━Capítulo Dos
❝𝐀𝐑𝐑𝐈𝐄𝐒𝐆𝐀𝐍𝐃𝐎𝐓𝐄 𝐀 𝐌𝐎𝐑𝐈𝐑 𝐍𝐎
𝐕𝐀𝐒 𝐀 𝐒𝐎𝐋𝐔𝐂𝐈𝐎𝐍𝐀𝐑 𝐍𝐀𝐃𝐀❞
╔════ 𓏲✮⊰ •˙❅✾❅ ᭕𖤐⊱ ════╗
〘 ✰.༄☼︎ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟐☼︎༄.✰ 〙
–— sangre ——
╚═══════════════════╝
POR LA MAÑANA SIGUIENTE UN PEQUEÑO GRUPO SE PREPARABA PARA EXPLORAR los diversos lugares que aún no estaban completamente limpios ni asegurados. Entre ellos iban Rick, Daryl, Glenn, T-Dog y Hershel.
Rylie solo los veía desde la parte de arriba de las celdas junto a Lori, por supuesto que antes de que incluso se despertará Rick ya le tenía prohibido si quiera pensar que los acompañaría.
Obviamente jamás lo desobedecería.
Los que si quieran ayudar en la misión eran Rowan y Carl, quienes estaban en la parte de abajo aparemente ayudando y preparandose en el proceso o al menos eso hacía el rubio.
Carl por otro lado simplemente jugaba con uno de los cascos que traían los hombres. Quitandoselo y poniendoselo, despeinando más su cabellera castaña.
Finalmente dejó eso por la paz y por instinto giró la vista hacia arriba pues sabía que Rylie lo estaba viendo. Solo esperaba que lo hubiese visto bien con ese casco puesto.
La rubia simplemente sonrió de igual manera divertida desde el balcón. ¿Qué rayos intentaba hacer? ¿Impresionarla o simplemente aparentar verse más rudo?
—No necesitarás eso —comentó Rick apresurandose a quitarle el casco antes de acercarse a Rowan —. Y tú, guarda esa arma. Quiero que se queden aquí.
—¿No podemos ir contigo?
—Escuchen, no sabemos que hay allí adentro —empezó a decir con bastante seriedad señalando la puerta —. Si algo sale mal serán los únicos hombres que queden. Necesito que se ocupen de todo aquí y vigilen que Rylie no haga ninguna estupidez mientras no estamos, ¿si?
—Entendido.
—Bien, vamos —exclamó Rick haciendo que todos comenzaran a encaminarse.
Antes de irse le dió una mirada a ambas mujeres que lo observaban desde arriba, aunque ciertamente iba dirigida a Lori y por su rostro no parecía nada cariñoso.
Segundos después Rick se pusó en marcha junto al resto de los compañeros que posiblemente ya iban más adelante.
Carl cerró la puerta.
—¿Estás bien? —preguntó Rylie tomando la mano de Lori, sacandola de su repentino trance —. Te ves triste.
—¿Qué cosas dices, cariño? Estoy perfectamente bien —comentó Lori con una sonrisa débil tallando sus ojos en el proceso —. Solo debo descansar un poco. ¿Podrías cuidar de Carl mientras tanto?
—No te preocupes Lori, es lo que llevo haciendo desde que lo conocí.
—Gracias, cariño —susurró la mujer
con un tono melancolica antes de dejar un beso en su coronilla —. Eres tan buena niña. Estoy orgullosa de tenerte en nuestras vidas y que seas parte del futuro de Carl.
Con eso se despidió la mujer y aquellas palabras tuvieron un significado que Rylie desconocía. Es decir, ¿por qué le decía cosas tan raras como esas? ¿Acaso estaba sufriendo o algo por el estilo? ¿O quizás estaba triste por su matrimonio?
Últimamente estaban muy alejados y eso la mayoría lo notaba.
Lori, ¿en serio estás bien?
