Capítulo diez﹙el secreto de las drogas﹚


Una vez mas otro dia de trabajo habia llegado. Maeve con mejor animo que el día anterior, Le atribuye el buen humor a que pudo despertar mas temprano aun, permitiéndose leer el libro de Spencer, este despertó una hora después, encontrándose con la chica sentada sobre el borde de la encimera leyendo con una taza de café a su lado. 

Se reintegran al igual que los demás, Es Hotch quien nota que la chica estaba fuera de su trabajo cotidiano al verla teclear en la computadora mientras pasaba. 

— ¿Hunter? —Maeve alza la mirada hacia el hombre. — ¿Qué haces?

— Uhm. — Ella regresa la mirada hacia el computador.— Estoy...revisando algunos expedientes. Ayudo a García. — Recuerda esto que es un rango inferior a lo mencionado.

— ¿Por qué estás haciendo eso? 

 La chica se encoge de hombros antes de responder.

— Pertenezco a logística después de todo, ¿No?

Hotch no disputa sabiendo que el conocimiento clínico de la chica es una depuración más rápida de ignotos si lo requiere. 

— ¿Estás segura? — Ella asiente.

Entre sus expedientes en la pantalla Hotchner puede observar como se asoma el caso no tan antiguo en el cual estuvo en nueva york con la chica. Palmea la espalda de la chica antes de irse a su despacho. Media hora después el equipo recibe un nuevo caso siendo informado por JJ.

— ¿No vienes, Hunter? — Se detiene Morgan al no verla entrar a la sala.

Maeve que la silla gire para observar a su amigo y dedicarle una ladina sonrisa.

— No hoy. Tal vez la próxima.  

Morgan la mira con algo de duda pero da un sentimiento de cabeza y luego se adentra en la sala. Es Gideon quien pregunta en donde se encuentra la chica. Spencer no tiene una respuesta para ello pues esperaba verla allí también, estaba igual de confundido. 

El equipo se marcha luego de que Morgan explicase la ausencia de Maeve, a excepción de Hotch quien esperaba hablar con el agente, Sabia que el equipo podría estar bien sin su presencia esta vez.

Sus planes pasan a segundo plano cuando le informan de una visita inesperada, El hombre entra a su oficina y se encuentra con una mujer sentada en el sofá. 

—Agente Hotchner. — La pelinegra se pone de pie y ofrece su mano.— Emily Prentiss. 

Prentiss quien ha pedido un traslado hacia Quantico, esperando a integrarse al equipo, debiendo pasar por la supervisión de Aaron Hotchner y su fría cara primero. 


— García. — Maeve hace una llamada desde su escritorio hacia la oficina de la mujer. Puede escuchar una bolsa de comida tras la linea. 

— Hola, bombón de azúcar. 

Maeve ríe por el nombre.

— No es Morgan quien habla.

— Ya se que no. — Ríe ella también.— ¿Qué necesitas tesoro?

La morena baja con el botón del mouse buscando la información.

— Hay un caso al cual no tengo acceso.

—Dime el nombre.

—Tobias Hankel. — La rubia informática recuerda muy bien ese nombre, Su sola mención le hizo tragar seco.— El archivo está codificado, No me permite leerlo.

La puerta de Hotch se abre golpe cuando García manda a la niña por su propia cuenta a pedirle el acceso a dicha información. 

- Oye Hotch- oh. — Su mirada se clava en Emily.— Perdona, No sabia que hubiera alguien mas aqui.

Aaron cubre su cara en ligera vergüenza por la interrupción, Maeve solo sonríe apenada, En otras circunstancias estarían peleando como gatos y perros, pero han logrado sobrellevar las diferencias en momentos como estos.

— Agente Prentiss, Ella es nuestra Agente-técnica analística-doctora Hunter.   — Aquello ni siquiera era un título real, a pesar de que Maeve poseyera todos aquellos adjetivos, solo era un intento de Hotch de impresionar a Prentiss con su equipo.

— Woah. — Dijo la propia Maeve sorprendida.— ¿Soy todo eso? Ni Reid tiene tantos títulos. — Suelta una pequeña risa burlona y se acerca a la mujer para darle la mano.— Solo Agente Hunter.

