__ ¡¡Todos vengan acá!!_ el grito proveniente del mayor de los Sano resonó hasta el exterior de la residencia __ ¡¡Shinichiro!!_ volvió a gritar.

A Hikaru no le importó del todo, el abuelo de ambos hermanos solía ser así de gritón de vez en cuando.

__ ¡¡Manjiro!! ¡¡Emma!!

__ ¿Emma?_ se preguntó a si mismo Hikaru, ladeó la cabeza más curioso y a pasos lentos se acercó a donde salía la voz de anciano.

__ ¡¡A partir de hoy son hermanos!!

__ Oh..._ murmuró él pelinegro, asomándose levemente.

__ ¿Huh?

__ Ella es extranjera ¿Verdad? Emma es un nombre extranjero_ habló Manjiro de manera brusca.

Hikaru no se sorprendió al ver como un puño impactada en la cabeza del rubio.

__ Jaja, no sabes nada de las chicas_ rió Shinichiro.

__ ¡Auch!_ se quejó Manjiro, pero al levantar su mirada se encontró con los ojos celestes de su amigo.

__ Quiero decir- Eso no fue nada, jaja_ tosió falsamente y sonrió de manera arrogante.

El hermano mayor estalló en carcajadas ante eso y haciendo un ademán con su mano, incitó a Hikaru a pasar.

__ ¿Estás bien? ¿Te dolió?_ preguntó Hikaru acercándose a Manjiro.

__ ¡N-No! Para nada ¿Qué dices?

__ Pues, escuche que te quejaste_ dijo el pelinegro de manera preocupada.

Pero luego la atención del pelinegro se dirigió hacia la chica.

__ Te pareces a Manjiro, eres linda_ dijo Hikaru levantándose y acercándose a la chica.

__ ¿Huh?

Manjiro tosió un poco, de manera un tanto forzada.

__ Soy Emma ¿Tú eres...?

__ Me llamo Hikaru_ murmuró en tono bajo por la vergüenza, pero la rubia pudo escucharlo a la perfección.

La rubia tomó la mano del chico, ya que le pareció bastante tierno.

__ Ven, aquí afuera es bastante lindo_ dijo Emma, levemente más animada para empezar a dirigirse hacía el exterior.

__ Oh, esta bien_ respondió Hikaru y por primera vez, desde que llego. La rubia había sonreído, era una sonrisa pequeña, casi inexistente pero ahí estaba.

__ ¿Eh? ¡¿Hikaru-chan!?_ exclamó Manjiro al ver como el ojiceleste se alejaba junto a la niña.

Hikaru desprendía un aura relajada y cómoda. Lo que hacía que Emma se sintiera segura al lado de él.

__ ¿Vives por aquí?_ preguntó Emma, mientras salían, ignorando la pequeña pelea que tenían ambos hermanos Sano a sus espaldas.

__ Si. Vivo a unas casas de aquí junto a mi madre y mi hermano. Puedes venir cuando quieras. A ellos no le molestara_ habló Hikaru con una sonrisa.

__ Seguro.

__ ¡Oye! ¡Oye! ¡Oye!

Hikaru y Emma escucharon aquel constante sonido y levantaron la mirada para dirigirla a una de las puerta del Dojo.

__ Veo que las clases ya comenzaron ¿Te gustaría ir a ver?_ preguntó el pelinegro de manera amistosa.

Él también asistía al Dojo, pero al estar jugando junto a la recién llegada Emma, se le había olvidado.

__ Esta bien.

Ambos se acercaron, para asomar sus cabezas levemente por la entrada, encontrándose a varios niños entrenando adentro.

__ Mira ese de allí es, Keisuke, mi hermano_  dijo Hikaru apuntando al pelinegro con orgullo, la nueva integrante de la familia Sano solo asintió ante lo dicho.

__ ¡¡Pueden descansar!!_ habló uno de los maestros.

__ Keisuke. Lo haces bien para ser un delincuente_ habló otra persona, Emma y Hikaru miraron al hombre que estaba apoyado en el margen de la puerta.

__ ¡¡Shinichiro!!

__ No tienes que gritar_ dijo nervioso, al saber que su abuelo lo retaría por interrumpir las clases.

__ ¡Shinichiro!_ se escuchó el grito del abuelo, justo como lo pensó el pelinegro, quien se fue antes de que pudiera decirle algo más.

__ Él siempre se arranca de sus prácticas en el Dojo. Aunque creo que es porque no es muy bueno peleando_ informó Hikaru hacia la rubia.

__ Entiendo.

__ ¡Baji! ¡¡No tienes motivos para acabar como él!!_ exclamó uno de los maestros.

__ Si..._ murmuró él nombrado, luego la mirada de pelinegro se dirigió nuevamente en la puerta, encontrándose con su hermano allí.

