# Diez
Poco a poco te ibas levantando, tu mente se estaba despertando.
Y antes de abrir los ojos completamente, a tu cabeza vino el viaje, también que no habías logrado escuchar tu alarma.
Abriste los ojos de golpe haciendo que te marearas, y un pequeño dolor de cabeza apareciera.
Cerraste los ojos, para después ver todo el lugar, de inmediato reconociste el lugar.
Estabas en el sótano de tu casa, pero parecía que estaba ambientado para que alguien estuviera ahí.
Las paredes estaban cubiertas de sábanas blancas, una cama vieja, junto a una mesita de noche.
Aparte de un mueble pequeño con sábanas y almohadas en ella, y ropa.
— ¿Qué mierda hago aquí? — preguntaste en voz alta
— Por fin despierta ama — escuchaste la voz de Chifuyu que resonó en todo el lugar.
— ¿Chifuyu?
Dijiste viendo a todos lados, en una de las esquinas del techo del sótano había una cámara de seguridad.
Junto a una pequeña bocina, que seguramente de ahí es donde venía la voz.
— Chifuyu... ¿Qué está pasando?
Dijiste viendo directamente a la cámara de seguridad.
— Me ibas a abandonar... ¿Qué querías que hiciera? — se escucha la voz triste de Chifuyu.
— ¿Qué? ¿Por qué piensas algo así? Iba a regresar...
— ¡Te ibas a revolcar con el en la cama! — exclama enojado.
Ese el, era Taiju.
— Este no eres tu Chifuyu, ese no es el programa que te instale... — dices con preocupación.
A esto era a lo que le tenías miedo, siempre tenías que los robots cobrarán inteligencia propia.
— Mi ama es estúpida... — lograste oírlo
— ¿Qué?
— Emma te dijo que me apagaras cuando hubo el apagón, pero no lo hiciste — habla con burla — Qué gran error.
Era cierto, Emma te había dicho eso, pero no le hiciste caso debido a que estabas demasiado cansada.
— ¿Entonces como es que tienes inteligencia propia? — preguntas
Chifuyu te iba a responder todo lo que dijeras, después de todo no tenía que fueras a huir.
Ya que el no te lo permitiría, además de que sabía que era más inteligente que tú.
— Cuando Emma te dijo que me apagará, es que iban a restaurar todo el sistema de los androides de la planta uno, mis orígenes viene de ahí — dice tranquilo el chico — En las dos horas que se desconecto la planta uno, tuve el tiempo suficiente para desconectarme de ellos, por ello cosas como los ojos y agenda se restauraron...
— ¿Por eso tiene los ojos rojos?
— No se te escapa nada ama — responde el — Ahora, vivirás aquí, pero antes, quiero que hagas algo
— ¿Qué?
— Quita las cortinas de las paredes~ quiero que mi linda ama mire mi gran obra de arte~
Que traumante seria para ti como obsesivo.
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