𝟏𝟖 ⊹ 𝚌𝚑𝚒𝚕𝚍𝚑𝚘𝚘𝚍 𝚏𝚛𝚒𝚎𝚗𝚍𝚜
Seúl, ??? de ??? del 2022
Yeonjun, ¿22 años?
Se despertó sobresaltado y con el rostro empapado en lágrimas.
Estas salían con tanta abundancia que Yeonjun tardó unos segundos en poder aclarar su vista y ver que se encontraba en la entrada de su apartamento.
Por un momento olvidó que se había dormido en ese lugar, y el que los toques en la puerta hayan cesado lo confundía un poco.
No había pasado tanto tiempo desde que se durmió, ¿o sí?
Bueno, eso no le interesaba, no cuando estaba temblando de miedo y su mente era un caos de recuerdos distorsionados sobre la fatídica muerte de la persona que más amaba.
No podía evitar preguntarse por qué ahora soñaba con eso cuando nunca antes lo había hecho, y por qué Soobin también murió en ese mundo fantasioso donde supuestamente él viviría para siempre.
Ni siquiera se molestó en limpiarse las lágrimas, pues al pensar en ello no podía detenerlas.
En cualquier situación normal, se iría a dormir tan pronto como despertaba para poder seguir soñando cosas lindas. Pero, tras esa pesadilla, ahora prefiere mantenerse despierto durante mucho tiempo, o al menos hasta que el cansancio lo domine de nuevo.
Se puso en posición de ovillo a modo de protección en un intento de auto consolarse, ocultando el rostro entre las piernas y dejando que las lágrimas siguieran saliendo sin parar, no pudiendo evitar soltar algún que otro sollozo de por medio. Con esto pudo calmar un poco el miedo, aunque el temblor seguía.
En momentos como este realmente necesitaba la compañía de alguien.
Se sorprendió a sí mismo con este pensamiento. Él mismo alejó a todos y ahora rogaba en lo más profundo de su ser que cualquier persona lo abrazara y le dijera que todo está bien.
No, cualquier persona no, quiere que sea Soobin, quiere que el menor aparezca en su apartamento y se sienta a su lado para decirle que lo quiere mucho mientras lo abrazaba y acariciaba suavemente su espalda. Definitivamente necesitaba eso más que nada.
Lo extraña, lo extraña demasiado y odia sentirse así cuando fue él el culpable de que jamás pueda volver a verlo, por mucho que en ocasiones intente auto convencerse de lo contrario.
No tiene derecho a extrañarlo; no tiene derecho a desear tenerlo de vuelta; no tiene derecho a imaginar ese futuro que habían planeado juntos; no tiene derecho a ser feliz. Sus actos lo seguirán de por vida, y eso es algo que nada ni nadie podía cambiar.
Entonces, ¿qué debía hacer? ¿Podrá aguantar tanto tiempo cargando con todo eso? Sabe que no, pero necesita urgentemente que alguien le de una solución a sus problemas, porque él no logra hallar ninguna.
Está desesperado por quitarse el gran peso de esa hermosa vida que arrebató y las consecuencias que eso contrajo. Ya está cansado de cargar con ello, pero no podía evitarlo, no cuando en su memoria vive la imagen del menor flotando en la piscina; el afectado rostro de su familia cuando se enteraron de la noticia y los fuertes gritos que le dedicaron a Yeonjun por arrebatarle a "su bebé"; las lágrimas que derramaron sus amigos aquel día y como todos salieron muy afectados por lo ocurrido; y la sorpresa y decepción de sus propios padres cuando se enteraron, no solo de que había matado a alguien, sino que ese alguien era su novio.
Al igual que la familia de su pareja, sus padres no se lo tomaron para nada bien.
Lo recuerda tan vívidamente que aún habiendo pasado años desde el suceso, le dolía como si hubiera ocurrido hace tan solo unas horas.
En esa época de por sí no estaba bien, y tras la muerte de Soobin todos a su alrededor se distanciaron bastante.
No tenía a sus amigos, y su familia no fue nada comprensiva sólo porque salía con alguien de su mismo sexo. Y fue a peor cuando todo su malestar se vió reflejado en sus calificaciones.
A todos los adultos les preocupaban más sus notas que el hecho de que se estuviera replanteando suicidarse, porque al parecer tener 5 suspendidas es mucho más relevante que un adolescente emocionalmente inestable debido a ciertos sucesos que era incapaz de sobrellevar por su cuenta.
Estaba roto a más no poder, y todos ignoraban eso, como si él fuera el único loco al que le afectó la situación.
