❝NO HAY MANERA DE SALIR DE ESTO ❞

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〘 ✰.༄☼︎ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟐☼︎༄.✰ 〙
–— servicio —–

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LOS DÍAS POSTERIORES A LA MASACRE DE NEGAN FUERON LOS PEORES A DECIR VERDAD. Todos intentaban volver a retomar sus vidas, pero era de lo más complicado. Ahora sus cosas ya ni siquiera les pertenecían y si encontraban comida o lo que fuera lo reservaban para los salvadores pues en cualquier momento vendrían por ellas.

Habían pasado alrededor de cuatro días
o cinco así que no tardaban en venir por todo lo recolectado cuando fuera.

Aquella mañana cierta chica dormía placidamente en la habitación de Carl pues no quería estar sola y menos después de lo sucedido.

Constantemente solía tener pesadillas que involucraban sangre y cadaveres así que prefería tener con quien acudir si sentía que no podía despertar. Era así como Carl la reconfortaba en las noches cuando las pesadillas la atacaban.

La rubia poco a poco fue abriendo sus ojos con pesadez negandose a tener que levantarse pues no se sentía animada para hacer nada, cuando lo hizó sintió los brazos de cierto chico envolverse con fuerza a su cintura semi descubierta.

Entre dormida y despierta soltó una risilla con diversión al sentir los labios de Carl en su cuello y hombros.

—Rylie, se que estás despierta —
susurró Carl con una voz ligeramente ronca a su oído dejando un último beso en su hombro —. Te estabas riendo.

—A que no.

—Claro que sí...

—Me rió dormida eso es todo —respondió la mencionada girandose
un poco para verlo mejor y saludarlo
—. Ya, buenos días entonces.

—Buenos días, señorita Everson —saludó Carl dejando un beso en la punta de su nariz haciendola arrugar dicha parte —. ¿Qué tal dormiste hoy, cariño? ¿Pudiste dormir el resto de la noche?

—Sí, un poco —musitó Rylie en respuesta bajando la mirada pues
sus ojos se ponían llorosos —. Ya ha pasado una maldita semana y no se
que habrá pasado con Ro, ¿y si...

—Calmate, Ry. Él está bien, eso espero —respondió Carl atrayendola a su pecho pues sabía que iba a llorar —. No quiero más lágrimas. Basta de pensar que todo va mal. Ten algo de fe, rubia llorona.

—Ahora no soy gruñona, ¿eh? —comentó la rubia con diversión tallando un poco algunas lágrimas rebeldes —.
Te juro que no quiero llorar más, pero ya no puedo con esta agonia. Me es muy difícil pensar que él está bien cuando ese infeliz mató a dos de los nuestros.

—Ry, por favor... Solo me harás llorar contigo y no quiero eso...

La rubia se quedó en silencio aferrada
al pecho descubierto del jóven mientras sentía sus manos calidas dejar suaves caricias en la piel de su cintura.

—Odio verte así, mi amor —confesó el jóven tomando su rostro con delicadeza para verla a los ojos —. ¿Qué tengo que hacer para que vuelvas a sonreir?

—Solo quedate conmigo un poco más y no dejes de abrazarme, ¿si?

Tal como pidió la rubia, Carl la acercó un poco más para estrecharla entre sus brazos sintiendo su respiración sobre su pecho y empezó a dejar besitos por todo su rostro hasta llegar a sus labios, que por supuesto besó con suavidad y ella al instante correspondió al roce de labios manteniendo sus ojos entrecerrados.

—Estaremos bien, cielo —musitó Carl besando con amor su cabellera después de cobijarla —. Estaremos bien...

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La menor de los Everson se disponía a salir de cazeria para conseguir algo de carne ya fuese de cualquier venado o animal comestible, aunque claro que no era para la comunidad puesto que los salvadores no tardaban en venir y se llevarían todos sus suministros y si se negaban las cosas empeoraría.

No era muy buena para cazar, pero haría su mejor esfuerzo. En eso estaba cuando al andar por las solitarias y silenciosas calles de Alexandria un ruido llamó por completo su atención.

A un par de metros quizás frente a la puerta cerrada y sellada se veía la silueta del asesino de sus amigos y por supuesto que golpeaba con su bate los barrotes de la puerta.

—¡Cerdito, cerdito, dejáme entrar!