Emily solo suelta una pequeña risa junto a ella.

— ¿Qué necesitas, Hunter?

Maeve pone en su escritorio la hoja que imprimió para Aaron y debe ser firmada por el mismo. Era un acuerdo de confidencialidad, de cierta manera Maeve era nueva en muchas cosas por lo que a veces por seguridad se le limitaba la información, No porque desconfiaran de la chica sino porque era un protocolo el cual debía cumplir.

— ¿Solicitas información a casos resueltos?

— No puedo acceder a ellos si estos involucran a algún agente de la UAC.

Aaron no vio inconvenientes y la chica ya era parte oficial del equipo, así que hizo el formulario que luego seria procesado para que la tarjeta de Maeve tuviera acceso. 

— ¿Para qué caso lo necesitas?

—Tobías Hankel .

La firma de Hotch se detiene ante la mención del nombre y aclara su garganta. 

— Prentiss. — Aaron estrechó su mano para despedirla.— Nos veremos la próxima semana.

La mujer agradece la oportunidad, Maeve agita su mano y Emily hace lo mismo y se retira.

— Siéntate. — Señala Hotch el lugar en donde anteriormente estuvo Prentiss y ella obedece.

— ¿Dije algo malo?

— Maeve. — Rara vez Hotch la llamaba por su nombre.— Hay algo de lo que he querido hablarte desde que estamos en nueva york. — La chica frunce el ceño confundida.— Es sobre Robbie.

El solo nombre le hizo removerse incomoda en su nombre. 

— ¿Sí?

Que Aaron fuera directo con las cosas no quiere decir que sea un insensible como la mayoría llegaría a pensar.

— Sé que haz estado investigando sobre el caso que no logramos cerrar. — No era un secreto pero Maeve no quería que se enterasen.— También sé lo que paso con la DEA.

Ella desvía la mirada fingiendo no saber de que hablaba, No queriendo recordar.

— Maeve. —El hombre sigue hablando.— ¿No dirás nada?

Le toma un par de minutos responder, hace una mueca y dirige su mirada otra vez hacia su jefe.

— Fui una drogadicta ¿De acuerdo?— Espeta ella con cara dura.

— No, no lo fuiste. — Maeve alza sus cejas al ver como la desmiente.— Iba hablarte de esto hoy, pero ya que sacaste el tema. — Hotch rebusca en sus papeles sacando los exámenes toxicológicos de aquel entonces, leyendo también el expediente policial en voz alta para Maeve.— Joven parte asiática, cercana a diecinueve años, Responde al nombre de Maeve Hunter. No hay familiares ni allegados a la chica. Después de buscar en la residencia de los Fischner en donde Rowlan fischner.  — Saliendo a la luz el verdadero nombre del chico.— despachaba drogas acompañado de la adolescente. Rowlan afirma, no saber lo que sucedió en su propia casa. Maeve Hunter afirma ser la responsable.

Los recuerdos llegan a Maeve. Descubrieron que Robbie vendía drogas, Maeve no lo juzgaba por eso, el chico pasaba por una perdida sin mencionar que no tenia dinero, Como Maeve lo ve: Ambos tuvieron suerte de encontrarse con los unos a los otros .

Maeve fue el hombro que Robbie no sabia que necesitaba y Robbie fue el techo que Maeve necesitó en días de lluvia. 

Si bien es conocido que solo un siete por ciento de traficantes no consumen drogas Robbie no pertenecía a ese porcentaje, Era difícil simplemente mantenerse lejos cuando lo tienes literalmente puesto sobre la mesa. 

Una llamada anónima fue lo que hizo que una unidad swat de la DEA  estuviera en la casa. Maeve había llamado a emergencias cuando vio al chico teniendo una sobredosis, no era la primera vez que ella había presenciado aquello, pero aquella vez había sido diferente, impidiéndole a ella de algún modo ayudar.

Tuvo que llamar al 911, pedir ayuda por la salud de en ese entonces su novio, explicar la situación si es que de verdad quería ayudar. Maeve mintió al decir que las drogas eran asunto de ellas, Robbie fue catalogado como consumo de drogas post-perdida, Maeve hizo servicio comunitario por varios meses, tras eso ella se comprometió a no volverse a reunir con Robbie, ambos estaban de acuerdo. No fue mucho tiempo el que tardó en que Maeve realmente haya estado limpia y no fuera su culpa, Sin embargo solamente ella y Robbie sabían eso.

