;; Capitulo VII
Al día siguiente desde muy temprano saliste a buscar trabajo, pero debido a que eras menor de edad todavía en varios establecimientos no te daban empleo.
Habías ido a varias tiendas de conveniencia a buscar empleo, pero no encontrabas nada.
Nadie necesitaba a una "Joven sin experiencia" en sus locales.
Estuviste casi todo el día fuera de tu casa, desde las 9 de la mañana que saliste hasta las 3 de la tarde.
De tanto buscar llegaste a tu antiguo trabajo, te sorprendió al ver el loca cerrado y con cintas amarillas que decían "clausurado"
—"Lo maté"
La palabras que te había dicho Sanzu resonaron en tu cabeza haciendo que un sentimiento de culpa empezará a aparecer en ti.
Seguiste caminando sin ver hacia atrás, cada vez tu cabeza se hundía en cosas que pudiste hacer para evitar aquello.
— ¡_____! —exclaman tu nombre
Te das la vuelta y miras a Ayato sudado, te venía persiguiendo pero ibas caminando rápido que no te diste cuenta.
— Ayato, disculpa no te escuche
— Lo noté — dice recuperando el aire — ¿Estas bien?
— Si, mejor que nunca — mentira — ¿Sucede algo?
— No especialmente, vamos a tomar un café yo invito
Aceptaste aquella invitación, cuando llegaron pediste un café sencillo, no querías que Ayato gastará de más en ti, más ahora que el local había cerrado.
— Viste que cerraron el local, me sorprendió mucho — empieza la platica Ayato
— Si, lo noté
— No es por ser chismoso verdad, pero escuche por sus hijas que el padre había muerto, pero ninguna de ellas se quiere hacer cargo de la tienda
— Supongo que lo único que querían era el dinero — agregas tomando un sorbo del café
— Lo más seguro, ahora tendré que buscar otro empleo — suspira agotado el
— Ya somos dos, avisame si sabes de alguno que acepten a una menor de edad avisame — dices con una sonrisa nerviosa
— Es cierto, apenas vas a cumplir 17 años, estás peque —empieza a jugarte el chico
Siguieron tomando café lo más tranquilo posible, pero ese sentimiento de culpa no se iba.
Pensar que por el hecho de acercarte a aquel pelirosa hizo que un amigo tuyo se quedará sin empleo.
— Nos vemos _____ —se despide Ayato moviendo su mano
— Adiós...
Caminaste hacia tu pequeño hogar, entraste en el y como siempre esperabas ver a Sanzu acostado en el sillón esperándote.
Pero no había nadie, que raro.
Te bañaste e hiciste todo el aseo del lugar ahora que no tenías a nadie que te molestará.
Dieron las cuatro, las cinco, las seis y las siete y en ningún momento viste a Sanzu por tu departamento.
Ya estabas acostada en el sillón viendo un programa de televisión, pero sentías ese vacío dentro de ti, que te faltaba algo.
Quisieras o no ya te habías acostumbrado a su compañía, estabas algo apagada.
Te estabas quedando dormida en el sillón cuando escuchas un ruido en la cocina.
— Volvieron a entrar los malditos gatos
Suspiras enojada, una de las ventajas de tu hogar no servía y siempre habían gatos que entraban a comer tu comida.
Estabas por levantarte cuando ves aquella cabellera peli rosa que se acerca a ti, el chico al verte acostada no tardó mucho en caer encima de ti recostado su cabeza en tus pechos.
"Ya sabía que las drogas
eran peligrosas,
¿pero tú? realmente
eres adictiva "
— Miau
— Tu no eres un gato maldito loco
— ¿Me extrañaste? — murmura Sanzu en tu pecho
—No...
Mentira, poco a poco le ibas agarrando cariño.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top