𝟬𝟯| 𝗟𝘂𝗻𝗰𝗵 𝘄𝗶𝘁𝗵 𝗼𝗹𝗱 𝗳𝗿𝗶𝗲𝗻𝗱𝘀

Song: "Rich Girl" by "Gwen Stefani"

👩🏽‍💻 Omnisciente 👩🏽‍💻

30 de junio de 2004

—Oye, ¿Estás bien?.— pregunto la castaña al ver a Dacre.

Este reaccionó y miró de nuevo a la joven.

—S-si, si, por supuesto. Solo algo que acabo de recordar.— le sonrió para que no sospechara.

—¿Vale?.— en ese momento Lennox se dio cuenta de algo, ¡iba demasiado tarde a la nueva casa!.— Oh, mierda. Ha este paso no llegaré a casa nunca.— maldijo.

—Si quieres te puedo llevar.— le propuso el alto.

—No quiero molestarte, seguro que tienes cosas más importantes que hacer.—

—No, de verdad, no me importa, en absoluto.— es más, le vendría muy bien para olvidar algunas cosas.

—Bueno está bien, seguro que mamá estará preocupada.— esa última frase dejo al castaño pensativo. ¿Acaso es lo que él piensa?.

El dejo sus pensamientos y le indico el camino hacia su coche, que era un Camaro azul, igual que el coche de su antigua vida.

Al llegar, Montgomery le abrió la puerta y está se sentó.

—Gracias.— agradeció.

Media hora después, por fin divisaron la casa de Angelina, gracias a las indicaciones que esta le daba.

Bajo rápidamente del coche y fue hacia la entrada de la casa. No sin antes despedirse a agradecerle por haberla traído a su casa.

—Gracias por traerme Dacre, ha sido un gusto conocerte. Espero verte por ahí algún día. Adiós.— Angie le sonrió al chico con un sonrojó en sus mejillas, adentrándose en la gran casa.

—Lo mismo digo, linda.— Montgomery echó por última vez otro vistazo a la gran casa y se marchó de allí.

Cuando la chica ya estaba cerrando la puerta de la entrada, su madre apareció por su derecha dándole el susti de su vida.

—¡¡Ahhh!!.—

—¿Quién era ese muchacho?.— preguntó con curiosidad y picardía.

—¡Mamá! ¡Me has dado un susto de muerte! ¡Podía haberla palmado!.—

—Aish, no es para tanto querida. Ahora sí, ¿quien era es chico con el que venías?.— "Dios, que insistente es esta mujer" pensó la menor.

—Nadie mamá, no era nadie.— respondió ella con pesadez.

—Bien, lo que tú digas, lo investigaré.— sonrió sospechosa.— Bueno, Angie, he estado hablando con unos viejos amigos, mañana vendrán a comer. Así que portate bien, y pobre algo decente.

—Si claro, como si tú nunca te habías vestido así de joven.— podría decirse que la ropa de la morena era un poco provocativa. Pero era su estilo y nunca nada ni nadie podrá hacer que cambie.

—Pues no, nunca.— y tenía razón, ella nunca le había gustado utilizar ese tipo de ropa, de joven era muy tímida y le gustaba usar cosas que le abrigaban.

—Ya, haré como que me lo creo.— empezó a subir las escaleras que daban hacia el pasillo donde estaba su habitación.

Seguidamente se fue a la cama directa, estaba muy cansada y tenía que descansar para la comida con los viejos amigos de su madre.

Ella empezó a cerrar sus bonitos ojos pero se detuvo al notar que algo, o más bien alguien, había invadido sud pensamientos.

Se sorprendió al notar en quien estaba pensando.

Era el chico extraño que acababa de conocer, el tal Dacre Montgomery. Le había parecido un chico muy guapo y educado, algo que su madre aprobaría.

"¡¡Pero si nos acabamos de conocer!!"

El pensamiento que tuvo izo que se sonrojara al cien por cien y que se tapara los ojos con las palmas de las manos. Intentado ocultar su nerviosismo aunque no hubiera nadie en su cuarto.