——— ✮✧☾✧✮ ———
El grupo aún no regresaba y todo hasta el momento permanecía en completa tranquilidad. El pequeño e incompleto grupo, conformado en su mayoría por mujeres era ahora custodiado por los hermanos Everson y el chico Grimes.
Estaban a la espera de que regresara el grupo, pero hasta el momento no había rastros de que regresaran en horas.
El aburrimiento llevó a que Rylie dejará su puesto de vigilancia y empezará a explorar el bloque de celdas que tenían por hogar, cosa que terminó por hacer que Carl se distrajera y ahora solamente Rowan estaba al pendiente de la puerta.
No había mucho que ver a decir verdad, el lugar era un desastre justo como ayer y la vista desde las ventanas resultaba de lo más desalentador.
En vista de que no había nada divertido por hacer, la rubia subió a su celda y se sentó en su cama a leer un libro para así acabar con aquel fatal aburrimiento.
Después de todo Rowan estaba vigilando y no había nada que saliera mal.
Estaba demasido concentrada en su lectura que ni siquiera se percató del momento en que Carl entró a la celda
y no fue hasta después de un par de minutos que giró la mirada y lo vió justo recargado en la pared cercana.
—¿Se supone que debería asustarme? —cuestionó ella con confusión, generando una mirada igual de confusa —. Si, eso fue bastante extraño y de acosador. ¿Es que acaso me estás acosando, Grimes?
—Claro que no, yo puedo estar dónde quiera —comentó Carl girando la vista a otro lado cruzandose de brazos.
Rylie con una sonrisa divertida se
pusó de pie y dejó el libro de nuevo en su desgastada mochila. Se acercó peligrosamente cerca a Carl y como amaba molestarlo le quitó el sombrero reemoviendo su cabello para después devolverle el sombrero de sheriff.
Aquel gesto hizó al chico sonrojarse un poco.
—Rowan consiguió algo hace poco
que quizás sirva —informó la rubia antes de rebuscar entre las pertenencias del mayor mostrandole un paquete de cartas —. ¿Sabes jugar Uno?
—Algo así.
Después de escuchar esas palabras la mirada azulada de Rylie casi se nubló por completo y ciertamente Carl confuso de su reacción sintió que algo iba mal.
—Preparate para ser aplastado por mi, Carl Grimes.
Diez minutos más tarde Carl estaba
lleno de cartas, de nuevo y ya no sabía que hacer. Tenía dos opciones, jugar y buscar la manera de ganarle o tomar las cartas y tirarlas por una ventana. La que resultará más sencilla de preferencia.
No era un mal juego al contrario era entretenido, pero cada vez que creía que iba a ganar Rylie lo hacía comer cartas o simplemente lo llenaba de +4.
Literalmente estaba cayendo en la locura.
¿Lo peor?
Rylie ya había ganado las últimas tres rondas y no dejaba de refregarle en la cara lo buena que era para estos juegos.
—Me rindo, eres experta en esto —soltó Carl tirando las cartas a la cama con derrota —. Prefiero ahorrarme toda esta humillación más de lo que me humille.
—¿Así de fácil te rindes?
Carl asintió derrotado y para animarlo pensó en algo que lo alegrara o alguna manera de convencerlo de continuar.
—Te propongo algo —empezó a decirle llamando al instante su atención —. Si me ganas en esta partida te daré algo, un libro o quizás un dulce, pero si pierdes te llevas un zape de regalo.
—¿Un zape de regalo?
—No sé, solo se me ocurrió.
Carl sonrió y se dispusó a ganarle en aquella partida. Fueron minutos llenos de angustia en los que hubo un instante en que no supó ni como lo hizó, pero de alguna manera le ganó la partida.
Quizás fue esfuerzo, fe o solamente
fue Rylie dejandolo ganar para que no se sintiera mal por no saber jugar bien.
—Toma esa, rubia —exclamó Carl con euforia dando brinquitos orgulloso de si mismo —. ¿Tienes mi premio?