Spencer, quien estaba a punto de salir en auto junto a Rosita se acercó para abrir y dejar a la vista al mániatico del bate de beísbol. Parecían decir algo que Rylie no alcanzó a escuchar del todo bien, pero se acercó lentamente justo al mismo tiempo que lo hacían Rick.

—Miren quién está acá, no te conviene obligarme a pedirtelo —exclamó Negan con una sonrisa divertida al ver a Rick y después a cierta rubia —. Oh, santa mierda, pero miren quién apareció. Es la  chica del asesino serial.

Rylie se limitó a mirarlo con los ojos algo entrecerrados y mantuvó una postura a la defensiva enterrandole cuchillos al hombre en dónde fuera en su mente.

—Adoro a esta chica, tiene un no se qué que amo.

—¿Qué hiciste con mi hermano, pedazo de idiota?

—Tranquila rubia, eso ya será después —respondió Negan con esa sonrisa malevola antes de hacerle una seña a Rick —. Abre ya sino quieres que le de unos buenos batazos a la niña.

—Dijiste una semana —comentó Rick algo enojado mientras abría la puerta sin rechistar —. Llegas antes.

—Te extrañe.

Ojala pudiera borrarle esa sonrisa a batazos, pensó Rylie.

Pronto el gruñido de un caminante proviniente de afuera llamó la atención de los presentes y Negan se giró casi al instante solo para mirar al zonbie.

—Oh, ustedes dos, vengan acá y miren esto. ¡Es mió! —informó Negan a la vez que retrocedía para darle un golpe en la cabeza al caminante con el bate —. ¡Eso si fue pan comido! Muy bien amigos, comenzemos. Es un gran día.

Pronto había una enorme cantidad de salvadores frente a la puerta a la espera de alguna orden de su líder. Entre ellos estaba Daryl, quien se veía golpeado y agotado. A su lado se mantenía Rowan con un labio roto, visibles ojeras y por supuesto la misma expresión cansada.

Si no fuera porqué los tenía amenazados y les ganaban en número, Rylie ya se hubiera abalanzado sobre Negan y sacado los ojos con su espada.

—Oye, Rick. ¿Viste lo que acabó de hacer? Eso se llama servicio. Estuvieron a punto de negarme la entrada, ¿quien es ese tipo? —informó el de chaqueta de cuero con cierta diversión señalando a Spencer —. ¿Me enoje, lanze golpes, le aplaste la cabeza a un pelirrojo?

Rylie rodó los ojos aborreciendo cada palabra que salía de su boca.

—No, líquide a uno de esos pendejos
y evité que matará a uno de ustedes —agregó Negan haciendo una pequeña reverencia al terminar —. Servicio.

Pronto se acercó dandole su bate a Rick para sostenerlo un momento mientras él se paseaba por los alrededores.

—¡Que cosa tan loca! Este lugar es magnifico —exclamó el hombre con exagerado asombro girandose un poco
a Rick —. Es un verdadero exceso de riqueza. Si señor, creo que ustedes van
a tener mucho para ofrecer.

Rylie aprovechó que Negan estaba demasiado concentrado admirando el lugar para acercarse a su hermano, pero cuando eataba por hacerlo varios de sus hombres alzaron sus armas a ella sin importarles que se tratará de una niña.

Rick también había intentado dirigirle la palabra a Daryl sin mucho éxito.

—No, Daryl es mío —interrumpió Negan acercandose a ambos honbres para luego señalar a Rick —. Tú no lo miras y no lr hablas y yo no te obligo a cortarle ningún miembro. Lo mismo para los demás y lo digo por ti, rubia.

Rylie retrocedió un poco sin apartar la mirada de su hermano, quien casi con la mirada rogaba ser ayudado.

—Muchachos, bajen sus armas —pidió
el mayor haciendoles una seña para que se calmarán mientras se acercaba a la menor —. Así no se debe tratar a una inocente y frágil dama. Ja, hombres. Pero si te voy a pedir que dejes tranquilo a mi futuro aprendiz. Es mío, niña.

La mirada de Rylie no delataba cuán asustada se sentía por dentro, pero si dejaba en claro cuán molesta la ponía
la presencia del hombre en su hogar. Con todo eso no retrocedió en ningún momento y alzó la barbilla sin temor.