Con el tiempo sus ojos se empezaron a cerrar por el gran cansancio que tenía. Durmiéndose al instante, mientras pensaba en aquel chico guapo que me había robado el corazón a primera vista.

⏱️Al día siguiente ⏱️

🌹 Angelina 🌹

Noté como los rayos de luz atravesaban las persianas blancas de mi habitación, haciendo que mis ojos se abrieran poco a poco.

Hoy por primera vez en mucho tiempo me había despertado de buen humor.

Seguro que es porque soñé con el chico lindo de ayer.

Miré el despertador y vi que todavía eran las diez de la mañana, todavía faltaban cuatro tres horas para que los invitados llegaran. Aún así es mejor hacer las cosas antes de tiempo.

—Buenos días mami.— la saludé desde los escalones, pero no me respondió nadie.

Miré por toda la casa y no había rastro de ella. Suponía que había salido a comprar ingredientes para la comida.

Así que me metí al baño de arriba, ize mis necesidades y seguido me duché.

Ya habían pasado como una hora y media y mamá todavía no había llegado, me estaba empezando a preocupar. Más al escuchar el sonido de la puerta de la entrada me calmé.

—¡Ya llegué¡.— gritó desde abajo.

—Mamá, ya me estába empezanfo a preocupar, si no hubieras llegado ahora habría llamado a la policía.—

—Lo siento cariño, me había quedado hablando con una amiga del instituto, no nos veíamos desde hace años.— como si eso me interesara.

—Si, esto... Prepararé yo la comida ¿Si?. Mientras tú prepárate, pareces un vagabundo.— yo era muy estricta cuando se trataba de moda, casi siempre le compró yo la ropa a mi madre en vez de ella a mí.

—Oh, vamos Angie. Tampoco estoy tan mal.— se giró sobre su eje para mostrarme su conjunto del día. Que eran unos pantalones holgados y una camisa vieja y usada de su grupo favorito de rock "Guns & Roses".

Al verme la cara se asustó levemente, diciendo que se iba a duchar y cambiar enseguida. Al verla subir y escuchar el grifo de la ducha me metí a la cocina para empezar a cocinar. Haría una gran paella española de maatis o como las hacía mi abuela. También prepararía un montón de pinchos para picar, croquetas de jamón, txaca, tortilla de patatas, etc.

Estuve cocinando por un buen rato, específicamente durante una hora, así que faltaban treinta minutos para la llegada de los amigos de mi madre.

Puse en la gran mesa del comedor los platos correspondientes y llevé la comida. Cuando derrepente vi bajar a mi madre por las escaleras con un vestido turquesa pegado al cuerpo, haciendo que se notarán sus curvas. No tenía mangas y tampoco tenía escote.

—Waw mamá, estas reluciente.— la miré asombrada, realmente tenía un gusto esquisto para la ropa.

—Gracias hija, tu también estás muy guapa.— me halagó.

Yo tenía puesto un vestido de vuelo de color blanco con mangas caídas y una cinta en el óleo del mismo color.

Derrepente escuchamos el sonido del timbre, sabiendo que ya habían llegado.

Mamá fue a abrir la puerta mientras yo me quedaba en el pasillo.

—¡¡Hola Bonny!!.— grito una mujer pelirroja, parecía más joven que mi madre.

—¡¡Ahh!! ¡Max!. Dios, hace tanto que no nos vemos.— salto de alegría abrazando a la mujer.

Junto a ella entraron tres personas más, un señor de piel oscura con una bebé en sus brazos y una niña de no más de diez años.

—¡¡Bonny!!. ¿Hey, que tal?.— preguntó el señor.

—¡¡Lucas!!. Madre mia, sí que has cambiado ¿Eh?.—

—Bon, te presento a mis dos hijos. El mayor, Billy, y la menor que está en los brazos de Lucas es Stella.— se dirigió a sus hijos.- Chicos, ella es vuestra tía Bonny.