Todos le daban a entender que estaba siendo un exagerado. Sus profesores le regañaban por sus notas, sus padres le obligaban a seguir con su vida a pesar de que no podía, y sus amigos ni siquiera estaban presentes.
Las personas que llegaron a interactuar con él en aquel entonces solo le hacían sentir más culpable de lo que ya se sentía, culpable por no ser capaz de superarlo. ¿Pero cómo diablos se supera la pérdida prematura de alguien que no merecía morir?
Nadie se ponía en su lugar, nadie comprendía cómo se siente. No es una situación donde solo con decir "Anímate" automáticamente volvías a estar bien. No, es un tema serio por el cual una familia y un grupo de amigos habían acabado completamente arruinados.
Fue la mezcla de sufrir todas las consecuencias del accidente e intentar sobrellevar esa traumática pérdida sin éxito alguno mientras el mundo seguía avanzando como si nada lo que hizo que Yeonjun empezaba a hundirse poco a poco en ese triste y solitario pozo de emociones, uno del cuál nunca ha podido salir y actualmente siente que está en lo más profundo posible.
Era como si todos pudieran vivir en paz mientras él se había quedado estancado en un punto de su vida donde no podía hacer absolutamente nada, tan solo retroceder y huir, pero nunca avanzar o afrontar.
¿Algún día podrá superar todo eso de una vez por todas? Lo duda.
Y como si la vida le estuviera intentando devolver esa pequeña luz de esperanza que por un momento tuvo, el timbre de la puerta sonó, haciendo que todos sus pensamientos y lágrimas se detuvieran por el susto y la sorpresa del irritante sonido.
━Yeonjun... ━se escuchó el llamado al otro lado de esta.
No se molestó en analizar la situación, tampoco se preocupó por su devastadora apariencia, le daba igual. Solo con escuchar su voz y saber de quién se trataba, se levantó del suelo y rápidamente abrió la puerta, desesperado por buscar algo de consolación.
Es por eso que no dejó siquiera que el chico asimilara que había abierto la puerta, Yeonjun solo se abalanzó sobre él, abrazándolo fuertemente para prevenir que se fuera.
━¿Yeon... Jun? ━murmuró el chico con notoria sorpresa━. Oh, Dios Santo, ¿eres tú de verdad? ━el rubio asintió, acurrucándose un poco en el pecho del más alto para ocultar su rostro, pues al sentir el calor corporal de otra persona luego de tanto tiempo hizo que volviera a llorar. Lo necesitaba━. Empezaba a creer que este apartamento estaba vacío, me sorprendiste ━y con esas palabras, finalmente correspondió el abrazo, notando la extrema delgadez del chico, algo que le preocupó un poco.
Pero, ajeno a eso, estaba feliz de volver a verlo. Pasó tanto tiempo esperando por esto que ahora se había quedado sin palabras, simplemente ojeó el interior del hogar, viendo como este estaba oscuro y algo desordenado. Entre eso y el notorio estado anímico de Yeonjun sabía que este no estaba bien, aunque en parte lo empezó a deducir desde el momento en el que el mayor se fue de Ansan, perdiendo el contacto con absolutamente todos incluso por teléfono.
Pudo haber pensado que se trataba del típico "rehacer su vida", pero conoce a Yeonjun, y sabe muy bien que es de esos chicos que huyen cuando no pueden afrontar algo. Y casualmente todo ese distanciamiento comenzó justo después del accidente.
Aún sabiendo todo eso, decidió seguir de manera casual, ya que es lo único que se le ocurría ahora mismo. Como si no hubieran pasado años, como si siguieran siendo los grandes amigos de siempre.
━¿Cómo estás?
Yeonjun tardó un poco en responder, pues primero trató de calmar su silencioso llanto para que su voz no sonara rota━. He tenido épocas mejores...
━Entiendo... ━el chico miró al suelo algo desanimado por esa respuesta que no dejaba paso a indagar sobre el tema, pero no terminaría la conversación ahí━. Perdón por haber molestado tanto, yo-
━Hueningkai ━interrumpió Yeonjun y se separó del menor para poder mirarlo a los ojos━. ¿Por qué viniste? ━cuestionó con un tono bastante serio. De hecho, cada palabra que salía de su boca sonaba sin emoción alguna. Eso junto a su mirada cansada y sin vida hizo que el mencionado se sintiera un poco afligido y culpable aún sabiendo que él no causó que Yeonjun estuviera así, aunque no puede negar que nunca hizo nada por evitarlo.
Por eso estuvo tanto tiempo insistiendo en verlo. Ahora que él mismo logró superar sus demonios internos, era el momento de ayudar a eliminar los de Yeonjun.