__ ¡Oh! ¡Hikaru! ¿De nuevo te estás saltando las clases?_ preguntó Keisuke con una sonrisa malévola.

Pero luego los tres pusieron su vista en Manjiro, quien había saltado y golpeado fuertemente una de las almohadillas que sostenía uno de los maestros.

__ Oh_ murmuró Manjiro, al también ver a Hikaru en el lugar.

__ ¡Hikaru-chan ¿Viste mi genial patada?!_ gritó entusiasmado el rubio acercándose al ojiceleste.

__ Fue muy genial, Mikey_ dijo Hikaru con estrellitas en sus ojos y un ligero sonrojo en sus mejillas.

__ ¡Oye, Sano! ¡Entrena conmigo!_ gritó Keisuke, acercándose al dúo.

__ ¿Hm? No, gracias. No quiero terminar todo sudado_ habló Manjiro con el ceño fruncido al haber interrumpido su conversación con Hikaru.

__ Entonces, ¿Qué haces viniendo al Dojo? ¿Huh?_ exclamó Keisuke sin paciencia.

__ Para mostrar mi talento y a que me miren_ sonrió inocente.

__ ¿Qué clase de niño es él?

__ Y para estar al lado de Hikaru, por su puesto_ se burló Keisuke, logrando que el rubio se sonrojara.

__ ¿Puedo entrenar contigo?_ le preguntó Hikaru a su hermano, con un pequeño brillo en sus ojos celestes.

Lo cierto era, que Hikaru practicaba día y noche para mejorar sus movimientos de pelea.

Las veces que se saltaba las clases eran porque su débil cuerpo no tenía la resistencia suficiente como para volver a entrenar dos veces seguidas.

Los peores entrenamientos eran cuando Mikey lo ayudaba, el niño lo llevaba al límite sin darse cuenta.

Pero el tiempo que pasaba en cama, recuperándose, lo usaba para estudiar medicina, más en específico los puntos débiles del cuerpo humano.

Hikaru admitía que era débil, pero eso le dió motivación para superarse, si quería reemplazar su falta de fuerza, debía ser más rápido, más ágil, más inteligente.

Debía superar el muro que se le impuso al nacer con un cuerpo débil.

__ Claro_ respondió Keisuke feliz, aunque su mirada se dirigió curiosa a la niña que se había escondido al notar su mirada.

__ ¿Quién esta ahí?_ le preguntó Keisuke a sus dos amigos.

__ Emma, mi hermana pequeña_ respondió el Sano viendo como Hikaru se estaba estirando.

__ Keisuke ¿Estas listo?_ lo llamó el pelinegro, poniéndose en posición de pelea.

__ ¡Por supuesto que si! Inicia tú_ dijo emocionado poniéndose en una posición similar.

Keisuke subestimaba levemente a Hikaru, no quería lastimarlo y por eso le daba toda la ventaja posible.

__ Como digas.

__ ¡Ay!_ Keisuke se quejó cuando cayó repentinamente al suelo luego de sentir como sus piernas fallaban.

__ ¡Ni siquiera pudiste quedarte 2 minutos!_ las burlas de Manjiro no se hicieron esperar, ya que lejos de asombrarse, sabía de lo que Hikaru era capaz.

__ ¡Cállate!_ le gritó Keisuke, levantando su cabeza aún en shock.

__ Mmm... ¡Hikaru-chan, es mi turno!_ habló Manjiro con una sonrisa.

__ Esta bien_ respondió viendo como ahora el rubio se ponía en posición de combate, Hikaru estaba un poco nervioso pero su expresión se mantuvo serena.

__ Comienza tú, Hikaru-chan_ sonrío.

Hikaru se acercó corriendo para intentar darle una patada, pero fue detenido por el brazo del rubio. Quien al hacer eso devolvió la patada al haber alejado la pierna de Hikaru de su persona.

Pero Hikaru logró agarrar una de las piernas de Manjiro, haciendo que ambos cayeran al suelo.

__ Empate.

El pelinegro se alegro muchísimo, estaba claro que en una pelea de verdad Manjiro le habría ganado, pero...

Había conseguido un empate.

Sin mencionar que logró ganarle a su hermano.

Y eso era todo lo que necesitaba para seguir.

__ Ten, Hikaru-chan_ dijo sonriente Manjiro, dándole una margarita que había sacado la noche anterior del jardín de un vecino.

La margarita estaba ligeramente teñida por algunos tonos rosas, seguramente había crecido junto a flores rojas, por lo que obtuvo ese color con el paso del tiempo.

__ Oh, gracias, es muy linda_ la recibió, con cuidado de no lastimar la delicada flor, un ligero temblor se escuchó en la voz del pelinegro.

__ Oooh ¿Así que no comparten madre? Ella tiene un nombre extranjero_ habló asombrado Keisuke mirando a Emma.

__ Genial ¿Cierto?

__ Entonces mi nombre será Edward, díganme "Ed"_ exclamó Keisuke con una sonrisa, Hikaru incluso pudo divisar un pequeño brillo a su lado.

