ᶜᵃᵖ 04: ᴍᴀsᴋs ᴀɴᴅ sᴜsᴘɪᴄɪᴏɴs
Al poner un pie en la habitación, Pam es recibida por las familiares luces chispeantes que centellean en azul. Lo cual, quizá no dice nada bueno sobre el estado de su vista.
Con una mano barre a un lado las herramientas que se encuentran sobre la grasienta mesa para poder colocar un plato repleto de galletas que anteriormente había horneado a modo de un desayuno "improvisado".
Mira a su pequeña hija, sentada entre herramientas con un preyecto inconcluso frente a ella, y es como mirar en su vida hacia atrás.
Al parecer hay cosas que se heredan.
—y, dime, ¿cuales son tus planes para el día de hoy? —pregunta con curiosidad Pam a su retoño para tomar una galleta de chispas y darle una mordida.
La luz se detiene por su pregunta y la mirada de su hija se enfoca sobre ella. Jessie se quita la careta de metal y deja de forma cuidadosa el soplador en el suelo para después deshacerse de sus guantes y ponerlos al lado de su inconcluso nuevo proyecto. La niña se levanta del suelo y, a paso agraciado, se acerca en dirección a la mesa con esa característica sonrisa rolliza en su rostro.
—pues... tenía pensado jugar unas partidas de atrapagemas y talvez reclamar una caja para que con suerte me toque piezas para hacer un segundo gadget. —responde con la alegría de siempre para tomar una galleta y meterla toda en su boca, sin siquiera morder. —talvemz en la tardem terminem de arreglarm a scrapyf. —agrega contemplativa mientras todavía sigue masticando su galleta.
Si no se viera tan graciosa, Pam la regañaria por sus modales, en vez de eso, ella se ríe.
—bueno, entonces te deseo suerte para que lo consigas. —dice mientras acaricia los cabellos rojizos de su hija, recibiendo a cambio una gran sonrisa de su parte.
Pam abruptamente piensa que tiene demasiada suerte por poder estar ahí junto a ella; demasiada suerte entre tan poca de esta.
—gracias mamá, ¡daré mi mejor esfuerzo! —sus ojos brillan de la emoción y Pam no puede evitar volver a sonreír. —entonces será mejor si me voy ¡no me gustaría que cambiaran el mapa!.
Jessie da media vuelta, toma la mochila que estaba tirada debajo de la mesa y se dirige rápida como el viento con rumbo hacia la puerta.
La pequeña mecánica ya ha abandonado la habitación cuando después de unos segundos, regresa corriendo solo para tomar 4 galletas del tazón.
—para el camino. —explica en una sonrisa apenada, guardando las golosinas en su mochila. —oh, cierto, tambien te quería preguntar si has visto a Nani; quiero que me acompañe; ya sabes, para al menos tener una estrategia decente.
Hay un frío que le sube por la espalda al escuchar el nombre. Pam niega lentamente con la cabeza, sintiendo el estómago retorcerse ante la imagen del robot con su hija, como siempre pasa todas las veces que sucede.
¿Como explica Pam que quizá ser amiga de su "niñera" no era buena idea?
—sabes cariño, deberías de salir un poco menos con Nani, después de todo ella también tiene cosas que hacer. —dice de forma torpe, intentando y apenas logrando que su voz suene creíble. Toma el plato de galletas ahora vacío y pasa junto a su hija con camino rumbo a la cocina. Jessie sólo la sigue con una mirada que no expresa nada.
—oh, esta bien. —contesta al fin y por otros segundos no hablas más. Sólo le da un corto abrazo a su madre, y sin más se va.
La puerta se cierra 10 segundos después, Pam deja el plato sobre el lavadero y se pellizca el puente de la nariz ante el apenas creciente dolor de cabeza.
Nunca debió aceptar todo esto.
La extraña voz monótona con acento asiático sonó por los parlantes, explicando las mismas indicaciones de siempre, mencionando equipos diferentes.
Jessie apresuró su paso para llegar a tiempo, sin prestar demasiada atención a quienes la acompañarían en la partida. Se coloco con un salto justo en donde estába el teletransportador que los dirigiría al campo de batalla; una cuenta regresiva sonó, y como ordeno la voz, ella se preparó.
