CAPÍTULO CUARENTA Y SEIS: JUNTOS

Días después

En todos esos días, Chung-ho había estado metido en la estación de la policía, tratando de recolectar más y más pruebas de que Seung era el verdadero villano de la historia y así poder librar a Minho de la cárcel. No lo hacía por él, sino porque su amiga sufriría demasiado si eso pasa, y, con un bebé en camino, puede ser muy angustiante estar sola.

Ha-ri, por su parte, ha estado visitando al alfa todos los días. O al menos las veces que la dejan pasar a verlo. Procurando que se encuentre bien en ese agujero y su rabia no se convierta en algo más que pueda perjudicarlo. Sabe que Minho es muy desesperante cuando se enoja, puede llegar hasta a golpear a un oficial si se lo propone para salir. Por ello, la única solución de la omega es estar con él para cuidarlo.

— Lino — le llamó, él se levantó del colchón que se encontraba tirado en el suelo. No es lo mejor pero era la única cama que le consiguieron — mira, te traje sándwiches de salmón, tu favorito, y jugo para almorzar. También frutas.

— Gracias, cariño— agradeció dándole un beso pequeño a través de los barrotes y abriendo el taper comiendo— la comida aquí es un asco, me han estado alimentando a base de avena y hamburguesas de puro pan. Si siguen así saldré rodando de aquí.

— Dios, ojalá pudiera traerte más pero corremos el riesgo de que se dañe — tomó su mano dándole apoyo.

— ¿Cómo te sientes? ¿Y el bebé?

— Estamos bien. Con respecto a mi operación; el doctor me quitó las vendas pero aún está sanando, dijo que dejaría una cicatriz muy grande en mi hombro — hizo una mueca.

— Hey, mira el lado bueno, eres muy fuerte al resistir todo esto. Estoy muy orgulloso de tí — acarició su mejilla con dulzura, ella sonrió levemente— a propósito, tu pelo es diferente ¿le hiciste un retoque?

— Sí, lo tenía algo torcido, Ye-ji me ayudó con las tijeras. No es muy buena peluquera así que no me quedó tan bien pero se hizo lo que se pudo...

— Me gusta tu nuevo look — alagó viéndola con suavidad, su novia bajó su mirada penosa— de verdad me encantaría salir de aquí y estar cerca de ustedes para olvidar todo lo de Seung y seguir adelante. Es mi culpa todo esto. Desearía haberte cuidado más.

Ha-ri agarró su mano, dejándola descansar en su pecho, viéndolo a los ojos — sé que quisieras estar con nosotros, pero vas a ver que esto va a pasar. Todo va a estar bien, lo prometo.

— Se acabó el tiempo— avisó el oficial.

— Te veo mañana en el tribunal. Suerte. — dejó un beso en su mejilla y caminó afuera, contestando la llamada que había recibido justo en ese momento — ¿hola?

Mientras esperaba a su amiga, Ye-ji estaba pensando seriamente en qué hacer para acercarse a Chung-ho. Sí, le gustaba mucho, podría decirse que le encanta. Y ahora que Ha-ri lo sabe y él aceptó que no puede estar con ella por Lee Know, es el momento perfecto para usar sus estrategias y conseguir un buen novio de una vez por todas antes de que alguien más se le adelante.

— ¿Necesitas ayuda? — preguntó con una sonrisa nerviosa, viéndolo con sus papeles.

— Tranquila, estoy bien. Siéntate si quieres— ella asintió, tomando asiento a su frente. La cafetería estaba medianamente vacía, pero habían unos cuantos oficiales en su descanso.

— ¿Has hecho esto varias veces?

— En realidad, más que todo me han contratado mujeres para averiguar si su esposo tiene una amante. Aunque no lo creas, el 90% de sus esposas tienen razón. He presenciado muchas peleas e infidelidades— la pelirroja rió — sin embargo... Han sido pocos los casos de homicidio o desapariciones en los que he trabajado, por lo general es la policía quienes se encargan de eso, pero algunas familias confían más en los detectives privados.

— Qué bien... Digo, qué mal por esas familias, debieron pasarla muy feo, pero a la vez es increíble, así ya sabes cómo ayudar al señor Lee y no dejar que vaya a la cárcel por el resto de su vida y no pueda ver jamás a su novia... Sonó horrible ¿cierto? Debería callarme — soltó una risa leve ante su habladuría.