__ Yo soy "Mikey" diminutivo de "Michael"_ sonrío el rubio igual, teniendo de igual forma un brillo al costado de sus ojos.

__ Pueden decirme "Liam", diminutivo de "William"_ exclamó Hikaru emocionado.

__ Es lindo, pero me gusta más tú nombre. Tiene un lindo significado_ habló Emma con una sonrisa.

__ A mi me gusta, Liam es un apodo genial_ dijo Keisuke sonriendo.

__ Yo seguiré llamándote, Hikaru-chan_ dijo sonriendo el ahora "Mikey".

Hikaru les dió una amable mirada a todos, para finalmente centrarse en Emma, quien había empezado levemente a temblar.

__ Ahora ya lo entiendo. Me odiaba. Por eso ella me abandonó. Ya lo entiendo. Pero, ella dijo- _ murmuró la rubia sintiendo como sus lágrimas se acumulaban en sus ojos.

Hikaru se había parado de donde estaba para acercarse a la triste chica, dejando la margarita que le había regalado Mikey en un lugar seguro y terminó agarrando a Emma de los hombros para traerla hacía él.

__ Ella dijo que regresaría una vez que terminara lo que sea que está haciendo. Ella me dijo eso...

Hikaru tan solo acariciaba su espalda, ignorando como las lágrimas de la recién llegada mojaba sus ropas. No sabía lo que era sentirse abandonado, pero sin duda debía ser horrible.

__ Ya, ya...

Sentía que debía protejer a la rubia al lado suyo.

__ Todo estará bien ahora...

Después de todo, ya la consideraba su amiga.

Mikey se encontraba caminando calmadamente por su hogar, hasta que escuchó la voz de Hikaru junto a una risa femenina, seguramente de Emma, la voz era lejana por lo que dedujo aun le faltaba algunos pasillos para llegar a ellos.

Pero podía divisarlos desde la lejanía.

Se acercó rápidamente, animado de ver a Hikaru cerca.

Sentía un desagradable sentimiento en la zona del pecho, ya que ambos se veían bastante cercanos para conocerse hace solo unas semanas.

__ Emma, ahora pasas todo el tiempo pegada como un chicle a Hikaru-chan. No me digas que te gusta_ habló el rubio cuando llegó dónde ambos se encontraban, paso uno de sus brazos por el hombro de Hikaru.

Pero lejos de lo que quería que fuera una broma, Emma se sonrojó ligeramente.

__ I-Idiota_ murmuró la niña tapando parte de su rostro.

__ Espero que ese no sea el caso o me pondré celoso, te estás llevando a mi mejor amigo_ habló el rubio haciendo un puchero.

__ ¿Por qué te pondrías celoso? Emma-chan podría ser mi mejor amiga, pero tu seguirías siendo mi mejor amigo ¿Se puede tener dos, no?_ habló el pelinegro con una sonrisa, sin entender lo que pasaba delante suyo.

Hikaru podría ser muy inteligente.

Pero cuando se trataba de sentimientos, era un completo idiota.

__ ¡Claro que no! Ya no pasarás tanto tiempo conmigo_ se quejó el rubio, fingiendo sollozar.

__ Tranquilo, siempre tendré tiempo para tí_ murmuró Hikaru, girando su cara para darle una sonrisa, pero sin darse cuenta que sus rostros quedaron demasiado juntos.

__ ¿Eh?_ aquello desconecto un cable dentro de la mente de Manjiro.

__ ¿¡Mikey!? ¿Por qué estas tan rojo? ¿Estás bien?_ le preguntó Hikaru preocupado.

__ ¡No es nada!_ exclamó avergonzado, luego corrió del lugar para dejar a Hikaru y Emma a solas.

__ ¿Eh...?

__ Son unos ciegos_ murmuró Emma con el ceño levemente fruncido.

__ ¿Sucede algo, Hika-chan?_ preguntó Mikey, al sentir una pequeña risa por parte del pelinegro.

__ No es nada, solo recordaba algunos momentos_ se aferró más a su cintura, sintiendo la brisa que le proporcionaba la velocidad de la motocicleta.

__ ¿Y que fue lo que te dió risa?_ sonrió.

__ Lo ciegos que éramos_ habló Hikaru, quien río más fuerte al ver que Mikey se había puesto rojo.

__ ¡Eres malo!_ exclamó Manjiro, sin poder darle la cara por estar manejando.

__ Te ves muy lindo cuando estás avergonzado_ habló Hikaru, viendo como las orejas del rubio se ponían aún más rojas

• Emma tuvo un ligero Crush con Hikaru, pero quedó un el pasado cuando conoció a Draken (Y también cuando se dió cuenta que a Hikaru le gustaba Mikey)

° Para los que no saben, Hikaru significa "Luz".

• Las margaritas significan pureza, pero las margaritas rosas significan amor puro y tímido (La flor que le dió Mikey a Hikaru era blanca, pero parecía rosa por qué había sido teñida)