Una excepción de Hotch ahora.

Maeve parpadea un par de veces para alejar las lagrimas que amenazan por salir. Hotch estuvo llamado con esta información durante largas semanas, Nadie en el equipo lo sabía a excepción de Morgan y García, que insistían en buscar más allá de lo que decía el chico.

Aaron era empático, aunque fuera capaza de demostrarlo, y ver a Maeve haciendo el esfuerzo por no llorar le hizo estrujar su corazón. 

— ¿Puedes terminar de firmar mi solicitud por favor? — Susurra en un hilo de voz.

Hotch no lo haría. 

— Maeve abusaron de tu confianza. —La chica niega con su cabeza.— Tenias diecinueve y el veintidós. Es obvio quien jugaba con la mente de quien. 

Eso no era una opción para Maeve, No es como pasaron las cosas, No es el recuerdo que tiene. Se cuidaban el uno al otro. 


— Yo no quería hacerte esto. — Susurra Maeve entre lagrimas.

— Estoy bien, amor. — Responde Robbie con una sonrisa desde la cama de hospital viendo a Maeve y apretando su mano.


Hotch al ver como ella no estaba dispuesta a continuar la conversación, firma su hoja haciéndola ponerse de pie e irse después de obtenerla. 

Al rededor de las 6:00 pm la mayoria ya estaba listo para irse. Hotch se acerca a la chica ofreciendo llevarla a su departamento, pero esto para evitarlo dice que ira a esperar a que Spencer regrese en el departamento del susodicho. 

Maeve usa la llave que Spencer le había dado cuando ella estaba viviendo con él para que dejase de entrar y salir por la ventana, Se supone que debería regresar pero siempre olvida hacerlo. 

El clima en Quantico en estos últimos meses ha sido parcialmente nublado y con lluvias repentinas que venia y cesaban sin aviso, Por eso el cabello de Maeve se encontró algo mojado y húmedo cuando ingresó a la estancia, Se quitó las botas para no ensuciar el piso de Spencer, sabiendo que esto podría disgustarle.

La chica arrastró el calzado hasta una esquina junto a los abrigos y bufandas de Spencer. Abrió su mochila, llevando su trabajo de hoy. Ella ha estado tratando de encontrar la manera de poder resolver su primer caso, no sentirse como estorbo.

Veinte minutos después de la puerta del departamento se abre, Encontrar las luces encendidas fue una sorpresa para el chico pero en cuanto vio a Maeve en el piso dormido sobre varias hojas de papel en medio de la sala lo explicaban todo. Estaba confundido pues no sabia el por que de la chica estaba alli, fueron muchas preguntas las que pasaron por su mente.

Spencer se pone en cuclillas examinando el cuerpo, toca su hombro con suavidad esperando a que reaccione de alguna manera, Pero la chica no siempre tenia el sueño ligero. 

— Maeve. — El chico susurra cerca de su oído, Volviendo a tocar su hombro.— Hunter. — él agitó su hombro una última vez. Parecía respirar así que solo dormía y estaba bien, no hay razón por la cual preocupación, pero ansiaba hablar con ella, la ha extrañado en todo el día. 

Las hojas sueltas junto a su mochila y le pensaron hicieron a Spencer que vino en busca de un lugar calmado para trabajar, el chico cruza sobre ella con cuidado de no pisarla y va por un vaso de agua, Ha sido un día largo para él y quizás también debería dormir.

Está pensando en como llevar a Maeve a la cama sin despertarla o como mínimo al sofá, dejarla ahí tirada no es una opción.

Se quita el bolso dejándolo sobre el sofá, y se posiciona una vez mas a su lado tratando de analizar como ejecutar su plan, decide primero quitar todo aquello que le estorba como la mochila de Maeve. 

Con cuidado agrupa el papeleo de Maeve el cual se divide en cuatro pilas. Dos de ellos los cuales vieron leyendo esta tarde, uno faltante por leer, y otro que simplemente eran fotografías recortadas. Estas ultimas resbalan de la mano de Spencer torpemente, y unas pocas fotografias caen en la alfombra. Estas evidenciaban distintas cosas al azar de distintos casos: Un arma, un hombre de espaldas, un viejo bar, un cementerio. 

