# Seis
Habían pasado alrededor de dos horas y al luz no volvía, ya empezabas a preocuparte, no por ti, si no por Chifuyu.
Y no solo tú, sino también otros comparadores de Humanoides, no era muy probable, pero el que se haya ido la luz mucho tiempo pudiera causar daños en el sistema de tales androides.
Fuiste a la cama tratando de conciliar el sueño, pero otra llamada de Emma volvió a entrar, la chica estaba asustada.
—Que paso ahora Emma?
_____, llame a la aseguradora donde comparamos a los humanoides y nos dijeron que lo desconectáramos, para evitar problemas en el sistema— dice la chica
—Bien, ahora tranquila, veras que mañana todo estará como antes.. — dices antes de que empiece a lloriquear por teléfono
_____, yo extraño a draken—sollozo la rubia
Sé que no es un humano, pero lo quiere—dice tratando de controlar su llanto
—Yaa linda, mañana todo regresara a la normalidad tú podrás seguir teniendo tu vida feliz con Draken...—dices suave
Sí... tienes razón—dice sorbiendo sus mocos—Gracias...
Murmura antes de colgar, Emma tenía una relación rara pero linda con su Humanoide, varias personas compraban sus androides como pareja.
Como el caso de Emma, el día que perdió su pareja verdadera Ryuguji Ken, los dos estaban recién casados, yendo hacia el aeropuerto para su luna de miel.
Ese día unos traficantes llegaron al lugar, Draken protegió con su vida a su esposa, muriendo el en lugar de la chica.
Claramente la chica cayó en una depresión horrible, ver a la persona que amaba morir frente a sus ojos hizo que perdiera el control de ella misma. Estuvieron cerca de internarla en un centro psiquiátrico.
De no ser porque una noche llamaron a su puerta, entregándole un humanoide, hecho con las mismas facciones de Draken.
La voz no era la misma, pero si llegaba a parecerse, un completo desconocido mando a hacer un humanoide idéntico a Draken, para que Emma se restableciera.
Claro, al chica se lo termino quedando, volviéndolo su nuevo esposo, solo que este no era de carne y hueso, si no de cables y una inteligencia artificial.
Y así como Emma, varias personas que perdieron a amigos y familia valioso para ellos, terminan mandando a hacer humanoides para seguir viviendo felices.
Aunque solo se engañaban a ellos mismos, pretendiendo que esas máquinas son humanos, pero eran felices.
Te acuestas de lado cerrando los parpados ya para dormir, olvidándote completamente de la primera advertencia que te dio Emma.
Desconectar completamente al humanoide.
No sabias que problemas llegaría a causarte eso, para ti y tus amigos cercanos.
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