sette.
La tarde era tranquila en casa, con Bella y Luna jugando juntas en la alfombra mientras Jimin revisaba su celular desde el sofá. Taehyung estaba en la cocina preparando algo de comer, tarareando una canción, completamente ajena al torbellino de emociones que estaba a punto de desatarse.
Jimin, aburrido, abrió Instagram y comenzó a deslizarse por su feed sin mucho interés. Pero de pronto, algo captó su atención. En una de las publicaciones recientes de Taehyung, había una foto de él sonriendo ampliamente con otra omega. Eran varias imágenes: en una estaban en un café, en otra caminando juntos, y en una última, esa omega le tocaba el hombro con una familiaridad que encendió una chispa de incomodidad en Jimin. El título decía: "Un día increíble con una de mis personas favoritas 💛."
Jimin parpadeó, mirando fijamente la pantalla. Una sensación desconocida, una mezcla de celos y confusión, comenzó a crecer en su pecho. ¿Quién era esa omega? ¿Y por qué Taehyung parecía tan cómodo con ella? Aunque sabía que no debía saltar a conclusiones, no podía evitar que esas fotos comenzaran a reproducirse una y otra vez en su cabeza.
Esa noche, Taehyung notó que Jimin estaba más callado de lo habitual. El menor no se acercaba tanto como de costumbre, y aunque respondía a sus preguntas, sus respuestas eran cortas y secas. Taehyung arqueó una ceja, curioso pero sin comentar nada al respecto.
Sin embargo, al día siguiente, el comportamiento de Jimin cambió. Se volvió más posesivo, buscaba excusas para estar cerca de Taehyung y, cada vez que podía, marcaba a su alfa con sus feromonas. Si Taehyung se levantaba para ir al baño, Jimin se aseguraba de abrazarlo antes de que pudiera salir del cuarto. Si Taehyung recibía mensajes en su celular, Jimin lanzaba miradas furtivas para asegurarse de que no era de “esa omega”.
Taehyung notó este cambio casi de inmediato, pero decidió no decir nada. Encontraba la actitud de su omega bastante tierna, aunque también un poco extraña. Sin embargo, cuando Jimin dejó de fingir y literalmente apoyó su cabeza en el cuello de Taehyung para dejar un rastro de su olor frente a Bella y Luna, Taehyung no pudo evitar soltar una pequeña risa.
—¿Jimin? —dijo suavemente, girándose para mirar a su omega, que desvió la mirada, intentando parecer inocente.
—¿Sí? —respondió Jimin, haciendo un puchero mientras jugaba con los pliegues de su camiseta.
—Cariño, ¿quieres decirme por qué últimamente no me sueltas? No me molesta, pero parece que hay algo que te preocupa. —Taehyung tomó suavemente el rostro de Jimin entre sus manos, mirándolo a los ojos con una sonrisa comprensiva.
Jimin abrió la boca para responder, pero las palabras se le atoraron en la garganta. Finalmente, suspiró y decidió confesarlo todo.
—Vi las fotos en Instagram —murmuró, sin atreverse a mirar a Taehyung a los ojos—. Las fotos con esa omega. Parecen tan cercanos… y no podía evitar pensar que… que tal vez ella te gusta más que yo.
El corazón de Taehyung se encogió ante las palabras de su omega. ¿Así que de eso se trataba? Una mezcla de ternura y culpa inundó su pecho. Lo abrazó de inmediato, dejando un suave beso en su cabello antes de hablar.
—Jimin, amor mío, no tienes por qué preocuparte por eso. Esa omega de las fotos… —hizo una pausa, esperando que Jimin levantara la cabeza—. Es mi hermana.
Los ojos de Jimin se abrieron de golpe, el rubor cubriendo instantáneamente sus mejillas. —¿Tu hermana?
—Sí, cariño, mi hermana. Hace tiempo que no la veía, y por eso pasamos el día juntos. Pero, ¿de verdad creíste que podría haber algo entre nosotros? —Taehyung no pudo evitar reír suavemente, acariciando las mejillas de Jimin mientras lo miraba con amor—. No hay nadie que ame más en este mundo que a ti, Jimin. Mi omega perfecto.
Jimin dejó escapar un suspiro aliviado, aunque seguía avergonzado por sus celos. —Es que… no podía evitarlo. Te amo tanto que me aterra la idea de perderte.
Taehyung lo besó en la frente, abrazándolo con fuerza. —No tienes que preocuparte, mi amor. Soy tuyo, completamente tuyo. No hay nadie más en este mundo que pueda compararse contigo.
Jimin se acurrucó en los brazos de su alfa, permitiendo que el aroma de Taehyung lo calmara por completo. Taehyung aprovechó el momento para mimarlo aún más, dejando pequeños besos en su cabello, sus mejillas y su nariz, haciendo que su omega riera suavemente entre lágrimas de alivio.
—Eres tan tonto y adorable a la vez, Jiminie—dijo Taehyung con una sonrisa, secando las lágrimas de su omega—. Ahora, ¿qué te parece si preparamos algo especial para cenar? Hoy es una buena noche para celebrar que soy tuyo y solo tuyo.
Jimin asintió, sonriendo tímidamente mientras se abrazaba a Taehyung una vez más. Aunque aún sentía un poco de vergüenza, no podía negar que las palabras y el amor de su alfa lo hacían sentir como la persona más especial del mundo.
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