—Diablos, pobre hombre que termine con esta temible fiera —exclamó Negan con diversión alejandose de ella antes de darle un toquecito en la nariz —. Okey, que comienze la función. Vamos a ver que hay en las despensas.

Rylie le restó importancia y bajo la atenta mirada de varios hombres se alejó dejando a los líderes hablar
entre ellos y pronto los salvadores se dividieron para revisar el lugar.

——— ✮✧☾✧✮ ———

Rylie se adentró presurosa a la enfermeria dónde fue recibida por Carl con un rápido abrazo, después de revisar que Judith estuviese a salvo
fue a hacerle compañía a su novio.

—¿Qué sucedió?

—Son ellos, están aquí —musitó Rylie en respuesta separandose un poco del chico con ojos llorosos —. Los tienen y dios, el rostro de suplica de ambos. Carl...

—Calma, papá hará algo.

—No, estoy arta de su cobardía —exclamó con la voz rota acercandose a la pila de medicamentos en la mesa —. Se van a llevar todo y sabes que no vamos a lograr nada si no tenemos nada. Voy a esconder algo, debe haber un...

Justo cuando la rubia estaba intentando esconder sin mucho éxito varios frascos y cajas de pastillas la puerta se abrió con violencia rebelando a dos hombres que al ver sus acciones la aprisionaron.

—Claramente Negan dió ordenes de que nos llevaramos todo —comentó uno de ellos aplicando fuerza sobre el agarre de la rubia —. ¿No querras tener problemas con nuestro líder o si, niña?

—¿Sabes algo? Me importa una hectarea de mierda sus amenazas baratas...

El hombre sacó un cuchillo y le pusó exactamente en su garganta haciendola tragar saliga algo asustada mientras la mano libre del desconocido se tomaba el atrevimiento de manosearla.

Mientras tanto el otro hombre empezó a echar todo el medicamento disponible en una bolsa.

Carl sacó su arma al instante y apuntó directamente a la cabeza del hombre. Ningún imbécil vendría a quitarles toda su medicina, manosear a su novia frente a él con descaro, amenzalarla y salirse con la suya así como así.

—Tienes dos segundos para apartar tus repugnantes manos de mi mujer antes de que te vuele los malditos sesos, cerdo —musitó Carl con un tono aterrador sin bajar el arma dandole una mirada llena de furia —. Uno... dos...

Rylie soltó un gritito asustada al sentir como la bala que Carl disparó le rozó una oreja al hombre que la retenía de espaldas y al instante la soltó al sentir un dolor en dicha parte.

La rubia corrió directo a su novio y sin importarle qué tomó un cuchillo de la mesa cerca apuntandoles con él por si se les ocurrían pasarse de listos. Y era solo porque no sabían que podía hacer con un cuchillito.

—Deja eso —pidió Carl en el mismo tono de queja al ver al otro desconocido tomar muchos medicamentos en un cajón —. O la próxima irá para ti.

—Chico, ¿qué crees que pasará luego?

—Morirás y me encargaré de dejarte sin dedos, desgraciado.

De pronto unos pasos hicieron que
Rylie, quien estaba más cerca de la puerta trasera se girará a ver de quien se trataba. Era Rick.

—Carl... Carl, baja eso...

—No, se lleva todo la medicina y
encima amanazó a Ry —respondió el mencionado con furia sin apartar la mirada de los desconocidos —. Dijeron solo la mitad.

—Por supuesto —exclamó Negan adentrandose a la habitación muy divertido acercandlse a Carl —. ¿En serio?

—Larguense o verán lo peligrosos que podemos ser.

—Perdóname jovencito y disculpa también mis jodidos modales pero, ¿acabas de amenazarme? —soltó Negan de repente cambiando su sonrisa por una cara de indignación —. Porque entiendo que amenazes a David, pero no lo permitiré. Ni a él ni a mi.

—Carl, ya bajala...

—No seas grosero, Rick. Estamos en medio de una conversación —exclamó Negan callando al hombre a un lado antes de volver a girarse a Carl —. A ver muchacho, ¿en qué estabamos? Oh, si. En tus super gigantescas bolas. No nos amenzanes. Mira, me caes bien así que no quiero aclarar esto por las malas y tú tampoco. Dije la mitad de sus cosas y la mitad es lo que digo que será. Habló en serio. ¿Quieres qué te demuestre cuán en serio? Otra vez.

