4. ➷ ❝Yᴏ Qᴜɪsɪᴇʀᴀ❞

Yᴏ Qᴜɪsɪᴇʀᴀ❞ –
Reik.

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Pᴀʀᴇᴊᴀ: Jeffdison
Dᴇᴅɪᴄᴀᴅᴏ ᴀ: Dos_Puntos_Fer
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Aclaración: Universo Alterno; están en una escuela normal, además Madison y Jeffrey son amigos desde pequeños. ✫

Advertencia: La fría y cruel friendzone. ★

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l día había empezado tan bien y Jeffrey Drew estaba casi feliz mientras tomaba de su casillero los cuadernos necesarios para su próxima clase.

Estaba de buen humor; había sacado buenas notas en sus exámenes y tendría práctica de fútbol más tarde. Para ese momento no imaginaba algo que lo hiciera decaer, incluso se le hizo bastante gracioso que el flash de una cámara le iluminara el rostro por un segundo. 

— No es muy temprano para que estés tomando fotos, Mac.

Madison Fury se recostó en la pared de casilleros rojizos al lado de él, revisando en su cámara la foto que había tomado con una bella sonrisa adornando su rostro. Verla así, lo hacía sonreír también.

— Hola también a ti, Jeff. Nunca es temprano para tomar fotos.

La morena era fotógrafa del periódico escolar, por lo que no era raro verla con su cámara por los pasillos, pero parecía que también estaba teniendo un buen día porque, como Jeff sabía, sólo tomaba fotos al azar cuando estaba feliz. 

Ella volvió a levantar la cámara pidiéndole que sonriera. El muchacho de cabello oscuro la miró, pero hizo una mueca graciosa que logro hacerla reír tontamente, más aún al tomar el momento perfecto en otra foto. A él no le molestaba, después de todo tenían miles de fotos juntos a través de los años y le agradaba verla entretenida.

Jeff terminó de sacar sus cosas, el timbre sonaría en algunos minutos, aunque al menos tenía un poco más de felicidad al tener a la chica a su lado.

— ¿Quieres ir a la práctica? Tomarás buenas fotos del equipo —le preguntó Jeff, pero tras unos segundos sin respuesta, se volvió para ver si se había ido sin despedirse.

Seguía allí, sin embargo no le prestaba atención. Observaba por el lente de la cámara el lado contrario del pasillo. Un tanto lejos de ellos iban James Rogers, Torunn Thorsdottir, Walter Maximoff y, el que se robaba la atención de Madison, Francis Barton.

La Fury llevaba años enamorada del joven que practicaba arquería, pero jamás había pasado algo entre ellos; únicamente había jugado con sus sentimientos varias veces al coquetearle por unas semanas y luego dejarla. Francis nunca se interesaba por la chica realmente. Era un amor perdido.

Jeff cerró su casillero de golpe justo cuando el grupo pasaba cerca de ellos. Vio el momento exacto en el que el muchacho de cabello blanco le guiñaba un ojo a la morena y ella prácticamente se derretía en el lugar después de que dejara de mirarla.

— ¿Enserio? Otra vez —exclamó el joven Drew, sacando a la chica de su ensoñación—. Mac, él tiene novia.

— Terminó con Luna hace unas semanas. 

— Ellos nunca terminan. Se dan un tiempo y luego vuelven. Siempre es lo mismo.

Al verla encogerse de hombros, Jeff se acomodó su mochila roja en el hombro y se dirigió por el pasillo hacia el salón de clases. Era una fortuna que no fuera la misma dirección que había tomado el grupo, o de verdad que no lo hubiera soportado. 

Madison le siguió, guardando su cámara en el bolso y con una expresión casi suplicante.

— Esta mañana fue diferente —explicó ella, jugando con sus manos casi con nerviosismo—. Se comportó muy lindo conmigo. Tal vez sea una señal. 

— Sólo está jugando contigo. 

Apretó la correa de su mochila con fuerza, había dejado que se colara un matiz venenoso en su voz, pero ella no pareció notarlo demasiado, porque soltó un leve gruñido.

— ¿Puedes estar feliz por mí? Ya sabes, como el único amigo que tengo.