Ignoró la molestia que le causó esa esa ruda pregunta y le dió un amigable golpe en el hombro━. ¿Acaso no puedo reencontrarme con mi amigo? ━soltó con un tono divertido, algo que hizo que Yeonjun se calmara un poco━. ¿Te apetece dar un paseo y hablamos un poco?
El rubio iba a negar, pero saber que Hueningkai lo seguía considerando un amigo fue como un ataque directo hacia ese lado empático y amigable que tenía oculto bajo toda esa tristeza que lo consumía.
De repente, el cariño que le tenía al menor gracias a todos esos momentos que vivieron juntos reapareció para recordarle que Hueningkai es un amigo de la infancia y ex vecino, un chico de linda personalidad que no es ni nunca será alguien a quien deba temer.
Parece que entre tantas cosas malas, había algo bueno. ¿Acaso esa era la señal de que podría seguir un camino más positivo?
Realmente quería creer eso, pero estaba tan dañado y su cerebro resultaba tan traicionero que entre tantos recuerdos lindos, su mente se llenó de dudas.
¿Cómo puede Hueningkai regresar y seguir siendo amable con él? No lo comprendía, y ver cómo los ojitos brillantes del menor lo miraban con pena solo le causaba repulsión.
Yeonjun le había hecho mucho daño al involucrarlo accidentalmente en el fallecimiento de Soobin, y Hueningkai desapareció de su vida después de aquello.
Entiende por qué lo hizo, pero siendo Hueningkai la segunda persona a quien más quería, le dolía un poco ver que nunca estuvo ahí cuando más lo necesitaba.
No puede culparlo, pero a la vez le tiene algo de resentimiento por ello, y eso le hacía sentir incluso más culpable cuando Hueningkai realmente nunca hizo nada malo.
Solo con ver esa mirada llena de vida le daba a entender que Hueningkai logró salir de ese maldito pozo emocional, y Yeonjun se alegraba de él por haberlo logrado.
Sin embargo, cada vez que sus ojos se posan en el más alto, la imagen de un Hueningkai de 18 años llorando sin cesar llegaba a su mente, causándole más culpabilidad aún hasta el punto de tener que apartar la mirada para no verlo. Tenía muchos sentimientos encontrados, ese reencuentro no le estaba sentando tan bien como esperaba.
━No me gusta salir... ━respondió casi en un susurro.
━No te preocupes, será aquí debajo, justo detrás del edificio. Vi un pequeño parque por allí, ¿te animas? ━insistió con una amplia sonrisa.
No sabe si fue por la suavidad con la que hablaba, porque seguía necesitando compañía aún si se trataba de alguien a quien realmente no quería ver o por haberse dejado llevar teniendo en mente todas esas veces que Hueningkai demostró ser un buen amigo, pero acabó aceptando.
Hueningkai le dijo que no hacía falta que se cambiara porque apenas había gente alrededor, algo innecesario pues no planeaba cambiarse de todas formas. Solo tenía el pijama que llevaba puesto, no contaba con más ropa.
Y así, a pasos lentos debido a que a Yeonjun se le dificultaba andar, llegaron al parque que mencionó el menor, que efectivamente estaba justo debajo del edificio y en una zona poco transitada.
Yeonjun mantuvo los ojos entrecerrados en todo momento, pues al haber estado tanto tiempo en la oscuridad de su apartamento, ahora la iluminación de la tarde le molestaba mucho, causándole un poco de migraña.
Al no ver con claridad, fue Hueningkai quien lo guió hacia el columpio, donde se sentó con cuidado, y no pudo evitar recordar que en un columpio similar había recibido la noticia de que Soobin se iría a otro país.
Con ello, sus ojos se cristalizaron de nuevo. ¿Qué hubiera pasado si Soobin siguiera vivo? Seguramente ahora estaría en Estados Unidos a punto de terminar su carrera universitaria.
Antes de empezar a llorar, una botella de jugo invadió su borroso campo de visión. Al ver que se lo estaba dando Hueningkai, la agarró por educación, pero no bebería porque no le apetece.
El menor se sentó a su lado y comenzó a beber de su propia botella.
Había un silencio un tanto incómodo. Como hace tiempo que no se veían se podría decir que ya no eran tan cercanos, y es obvio que ambos han cambiado mucho, uno para bien y otro para mal.
Y aunque no quería estar ahí con él, el silencio era tan pesado que Yeonjun decidió interrumpirlo.
━¿Como supiste donde vivía? ━preguntó mientras toqueteaba con nerviosismo la botella.