—¿Me creerías si te digo que no estoy lista para darte mis libros y que mis dulces rancios me los comí?
—No te preocupes tengo una idea para cobrarme mi premio.
¿Cobrarse su pre...
Los pensamientos en su mente se disiparon, sus piernas flaquearon por un momento y su corazón pareció latir con más rápidez al sentir un ligero roce en la comisura de sus labios.
No pudó ni siquiera moverse, mucho menos emitir palabra alguna. Solo se quedó estatica mientras Carl la sostenía de los hombros y se inclinaba para darle un beso, aunque no fue como tal uno pues solo beso la comisura de sus labios. Literalmente la esquina de sus labios.
Cuando se separaron sus mejillas estaban más rojas que de costumbre y Rylie ni siquiera se movía. Estaba en shock procesando lo sucedido.
—Tú acabas de...
—Perdón, digo no creí que ibas...
a dejar que yo te... —balbuceó Carl
con vergüenza sintiendo sus mejillas más rojas —. Ay no, que pena...
—Realmente no esperaba eso —
musitó Rylie algo pasmada alejandose un poco de él —. El chocolate rancio estaba bien. Quizás si yo fuese otra persona te abría cacheteado, pero supongo que estuvó bien...
Carl estaba a punto de decir algo más cuando de repente unos gritos de las celdas inferiores los alertaron y por lo visto algo malo acababa de ocurrrir.
Ambos salieron corriendo a la planta baja encontrandose una escena bastante sangrienta. El grupo regreso, más sin embargo Hershel estaba en una camilla con una pierna amputada por completo y su ropa llena de sangre.
La menor estaba a un par de metros cerca de la entrada a la celda pasmada por tanta sangre mientras Carl tomaba su mano en un intento de tranqiilizarla.
¿Y si Hershel moría? No quería ver más muerte.
—Lo mordieron.
—¡Oh mi dios, se convertira!
Rápidamente entre todos lo recostaron con sumo cuidado en una cama de una de las celdas. El hombre permanecía inconciente y entre tantos gritos Rylie se sintió desorientada y algo asustada
—Necesito vendas —pidió Carol alarmada quitando el vendaje lleno de sangre fresca.
—Las use todas —anunció Glenn.
—¡Traeme cualquier cosa!
—Trae toallas detrás de mi cama, Carl —pidió Lori a lo que su hijo rápidamente asintió y salió corriendo por ellas.
—Se va a morir... se va a morir...
—Nada va a morir hoy, Beth —susurró Rowan atrayendo a la chica rubia para tranquilizarla con un abrazo.
—¿Puedes estabilizarlo?
—Manten su pierna elevada —pidió Carol a Rick antes de girarse y hablarle con desesperación —. Trae almohadas.
—A perdido mucha sangre.
—Podemos quemar la herida —sugirió Glenn a su compañera —. Yo haré una fogata.
—Dios, no... Por favor —sollozó Beth asustada removiendose inquieta entre los brazos de Rowan —. No hagas eso...
—No, eso podría matarlo. No evitaremos que sangre la arteria —comentó Carol mientras sostenía la pierna amputada para que Lori la cubriera con una toalla —. Hay que mantener el vendaje y dejar que sane solo.
Checaron los signos vitales de Hershel y Rylie solo esperaba que todo saliera bien de lo contrario alguien más se les iría y sinceramente ya no quería más muertos.
En ese preciso momento la rubia
decidió salir de aquel lugar. No ayudaba y si era así no quería estorbarles más. Decidió que lo mejor sería ir a su celda
y esperar que todo saliera bien. Su hermano estaba con Beth consolandola y támpoco quería alarmar a nadie más.
Se dirigía a su celda cuando vió pasar a Daryl con su ballesta y aunque no debía molestarlo decidió seguirlo aún así.
—¿Puedo saber a dónde va, señor Daryl?
—A resolver unos asuntillos...
—¿Puedo acompañarlo a resolver sus asuntillos?
