Song: "Heart Of Glass" by "Blonde"

🌹 Angelina 🌹

29 de junio de 2004

—Te voy a echar tanto de menos.— Maddie se aproximó hacia mí y me abrazó con todas sus fuerzas. La voy a echar en falta.

—Yo también Didi.— la llamé por su apodo.

—Llamame cuando lleguéis. Iré a visitaros algún día.—

—Me parece perfecto.— le sonreí con ternura.

—Vamos Angie, es hora de irnos.— me avisó mi madre desde nuestro coche descapotable rosa.

—¡Ya voy!.— le grité para que me oyera.— Bueno, adiós mi niña.

—Adios.— se separó de mí y me sonrió.

Caminé hacia el transporte rosado y me subí. De ahí vi como mi mejor amiga de toda la vida se hacía más pequeña por el alejamiento.

Osea no la vería durante dos malditos meses, era la primera vez que no la vería en más de tres semanas. Literalmente cada verano nos íbamos a todas partes juntas y con nuestras familias. Éramos inseparables. Pero ahora era diferente, me dijo que así podía hacer nuevos amigos y que también podría entablar una amistad con los hijos de sus antiguos amigos. Aún así estoy medio deprimida. En eso mi madre me habló.

—Vamos cariño, seguro que lo pasarás genial. Es un pueblo tranquilo.—

—Si... Lo que tú digas ma.— le respondí desinteresada.

Pasamos veinte minutos conduciendo asta que porfin llegamos al aeropuerto.

°°°

Habían pasado trece horas desde que nos habíamos subido al avión y dos desde que habíamos salido de ella, ahora nos encontrábamos en un taxi. Llendo a la vieja casa de mis abuelos, la que decidieron no venderla por si alguna vez decidíamos venir. Eran ricos así que tenían dinero de sobra para poder viajar a España.

Todo el viaje estuvimos viendo el mismo paisaje, campos llenos de flores. Pero de un momento a otro delante de nosotros apareció un cartel que ponía "Bienvenido a Hawkins".

—Veras que te gustará, Angelina.— me sonrió mi madre con emoción, de notaba que le agradaba volver allí.

—Si tu lo dices.—

A los pocos minutos entramos al pequeño pueblo de Indiana, a decir verdad parecía muy relajado. Me fijé en las calles y vi a unas cuantas personas. La mayoría críos de mí edad o más pequeños y algunos adultos.

Luego pareció que nos habíamos adentrado en una parte como para ricos. Casas grandes, lujosos y de dos pisos o más con piscina. Y resulta que nuestra nueva casa era más de lo mismo. Éramos unos ricachones, y eso me gustaba.

Salimos del taxi con muestras cosas y nos quedamos viendo la casa.

—Hola de nuevo, Hawkins.— pronunció la morena.— Oye cariño, ¿que te parece si das una vuelta para conocer el lugar? Yo necesito arreglar unas cosillas.

—¿Estas segura mamá?.—

—Por supuesto mi niña. Además, yo me la sé de memoria.— se rió un poco y luego fue hacia la puerta para sacar unas llaves.

—Bale, pero volveré enseguida.— avisé y salí de ahí para ver más de cerca el pueblo.

Estuve caminando mientras miraba las tiendas y cafeterías que había allí. Cuando sin darme cuenta me choqué con alguien.

—Ay, lo siento mucho. No te he visto.— hablo lo que parecía una ¿chica?.

—Ten más cuidado la próxima vez, niña.— le respondí yo enfadada, me había arruinado el cutis que me había echo en el avión.

—Tengo 18, así que soy mayor de edad.— levanté mi mirada y vi que en verdad sí era una chica, tenía el pelo rubio y corto ondulado, llevaba una cinta azul en el pelo y sus ojos eran un verde claro. Vestía un peto azul con un niqui corto de color rosa pálido.

—Oh, bueno me da igual. Ten cuidado la próxima vez.— y emprendí mi camino de nuevo, pero una mano me detuvo.

—Oye, ¿Eres nueva?. Nunca te había visto por aquí.— preguntó.

—Si, lo soy. Pero eso no te debería importar.— me solté de su agarre.

—Bueno, por algo te pregunto, ¿No?.— me dedicó una mini sonrisa.

—Ash, está bien. Si, soy nueva, acabo de llegar desde España. ¿Ya?.—

—Yo me llamo Samantha Buckley. Encantada de conocerte.—

—Ahh, yo soy Angelina Lennox, y lo mismo digo.— yo no era así con la gente pero cabe decir que la acabo de conocer y yo con la gente que no conozco soy muy agresiva.