━Tus padres me dijeron ━tomó un sorbo de su jugo antes de seguir hablando, solo que esta vez cambiaría de tema para intentar animar un poco el momento━. Beomgyu hyung y Taehyun también se vinieron a vivir a Seúl, así que me estoy quedando en su casa.
━¿Siguen juntos?
━Sí, y ahora parecen un matrimonio de abuelos con demasiado tiempo libre. ¿Te acuerdas cuando jugábamos a ser haditas? ━comentó divertido, y al ver cómo Yeonjun asintió, prosiguió━. Beomgyu sigue sin entender por qué eligió ser el hada de los libros cuando en su momento usaba los libros como posavasos, pero ahora no puede vivir sin leer al menos 10 páginas al día; Taehyun hizo su propio jardín en su nuevo hogar, así que parece que sigue siendo el hada del jardín ━hizo una leve pausa para reír━. A mí me pusieron el hada de la nevera solo porque mi casa es fría, pero actualmente creo que sería porque me gusta mucho el helado. Tú eras el hada de los animales por Toto, y Soobin-
━El hada de los sueños... ━interrumpió Yeonjun.
━Éramos muy lindos~ ━canturreó imaginando a aquellos cinco niños inocentes y llenos de energía que alguna vez fueron. Pero al momento recordó algo y sacó una cosa de sus bolsillos━. Oh, por cierto, creo que esto te pertenece ━dijo entregándole el llavero de peluche de la lunita durmiente.
Los ojos de Yeonjun se abrieron de la sorpresa al verlo. Lo había perdido hace mucho y por un momento olvidó su existencia. No sabía cómo sentirse sabiendo que todo este tiempo Hueningkai lo ha tenido cuidadosamente guardado, pues lucía impecable. Él solo lo tomó y se mantuvo en silencio mientras observaba con nostalgia el lindo llavero.
Y así, el incómodo silencio los invadió de nuevo, pero luego de unos minutos, esta vez fue Hueningkai quien lo interrumpió.
━Oye, Yeonjun, me preguntaba... ¿Quieres ir a Ansan conmigo? ━preguntó con timidez.
Solo con la mención de su ciudad natal, las manos de Yeonjun empezaron a temblar━. ¿P-por qué?
Hueningkai frunció el ceño por la pregunta. ¿Acaso Yeonjun no sabía qué día era? Duda que le restara importancia a algo tan importante━. ¿Cómo que por qué? Mañana se cumplen 3 años desde... Aquello. Beomgyu y Taehyun ya están de camino para dejar flores en… Eso... Y tienen muchísimas ganas de verte. Quizás podríamos volver a los viejos tiempos y seguir siendo tan cercanos como antes. Nos gustaría no perder el contacto contigo porque te seguimos queriendo mucho, ¿sabes?
Yeonjun solo escuchó lo de los 3 años, lo demás lo ignoró por completo. Y con eso en mente, miró con incredulidad al menor, quien se sorprendió al ahora notar miedo en esos ojos que hasta hace unos segundos no tenían sentimiento alguno.
━¿Mañana es 4 de marzo? ━no sabe por qué preguntó cuando no quiere saberlo, no quiere saber cuánto tiempo había pasado, realmente quería seguir viviendo en la ignorancia. Pero su corazón hablaba por él, y este sí quería estar al tanto de esa importante pero aterradora fecha.
━Sí... ━afirmó Hueningkai bien bajito, aunque fue lo suficientemente audible como para que Yeonjun lo escuchara.
Solo con ese maldito monosílabo, Yeonjun sintió como la sangre abandonaba su cuerpo. Era como si de repente todo su interior se hubiera detenido. No tenía fuerza ni energía, solo unas fuertes ganas de vomitar y de arrancarse la cabeza y pecho por las dolorosas punzadas que sentía en ambos.
El miedo lo invadió de nuevo, y en respuesta, Yeonjun le lanzó el llavero a Hueningkai con brusquedad, dejando al menor algo confundido por el repentino cambio de ánimo.
Y es que Yeonjun se había enojado mucho. Sí, fue él quien preguntó, pero no quería la respuesta.
━No iré a ningún lado ━respondió alzando un poco la voz con una mezcla de terror y enfado.
Se levantó del columpio dispuesto a irse, pero Hueningkai lo tomó del brazo antes de que lo hiciera.
━Yeonjun, espera ━rogó, pero el mencionado no se dejó influenciar por el tono suave y esta vez le lanzó la botella de jugo sin medir su fuerza.