—¿No tienes algo mejor que hacer? —comentó Daryl con desinteres señalando el camino de regreso al bloque de celdas —. Digo, ya sabes ayudar al resto, no se...
—De echo no quiero ser un estorbo —respondió ella cabizbaja viendo el arma que cargaba en el bolsillo de su overol —. ¿Entonces puedo acompañarlo? Le prometo que seré de ayuda, lo juro...
Daryl hizó un gesto con su labios, como dudando si dejarla ir con él o no. Un par de segundos después sonrió un poco y le revolvió la melena rubia a la menor.
¿¡Por qué todos siempre tenían que despeinarla!? ¡Ash!
—Eres igual de fastidiosa que tu hermano. Vamos, Tinker Bell.
——— ✮✧☾✧✮ ———
Daryl y Rylie llegaron a una parte de la presión que daba justo a la cafetería, o al menos eso dijo el ballestero al llegar.
Rápidamente sacó sus flechas y las preparó fugazmente en la ballesta. La menor por otro lado solamente recargó la mediana pistola que llevaba y al igual que el hombre se preparó para apuntar a la puerta abierta frente a ambos.
Por primera vez en lo que llevaba usando armas, Rylie sintió miedo de lo que sea que saliera de aquella puerta. ¿Caminantes? Bah, no daban miedo. Al menos no tanto. ¿Más sonrevivientes? ¿Y si intentaban atacarlos o algo?
Cómo si fueran animales encerrados
los profugos sobrevivientes de la presión salieron temerosos de la cafetería, encontrandose con un hombre armado con una ballesta junto a la pequeña que les apuntaba con una pistola.
¿Qué demonios hacía una niña con un arma?
—Detenganse.
—Pabellón C. Celda cuatro es la mia, gringo —comentó el aparentemente líder con un acento un tanto extraño —. Dejame entrar.
—Hoy es su día de suerte amigos —comenzo a decir Daryl concentrado en la mira de la balllesta —. Los indultó el estado de Georgia. Son libres.
—¿Qué está ocurriendo allí dentro?
—Eso no te interesa...
—No me digas lo que me interesa —
soltó el desconocido con molestia sacando su arma.
Al instante Rylie giró su arma en dirección del hombre. Nunca había usado un arma para hacerle daño a
una persona, pero si aquel hombre se atrevía si quiera a dañar a Daryl no tendría piedad de jalar del gatillo.
—Ni se te ocurra tocarle un pelo —amenazó Rylie apretando la mandibula detrás del arma.
—¿Qué chingados? ¿Por qué la chamaca tienen un arma para empezar? —exclamó el hombre ligeramente confuso antes de retomar su postura desafiante —. Cómo sea. Ustedes no nos asustan.
—Amigo, su pierna está arruinada y ahora somos libres —comentó uno de sus compañeros con mucha calma —. ¿Por qué seguimos aquí?
—Tu amigo tiene razón —argumentó Daryl sosteniendo su ballesta con firmeza hacia el latino.
—Y yo tengo que ver a mi esposa —comentó otro desconocido.
—Un grupo de civiles que entran en una prisión donde nada tienen qur hacer. Se me ocurre que no tenemos lugar a donde ir.
—¿Por qué no lo averigüas?
—Tal vez deberíamos irnos —sugirió un prisionero rubio de curioso bigote.
—¡Ey, no nos iremos! —exclamó el latino exhaltado.
—Támpoco entraras aquí —informó T-Dog apuntandole con un arma a la vez que aparecía desde las sombras.
—¡Es mi casa y son mis reglas, voy a dónde diablos se me antoje!
Fue en ese preciso momento que una guerra de insultos se desató en medio del lugar. Rylie estaba asustada. Estar rodeada de locos la alteraba. Capaz y
les daba por armar un tiroteo y alguien resultaba herido por sus estupideces.
Cómo si su voz fuese escuchada por
Dios de repente Rick Grimes hizó acto
de presencia en el lugar.
Gracias dioses.
—¡Ey, todos relajense!