Esta última hizo clic en la memoria eidética de Spencer. 

Es entonces cuando Spencer recuerda hechos específicos, su comportamiento durante meses con el equipo, la falta de interés hacia su trabajo, los comentarios pasivos pero a la vez ásperos cuando alguien parecía entrometerse en sus planes. Elle intentando sacarle platica y solo ganándose malas miradas y comentarios sarcásticos por su parte, Morgan y Gideon observaban en silencio, Spencer creyendo que podía esconderle las dosis de   dilaudid que se inyectaba con regularidad.

Cuando Maeve se integró al equipo Spencer ya estaba limpio por meses, Sin embargo ver aquello se sintió para el doctor como una recaída. Sintió el enojo en su cuerpo y solo vio a Maeve dormida con intenciones de preguntarle que es lo que hacía con eso. 

Spencer sigue recogiendo el desastre pero con una actitud distinta, sus pasos pesados ​​y la manera ruidosa en la que levantaba el papel hicieron despertar a Maeve, Ella se frota los ojos, No recuerda quedaron dormida, Le da una sonrisa apenada a Spencer, pero este trata de no dirigirle la mirada, lo que la hace fruncir el ceño. 

- Ey. — Dice ella levantándose, sacando las llaves de su bolsillo trasero y ofreciéndoselas al chico.— Lamento venir aquí es que no ten-

— ¿Por qué tienes esto? — La interrumpe haciéndola devolver las llaves a su pantalón. Spencer mientras sostiene un archivo en especifico.

Maeve no sabe a lo que se refiere por lo que no responde. Puede sentir el enojo en su voz. 

— Respóndeme, Maeve. 

Pero la chica no lo hace. Las lagrimas amenazan por salir de los ojos de Spencer. Se está cuestionando si esto es un sueño, pues la situación le resulta confusa.

— ¿Qué pasa? — Pregunta Maeve cuando ve sus ojos cristalinos. Intentando acunar su cara contra sus manos, se acerca pero es apartada por Spencer. 

— ¿Te burlas de mi acaso? 

La chica da un paso atrás, sintiéndose hostigada cuando solo intenta ayudar. 

— Cuando no seas un idiota y quieras hablar, me avisas. — Maeve da la vuelta, repitiéndose que quien habla son las emociones negativas del chico, y va en busca de sus botas.

— ¿Fue Morgan, Cierto? — Ella lo ignoraba mientras entraba el pie izquierdo en el calzado.— ¿Morgan te dijo que vinieras a observar que no he recaído?

Ella estaba confundida con cada una de las preguntas, pero no quería hablarle en este momento, solo lo ignoraba y pasaba ahora a ponerse la bota derecha.

— ¿Es lo que hacen ustedes? ¿Hablarlo a mis espaldas? Hablarlo con la nueva, Hablarlo con...contándole mis cosas a cualquiera.

Esto último padeció un malestar en el estomago de Maeve, Había pensado que avanzó con los demás, que eran personas con las cuales podían sentirse seguras ahora, y sin embargo de todas las personas en la UAC, Spencer es la última persona que pensaría que la trataría como una extraña.

— No sé que mierda de confianza tengas con tu equipo pero yo no estoy enterada de ello. — Espeta Maeve, estando ahora igual de decepcionada que él. 

La chica se da la vuelta para abrir la puerta.

— Mientes.— Es la palabra que hace a Maeve girar.—Me mentiste el primer día sobre quien era en la UAC, y lo haces ahora porque es lo que haces. — Ella aprieta los labios y asiente con su cabeza, reteniendo las lagrimas. Spencer camina hacia el sofá y saca los frascos de dilaudid. — Y puedes decirle a Morgan, Hotch, Gideon, quien sea que te lo haya pedido, que tiene razón y sí, recaí maldita sea.

Spencer al igual que ella estaba al borde del llanto. Ambos por razones distintas. 

— Ese ya no es mi problema. — Responde ella antes de salir por la puerta. 