—Será mejor que dejes tus amenazas baratas para otro día —musitó Rylie apuntandole directamente con el filo de su cuchillo muy cerca de él —. No nos asustas. Solo eres un fanfarrón.

—¿Si? Pues este fanfarrón mató a sus amigos —respondió Negan en el mismo tono inclinandose un poco para verla mejor —. Ahora mejor cierra ese pico si no quieres que tu hermano o aquí este lindo y valiente joven pase por eso.

Carl le dió una última mirada antes de darle su arma a su padre al igual que la rubia y Rick a su vez no tuvó de otra que cederselas al hombre del bate.

—¿Sabes, Rick? Todo esto me recuerda que tienen muchas armas —comenzó a decirle Negan al mencionado en un tono más bajo —  Están las que se llevaron de mi puesto cuando mataron a todos mis hombre con una tonelada de armas propias y apuesto a que incluso hay más.
En resúmen, tienen un completo y tremendo arsenal y como este pequeño arrebato emocional acaba de dejar en claro eso no es conveniente.

Rick se quedó en silencio como todas las veces que Negan lo amenazaba y se giró sutilmente a ver a ambos adolescentes con algo de pteocupación.

—Es todo mío ahora. Así que dime, Rick, ¿dónde están mis armas?

——— ✮✧☾✧✮ ———

Los salvadores habían accedido a dejarles la comida pues según Negan
no los quería muertos así que solo se llevaron muebles y la mayoría de las armas que tenían pues según los datos que poseía Olivia sobre la cantidad exacta de armas faltaban dos armas de fuego y no pudieron encontrarlas.

Rylie no se desharía de su preciada
arma así que optó por esconderla en el piso más bien dicho en el piso de madera levantando una tabla de este y listo.

Justo después de que se fueron, Rick convocó a todos los sobrevivientes a la iglesia de Gabriel, que era el lugar de la mayoría de las reuniones del grupo.

—Pensé en esconder las armas. Lo
hice una vez —comentó Rick al grupo no sin señalar vagamente una dirección —. Se me ocurrió que podría enterrarlas afuera, tal vez pasar años sin usarlas.

—¿Años?

—Sí; así es, pero, ¿y si los salvadores
las encuentran? ¿Y si nos ven cuando tenemos las armas encima? —preguntó Rick pasando por en medio de las filas algo preocupado —. Uno de nosotros morirá o tal vez muchos más. No importa cuantas armas tengamos no alcanzaran. Ganaron. No hay nada que hacer. Esconder un par de armas no es la solución, ya no. No digo que nos guste, pero tenemos que entregarlas. Una glock nueve y una veintidos eso es lo que están buscando. ¿Quién las tiene?

Todo el grupo permanecía en silencio.

Rylie esperaba que alguien confesará, pero nadie contestaba. La rubia relamió sus labios sutilemente algo preocupada mientras dejaba caer su cabeza sobre el hombre de cierto ojiazul a su lado.

—Alguien sabe dónde están, o quién lo sabe —continuó diciendoles, pero todos se mantenían en silencio mirandose unos a otros  —. Si no las hallamos va a asesinar a Olivia. Lo haran.

Pronto un hombre de tez morena se pusó de pie.

—¿Qué les interesa? Dos armas no son una amenaza para ellos, pero a nosotros nos protegen de las otras cosas que hay afuera.

—¿Tú las tienes?

—Eso quisiera —respondió el desconocido volviendo a sentarse.

—La mayoría de ustedes no estuvó ahí, no tuvieron que verlo —empezó a decir el líder alzando un poco la voz a la vez que la rubia bajaba la mirada —. Pueden mirar a otro lado cuando muera alguien más o pueden ayudar a resolver esto. Les damos lo que quieren y vivimos en paz.

—Digamos que las encuentras —propusó Eric poniendose de pie para verlo mejor —. ¿Cómo saldremos de esto, Rick?

—No hay manera de salir de esto —respondió el hombre dando un paso al frente con los ojos algo llorosos —. Se los voy a decir de la manera más clara y directa, yo ya no estoy a cargo. Negan lo está. ¿Quién tiene las armas?

Varios hombres de la parte trasera de las bancas empezaron a susurrar cosas mientras tanto Eugene no tardó en notar que varios del grupo no estaban.

—Aquí falta gente...

