¡ѕοияιαи!

El día es rutinario y aburrido, como siempre.

La vieja radio suena de fondo, tocando una canción demasiado animada en un idioma que no han escuchado jamás. Manteniendo un ambiente más o menos relajante.

La tienda se encuentra vacía, junto los estantes repletos de cosas que casi nadie sabe para que sirven. Solo cuentan con 3 clientes frecuentes y, queda de más decir quiénes son; haciendo que tengan un descanso indefinido por el resto de los días, el cual ellos aprovechan.

O más o menos es así.

La registradora se encuentra encerrado en su oficina, capaz contando todo su dinero, como es ya su costumbre.

Edgar solo se pone a jugar unas vencidas con su bufanda, perdiendo constantemente ante esta. Intentando alejar el aburrimiento que lo consume.

Mientras que la chica de sonrisa macabra se encuentra escribiendo con una rapidez inhumana en su libro "psicópata", mirando entre cortos lapsos de tiempo hacia sus lados, como si temiera a que alguien viera lo que plasma en aquellas páginas.

La puerta es abierta de un momento a otro y de esta el sonido de una campanilla los alerta ante la presencia de un posible cliente, haciendo que volteen al instante hacia esa direccion.

—¡tatarara! —canturrea el robot de un solo ojo con casco de acróbata. Entrando en esa tienda como si un espectáculo fuera, con una sonrisa en su único ojo. —¡E-el faB-buloS-so Stu esT-ta aQ-qui!

El morocho lo mira con indiferencia para solo levantar su mano, en forma de saludo para después seguir con lo suyo.

—¡oh, hola Stu! —grita emocionada Colette, imitando la acción del chico, con una exagerada sonrisa en su rostro. Al parecer lo que escribe es más importante que saludar "como es debido" a aquel brawler.

Stu no hace demasiado caso a esa falta de atención. Solo se acerca hacia la radio, con intención de cambiar la estación; dejando sonar una tonada que se les hace un tanto conocida pero no del todo.

La extraña voz de su jefe se hace escuchar desde el otro lado de la puerta. Al parecer el conoce la melodía y canta a todo pulmón, talvez olvidando que se encuentran ellos ahí.

De un momento a otro la radio para y da paso a estática. El sonido de risas se hace escuchar y rebota por todo el cuarto.

El dúo sólo se dirije una mirada curiosa, incluso temerosa para prestar completa atención al aparato. Sin entender del porqué.

Ahora lo único que se escucha en el lugar son las risas fuertes, sonoras y exageradas, que hacen que se les pongan la piel de gallina. Y, aunque suene imposible, todo parece volverse aún más tétrico cuando suena la risilla de un bebé, opacando a las demás.

No sabe en qué momento colette lo ha empezado a abrazar con fuerza, asustada, algo nuevo en ella. Solo la deja ser, después de todo, aunque le cueste admitir también se encuentra de igual manera.

Sus cabezas empiezan a dar vueltas, todo da vueltas. Las risas, el canto, las palabras.

"Stop"

Y, como si se tratara de un milagro, todo cesa ante la orden de esa gruesa voz, parando aquel ambiente de película de terror, volviendo de nuevo hacia la canción inicial.

Pasan solo segundos y los dos se separan, fingiendo como si momentos antes no se hubieran estado abrazando.

Pero al parecer no todo paro.

La risa entrecortada del acróbata parece que es lo único que queda en pie. Edgar y Colette solo lo miran, intrigados, extrañados, nerviosos. El robot parece sentir su mirada, volteandolos a ver, parando su risa.

—Q-que, ¿P-porQ-que nO-o S-se R-ríen?.

理智正在失去...








Este capítulo no tuvo ninguna reescritura, no porqué crea que este bien escrito, en realidad apenas llega a decente pero me gusta como se lee, me da una vibra extraña y no quiero quitársela, entonces ni modo.

Los capítulos qué quedan se subirán mañana porq q güeva cbiar capítulos nmmn

Gracias por leer uwuwu

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top