—Ey, que te parece si te enseño la ciudad. La conozco como si fuera la palma de mí mano.— propuso Samantha.

—Esta bien, no me gustaría perderme el primer día.—

Estuvimos paseando por todos lados, ella enseñándome cosas y yo prestándole atención.

—¿Te parece si te presento a mis amigos?. Así tendrás más amigos que yo.— ¿es que ya me consideraba su amiga? Que rapidez.

—S-si, por qué no. Me parece estupendo.—

Empezamos a andar para que luego nos detuvieramos en un parque.

—Hola chicos.— dijo Samantha a un pequeño grupo que había allí.— He hecho una nueva amiga, es de las afueras.

—Hola Sam.— le hablo el único chico que había.

—¿Quien es esa supuesta nueva amiga?.— pregunto la que están al lado.

—Se llama Angelina Lennox. Es nueva en el pueblo.—

—Haber, cabe decir que solo he venido por unos días.—

—Yo soy Eric Harrington y ella es mi hermana, Max Harrington.— se presentó el y luego a su hermana.

—Hola.— vaya, que seca.

Nos quedamos ha hablar durante un buen rato, me habían caído bien. No sé cuánto tiempo había pasado desde que me fui de la casa nueva, pero seguro que la hora de volver estaba cerca. Mire mi teléfono desechable y me fijé en la hora. ¡Mierda joder! ¡Era tardísimo! Estoy segura de que mi madre me matará al volver.

—Lo siento chicos pero me tengo que ir, o si no mi madre me mata —

—Adiós chica nueva.— se despidió Eric, era un chico muy mono a decir verdad.

—¡Adiós!.—

👩🏽‍💻 Omnisciente 👩🏽‍💻

Ya era demasiado tarde en el pueblo de Hawkins, Indiana. Y todo parecía más lúgubre y tenebroso, pues la única que vagaba por ahí era ella. Encima hacia frío a pesar de ser verano.

Angelina se abrazó a ella misma en busca de calor, pero aún así tenía siguiendo frío.

En ese momento escuchó un ruido que provenía de atrás. Se dio la vuelta y vio a alguien encapuchado siguiéndola.

Ella asustada empezó a acelerar un poco su paso, por sí era un malentendido y no lo que ella pensaba.

El extraño encapuchado al ver esto, el también aceleró más.

La fémina cuando estaba por pasar un callejón una mano la cogió de la muñeca y la metió allí. Asustandola más de lo que estaba.

—¡¡Ahhh!!.— dió un grito al sentir la piel de otro extraño en su muñeca.

—Shh, tranquila, no te haré nada.— la intentó tranquilizar.

La castaña se dio la vuelta y se fijó el la persona. Era el hombre más guapo de todo el puñetero mundo.

Tenía el pelo castaño claro y corto, y sus ojos eran de un color azul cielo. Tenía una leve barba, pero se le veía estupenda. Podría decir que era de su edad.

—¿Qui-quien eres?.— no sabía si tartamudeaba por miedo o por qué era la primera vez que había un hombre tan guapo delante de ella.

Pero antes de que el le respondiera el encapuchado de antes los había encontrado y había agarrado a la muchacha de donde la había agarrado el chico antes, un poco más fuerte.

Lennox maldijo y por lo cabezona que era le dio un zapatillazo en el pie al hombre. Haciendo que se quejara.

—¡No me vuelvas a tocar, asqueroso desgraciado!.— le metió un puñetazo en su cara para rematar, este se desmayó por tal golpe. Además de que se le había salido lo española.

—Vaya, sí que peleas bien.— la halagó sorprendido.

—Gracias... Lo aprendí de mi madre.— suspiro la pobre chica recién acosada.

El joven sonrió y metió su mano derecha en su chaqueta de cuero para seguidamente sacar un paquete de cigarrillos. Sacó una de esta, la prendió y se la acercó a su boca.

—Dime, ¿Como te llamás?.— preguntó después de sacar el humo de la boca.

—Mmm, no debería de importante, te acabo de conocer.— entrecerró sus ojos mirándolo con desconfianza.

—Ahh, yo soy Dacre Montgomery. ¿Ahora me puedes decir tu nombre?.—

—Tsk, está bien... Me llamo Angelina, Angelina Lennox.—

El castaño la miró sorprendido, como si hubiera recordado algo. Y así era, le sonaba mucho ese apellido. Y el sabía porqué, se acordaba de todo lo que había vivido en su vida anterior. Su familia, sus amigos, su novia... El apellido que tenía la muchacha castaña era la misma que la de su antigua novia, a la que aún seguía amando. Y por supuesto que sabía cómo se llamaba antes, su antiguo nombre era...

Billy Hargrove

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