Uy si, ahorita se van a calmar estos locos.
—¡No hay necesidad de esto!
—¿Cuántos son ahí dentro?
—Demasidos para que intentes algo —respondió Rick dirigiendole una mala mirada al latino.
—¿Robaron un banco o algo así? ¿Por qué no lo llevan al hospital?
En otro caso Rylie se hubiese reído,
mas sin embargo guardo silencio. Quizás les sucedió como a Rick. No sabían con exactitud las atrocidades que acechaban más allá de aquella prisión.
—¿Hace cuanto están encerrados en esa cafetería?
—Van casi diez meses —respondió el hombre de camiseta blanca apretando su arma con confusión.
—Hubó un motín —comentó el moreno más alto llamando la atenció del grupo —. Nunca ví algo así.
—¿Oiste de hombres que se vuelven canibales? Mueren y vuelven a la vida, una locura.
—Un guardia nos fue a buscar y nos encerró en la cafetería —explicó otro
de ellos ante las mirada confusas de los desconocidos —. Nos dijó que nos sentaramos, me arrojó esta arma y nos dijó que volvía enseguida.
—Sí, eso fue hace doscientos noventa y dos días —secundó el moreno.
—Doscientos noventa y cuatro según mis calculos...
—¡Calláte! —exclamó el líder alterado interrumpiendo al de bigotes graciosos.
—Pensabamos que en algún momento el ejercito o la guardia nacional aparecerían.
—No hay ejercito.
—¿Qué quieres decir?
—No hay gobierno, ni hospitales, ni policia. Todo desapareció.
Después de escuchar aquello los reclusos se miraron entre ellos antes de volver su mirada a los polisones que reclamaban la prisión. ¿Cómo era aquello posible?
—¿En serio?
—En serio —confirmó Rick.
Segundos más tarde de silencio el
pánico comenzó a inudar a varios de los presos. Fue entonces que la rubia sintió pena por ellos. Que horrible debía estar encarcelado y enterarte hasta después que todo el mundo había cambiado y que quizás sus familiares tal vez estaban vivos o muertos.
—¿Y qué hay de mi mamá y mis hijos?
—¿Qué hay con mi esposa? —soltó uno de ellos alterado dando un paso hacia Rick esperanzado —. ¿Tienes un celular o algo para poder llamar a nuestras familias?
—No lo entienden, ¿verdad?
—No hay teléfonos ni computadoras. Por lo que sabemos la mitad de la población ha sido exterminada. Probablemente más.
Luego de escuchar esas palabras el rostro del latino cambió por completo y fue bajando poco a poco su arma.
Vaya, por fin dejó eso por la paz.
Transcurridos unos segundos de silencio sepulcral el de raices latinas soltó:
—No puede ser.
—Ve a verlo tú mismo...
——— ✮✧☾✧✮ ———
Entre Carol, Lori y el resto intentaban hacer todo lo posible por salvar la vida de Hershel. Sin embargo, al no tener los materiales necesarios las cosas cada vez se volvían más complicadas.
Después de volver de la misión con Daryl y los presos, Rylie decidió que
iba a ayudar en lo que pudiese que fue báicamente actuar como enfermera.
Su trabajo consistía en lo que haría
un asistente, conseguir lo que sea que pidiera el medico, en este caso Carol.
Con algo de agua que tenían recolectada anteriormente enjuagó los trapos llenos de sangre y los pusó a secarse por allí.
Finalmente decidió volver a su celda y continuar con algo de lectura, esperando que eso distrajera su mente de todo el caos que sucedía a su alrededor.
—Toc, toc —exclamó Rowan con una sonrisa débil acercandose a la cama para tomar asiento a un lado —. ¿Dónde te metiste, niña? ¿Por qué no avisas?
—Perdón, se que fue estúpido —respondió Rylie apartando el libro de su vista bajando la cabeza frustrada —. Es solo que me siento inútil. No se nada de medicina y odio estar en un mismo sitio viendo a todos hacer algo y yo no. Creí que ir con Daryl me haría sentir mejor.