— Danvers también es tu amigo. 

— Pero tú eres mi mejor amigo ¿No?

Madison se colgó de su brazo, casi haciendo un puchero. Cuando se comportaba así, era imposible para Jeffrey estar molesto con ella, aunque presentía lo que pasaría a continuación y no sería bueno.

Se detuvo en la entrada del salón de la chica. La campana fue oportuna como siempre, él tenía que irse, por lo que simplemente la observó con una ligera sonrisa al acomodarle un mechón de su cabello detrás de la oreja.

— En unas horas tengo práctica, ve a tomar unas fotos del equipo y luego pasamos la tarde juntos. O ve detrás de él y yo esperare tu llamada.

Apenas vio su mueca antes de seguir por el pasillo hacia su salón.
Los horarios diferentes no le gustaban, pero en ese momento los agradecía bastante, porque no quería que ella notara finalmente su molestia con el asunto.

Su buen humor se había ido por completo, y lo que era peor, sabía que la ilusión de Madison pronto se acabaría.

Era cuestión de esperar.

uando la puerta de la residencia Fury fue abierta, Jeffrey esperaba ser envuelto por los brazos de una triste Madison tras recibir el mensaje de ella pidiéndole que fuera en cuanto pudiera, pero el que estaba al otro lado era el hermano mellizo de la chica, Michael Fury.

— ¿Tan mal está? —preguntó Jeff, luego de saludarlo y que lo dejara pasar.

— Lo de siempre. —El moreno se encogió de hombros mientras lo guiaba al piso de arriba—. Me arrastró hasta el campo para darte apoyo en la práctica y cambió de parecer cuando vio a Francis y a Luna.

— ¿Abrazados?

— Besándose. —El joven Drew hizo una mueca, justo cuando Michael se detenía frente a la puerta de la habitación de la chica—. No ha salido desde que llegamos. Yo tengo una cita en unos minutos y papá está trabajando, pero tú estás en tu casa. 

— Gracias, Mike.

— Y ten cuidado. Cuando intente abrir la puerta hace rato me lanzó un zapato. 

El muchacho se fue por el pasillo sin más. Michael se había cansado del drama de su hermana tras los años. Jeff también estaba harto, pero le importaba más la chica y su bienestar como para hacerse a un lado e ignorarla.

Tocó con los nudillos la puerta adornada con recortes de fotografías; no hubo respuesta alguna.
Inquieto decidió abrir sin ser invitado, tanto silencio no le daba buena espina, pero en cuanto se asomó una almohada fue directo a su cara. 

— Al menos no fue un zapato —comentó el chico, recuperándose del golpe.

— Jeff… 

La débil voz de Madison apenas se escuchó sobre el sollozo. Estaba acostada en la cama, y aunque medio rostro permanecía oculto entre las almohadas podía ver las lágrimas que seguía derramando con amargura.

Jeff entró con rapidez, cerrando la puerta tras de sí y dejando en el suelo su mochila para ir a sentarse en el colchón junto a ella, dejando la almohada que le había lanzado también sobre la cama.

No fue una sorpresa que Madison se levantara unos segundos sólo para apoyarse en su hombro y desmoronarse nuevamente en un desconsolado llanto.

El chico la abrazó de inmediato, esperando pacientemente a que se calmara mientras sus ojos repasaban las múltiples fotos que adornaban las paredes de la habitación. Años de amistad se reflejaban en cada una.
Otra muestra más de que era su mejor amigo y que siempre estaría allí cuando lo necesitara, incluso para ser su pañuelo de lágrimas.

— ¿Por qué la vida es tan cruel? —masculló la morena, en medio del llanto. 

Drew la abrazó con fuerza, acariciando su cabello corto al escuchar sus sollozos contra su camiseta.

En ese momento, en el que sentía como se estremecía la Fury entre lágrimas, lo único de lo que se arrepentía era no haber acudido antes, pero había salido corriendo apenas acababa la práctica de fútbol tras ver el mensaje.

