𔘓 🧸 ˚ 𖧧. 𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟬𝟭。❜

La castañita se encontraba en la cocina intentando alcanzar de puntitas sus preciados cereales de colores para su desayuno, pero por su baja estatura no podía alcanzar la caja qué estaba en un mueble un poco más alto que ella.

—T-tonta estatura, Nini n-no hace nada —dijo la castañita haciendo chinito, bajó su cabecita y empezó a sollozar, pero unos pasos que se dirigían hacia la cocina la hizo levantar su cabecita encontrándose con la mirada de la azabache, su novia Lalisa.

—¿Cielito? ¿Qué haces ahí en el suelo? Te puedes enfermar —dijo la de cabellos negros acercándose a pasos rápidos hacía donde estaba la castañita aún el suelo, se agachó a la pequeña estatura de está y escucho sus pequeños sollozos y suspiros bajitos.

—¿Qué te pasó cielito? ¿Porqué sollozas? ¿Te hiciste daño? ¿Te paso algo?—dijo la azabache acariciando suavemente los mechones de la castaña haciendo qué está levantará su cabecita de sus manitos blanquitas y mirará a esta con sus ojitos rojitos.

—Q-quiero alcanzar los cereales Unnie, no puedo alcanzar los c-cereales p-porque soy pequeña —respondió la castañita con sus ojitos aún cristalinos y un poquito rojitos, haciendo qué la de cabellos negros soltara una pequeña risita y le diera un besito en los labios rosaditos y esponjosos de está.

—Me hubieras despertado cielito, para qué te ayudará—dijo la de cabellos negros soltando una pequeña risita entré sus labios, mientras rodeaba sus brazos abajo de los de la castañita haciendo qué alcance el lugar deseado donde estaban sus cereales.

—No sé porque no me despertaste cielito, te hubiera ayudado—dijo la mayor bajando con cuidado el pequeño cuerpo de la castaña para qué sus piecitos hagan contacto con el suelo, haciendo que está  quedé en el pecho de la azabache y apoyará su mandíbula en su pecho.

—Quería hacerlo solita Lisa Unnie, pero no podía—dijo la castañita en voz baja, haciendo que la azabache soltara una pequeña risita y haga una boquita de patito, esta sabía que significaba, besito.

Pero por la gran diferencia de estatura entre la castaña y la azabache, está se tenía qué poner de puntitas para darle ése besito, cosa qué no lograba alcanzar.

—¡U-unnie tonta! No puedo darle su besito, agáchate unnie—dijo Jennie dejando de hacer puntitas cruzando los bracitos con un puchero en sus labios rosaditos y esponjosos, haciendo que la de cabellos negros agarré sus muslos haciendo que la pequeña rodeará sus piernas en su cintura.

—Que mala eres con Unnie, cielito, tal vez no te de-

La de cabellos negros iba a seguir hablando pero fue interrumpido por un besito de los labios rosaditos y esponjosos de la castaña, haciendo qué esta ocultara su cabecita en el cuello de Lisa.

—Lo siento Lisa Unnie, por decirle tonta.

Otra historia soft.

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