A sus lados, sus compañeros de partida hacen lo mismo. Hay un momento de genuina sorpresa al notar que su equipo se compone por los dos hermanos del bosque. La sorpresa despues cambia rapidamente a confusión, Leon desde que llego nunca juega con nadie que no sea Nita y Nita—
(Darse la vuelta. No más gruñidos amistosos ni juegos de te. Bailando en un salón, una cuchara golpeando con fuerza su cabeza y entonces explota una pelea—)
Hace también mucho tiempo que no juega Nita.
Inhala.
La cuenta regresiva suena. Cueva subterránea era SU mapa e imagina que aquellos dos por su parte deberían estar en cierta forma sincronizados.
Retiene.
Microsegundos en silencio y oscuridad pasaron para después aparecer. Las bocinas resonaron y las palabras: "BRAWL" estallaron por todo el estadio.
Exhala.
La partida comienza.
Si hay algo que siempre a amado Jessie sobre pelear es la sensación que se experimenta en la arena. Pensar en todo, distraerte con todo, las posibilades, los movimientos. El sentimiento abrumador de pensamientos en segundo plano y su actuar en primero; el trance, los ataques sólo un ruido de tercer fondo, la sensación de acciones predispuestas indicadas por gente superpuesta.
Jessie sabe que no es la única que lo experimenta.
A pasado más de la mitad del tiempo predispuesto, el legendario es portador de cinco gemas mientras que Nita junto a ella se encargan de atacar a cualquiera que intente pasar por los lados. Sólo era cuestión de quitarle al equipo contrario sus gemas y la partida terminaría.
Pero claro, siempre ese es el momento en donde todo siempre decae.
Sólo un parpadeo y Leon desapareció de su posición en medio, mirando con más cuidado a todos lados lo encuentra llendo invisible directo a donde el equipo contrario junta sus fuerzas en medio círculo de defensa; el solo contra tres.
Jessie no se sorprende cuando muere, y no se enoja cuando se señala en el tablero que sólo faltan 2 gemas para el fin de la partida.
Pero esta bien, faltan dos gemas, todavía da tiempo de quitarselas al nuevo portador, seguro que pueden remontar en 30 segundos, es fácil ¿no?
No lo es.
Cuando el encapuchado reaparece después de su (patética) muerte, Jessie es saludada por una mirada enojada, disparó una vez hacía la mecánica, otra vez a su hermana, les dio un dislike y se sentó en la esquina.
Se estaba rindiendo.
Jessie ya no puede ver la pieza faltante de su gadget en sus manos.
Y es entre discusiones para que volviera a la batalla (y no Leon, no avisaste que era una emboscada-) que de repente Jessie se da cuenta que ya había empezado a sonar una cuenta regresiva. Al parecer su pelea sólo hizo que le fuera más fácil al otro equipo juntar las gemas faltantes.
Tan buena partida.
Sintiendo que el tiempo se escapaba corrió en dirección rumbo a la zona de reaparición enemiga, siendo solamente seguida unos cuantos pasos atrás por Nita.
5
Jessie ya tenía cargado a Scrappy hace un tiempo. Por lo que sabía de Nita, sólo hacía falta de un básico y Bruce estaría listo.
4
Asestando algunos básicos y unas cuantas señas rápidas a la de gorro de oso, tiran casi en perfecta sincronía a sus mascotas contra el equipo rival, acorralandolos de forma efectiva. Jessie activa su gadget de relentizacion; sin decirlo, Nita hace lo mismo con el suyo.
(como los viejos tiempos.)
3
2
El portador de las gemas quedó paralizado, su vida se vio reducida a menos de la mitad. Sus otros dos compañeros siendo retenidos por el una torreta de apenas medio metro.
1
El tiempo no alcanzaba. Con resignación bajo su arma, en señal de rendición. Nita a su lado seguía atacando como si eso pudiera cambiar algo.
Jessie no se enojo, en cambio sonrió.
—bien jugado.
¡Fin de la partida!
.
.
.
—¡Jessie!