——— ✮✧☾✧✮ ———

Después de una ardua busqueda casa por casa encontraron una de las armas metida en un compartimiento secreto en el piso de madera. Una carga menos.

Rylie se mantenía al margen de la situación junto a Carl, pero eso no evitaba que sintieran una ira fuera
de lo normal al ver como un salvador
se encargaba de humillar a Enid solo porque ella quería de regreso unos globos verdes que era lo único que tenía de Glenn y un brazalete de cuero que Rowan se esmeró en hacer para ella.

Sí, la castaña ya se había percatado de
la presencia del Everson, pero no podía acercarsele mucho y solo se daban miradas entristecidas.

Rick terminó por devolverles el arma que querían y los salvadores junto al líder de Alexandria se dirigieron a la salida.

Michonne apareció justo en ese momento y después de un par de suplicas, Rick logró que Negan lo
dejará hablar a solas un momento y terminó convenciendola en medio de lágrimas que entregará el rifle que llevaba consigo.

Ambos volvieron con Negan, pero claramente se veía el odio irradiar de manera sobrenatural de la morena. No estaba contenta con la decisión de Rick de darles sus armas, pero accedió.

—No sabía que había ido de caceria —explicó Rick apenas llegaron antes de acercarse para darle el rifle —. No está en el inventario. Lo mantenemos afuera.

—Miren esto. Estas son las cosas que fortalecen una relación —comentó el hombre con una sonrisa al ver a la chica lanzarle una mirada enfurecida —. Te felicito, Rick. Eso se llama reflexionar y entender el mensaje. Lo dije antes y lo volvere a decir, usted señor es especial.

—Ahora que sabes que seguimos tus reglas...

—¿Si?

—Quiero pedirte que Daryl y Rowan se queden.

—Imposible —respondió Negan a lo
que Rick hizó una mueca de disgusto
—. ¿Sabes qué? No lo sé, tal vez los dos puedan apelar el fallo. Tal vez ellos logren convencerme. ¿Daryl?

El hombre se quedó en silencio y bajó la cabeza para después apartarse un poco de ellos. Ni siquiera habló, pero eso dijo todo.

—¿Rowan?

El rubio miró a todos lados como esperando que no fueran a echarsele encima todos los hombres, pero tomó valentía para expresarse.

—P-Por favor, dejanos ir...

—¡Aw, es tan tierno y divertido! —exclamó Negan acercandose a él para acariciar su mejilla y después volvió su atención a Rick —. Escucha, Rick. No quisiera deshacerme de mi aprendiz y aunque adoro que me teman, no quiero llenar de odio el corazón de la rubia. Así que puedes quedarte con el niño, pero Daryl es mío. Tomalo como un regalo y dile a la niña rubia que es de mi parte, pero cuidado porque un solo fallo y me lo llevaré de nuevo.

Rowan aún algo entristecido caminó lentamente a Rick y al estar más cerca el  hombre abrazó al chico que contuvó las ganas de llorar frente a todos.

—¡Qué maravilloso reencuentro! Lo
que van a hacer es salir de estos altos muros que tienen y esforzarse aún más —explicó Negan con tono mandón mirando desafiante a Rick —. Trabajen para mí porque volveremos pronto y cuando lo hagamos mejor que tengan algo interesante para nosotros o Lucille se saldrá con la suya.

Rick se quedó en silencio.

—Lo voy a decir otra vez, si ustedes
no consiguen algo interesante para nosotros alguien morirá y no quiero más armas mágicas —sentenció con voz firme antes de girarse a uno de sus hombres —. ¡Arat! Carga ese ciervo y vámonos a casa. Se hace tarde.

Apenas terminó de decir aquello Michonne tiró el cuerpo inerte del animal al suelo de mala gana y se fue dejando al resto en sus autos.

—Vaya, adoro a las chicas que pagan la cena sin esperar que las lleve a la cama —comentó Negan con burla a Rick al ver a la chica alejarse del lugar.

Mientras tanto Rowan jugaba con el hilillo suelto de su chaqueta notando en sus manos algunas heridas y golpes, pero no evitó que escuchará la voz de Dwight llamando a Rosita.

—Tengo algo para ti —informó el hombre lanzandole su gorra a la chica, quien la tomó rápidamente —. Es todo
lo que recuperaran. Se quedaron sin armas, sin varias camas. Espero que halles un buen lugar dónde descansar. ¿Encontraste algo más allí afuera?

