Día 7: Gender Swap//Navidad

Antes de leer: cambio de género, personajes mayores de edad y mala caracterización, una disculpa 😔
Tails= Mila
Sonic= Sonia
Shadow=Shani

Rouge= Se queda igual a falta de un mejor nombre.


Son las tres de la tarde.

Sentada en una mesa que se encuentra hasta el fondo más solitario de la cafetería, Mila es capaz de observar en primera fila como la nieve empieza a inundar las calles con una velocidad inigualable. Sus esperanzas de poder llegar a casa temprano para envolver los regalos de esta noche escapando por un caño desde hace algunos minutos.

Fue sólo su estupidez, piensa la doble cola mientras ve con desilusión cómo se desarrolla todo este espectáculo por la ventana empañada ante el contraste de temperaturas que sufre tanto del interior como del exterior. Después de todo, ella sabía que debía comprar con anticipación como usualmente lo hacia, pero conseguir el regalo perfecto para Shani había sido toda una odisea, y esa tienda tenía chaquetas de cuero sobre pedido realmente bonitas así que... ¿Realmente fue su culpa dejar las cosas para el último momento y no revisar el reporte del clima?

Probablemente sí.

Pero al menos el establecimiento donde se encontraba en estos momentos era agradable, con suelo de madera, ambientación navideña y paredes cálidas de color crema. En realidad no había tenido mucho tiempo para decidir dónde debía refugiarse cuando la ventisca dio inicio, pero en el momento que probó un pedazo del pastel de menta se sintió realmente afortunada por un segundo.

El tiempo avanza y la tormenta a su vez empeora en su intensidad, el flujo de personas que salen del establecimiento se detiene y aumenta la cantidad que entran en busca de un buen refugio. Es tan sólo cuestión de minutos lo que toma para que finalmente la pequeña cafetería se encuentre llena: las mesas dejan de estar disponibles, las personas se quedan de pie tomando café con tal de evitar la nevada infernal y Mila entre todo esto se halla sentada en una mesa para dos, sin ni una alma que se acerque para pedir la silla que está ocupada descaradamente con bolsas llenas de envolturas y lo que son regalos.

Ventajas de ser una fenomeno de dos colas, supone.

La campanilla de la entrada vuelve a sonar, pero lo ha estado haciendo por todo este tramo de tiempo sin parar y se ha vuelto un poco aburrido hacer un rastreo de cada persona que entra cuando a final de cuentas, en realidad no le importa. Así que Mila decide mejor concentrar su atención en los recientes mensajes del chat grupal que parecen aglomerarse conforme han pasado los minutos.

Resumen de la situación: Shani cree que es una tonta por no haberse largado antes de que la tormenta empeorará, Rouge sorprendentemente está de acuerdo.

Odia a sus amigos.

Es mientras escribe un detallado escrito justificando sus acciones que siente un pequeño toque en su hombro que la hace saltar sobre su asiento y erizar su pelaje en alarma ante el contacto inesperado.

Mila alza rápidamente la mirada de su dispositivo sólo para encontrarse con un par de ojos color esmeralda que la observan atentamente. En estos momentos, con su suéter verde fosforescente de estrellas y coletas bajas con lazos rojos, es que se da cuenta que probablemente luzca increíblemente fea para esa mirada.

—¿Está ocupado? —pregunta la erizo de púas azul cobalto con la voz más melodiosa que alguna vez recuerde haber escuchado.

A esto la doble cola sólo la observa sin poder ser capaz de articular alguna palabra para contestar, no logrando entender porque esta chica que es muy bonita quiere sentarse en la misma mesa que ella... ¿Quizás escuchó mal y en realidad la está echando de su lugar? eso tendría un poco más de sentido.

—Entonces... ¿Me vas a dejar el asiento libre o...? —la chica levanta una ceja perfecta en interrogación y Mila despierta de sus pensamientos para quitar rápidamente las cosas que obstruyen el asiento, rogando internamente para que esa expresión no signifique que esté pensando en ella como una especie de bicho raro por haberse quedado tanto tiempo mirando. La erizo (al parecer) ajena a sus preocupaciones sólo le sonríe amablemente para después sentarse. —¡Gracias!, Había pensado que tendría que quedarme parada como esos bobos de allá.

Dice en un tono que parece bromista mientras se quita el abrigo rojo que trae encima el cual coloca en el respaldo de la silla. La zorro sólo se limita a asentir con la cabeza pues en realidad no está muy segura de cuál sería una respuesta correcta, ¿Quizás reír hubiera sido mejor opción a sacudir la cabeza? Por suerte no tiene tiempo de sobre pensar esta acción porque un conejo color crema con una libreta en manos se acerca rápidamente.