— Descuida, te entiendo. Ojalá que toda la información que tengo sirva para que el juez no le dé una sentencia tan grave, no quiero ver a Ha-ri triste. Mucho menos en su condición. — hizo una mueca.

— ¿Puedo hacerte una pregunta? — el alfa se encogió de hombros sin importancia — ¿Todavía te gusta Ha-ri?

— ¿Por qué quieres saber eso?

— Oye, yo pregunté primero — frunció su ceño— es simple curiosidad, te pusiste mal cuando te enteraste que salía con mi jefe, procuro que no estés desanimado por eso. Hay muchas más chicas en el mundo que amarían ser novias de un detective joven, estable económicamente y amable como tú.

Rió otra vez — Claro, pero si te interesa ser una de esas chicas; eso ya es pasado.

— ¡Chicos! Perdón, me llamaron del hospital — Ha-ri interrumpió la conversación. Ye-ji se encontraba algo ida por lo último que dijo Chung-ho ¿había sido un coqueteo? — Changbin despertó de su cirugía de pierna y se encuentra estable.

— Hay que hacerle una visita. 

(—🍓—)

— Fuiste testigo y cómplice de lo que pasó esa noche con Seung, así que... Queremos saber más. Puede ayudarnos a que Lee Know evite la cárcel— le habló Chung-ho a Changbin, quien se encontraba en una camilla, con su pierna vendada. Apenas operada.

Changbin sabía que iba a tener un castigo por haber ayudado al secuestrador, aún así haya sido obligado, pero el detective le había tranquilizado. No iba a ser muy grave. Como mucho le darían libertad condicional y un par de restricciones, pero el caso de Lee Know sí era algo más grande. Asesinar a una persona era lo peor para la sociedad.

— Seung estaba loco, me prometió que si lo ayudaba, cuando el señor Lee le entregara Kats me daría dinero y un buen trabajo fuera del país, pero no pensé que se volvería un psicópata. Siempre quise decir algo pero no podía, me mataría si se enteraba, por suerte ya no está.

— Ese día del trato ¿Quién había atacado primero? ¿Lee Know?

— No, fue Seung. Mordió a Ha-ri y el señor Lee solo quiso ayudarla, después las cosas se salieron de control y le disparó. Ahí... Creo que Minho se dejó llevar por el enojo y lo mató. Desde ese momento no sé más nada, me desmayé por la pérdida de sangre, pero estoy completamente seguro de que Seung es el culpable de todo esto. Me manipuló y lastimó, también a la señorita Jung, somos prueba de que es cierto.

— Eso intentamos probar. No habían cámaras ni más testigos, así que ojalá el tribunal tome estos hechos como pruebas contundentes para el caso— el alfa apagó la grabación, terminando su interrogatorio. Ha-ri se acercó a Changbin, tomando su mano.

— Muchas gracias por ayudarme, en serio, sin tu valentía estaríamos encerrados todavía.

— Debí haberlo hecho desde hace mucho, pero es mejor tarde que nunca.

— Te prometo que Lee Know te va a compensar muy bien por lo que haces para ayudarnos. Está muy agradecido.

— ¿No me tiene rencor?

— No te preocupes, logré convencerlo de que fuiste mi salvador. No va a levantar cargos contra tí.

— Gracias, Ha-ri. Muchas gracias. — agradeció con una sonrisa.

Se levantó de la cama, dejándolo descansar de una vez por todas y salió de la habitación, acercándose a Chung-ho y Ye-ji quienes la esperaban afuera.

— Debo ir a visitar a mi abuela.

— Te llevamos— sugirió el alfa.

— No, descuiden, estaré bien. El asilo queda a dos cuadras y necesito caminar, tomar aire fresco me hará aliviar el estrés — sonrió transmitiéndoles serenidad— Ye-ji, probablemente salga tarde de noche y no me gustaría que estés sola en el apartamento así que... Chung-ho estará en su casa, me dijo que tiene muchos documentos por organizar y no cree terminar temprano ¿por qué no lo ayudas? Hazlo por mí.

— ¡Okey! — aceptó de una vez, captando su indirecta, la omega le guiñó un ojo cómplice y se retiró yéndose— Entonces, supongo que vamos. Debes seguir contándome sobre tus casos.

— Te invito a tomar algo de soju. Tengo varias botellas que seguramente te acabarás en cinco minutos— ofreció, ganándose una sonrisa emocionada de su parte.










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