Pero aquello también se había vuelto una rutina; Francis le coqueteaba y terminaba ignorándola, lastimándola, Madison lloraba, Jeffrey estaba allí para consolarla, y luego de un rato se calmaba, todo parecía estar bien por unos días o, con suerte, unas semanas.

No importaba cuando la aconsejara, la morena parecía no olvidarse de Francis por ningún motivo, y lo que era peor; ignoraba por completo las sentimientos de Jeffrey hacia ella. 

No sabía cuándo había ocurrido, simplemente estaba por completo seguro que quería ocupar el lugar que el joven Barton tenía inexplicablemente en el corazón de la chica. 

Ser aquel por el que se desvelaba noches enteras, por el que estaba tan ilusionada como para desesperarse tanto. Él sólo quería estar en sus sentimientos como algo más que un amigo, pero presentía que jamás se daría cuenta. 

El muchacho de cabello oscuro estaba tan metido en sus pensamientos que no supo con exactitud el momento en que Madison se había calmado finalmente, ni siquiera sabía cuánto tiempo había pasado abrazándola hasta que ella se separó un poco, hablándole con la voz un poco rota todavía.

— Gracias por estar aquí. 

Jeff se preocupó por limpiarle los restos de lágrimas de las mejillas dulcemente y acomodándole el cabello negruzco detrás del oído.

Se había vuelto una manía hacerlo, pero ella no le había dicho nunca que le incomodaba. Quizás no lo veía como algo más que un gesto de simples amigos, pero lo destrozaba por dentro sólo pensar eso.

— ¿Te pasa algo a ti, Jeff?

Se irguió al escuchar su pregunta. Le había estado observando el suficiente tiempo como para que notara su expresión afligida. Sus ojos marrones, irritados por el llanto, le pedían una respuesta, y él no tenía idea de que hacer. 

— Yo… —se interrumpió a sí mismo, cambiando de idea sobre lo que le iba a decir—. Quisiera que no lloraras por alguien así.

La vio hacer un mohín, antes de volver a recostarse en su hombro y ser abrazada por el muchacho de nuevo, buscando su consuelo.

Jeff suspiró. Sin importar cuando lo hablaran parecía totalmente inútil, Madison no dejaría de amar a Francis y no vería nada de lo que Jeff escondía con tanto esfuerzo.

Porque sí, él nunca se lo había dicho. Prefería guardarse lo que sentía por miedo a ser rechazado por la chica y terminar alejándola, aunque se estuviera muriendo al verla llorar por otro al que no le importaba en lo absoluto.

Se quedaron abrazados un rato más, hasta que la tristeza de la morena se calmó lo suficiente como para poder distraerse con alguna película graciosa en el televisor de la sala y un tazón de palomitas el resto de la tarde. Todo para pretender ignorar lo que a ambos les atormentaba.

— No merezco a un amigo como tú.

— No digas tonterías. Siempre estaré en tu vida.

Se acurrucó junto a él en el sofá, intentando prestar atención y olvidarse de su corazón roto, mientras Jeff sólo podía pensar amargamente; 

Pero nunca de la forma en la que yo quisiera…

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Fin del cuarto One Shot 🙈

Sé que hago sufrir mucho a Madison, sé que soy mala, sé que merece ser feliz, pero cuando me salió esta canción lo primero que vino a mi mente fue ellos y no me arrepiento de nada.
(Pido que no me maten 🙏🏾)

Ya habrá One Shots dónde nuestra quería Fury sea feliz, lo prometo 🙌🏾

Espero que les haya gustado.
Este escrito era al principio sólo la segunda parte, pero no me gusto como quedó y lo reescribir un poco.
Yo estoy contenta, pero el último voto lo tienen ustedes 😻😘

El siguiente será de Walter Maximoff (Aunque su pareja no es oficial todavía en la historia, pero yolo) ¿Alguien más emocionado o sólo yo? 😏😎

No sé si cumpla con traer otro Capítulo de 'Academia de Héroes' este jueves, estoy teniendo muchos problemas con mi computadora y allí es donde escribo. 😭😭😭😭 Les avisaré el miércoles en mi muro si no puedo, pero quiero morir.

Hasta la próxima, bye bye 😘

༺♡Mel♡༻

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