El estadio es una cacofonia de gente diferente saliendo y entrando de distintos eventos, aún así, no es difícil voltear y distinguir la capucha que se acerca con extraña facilidad a ella.
—¡hey!... —Leon se detiene en frente, se dobla para agarrar sus rodillas y respira bruscamente, todo en un segundo. —Sólo... me quería disculpar por como fue la partida... La verdad no sé muy bien que me sucedió.
La de cabello rojizo parpadea dos veces y sus trenzas se balancean por el movimiento de su cabeza, sin comprender. Esta no era la primera vez que pasaba exactamente este mismo suceso en una partida, pero si era la primera en la que el responsable venía y se disculpaba después de que terminara. En realidad no lo esperaba.
—no te preocupes, sucede. —se encoge de hombros porqué pues... Son cosas que pasan y enojarse por eso no tiene importancia.
—oh... Y Nita también se quiere disculpar, dice que no jugó del todo bien. —la mencionada sale arrastrando los pies detrás del otro, dándole una sonrisa que en todos los aspectos era apenada.
Y bien, en realidad Jessie no puede refutar eso. La de gorro varias veces había desaprovechado momentos y arruinado otros. Como cuando se le ocurrió arrojarle su oso al frente para "cubrirla" de un disparo de la avariciosa y terminó en su muerte.
—... si, yo tampoco jugué del todo bien. —admite por que, si bien en parte es cierto que Nita no jugó bien, no puede hecharle toda la culpa sin ser en parte una mentira.
(aunque debería.)
El silencio llega y Jessie se siente en todos los aspecto muy fuera de lugar mientras los dos hermanos comparten toda una conversación con miradas.
Y es después de lo que se sienten como horas, Leon voltea hacia ella.
—... ¿Te parece si Nita y yo te invitamos un helado?, ya sabes, para compensar la partida. —invita el legendario con una sonrisa tentativa, y Jessie ni siquiera duda al dar un asentimiento rapido con entusiasmo.
¿Quién le dice que no al helado gratis?
El duo pasa sin decir más junto a ella y Jessie trata de seguir sus pasos de cerca. El camino rumbo al puesto de Lou se mantiene igual de silencioso y tenso que antes, y cuando llegan a hacer su pedido sólo dos de tres personas son las que hablan.
Cuando tienen sus helados ya en mano, dirigen sus pasos para sentarse en una banca blanca, y se disponen a comer con gustosa tranquilidad la nieve.
A lo lejos, la voz asiática sigue dando instrucciones resonantes por los parlantes.
Hay algo que le ha estado picando detrás de su mente, y la falta de conversación en el grupo sólo lo trae constantemente al frente; Jessie sabe que no debe decirlo, pero sólo quiere poder deshacerse de está sensación y-
—¿porque jugaban atrapagemas?, pensé que odiaban los modos de equipo. —gira la cabeza 45 grados hacia ellos y cuestiona con genuino interés.
Los dos niños voltean al unísono y Jessie ignora las miradas confusas a favor de darle una mordida a su paleta mientras espera tranquilamente una respuesta.
Leon es el que al final contesta. Porque claro que él lo hace.
—Nita y yo teníamos misión de ganar partidas, no nos quedaba de otra. —responde el de capucha con un encogimiento descuidado de hombros, cierto grado de molestia bordeando en su voz que detestima el gesto.
Nita tiene las mejillas teñidas de azul, el cono de papel misteriosamente desaparecido. Ni siquiera le dirige una mirada mientras el otro habla.
Jessie traga la nieve en su garganta.
¿φՄɿeՐeՏ ʝՄԳԹՐ ՇԾՌʍɿԳԾ?
-ella sólo quiere una respuesta.
—¿porque siempre dices Nita y yo? — suelta, apenas logrando cortar la molestia que quiere escapar en más preguntas que no llevarán a un buen final.
Nita finalmente le dirige una mirada. Todo sorpresa e incredulidad, los rieles visibles de su mente rodando a toda velocidad para formar questiones y pensamientos.
—¿a que te refieres? —pregunta en nombre de su hermana el confundido legendario, una mueca plantada en la mitad de su rostro que en otro momento pudo haberle causado a Jessie una carcajada.