—A tus amigos muertos —respondió Rosita de mala gana poniendose su gorra.

Dwight soltó una riss antes de prender la motocicleta de Daryl y acercarse a él con el vehículo solo para molestar.

—¿La quieres de vuelta? Solo pidelo.

Rowan esperaba que Daryl hiciera aunque fuera un gesto, el más minimo, pero no sucedió. Al estar encerrados en el Santuario, Daryl parecía ser el más afectado con ello pues no solo lo tenían del otro lado del edificio sino que le habían quitado sus cosas e incluso toda su ropa. Básicamente era una tortura.

Él por el contrario también había estado encerrado en una celda y al intentar escapar y golpear a un par de hombres, Negan lo dió unas palabras para que no volviera a intentarlo y minutos después le habían llovido golpes a puño limpio.

De nada servía intentar escapar, pero deseaba volver a ver a Ry, Rick, Carl, Enid y el resto a como fuera.

Aunque las cosas para él no iban tan
mal después de eso. Negan le enseñó un poco del Santuario e intentó convencerlo para unirseles proponiendole que estaría mejor ahí que con Rick, pero lo rechazó muchisímas veces. Negan no se rendía.

—No murió nadie —comentó Negan acercandose a Rick sonriente —. ¿Y sabes que creo? Que tú y yo hemos perfeccionado nuestro acuerdo. Dejame hacerte una pregunta, ¿quieres que me vaya?

—Creo que sería bueno.

—Entonces dí esa sencilla palabra magica.

—Gracias...

—¡No seas rídiculo! —exclamó Negan después de una risita dandole un ligero golpecito en el hombro —. Gracias a ti.

El momento se vió interrumpido por
el gruñido de un caminante que se acercaba, cosa que Negan notó al instante.

—Allí viene otro. Necesitas nuestra ayuda —anunció girandose un poco a uno de sus hombres —. David, dame ese candelabro que está ahí. ¿Sabes que creo, Rick? Creo que de esto vámos a salir ganando los dos. Mira lo que puedo hacer.

Y acto seguido golpeó al caminante en el cráneo con dicho objeto.

—Seh, todos ganan —comentó
Negan tirando el candelabro a un
lado —. Limpialo por mi para la próxima. ¡Vámonos!

Todos los salvadores, incluido Daryl entraron a los camiones que llevaban, pero Negan de detuvó.

—¡Ah, cierto! Qué descuidado de mi parte —exclamó Negan con una risa seca girandose hacia el hombre —. ¿No creiste que iba a dejar a Lucille o si? Porque después de lo hizó, ¿para qué la querrías? Gracias por ser tan servicial amigo mio.

Rowan solo observaba en silencio
como Negan tomaba su bate no sin antes decirle algo a Rick, pero él solo se quedaba en silencio y aquello no podía poner más frustrado al rubio.

Vieron los camiones alejarse poco a poco llevandose a Daryl de nuevo.

No merece esto, pensó Rowan con tristeza.

Después entre ambos cerraron la puerta de Alexandria y se pusieron en marcha a su casa no sin antes encontrar a cierta rubia que venía corriendo hacia Rowan.

—¡Dios, él te dejó ir! Estaba tan
asustada y preocupada que no sabía que diablos hacer para tenerte de regreso —exclamó con felicidad entre lágrimas envolviendolo en un fuerte abrazo que lo hizó soltar un quejido —. Uy, lo siento. Estás conmigo, estás vivo... estás aquí...

Rowan sonrió al igual que Rick, aunque ambos estaban algo tristes porque Daryl no hizó nada por liberarse.

—Adelantense, tengo que hablar un momento con Spencer.

Los chicos asintieron y se fueron abrazados. Vaya que tenían mucho de que hablar.

——— ✮✧☾✧✮ ———

Enid estaba en la enfermería acomodando ciertas cosas pues los salvadores había dejado un desastre. Cuál no fue su sorpresa al ver entrar por esa puerta a un desostrazo Rowan.

Automáticamente la chica dejó lo que hacía para lanzarsele en brazos en busca de un abrazo que él correspondió. Sintió una calma asombrosa invadirlo apenas la tuvó entre sus brazos y con sutileza besó su coronilla.