—Bienvenida, ¿le gustaría ordenar? —pregunta el mesero para entregarle a la erizo un menú. La mobian lo toma para después darle una veloz ojeada en menos de dos segundos.

Es algo sorprendente honestamente... ¿Preguntar sobre el grado de velocidad lectora será bien visto o la haría parecer rara?

—un chocolate caliente. —pide la chica en un tono que es entre condescendiente pero a la vez amable; es extraño porque no suena descortés.

El conejo anota y después la voltea a ver.

—bien, ¿y usted? 

Mila ve su postre el cual está a una cucharada de terminarse, definitivamente debería comprar otro más, aunque ya lleva como dos platos y Rouge le dijo que debería dejar de comer tanta azúcar ante la posibilidad de desarrollar diabetes, pero es eso o que la saquen del local por no consumir, así que supone él la entenderá. 

Aparte, piensa Mila, el murciélago albino no podría saberlo a menos que ella se lo diga.

—otro pastel de menta, por favor. 

—bien, —El conejo asiente mientras anota el nuevo pedido. —como podrán ver estamos saturados, así que probablemente sus pedidos vayan a tardar.

Tras esto y una sonrisa apenada, el mesero se aleja después de tomar de nuevo el menú. Mila al inicio lo sigue con la vista hasta que abandona su rango de visión para después dirigir sus ojos al solitario bocado de pastel, no es como que sea interesante pero sería alzar la mirada y encontrarse con esta chica desconocida; no porque le aterran o sea mala en cuestiones sociales, pero este es un escenario imprevisto que contiene altas posibilidades de que si abre la boca para hablar terminará arruinando algo, sea lo que sea.

—Entonces... —inicia la erizo titubeante, como probando las aguas; cuando la zorro alza la mirada ella sigue. —... ¿Te gusta el pastel de menta?

La chica termina con una sonrisa que es un poco como... Un poco. Es demasiado en una expresión como para que Mila pueda lograr clasificarlo, pero es una expresión bonita, decide.

—mhm, el pastel de menta es mi favorito. —contesta para llevarse a la boca lo último de su postre, masticandolo un poco más de lo necesario en lo que piensa qué palabras decir para seguir con esta conversación adecuadamente. — ¿Supongo que a ti te gusta el chocolate caliente?

La eriza parece literalmente brillar por su simple pregunta.

—sí, aunque la verdad entre el chocolate caliente y una taza de café caliente prefiero el café porque me hace sentir toda cosquilluda y es una sensación divertida, ¿sabes? Aunque siempre pido chocolate caliente porque yo y la cafeína en realidad no es algo que se debería combinar ya que todo se pone muy intenso, así que por eso casi siempre pido el chocolate caliente, es como la segunda bebida perfecta por defecto y más con esos mini malvaviscos que flotan, simplemente hacen un... Espera... ¿Pedí malvaviscos? —La chica detiene su perorata y la mira con angustia intensa en sus ojos. Mila tarda un poco demasiado en comprender toda la charla para al final tratar de hacer memoria y negar con la cabeza pues la velocidad inesperada la hizo sentir aturdida. Ante eso la erizo se desinfla como si fuera un globo.  —Rayos... ¿crees que el chocolate caliente ya los traiga o tenga que pedirlos para que los agreguen?

Pregunta como si fuera algo de vida o muerte y por eso Mila no puede evitar no reírse a lo bajo ante lo absurdo que fue el veloz cambio de emociones. La erizo la mira confundida, con un poco de indignación (probablemente) falsa pintando su rostro.

 —pfft, perdón, es sólo que...  —Mila respira profundo en un intento para dejar de reír, lo cual es un poco difícil cuando nota que la erizo está haciendo pucheros. —... No me mires así... es sólo que nunca he venido aquí así que en realidad no podría contestarte correctamente.

La chica abre en grande los ojos tras sus palabras para después empezar a tartamudear de forma inentendible en una rápida secuencia que se detiene cuando la cobalto se levanta de su asiento.

—¡Iré a preguntar lo de los malvaviscos!, de paso veo si estan nuestros pedidos. —Dice veloz mientras señala de forma torpe a donde se encuentra la área donde preparan las bebidas y... Espera, ¿acaso estaba usando rubor? — ¡Guarda mi asiento!

Pide para empezar a abrirse paso entre la multitud que toma café de pie. Mila la observa hacer este trayecto, en parte todavía sintiéndose extrañada por todo ese cambio rápido de acciones y en parte porque en realidad no le es posible apartar la mirada. La erizo no se destaca entre las personas que se encuentran alrededor, pues por las fechas la mayoría opta por vestir en variaciones de verde, rojo y blanco en rayas o cuadros; aunque sus púas agrupadas en una coleta azul cobalto con puntas espolvoreadas en blanco definitivamente hacen el trabajo.