—Imágina que se hubiesen agarrado a golpes o peor un enfrentamiento con armas —comentó el rubio con un tono de voz mandón y grueso, antes de poner su mano en su hombro —. Quizás no sepas de medicina, pero con que estes aquí para ayudar si se necesita de tu ayuda esta bien. No te involucres en las cosas que van más allá de tu límite. Te quiero aquí conmigo y con los demás, ¿me oíste Rylie Giselle?
—Sí, ya te oí fuerte y claro hermano —respondió ella con una sonrisa divertida rodando los ojos —. Qué fastidioso eres.
—Solo intento protegerte, ¿lo sabes, no?
Rylie asintió y el mayor pasó uno de sus brazos por los hombros de ella creando un abrazo de hermanos desinteresado.
—Carl está abajo, ¿qué te parece si vas a hacerle compañía?
La rubia no tuvó otra opción así que sonrió un poco y se pusó de pie justo al mimos tiempo que su hermano. Bien, ayudaría a vigilar la puerta con Carl si no podía ayudar más como enfermera.
Al llegar encontró al niño custodiando
la puerta de barrotes. Al verla llegar su rostro se iluminó casi por completo y su mirada támbien lo hizó. Todo seguiría como siempre hasta que Rylie recordó el intento de beso de Carl a ella y sintió algo de pena por aquel momento.
—Vine a hacerte compañía, Carl.
—Ouh, eso es perfecto —susurró el castaño con sus mejillas ligeramente sonrojadas.
La rubia estaba a punto de decir algo, pero se vió interrumpida cuando de la nada apareció Rick junto a T-Dog. Lo extraño que es ambos cargaban varias bolsas de papel con casas.
—¿Qué conseguieron?
—Latas de carne, latas de maíz, latas de latas —empezó a decir T-Dog entrando al bloque de celdas con cuidado de que no se le cayera nada —. Hay muchas más de dónde encontre estas.
Rápidamente Rick se detuvó para informarse sobre el estado delicado de Hershel mientras T-Dog repartía las bolsas a ambos menores para que le ayudaran a guardarlas.
Una vez dejaron las cosas dónde se supone que debían estar el mayor volvió con el resto del grupo dejandolos solos de nueva cuenta.
Carl sacaba las latas y demás de las bolsas y Rylie hacia lo mismo, pero con más lentitud. Una idea se paseaba por la mente del niño, una que quizás podría ser de ayuda con la situación que vivían.
Sin embargo, sabía el riesgo que corría y las repercusiones que tendría si alguien se llegaba a enterar.
—¿Me extrañarías si muero?
La niña al instante alzó su mirada y frunció el ceño con molestia. Estaba a nada de aventarle una lata a la cabeza solamente por tonto.
—¿Por qué demonios dices eso? —exclamó molesta cruzandose de brazos mientras lo miraba enojada —. Claro que te extrañaría, demasiado lo admito. ¿A qué rayos viene eso, Carl Grimes?
—Nada, solo paso por mi mente.
—Ni se te ocurra...
—¿Ocurrir qué?
—Hacer cualquier cosa estúpida que estes pensando —respondió Rylie aún con mala actitud, haciendolo fruncir el ceño confuso —. No soy quien para mandar en tu vida, pero soy tu amiga y como tal no quiero que nada te pase. Me daría algo si así fuera. Asi que por lo que más quieras mantente alejado del peligro, ¿quieres?
—Lo intentaré...
—Buen chico —susurró Rylie acercandose antes de dejar un beso en una de sus mejillas —. Ire a ver cómo está Hershel y ser de ayuda.
—Sí, yo... e-estaré acomodando la-latas...
Luego de asentir en silencio la rubia salió de la celda y se dirigió a la parte principal del bloque de celdas, dejando detrás suyo a un sonrojado Carl que se debatía sobre si seguir su plan o bien quedarse ahí sin hacer nada más que mantenerse sano y salvo.