—siempre que hablas sólo dices 'Nita y yo', ¿que acaso no tiene su propia voz? —la molestia y el fastidio ganan y se abren facilmente paso en oleadas tras sus dientes, siente su rostro se contrae y abandona su papel predispuesto de una niña modelo.
Nita de nuevo voltea hacia otro lado, ojos en el suelo. Leon hace la parodia de una mirada de ojos que intentan perforar lo profundo de tu alma y en realidad Jessie quiere burlarse por eso. Hay un segundo de silencio y luego-
—Nita no habla.
¿Y no es eso el inicio de todo y nada?
El silencio osco que se cierne pesa demasiado y a la vez poco, y Jessie no sabe porqué la punzada de culpa se arremolina como una serpiente en su estomago si en realidad no se arrepiente de sus palabras dichas con intenciones.
Jessie esta hecha de capas con forma de mascaras lacadas por dentro con palabras adecuadas: una hija, un combatiente, un genio en creces. Amabilidad e inocencia, repartir sonrisas como gemas.
Quizás tiene que ver algo con eso.
—Perdón, yo no quise... Lo olvide. —que no es del todo verdad pero tampoco es la falta de ella, después de todo, si no lo dice Jessie es la que esta siendo grosera.
El legendario mira hacia el frente y asiente levemente.
—esta bien.
Y esa es la última palabra.
Leon vuelve a su nieve y el silencio que se estanca no es tan incómodo como Jessie imaginó que sería. Termina su cono y se levanta para tirar el envoltorio en el bote de basura para despues voltear hacia el dúo con palabras de despedida en la punta de la lengua.
Los pasos metálicos qué se acercan es lo que detiene sus palabras ensayadas de despedida.
—señorita Jessie, ¡la he estado buscando! —grita Nani desde la corta distancia y Jessie cierra la brecha para darle un pequeño abrazo de todas las cosas.
—¡Yo también te estuve buscando!, ¿donde estabas? —pregunta genuinamente curiosa, un puchero entre labios.
—solo hablaba con unos amigos. No se preocupe. —responde Nani, una sonrisa con su único ojo. Jessie deliberadamente no pregunta más. —y, bueno, ¿quienes tenemos aquí? ¿nuevos amigos?
¿Amigos?
Jessie sonrie, porque una mala partida, conos de helado y malentendidos no es ser amigos.
Voltea en dirección hacia los hermanos y ve como éstos ya se han levantado de su lugar. Nita mira, ojos abiertos y blanco enfermizo recubriendo su rostro.
Leon sonríe, incómodo.
—ahm... Acabo de recordar que Nita y yo debemos hacer algo así que... Nos vemos. —explica de forma vanal el camaleón en un tono de voz que no sabe como tomar.
Ve cómo la de gorro intenta tomar a ciegas la mano de su hermano, lograndolo después del tercer intento. Y, sin desperdiciar un segundo más, Nita sale corriendo sin mirar atrás, Leon al menos tiene la decencia de sonreír y sacudir la mano, qué aún no por eso sería una mejor despedida.
Jessie solo mira hacia donde han desaparecido, confundida en un extremo por su despedida rapida y sin explicación.
—y, bueno, ¿le apetece jugar unas partidas? —Nani rompe sus pensamientos y ella solo asiente, dudando varias cosas, pensando en varias cosas.
—claro, porque no.
ENTONCES
Este es el capitulo qué más cambios sufrió. Si alguien se acuerda de este capítulo cuando lo subí por primera vez habrán notado que toda la actitud de jessie cambio
¿Por qué? Bueno, cuando escribi esto todavía no había salido esa animación sobre el robo del trofeo y, honestamente, creo que esta actitud rencorosa/vengativa de Jessie entra mucho mejor en el personaje. También algo que siempre me he pensado es que cuando salió brawl hubo 16 personajes, Nita y Jessie las únicas niñas, osea obviamente debieron haber interactuado y cimentado una amistad.
Pelea conmigo por eso, te reto.
También, deje escapar aqui más cosas de las que quería pero supongo que funciona.
Eso es todo, gracias por leer uwu 💗
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