Golpes en la puerta hicieron que dejaras el papeleo de lado para ir a ver de quien se trataba.

Abriste un poco la puerta y ahí estaban dos hombre con una caja tamaño humano.

—Señorita t/a

—Si, soy yo—respondiste para después abrir completamente la puerta

—Firme aquí y ponga su numero de identificación—odio el hombre amablemente mientras te entregaba un portapapeles—Gracias, que tenga buen día.

—Igualmente.

Los dos hombre se fueron mientras tu con miedo mirabas aquella caja.

Ya hace unas semanas que habías pedido tu humanoide, no sabias si era la mejor opción, pero tal vez si necesitas uno.

Tomaste un cuchillo de la cocina para quitar la cinta adhesiva, en cuanto quitaste todo quitale el unisel que cubría su nuevo artefacto.

El androide mantenía sus ojos cerrados, te estaba dando miedo lo mucho que se parecía a un humano.

Viste más de cerca sus facciones, habías elegido un chico rubio, donde decía que si expresión era "lindo" tal vez era mejor comprar algo así, a un humanoide con cara de culo.

Y seguías buscando con características similares, el menos tenebroso y amigable. Hasta que encontraste al indicado.

Chifuyu Matsuno

Cuando lo viste, fue una de las mejores opciones, tanto físicamente como al escuchar su voz.

Buscaste en la misma caja el manual de instrucciones, las leíste varias veces, tenías miedo.

Con valor te acercaste a él, y buscaste el botón en su nunca, una vez lo encontraste lo presionaste.

Te alejaste con miedo, los párpados falsos se abrieron observando todo el lugar y luego a ti.

—¡Hola! Soy Chifuyu Matsuno—saludo el androide amablemente alzando una mano—Desde ahora seremos compañeros!

Revisaste el manual y efectivamente eso era lo que decía, ahora te tocaba a ti seguir las instrucciones.

—Hola, soy _____, por favor cuida de mi...

Repetiste lo que decía el manual, Chifuyu te vio de pies a cabeza, te estaba escaneando.

—Cuidare de ti con las mejores intenciones, por favor personalice mi rutina

Tomaste tu teléfono y abriste la aplicación con la que le podías dar tareas domésticas a él.

Tan pronto como pusiste una tarea escuchaste la voz de Chifuyu hablar.

—Para una mejor experiencia conecte sus aparatos electrónicos conmigo!

Y así, tuviste que conectar a Chifuyu con tus aparatos electrónicos, y terminar de configurar sus tareas.

Iba a ser más complicado de lo que creías.