Espera... ¿Puntas color blanco?

Mila da una segunda mirada para cerciorarse de que su vista no le falla, pero al parecer fue demasiado lenta pues la erizo ha desaparecido entre el mar de personas que inundan la cafetería. Es un detalle pequeño y sin importancia, lo sabe, pero por un extraño factor su mente se encarga de volverlo algo gigante; considerando los factores externos probablemente se trataba de nieve pegada entre las púas, pero de ser así probablemente se hubiera derretido.

Mila ve la multitud y se cuestiona el hecho de que tan poco cortés sería preguntar, después de todo pudo tratarse de que simplemente así era su cabello; por otro lado en realidad pudo haber sido nieve y simplemente no comentarlo se sentía un poco mal, después de todo si ella tuviera nieve entre su pelaje le hubiera gustado que alguien lo señalara.

Un nuevo plato con pastel de menta es lo que la saca de sus cavilaciones.

—¡Buenas noticias!, ¡El chocolate caliente si traía malvaviscos! —celebra con demasiada emoción para sentarse y tomar un sorbo de su bebida. La chica saborea a lo alto. —Este quizás podría ser el tercer mejor chocolate caliente que he bebido, ¿Cómo está tu pastel?

Mila parpadea dos veces.

—oh, está bueno. —la erizo la ve como si esperara más pero en realidad no tiene otra cosa que agregar. Toma el tenedor para cortar un pedazo y antes de llevárselo a la boca pregunta para evitar el silencio incómodo que cree podría seguir si deja la conversación hasta ahí. —por cierto... creo que tienes nieve en el pelo.

—¿Nieve en el pelo? —la chica toca sus púas con una expresión confundida que dura sólo un segundo para después transformarse en un resoplido. —pfft, ¡no es nieve, es tinte! Ya sabes, por la temporada y todo eso.

—ah... —Mila se lleva el tenedor a la boca y mastica para así camuflar su vergüenza de haber pensado demasiado ante algo tan mundano. Ella mastica y traga el pastel para después agregar un tartamudo:—... el color se ve lindo, hace resaltar tus púas.

—Gracias, —contesta con voz suave la eriza, una de sus pequeñas sonrisas apareciendo.  — y dime, ¿Por qué el asiento vacío?, ¿Esperabas a alguien?

Siente que frunce el ceño tras escuchar las preguntas. Si bien la chica fue lo suficientemente amable para no haber señalado lo que otros hacían cuando la conocían, eso tampoco significa que Mila se sintiera lo suficientemente cómoda para señalar en voz alta lo obvio.

—la gente es... Tonta.

La eriza por eso ríe a lo bajo y extiende sus manos a lo alto en un gesto que a su parecer es un poco exagerado.

—¡definitivamente!, no puedo entender quién no quedría sentrase frente a una chica tan linda.

Ella le guiñó un ojo y Mila copio su acción de reír porque es obvio que se trataba de un chiste.

Fue sólo eso lo que se necesitó para que iniciará una conversación entre las dos. Se entera que el nombre de la eriza es Sonia y que al parecer había estado trabajando en un centro comercial como la representación de la Sra. Claus por petición de un amigo; al parecer ella también contaba con su propio vehículo así que pudo haberse ido antes de que la tormenta empeorará, pero su padre la llamo y le dijo que mejor buscará refugio hasta que pasará lo peor de la ventisca, como precaución, todo porque al parecer (admitió la erizo con una mirada baja de vergüenza) ella contaba con una seria necesidad de velocidad. 

Cuando termina, Mila piensa que hasta aquí llegaría está corta interacción, pues a su punto todos los temas habían sido abarcados y probablemente un intento de su parte sería forzado.

Ni siquiera pasa un minuto de silencio.

Sonia parece hablar sin siquiera necesitar respirar, aprende Mila cuando la erizo menciona como un todo en uno lo mucho que le gustan los chilidogs y los videojuegos para saltar a contar una historia graciosa que sucedió con una de sus amigas en una pared de escalar y de ahí terminarse desviando a lo mucho que le gusta correr; en realidad es demasiado para tan pocos minutos, y si bien Mila está acostumbrada a escuchar ella admite que hay un límite.

Por suerte Sonia parece darse cuenta de esto y disminuye su ritmo para que sea capaz de seguirla.

Mila cree que es el gesto más bonito que le han hecho.

Con el tiempo una taza de chocolate caliente se convierte en seis y la tercera rebanada de pastel en otras 3, la nevada todavía sigue y Mila ha logrado sentirse lo suficientemente comoda para hablar de sus intereses y ambiciones. La eriza escucha atentamente un resumen simplificado sobre uno de sus próximos inventos, aunque por sus ojos perdidos Mila sabe que probablemente la otra no entienda ninguna palabra de lo que diga, aunque hay algo encantador en verla esforzarse tanto, por lo que decide al final no señalar con un dedo su valiente intento.