—Max, Lucas, os quiero presentar a mi hija, Angelina.—

—Hola, encantada de conoceros.— le sonreí.

—Igualmente querida.— me habló el tal Lucas.

—Pasen chicos, los demás vendrán enseguida.— mamá los izo pasar.

Mientras ellos estaban hablando de sus vidas yo había venido a la cocina a por un vaso de agua.

—Angie, ¿Puedes abrir tu la puerta?.— resulta que habían tocado otra vez el timbre.

—¡Si!.—

Al abrir me encontré con algo inesperado. Eran Eric y Max. ¿Pero... Que hacían aquí?.

—¿Chicos?. ¿Que hacéis aquí?.— les pregunté, pero ninguno respondío.

En vez de eso detrás de ellos aparecieron dos personas.

—Hey, supongo que tú eres la hija de Bon. Me presento, soy Steve Harrington, padre de estos dos demonios.— revolvió sus cabellos.— Y ella es mi esposa, Morgan Harrington. Encantados de conocerte.

—Igualmente, yo soy Angelina, por favor pasen.— me aparté de la entrada para dejarles pasar.

Pude divisar que detrás de ellos venían más gente. Derrepente la mano de mi madre se posó en mi hombro derecho.

—¡Bonny! ¡Que cambiada estás!.— la saludo una mujer rubia.— Mi hija está en camino, vendrá enseguida.

—No pasa nada. Anda entra.— justo cuando iba a errar la puerta alguien gritó.

—¡¡No lo cierres!!.—

Mi madre se giró y se le quedó viendo, como si hubiera visto un fantasma.

—¿Dustin? ¿Eres tú?.— preguntó con incredulidad.

—¡Pues claro que sí, mujer! ¿Es que acaso no reconoces a tu mejor amigo?.—

—¡Joder! ¡Un poco más y no te reconozco!. ¿Espera, acaso esa es Suzie? ¡¿Y esta embarazada?.— ¿Eh? No me estoy enterando de nada.

👩🏽‍💻 Omnisciente 👩🏽‍💻

—Si, bueno, también tenemos otra hija, pero ella ha decidido ir con sus amigas. Está en esa edad, ya sabes.— habló Dustin.

—Pues felicidades chicos, pasar.—

—Ah, por cierto. Mike y Ce no podrán venir porque están en un viaje con sus hijos y Will está con su hermano y Nancy, que también están en un viaje, específicamente en Japón.— explicó el ruloso.

—Bien, supongo que vosotros sois los últimos.—

Los Henderson, las Buckley y Las Lennox volvieron con los demás para notificar que dentro de diez minutos iban a empezar a comer.

—Angie, ¿Porque no te llevas a los chicos a tu habitación?.— le propuso a su hija.

—Pero mamá...— quiso reprochar pero su madre le dio un mirada que la izo callar.— Está bien, seguirme.

—No sabía que eras la hija de la mejor amiga de papa.— empezó a hablar Eric.

—Ni yo que vosotros erais los hijos del mejor amigo de mama.— sonrió la morena.

Ambos se estuvieron mirando mutuamente, sin enterarse de que todos los estaban viendo, los más pequeños confundidos y los más mayores con una expresión neutra, como si supieran lo que estaba pasando.

Pero se acabó al escuchar Tovar la puerta, era la madre de Angie.

—Niños, es hora de comer.— avisó.

Los presentes salieron de la habitación y bajaron las escaleras para ir al comedor. Sentándose en sus respectivas sillas.

Pero la puerta se izo sonar de nuevo, su madre se levantó y dejó pasar a esa persona. Era la hija de la mujer rubia, la que venía en camino. La mismísima Samantha Buckley, la chica que conoció ayer.

Angie no se lo podía creer, ¿Es que acaso todos los amigos que hizo ayer eran hijos de los amigos de su madre?

Ahora falta que Dacre también fuera hijo de uno de sus amigos.

_xbitch

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