Some days, you're the best thing in my life
Sometimes when I look at you, I see my wife
Then you turn into somebody I don't know
And you push me away, push me away, yeah

A veces sentía que Chuuya era lo mejor que le podría haber pasado en la vida.

Normalmente estaba solo cuando despertaba, pero esta vez fue diferente. Esta vez despertó con los primeros rayos de sol, pero unos fuertes brazos rodeaban su torso.

Chuuya dormía tranquilo. El sol hacía relucir su cabello rojo, resaltaba el blanco de su piel, le hacía ver como el ángel que Dazai bien sabía que no era.

Quizá era una coincidencia que la mujer que le preguntaba todas las noches dónde estaba fuera también pelirroja. Tal vez era una mala broma del destino.

Dazai miró su mano derecha, donde relucía un anillo que realmente no sentía necesidad de quitarse. Para él, aquel matrimonio valía lo mismo que el papel que había firmado. Simplemente había sido necesario para que sus planes salieran bien.

Él era así. Muchos le habían tachado de inhumano, insensible, y Dazai nunca había dicho ser lo contrario, ni le afectaba. De hecho, agradecía que fuese así. Sin embargo, parecía que no era ni tan inhumano ni tan insensible como todo el mundo pensaba.

Chuuya era la prueba viviente de ello.

Acarició su rostro con cuidado de no despertarle, jugando con uno de sus mechones.

Chuuya era demasiado para él. Demasiado libre, demasiado atractivo, demasiado arrogante, demasiado peligroso. Pero a Dazai siempre le había gustado atrapar más de lo que podía, era esa la clase de egoísta y ambicioso que era.

Sus dedos se deslizaron hacia su mejilla, deteniéndose en cada centímetro de su piel, como si fuese una obra de arte hecha para ser apreciada.

Sus ojos azules se abrieron súbitamente, y ambos se miraron lo que pareció ser una eternidad antes de que Chuuya endureciese su expresión y se apartase bruscamente de él.

Dazai no podía hacer nada más que mirar con impotencia, sin poder hacer nada para detenerlo. Era así como funcionaban. Chuuya se iba, Dazai no preguntaba.

Las preguntas tan solo eran para sí mismo, y en ese momento solo podía pensar en cómo una persona podía cambiar tanto en tan poco tiempo.

De la tranquilidad a la sorpresa y al enfado y, finalmente, en el reflejo del espejo por el que pasó antes de salir por la puerta, Dazai pudo distinguir una expresión de dolor.

Y no podía hacer absolutamente nada.

Hey!

Al final no he podido hacer nada para la Skk Fluff Week :( but I promise que lo haré en cuanto tenga hueco aunque no sea durante esta semana.

Btw seguiré actualizando este mini fic :) Tendrá diez capítulos en total, siendo este el 5.

Espero que os esté gustando ^^