—Eres un grandisímo idiota, pudiste haber muerto o algo peor —exclamó Enid separandose de él para verlo con furia a los ojos y algunas lágrimas —.
¿Y si te mataba? Creí que no te volvería a ver, Rylie estaba muy mal y tú solo vuelves de la nada.

—Escapar no fue tarea fácil, amor —musitó Rowan con una sonrisa débil tomando su mano para dejar un casto beso en ella —. Digamos que le caía bien y por eso me dejo ir, ojála también lo hubiera echo con Daryl.

—Lo importante es que estás aquí, conmigo y con tu familia.

Rowan asintió antes de tomar asiento en una de las sillas cercanas con ayuda de Enid.

—Quisiera que dejarás por un momento tu odio fingido y me ayudarás a curarme estas heridas —pidió el rubio señalando la infinidad de cortadas y moretones en sus manos y brazos —. Espero puedas.

—Haré lo que pueda, esos idiotas se llevaron la mitad de la medicina —respondió Enid rebuscando en un cajón un par de vendas y alcohol para así volver con él —. Rylie y Carl tuvieron que intervenir sino probablemente ya ni vendas tendríamos ahora.

El rubio asintió en silencio mientras Enid se encargaba de revisar sus heridas y cuidadosamente aplicar un poco de alcohol para desinfectar las mismas con un par de vendas limpias.

—¡Ay, cuidado mujer!

—Calmate, es solo alcohol —comentó Enid entre risas al ver su cara de susto y continuó su trabajo —. ¿Quieres que te cure, no? Entonces aguantate, niño.

Unos minutos después ya todas
sus heridas tenían vendas y estaban perfectamente desinfectadas.

—Gracias, linda enfermera.

Enid sonrió con sus mejillas algo sonrojadas antes de dejar un fugaz
beso en los labios del rubio, acción
que le sacó una sonrisa al instante.

—Te extrañe —musitó la castaña unos centímetros de su boca con una sonrisa genuina —. No me vuelvas a dejar...

—Lo prometo.

——— ✮✧☾✧✮ ———

Rylie acomodaba un par de cobijas y sabanas en el suelo de la habitación de Carl mientras el castaño ponía un par de almohadas sobre estas. Los salvadores se habían llevado casi todas las camas
y demás así que ahora tendrían que dormir en el suelo indefinidamente.

—¿No le diste tu espada, cierto?

—Esa espada significa mucho para
mi —respondió Rylie sentandose en el montón de mantas en el suelo —. No
iba a darselas ni mucho menos darles con lo único que puedo defenderme.

Carl no dijo nada solo se sentó del otro lado de la improvisada cama y pronto la rubia se dejó caer a las cobijas. El chico suspiró antes de acercarse a ella y acomodarse sobre su pecho con cuidado.

—¿Cómo está Ro?

—Pues más tranquilo, aunque teme que Negan intente tomar medidas extremas en su contra. Enid se hizó cargo de sus heridas y se veían más contentos.

—Estaremos listos si Negan intenta hacer algo.

—Nosotros si, tu papá no tanto —comentó Rylie acariciando la larga cabellera del castaño distraidamente
—. Lo he visto enfrentarse a todos y a todas las cosas, pero nunca lo ví así de atemorizado como con Negan y no se a que se deba. Digo, podemos pelear. Ellos se llevaron todo, él mató a dos de nuestros amigos y aún no se defiende...

—Tal vez no tiene aún claro un plan para vencerlos, pero sabrá que hacer. Papá siempre sabe que hacer.

—Eso espero.

Carl soltó un bostezo antes de acurrucarse contra la rubia, quien
se mantenía acariciando el cabello desordenado del chico para dejar
sus pensamientos negativos de lado sintiendo la respiración calmada de
Carl encima de su pecho que subía
y bajaba repetidas veces.

—Carl...

—¿Si, cielo?

—Te quiero muchisímo.

—Yo también lo hago desde hace siglos —respondió el mencionado soltando un bostezo mientras la tomaba de la mano —. Ahora a descansar que se ve que tú lo necesitas más que nadie. Rowan está de regreso y nosotros estamos para ti, por favor descansa un poco.

La rubia asintió con cansancio y aunque se negaba a dormirse aún en pocos minutos cayó rendida. Tenía demasiadas cosas que la atormentaban que en algún punto de la semana la sobrecargaron.

Al menos ahora podría descansar tranquila.