——— ✮✧☾✧✮ ———
Todos estaban con Hershel, incluida Rylie, asegurandose de que siguiera con vida e intentando ayudarlo. Aunque con la falta de utensilios y recursos médicos las cosas parecían empeorar.
Justo en ese momento se oyó el sonido de la puerta abriendose. No tardaron en notar que solo era Carl que traía un raro maletin en sus manos y una gran sonrisa estaba dibujada en su rostro. Rylie se preguntó de dónde podría haberlo traído si entre las bolsas no había nada de eso.
La otra opción es que...
—¿No se suponía que organizabas la comida?
—Mucho mejor —comentó Carl sonriente acercandose a la cama para después dejar el maletin en el suelo —. Miren esto.
—¿Dónde conseguiste esto? —
preguntó Carol asustada revoloteando todas las vendas y demás.
—En la enfermeria. No había mucho, pero traje todo.
—¿Fuiste tú solo?
—Sí.
—¿Estás loco?
—Fue fácil. Mate a dos caminantes.
—¿Ves esto? —exclamó Lori algo alterada señalando la pierna del anciano luego de escuchar a su hijo —. Él estaba con todo el grupo.
—Nos hacía falta y lo conseguí.
—Lo aprecio mucho, pero...
—¡Entonces dejáme en paz!
—Carl, ¿qué rayos te sucede? —
comentó Rylie llamando la atención de su amigo mirandolo confusa —. Es tu madre. No puedes hablarle así.
La mirada del castaño se entristeció
y apenado por su forma tan dura de expresarse hacia su madre bajó la cabeza al oír el regaño de la rubia.
—Es genial que quieras ayudar, pero...
Ni tiempo le dió a Lori de terminar su oración simplemente salió corriendo lejos de la celda y del resto. Por el rostro de Lori ya no sabía que hacer con Carl. Solo quería protegerlo y él optaba por ir a explorar y ser una presa fácil.
—Iré con él, ¿si? —informó Rylie poniendo una mano en el hombro de la mujer en son de confort.
Por lo bajito Lori susurró un "está
bien" antes de que la menor saliera del lugar no sin antes mirar a su hermano con una sonrisa. Estaba demasiado en
lo suyo como para interverir.
Decidió ir a buscarlo y lo encontró en
el otro lado de las celdas acomodando las latas sin acomodar en los estantes y mesas sin muchos animos.
—Con qué aquí estabas metido, eh —comentó Rylie con diversión cruzada de brazos mientras sd recargaba el marco de la puerta —. Te estaba buscando.
—¿Vienes a regañarme otra vez o te envió mamá? —preguntó Carl con un matiz de voz entristecido a la vez que continuaba acomodando.
—Vine por mi propia cuenta y también
a disculparme por lo de hace un rato —soltó la rubia acercandose a él con tranquilidad, haciendolo fruncir el ceño —. No fue la manera, pero por más que estés enojado desquitarte con las personas cercanas a ti no es la forma correcta. Menos gritarle a tu madre.
—Juro que no fue algo que quisiera hacer solo... no se que me pasa, Ry —empezó a decir tomando asiento en una vieja silla con ella haciendo lo mismo —. Últimamente mis padres ni se hablan, se la pasan ignorandose y demás. No sé cómo responder a eso. Odio verlos así de distantes. Solo quiero que volvamos a ser la familia que eramos hace meses...
Para ese punto Carl ya estaba sollozando y un par de lágrimas se escapaban humedeciendo sus mejillas un poco.
Rylie no sabía como reconfortarlo ni que decir con exactitud, lo que si sabía era la lejanía del matrimonio Grimes. Aunque eso era bastante notorio e incluso hace un rato estuvó hablando con Lori y no se veía muy alegre a ver a su esposo irse.