Poco a poco la gente comienza a abandonar lentamente el local; Mila, atenta como está a la agradable compañía no lo nota. El cuarto pastel que pide entre este lapso de tiempo se deshace dulcemente en su lengua; la comodidad hace tiempo sintiéndose como una burbuja, el sonido de las notificaciones de su celular desapercibidas por culpa de esta nueva sensacion.

Es nuevo para ella querer quedarse tanto aquí a platicar con una chica a quien acaba de conocer no hace demasiado tiempo; pero se siente correcto.

Cuando Sonia está a punto de seguir hablando hay un carraspeo que la interrumpe.

—una disculpa por la interrupción pero estamos a punto de cerrar... ¿Son cuentas separadas?

Mila no capta del todo el final, demasiado concentrada ahora mirando la ventana con demasiada atención pues la nieve cae lentamente como hojas de otoño contra el cielo oscuro... ¿Qué hora era?

—Ah, sí, cuentas separadas. —contesta la eriza; el conejo, al parecer ya estaba preparado porque no tarda en entregar la factura a cada una.

Mila paga lo exacto y deja una propina decente para tomar sus cosas y caminar en dirección a la puerta, estando ni un paso atrás Sonia sigue su acción.

Están afuera.

Las calles se encuentran libres de la mayor parte de nieve que antes ocultaba el asfalto. Las dos están paradas frente a la puerta del local y Mila no sabe muy bien que debería hacer. Por una parte pedir su número de celular sería lo más correcto, pero en el fondo su mente piensa que quizas toda esa conversación ocurrió por el aburrimiento; a lo mejor si no hubiera chocolate caliente, pasteles y luces bajas de por medio entonces la calidez de minutos atrás jamás hubiera ocurrido.

—Entonces... —dice Sonia sin su habitual entusiasmo, ella mira hacia todos lados y detiene sus ojos a lo alto. Y entonces sonríe y señala hacia lo que sea que ve. —... al parecer estamos bajo el muérdago.

La zorra mira hacia donde el dedo señala, sobre sus cabezas en el arco de la puerta se encuentra colgada la inofensiva decoración. Sus mejillas arden y no es por el aire helado que la golpea, Mila no es capaz de decir algo ante los nervios. Si bien no conoce a Sonia por años se dio cuenta que era demasiado coqueta y que no necesariamente lo hacía en serio, quizás esto se trató también de un juego.

—ya sabes lo que dicen...—ella mueve una mano rápida en un gesto como si le quitará importancia y Mila obliga al calor de sus mejillas a desaparecer —...¿Estás bien con eso?

—claro. —dice simple, después de todo sólo es un beso iniciado por una tradición tonta, no tendría porqué significar algo realmente.

La eriza mueve sus orejas en pequeños aleteos para dar un paso hacia ella y tomar su mejilla con la intención de guiar su rostro hacia abajo para poder alcanzarla sin estar de puntillas. Mila se siente inquieta  ante la mirada verde que la observa, así que cierra los ojos y espera.

Hay una leve rose contra su nariz por solo un momento. Abre los ojos desconcertada sólo para poder ver a la eriza alejarse.

—bien, ¡nos vemos luego! —dice mientras corre en dirección contraria. Mila sigue intentando que el calor en su rostro se vaya —¡Nos vemos el miércoles a las cinco aquí mismo, no llegues tarde!

Ella observa la de púas azules alejarse hasta desaparecer mientras sigue de pie frente a la entrada de la cafetería, con el pelaje erizado, las mejillas rojas y su mente intentando descifrar lo que paso hace un momento. 

Al final, después de un momento ella también se va e intenta concentrar sus pensamientos en el hecho de que todavía debe regresar a casa para envolver adecuadamente los regalos que ocasionaron que sucediera todo esto.

Mila todo el camino va pensando en que debería usar el viernes.

OLA ALFIN TERMINE WUJU 🥳

Se que dije q esto lo iba a subir un lunes (¿Cuál lunes? La vdd no XD) PERO mi cerebro m hizo una tremenda traición. Primero andaba chingue y jode lanzándome ideas de un AU d cafetería y cuando ya lo estaba avanzando simplemente se quedó en blanco PTM, por eso quizás el final se sienta apresurado .

También, no puedo agarrar mi compu, por lo tanto me disculpo por faltas d ortografía. También, alguien tiene un buen nombre para la versión masculina de Rouge? Me serviría mucho 😔

Bueno, ya en otras cosas, último día d la week, soy libre 🎉

Gracias a los q leyeron y participaron, espero q les haya gustado chaooo 💞

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