━¡Suéltame! ━exclamó enojado, y como Hueningkai sintió algo de remordimiento al verlo tan enfadado, obedeció━. ¿Por qué estás tan normal conmigo? ━preguntó con la voz rota y al borde de las lágrimas━. ¡Yo maté a Soobin! ¿Acaso no temes que te mate a tí también? Aléjate de mí... ━balbuceó entre sollozos luego de ver como Hueningkai se sobaba la zona donde le había golpeado. Se sintió mal por eso, pero estaba actuando y hablando sin pensar. No se encontraba lo suficientemente bien como para poder analizar sus palabras y acciones.
El menor se intentó acercar a él━. Hyung, tú no mataste a nadie, fue un accidente.
━Un accidente que ocurrió por mi maldita culpa, eso me convierte en un asesino ━respondió con la voz rota.
Hueningkai negó y acarició con delicadeza la mejilla del contrario, como si tuviera miedo de romperlo━. No es así, y si me dejas llevarte a un psicólogo te darás cuenta de-
El mayor golpeó la mano de Hueningkai para apartarla con brusquedad y frunció el ceño━. No estoy loco.
━El psicólogo no necesariamente es para locos, Yeonjunnie, sé que ese no es tu caso.
Hueningkai solo estaba intentando convencerlo siendo amable y cariñoso con él, mostrándose notoriamente interesado en querer ayudarlo, pero no sabe que llamarlo por ese apodo que su amado le había puesto hizo que algo se rompiera dentro de Yeonjun. Y el tema del psicólogo estando en la conversación no ayudaba para nada, pues en su momento todos lo miraban como si estuviera demente, y empieza a creer que Hueningkai también lo ve de esa forma.
Nuevamente, nadie lo comprende. Él no quería atención psicológica, él solo quería estar con Soobin. Pero como este ya no existe, su única necesidad ahora mismo era estar en un lugar alejado de todo lo relacionado al accidente, y Hueningkai no era la compañía adecuada. Tal vez cualquier persona random que no conoce sería muchísimo mejor, alguien que no cuestione sus actitudes y que no le observe como si estuviera enfermo, tal y como estaba haciendo el menor en ese preciso instante.
Odiaba eso. Sabía que estaba enfermo, pero le repudia la idea de que otros lo vieran de esa forma sin saber por lo que estaba pasando realmente, porque su "enfermedad" iba más allá que el dolor de una pérdida; su "enfermedad" llegaba hasta ese intento de evasión de la realidad en base a resguardarse en un mundo ficticio que únicamente existía en su imaginación, con personajes que representaban a las personas reales que conocía, pero eso no quitaba que fueran igual de falsos que todo ese maldito mundo.
Realidad e imaginación no son lo mismo, Yeonjun lo sabía, pero tardó un poco en darse cuenta de que ese Hueningkai no era el lindo Hueningkai hadita de la nevera que se sentaba a un ladito para admirar con ternura como Soobin y él se divertían con cualquier tontería. El Hueningkai real es alguien que ahora debía tener unos 18 años; alguien a quien ya no conoce; alguien que ahora mismo le estaba diciendo que era un jodido enfermo con esos ojitos afligidos que lo miraban directamente a él, o al menos así lo percibía el rubio.
━¡Lárgate, no te necesito! ━exclamó dejándose llevar por las emociones sin saber que esas palabras dañarían de sobremanera al contrario━. No quiero volver a verte en mi vida. Deja de venir a mi casa, tus insistentes visitas me molestan demasiado. Estás siendo muy pesado, Hueningkai, me disgustas. No eres el chico que recordaba.
Si bien hablaba sin pensar a modo de defensa para evitar seguir con el tema que tanto lo lastimaba, al ver los ojos llorosos de Hueningkai fue cuando supo que la había cagado, y pudo confirmar que si volvían a estar juntos solo lo seguiría dañando.
Es por eso que todo su enojo se transformó en tristeza y comenzó a llorar desconsoladamente. Y antes de que Hueningkai le limpiara las lágrimas, Yeonjun salió corriendo.
Huyó como el cobarde que es; huyó como siempre hacía cada vez que no sabía cómo sobrellevar la situación; huyó porque sabe que ya es un caso perdido, y no quería arrastrar al pobre Hueningkai dentro de su pozo emocional, no cuando este consiguió liberarse de todo eso.
¿Amigos? Yeonjun ya no podía tener de eso, porque al final siempre salía a la luz esa horrible personalidad causada por un trauma sin superar, y es debido a este que Yeonjun acaba lastimando a otros sin querer.
La soledad es mil veces mejor que estar sintiéndose mal por no poder controlar sus emociones con los demás.
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