—Para colmo cada vez que intento ayudar tienen que regañarme y ya me canse de eso —continuó explicando con la voz ligeramente quebrada mientras se refugiaba en los brazos de la rubia —. No quiero ser más un estorbo. Quiero hacer algo que me distraiga de ver a mis padres ignorandose e ignorandome en el proceso y no tengo idea de cómo.
—Arriesgandote a morir no vas a solucionar nada —comentó Rylie en voz baja acriciando su cabellera y de ese modo haciendolo girarse a verla —. Tal vez tú no lo entiendes, pero ellos solo quieren mantenerte a salvo. Que esten separados no signifique que te dejen de lado. Ahora hay demasiados pendientes que todo se complica para todos. Si te sientes solo recuerda que hay personas que te aman y que aquí tienes a tu fiel rubia gruñona para hacerte compañía.
Carl se incorporó mejor haciendo que ella también lo hiciera. Sus miradas se cruzaron y sus pupilas brillaban con euforía.
—Pase lo que pase tú siempre estás apoyandome —soltó Carl con una sonrisa débil tomando su mano con delicadeza —. Gracias, Rylie.
—Y lo siguire haciendo, Carl.
——— ✮✧☾✧✮ ———
Después de un rato de prepcupación las cosas para el grupo estaban cambiando y lo que en un principio se veía como algo perdido resulto cambiar para bien.
—Hershel dejó de respirar —informó Carl al ver a su padre acercarse a la puerta de la celda —. Mamá lo salvó.
—Es cierto —apoyó Rylie con una pequeña sonrisa un lado del niño.
Rick rápidamente se adentró al interior de la celda no sin antes dejar sus armas al cuidado de los más chicos.
Al entrar vió a Hershel que descansaba en una cama posiblemente inconciente o dormido.
—Sigue sin fiebre —informó Lori a su esposo mirando en dirección al hombre en la cama.
Rick asintió en silencio antes de acercarse un poco más a la cama para apoyarse un poco en la estructura de la litera observandolo justo a un lado
de Maggie y Beth. Estar en silencio les permitió escuchar la débil respiración del hombre.
Fueron agonizantes los segundos, pero Hershel abrió los ojos poco a poco con algo de dolor y cansancio. Aquello solo hizó que sus hijas sonrieran aliviadas.
—Papá...
Rápidamente Rick quitó las esposas con las que tenían atado al hombre solo por si llegaba a convertirse, cosa que gracias a Dios nunca sucedió.
Las mujeres empezaron a sollozar agradecidas y Rick al notar el movimiento que hizó el anciano al estirsar su mano la tomó entre las suyas con sus ojos ligeramente llorosos.
Maggie y Beth se abrazaron la una a
la otra entre llanto, sorprendidas por el milagro que acababa de suceder.
Unos cuantos pasos más atrás cerca
de la cama estaban Carl y Rylie viendo la conmovedora escena. Hershel estaba con vida y agradecian por ello.
En medio del caos su mano buscó la de ella y al sentir sus dedos entrelazados por lo bajo sonrió ligeramente.
En ese momento Lori sonrió antes de salir de la celda. Al ver aquello Rick se incorporó un poco tomando a Beth de la mano para que se acercara a sostener la mano de su enfermo padre antes de ir tras su esposa.
Aún había cabos sueltos que atar.
═══════════════════
SEGUNDO CAPÍTULO PUBLICADO
HOLIIII, ¿cómo están todxs? De corazón espero y bien. Me aparezco por acá para otra actualización antes de que comience una semana llena de examenes y más evidencias.
No tengo mucho que decir siendo sincera, ¿qué les pareció el capítulo? Eso si tuvimos muchas interacciones de #Caryl. ¿Y ese intento de besito? Cuidadito Grimes 😝
Les dejó de tarea VOTAR Y
COMENTAR para saber que les gusta el fic. Ya es opcional agregar el fic a sus listas de lecturas para saber que actualizo. Mis redes las encuentran en mi perfil. Ultimamente me dió por subir edits a mi tiktok, me encuentran como @.twilxght_
Les mando besitos <3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top