Le toma a Maeve varias calles mientras las gotas de lluvia mojan su cabello y ropa, se da cuenta que no traía consigo su mochila, en el cual había dejado su celular, Se encontró ya lejos de la casa del edificio de su amigo, Tendrá que esperarse a mañana. Hace memoria en las palabras de Spencer llamándola mentirosa, eso la hizo sentir impotente. Ella remueve rápidamente una lagrima que rodó hasta sus labios. 

Maeve se adentra en su departamento, al sacar las llaves viendo las suyas junto a las de Spencer, Cierra la puerta detrás de si y se lanza en la cama en cuanto llega al dormitorio.

Pensando a detalle Maeve entiende ahora que aquella aspirina no fue responsable de la falta de memoria de Spencer aquella vez, Pero no sabia que el chico consumía morfina, Era un dato desconocido para ella. Es entonces cuando se da que no debe dejarle solo. 

Ella se arrastra al borde de la cama y utiliza el teléfono fijo para llamar a su propio numero esperando a que Spencer contestara desde el celular ajeno pero no lo hace. Lo intenta una vez mas y golpea el parlante contra la mesa al no recibir una respuesta.

Un intento mas y Maeve nota como estaba hiperventilando. 

Llama al único numero de sus compañeros que sabe de memoria y cruza los dedos para que conteste.

La maquina tarda cinco minutos en conectar la llamada pero cuando esta suena se escucha una dulce voz tras el parlante.

— Penelope. — Maeve exhala al escuchar que contesta.

— ¿Quién habla?

— Soy Maeve. — García escuchaba como la chica se atragantaba con su propia respiración. 

— ¿Cariño, Estás bien?

Maeve negaba con la cabeza aunque esta no pudiera verla, Sentándose. Intentaba mantener la calma para no preocuparla pero debía informarle.

— ¿Podrías...— ¿Podrías decirle a Morgan que vaya a casa de Reid? Hazlo rápido por favor. — La rubia estaba apunto de preguntar que sucedía pero Maeve no se callaba.— Por favor.— Volvió a repetir esa palabra en un sollozo.— 

Penelope estaba conectando la llamada directamente a Morgan, El cual con el  primer aviso de llanto de Maeve se encontraba en dirección a las calles. García mantenía la llamada abierta aun.

— Estaba enojada con él. — Maeve se cubre la boca unos pocos segundos.— y él había sacado varios frascos de dilaudid pero yo no- yo no había pensado en que no debí dejarlo solo.

Tanto como para García y Morgan quien escuchaba, fue algo sorpresivo, no creyeron que Spencer había tenido otra recaída, este ultimo aceleró el vehículo cuando escuchó la información.

— ¿Maeve? — Penelope ya no escuchaba otra voz pues ella había colgado — ¿Maeve?

Maeve sin saber que hacer o como ayudar, llama a emergencias enviándolos a casa de Reid. 

No pudiendo quedarse solo de brazos cruzados la chica sale a las calles otra vez y comienza a correr entre por las ceras, cayéndose un par de veces, batallando con la vista borrosa de sus ojos.

No importa que tan veloz fuese Maeve, fue la ultima en llegar, No vio paramédicos cerca, Subió hasta el departamento con los pies temblorosos y cansados por la distancia recorrida, y vio la puerta abierta, Un hombre alto de traje daba su espalda era Hotch.

Los ojos de Maeve se abrieron en sorpresa al verlo, este gira notando su presencia y trata de hacerla retroceder, pero ella ya lo había visto.

Morgan sostenía del cuerpo inconsciente de Reid contra el suyo, levantándole la camisa, haciendo contrarrestar el efecto de la droga con naloxona aplicándosela.

— Yo no quería hacerle eso, Hotch.  Maeve sujetaba a Hotch de los hombros.— Yo no quería hacerle esto.  La chica se desploma al piso y Aaron junto con ella sosteniéndola y tratando de calmarla.

Esto no es tu culpa, Maeve.  Hotchner da una mirada a la chica en sus brazos y a sus otros dos agentes. 




N/A: La canción puesta en multimedia también está en la playlist de la historia en spotify por si les interesa.

por cierto LA HISTORIA ES #1 EN MGG Y #1 EN MATTHEW GREY GUBLER, YO LA MAS FELIZ.








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