en su camino los sorprendió una rata de las que estaban enjauladas. Segundos después varios caminantes aparecieron.
Tuvieron que retroceder al instante buscando dónde esconderse y por lo visto la cocina les quedaba muy cerca.
Sin embargo, más caminantes empezaron a aparecer en el lugar arrinconandolos. Michonne se las arregló para acabar con unos y abrirles camino a la salida, rodeando la barra.
Lo que no tomaron en cuenta es que la famosa fotografía se les cayó.
Carl dió un par de disparos acabando con un par de caminantes y salieron
de la cafetería bastante agitados con
un montón de caminantes detrás de la puerta que con esfuerzo sujetaban.
—¡Debemos regresar!
—¿Dónde está? —preguntó Michonne sosteniendo la puerta con cansancio, refirendose a la fotografía.
—Por favor, hagamoslo. ¡Es la única que queda! —insistió Carl con desesperación a laa mujer y al no recibir respuesta intentó entrar —. Al demonio...
Obviamente Michonne le impidió intentar abrir la puerya.
—Así no. No te conozco ni a esta rubiecita, lo entiendo, ¿pero harías algo por mi? —empezó a decirle con un tono serio, parecido a de una mamá enojada —. Quédense aquí.
—¡Ayudaré!
—No, yo me encargo de esto. Tú te quedas —sentenció Michonne con firmeza antes de girarse hacia la rubia —. También aplica para ti, Rylie. Asi es como lo haremos.
La menor simplemente hizó un gesto algo molesta, pero de todos modos aceptó quedarse con Carl cuidando la puerta mientras ella iba por la foto.
—¿Qué con la espada?
—Ahora es mia —respondió Rylie con naruralidad observando maravillada
la arma en sus manos —. No se usarla, pero me enseñare. Ahora si temanme caminantes hay una espadachina suelta media loca.
Carl soltó una risita contagiosa al oír a su gruñona favorita hablar de sus metas sobre aprender a usar esa espada.
Poco después su corta conversación se vió interrumpida por la llegada de la mujer, quien rápidamente le tendió la foto al castaño.
El niño sonrió una vez la tuvó en sus manos. Quizás era la única foto con sus padres que tenía.
—Es que yo... pensé que Judith debería saber como era su mamá —informó el niño aún apreciando la fotografía en sus manos con una sonrisa —. Gracias.
—Iba a volver de todas formas —respondió Michonne poniendose en marcha junto a ambos niños —. Yo no podía irme sin esto. Es demasido hermoso.
De la nada sacó una figura de un gato bastante colorido. El rostro de Rylie se iluminó al ver la figurita y su sonrisa se la contagió a la morena.
—¡Qué bonito, Michonne! —exclamó Rylie revoloteando a su alrededor con emoción —. Gracias por soportarnos,
por cierto. Espero no te hallamos dado tantas molestias, en especial Carl.
—¡Ey!
Michonne soltó una risilla por lo bajo al ver a los menores juguetear entre ellos y negó con la cabeza más calmada.
—Fue toda una loca experiencia.
——— ✮✧☾✧✮ ———
—Hola, estaba por ir a buscarlos.
—Lo sentimos —respondieron Carl y Rylie al unisono cargando cada quien un lado de la cuna.
—Está bien. Ya están aquí.
Se detuvieron un poco para descansar pues el trayecto hasta el edificio con la cuna no fue tan sencillo, pero con ayuda de Michonne fue menos trabajo.
Michonne tomó la bolsa con armas que traía Rick y sujetando támbien la cuna se pusieron en marcha a la camioneta.
—Gracias.
Rick iba unos pasos más atrás con Rowan junto a él. Con cuidado pasaron por entre las trampas, observando a Morgan atar un cuerpo de caminante a una camilla cercana a unos picos.
—Él está bien...
—No, no lo está.
Rodearon el lugar en silencio, pero la mente de Rylie se encontraba inquieta luego de oír aquello último. Loco o no ese hombre la protegió y cuido cuando más lo necesitaba y ella solamente se fue por mero capricho, o eso pensaba ella.
—Esperen —pidió Rylie soltando la
cuna para acercarse un poco a los picos —. ¡Ey, Morgan!
Aquello pareció llamar la atención del hombre que dejó lo que sea que hacía para enfocarse en la menor. Por otro lado su hermano no parecía tan alegre.
—No se si me recuerdes o no, pero
yo a ti si —empezó a decir con cautela, sintiendo su pecho apretarse y sus ojos picar —. Fuiste nuestro salvador cuando más lo necesitabamos. Gracias por todo y perdón por haberte abandonado...
Fue entonces que el moreno se acercó a ella hasta quedar a varios metros de la menor.
—Oye rubiecilla, no te disculpes
nunca —respondió con calma, logrando que ella sonriera por el apodo —. Ten una larga vida. Se que harás cosas grandes. Sigan cuidandose el uno al
otro, mis niños.
La rubia solo asintió con lágrimas en
los ojos antes de darle un abrazo rápido y volver con el grupo. Ambos hermanos ese día habían dejado una parte de ellos en aquel lugar. Se estaban despidiendo de lo que quedaba de sus antiguas vidas.
Finalmente partieron dejando a Morgan haciendo lo suyo. Él no quería luchar y no podían hacer nada para ayudarlo.
Una vez empacaron todo en la cajuela subieron al auto y se pusieron en marcha de nuevo a la prisión, dónde sus compañeros los esperaban.
—Fui a casa y traje varias cosas tuyas —comentó Rowan dirigiendose a la rubia antes de pasarle una mochila —. Espero y te sirva, es ropa limpia y algunas cositas bobas que pensé que querrías conservar.
—Eres el mejor hermano que pude haber tenido —respondió Rylie con una mini camara digital en sus manos para después darle un abrazo —. Te quiero infinitamente, Ro.
—Yo también te quiero infinitamente, Rylie.
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SEPTIMO CAPÍTULO PUBLICADOO
Hi, guys. ¿Cómo están cositas
del señor? Ojala y todo bien. Juste ayer por la noche termine este cap y apenas me acorde que tenía que publicarlo. Esta semana estaré hasta el tope de tareas y examenes, pq si cada 2 semanas tengo parciales 😭
¿Qué les pareció? ¿Esperan que los Everson de encontraran con Morgan? Una lastima que estuviese medio cucu aca Morgan y no recordará del todo a los niños 😭👎Podría decirse que fue buena idea que los Everson se fueran con Rick.
Dejen sus votitos y comentarios. Pueden agregar el fic a sus listas
de lectura para saber que hay actualizaciones. Mis redes estan en mi bio. He visto los numero de leidas y solo dire que MIL GRACIAS AMORES. Aprecio que les guste mi trabajo 💞✨️ Me despido por ahora, pero volveré...
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