OO4. noche estrellada
Me escondí en el salón de la izquierda cuando Ra Im se separó de Min Woo para voltear a nosotros. En cambio Su Ae y Eunhyuk se fueron al del otro lado.
"¿Qué... Qué demonios le sucede a Ra Im? ¿Por qué ha hecho eso... a su propia hermana?" Sus cejas se hundieron por la decepción que estaba sintiendo, al igual que una gran impotencia que le ponía a flor de piel.
—— ¿Su Ae no ha terminado? Hasta se me hace raro que June no me haya marcado todavía... —era la voz suave de Ra Im, quien hacía como si nada hubiera pasado—. Creo que debería marcarles.
—— Tú de verdad quieres que ella venga con nosotros, ¿verdad? Ni hablar de June. —era el pelirrojo haciendo pucheros.
"Dios mío... Esos dos están mal de la cabeza. " sus labios se curvearon hacia abajo. Le daba demasiada tristeza quienes se supone son sus amigos traicionen a alguien importante de tal manera.
—— Espero que no vengan...
A Dae June no le importaba si iba o no, ahora solo estaba preocupada por Su Ae, a la cual no podía ver desde ah, solamente sabrá Eunhyuk qué sucede.
Sus voces se iban alejando cada vez más del pasillo.
Salió rápidamente del aula en cuanto dejó de escuchar sus murmullos. Caminó directamente hacia delante donde Su Ae se precipitaba para salir corriendo.
—— ¡Su Ae! —la agarró de la muñeca y la volteó a ella, era un mar de lágrimas y sus ojos ya hasta estaban hinchados. Hizo una expresión de lamento—. No voy a permitir que vayas con ellos al cine, si es eso lo que pretendías hacer.
—— ¿Tú también me vas a lanzar esa mirada de que soy una estúpida? No ocupo eso y lo sabes muy bien, June. —se secó las lágrimas con la manga de su suéter escolar.
—— Para nada, no lo eres. Son ellos los estúpidos por hacerte esto. —la tomó de los hombros y la miró directamente—. Pero tú no vas a ir para hacer como si nada hubiera pasado, porque no fue así. No gastes el tiempo ni tu energía para rodearte de negativismo, por favor.
La de hebras moradas se mordió el labio inferior para intentar no seguir llorando, siendo algo imposible por el apoyo de Dae June. Se le echó en los brazos y lloró sobre su hombro. La rubia la abrazó con fuerza y depositó un beso en su cabeza mientras la consolaba.
Todo esto siendo observado por Eunhyuk, pues él todavía no había salido del aula en el que estaban ellos dos. No quería interrumpir, ni pasar por un momento incómodo.
No entendía cómo es que Dae June era tan diferente a Ra Im. ¿No se supone que eran mejores amigas? ¿Gemelas?
Su Ae le marcó a Ra Im y canceló la salida, a su lado también habló June, ambas se excusaron de que tenían que hacer algo juntas.
A un lado de ellas pasó Eunhyuk, él intercambió miradas con ellas, pero siguió con su paso largo.
[...]
El día posterior a los sucesos, Dae June había decidido caminar sola a la escuela para aclarar sus pensamientos. Min Woo le insistió mucho para que saliera y los acompañara, pero fue en vano pues ella dio un rotundo no. Necesitaba aclarar sus ideas y evitarlos un poco hasta que supiera qué hacer.
—— De hecho, no es mi problema, pero... —vio las fotos que tenía pegadas en la funda de su teléfono, ahí estaban los tres principales; Min Woo, Ra Im y Su Ae—. Me siento mal por eso que hicieron...
Llegó a la escuela como siempre, nuevamente tarde porque evitó a sus amigos y salió un rato después de su casa, siendo seguida por los gritos de su mamá y un zapato que le lanzó al ella salir corriendo de la casa.
Agarró aire y lo soltó fuertemente. Había traído más cosas para sus pinturas, así que podría descansar sus ideas.
Que de hecho, Baek Dohwa no había asistido hoy a la escuela. Esperó por un rato hasta que ya había pasado la primera hora de clases, eso decía que obviamente no asistiría ese día.
—— Él suele faltar mucho a clases. —una chica de cabello café y ojos del mismo tono, le plantó cara. Se veía que tenía mucha confianza en ella—. Lo has estado buscando mucho con la mirada, perdón, pero alguien debía decírtelo.
—— ¿Eh? —sintió un poco de calor en sus mejilla. Lo había malinterpretado—. Solo se me hacía raro, no conozco sus costumbres.
—— Bueno... Si tú lo dices. —sonrió de lado—. Soy Kang Yejun, tal vez no te habías percatado de mi existencia hasta hoy, pero soy una de tus compañeras.
—— Ya lo había escuchado. —le devolvió la media sonrisa—. Es un placer conocerte, la verdad es que me he sentido algo perdida desde que llegué a este grupo. Siento que...
—— ¿Que solo te hablan por tu popularidad? No te lo voy a negar. —se sentó a su lado. Se veía algo peculiar la mezcla de personalidades y de apariencias entre ellas dos—. No vine con esa intención, nada más me daba algo de pena verte desorientada sin tu nuevo amigo.
—— No pienses mal, él no es mi amigo. De hecho, es muy grosero. —hizo una mueca y ladeó la cabeza.
—— Como diga, princesa. —miró por encima de la cabeza de June y volvió a verla—. ¿Qué te parece si vamos a comer juntas a la cafetería? Tengo mucha hambre.
Su propuesta le tomó desprevenida. No se esperaba que tan rápido alguien la invitara a comer, alguien que no fuera Ra Im.
Sería la primera vez que no...
Sacudió la cabeza.
—— Está bien. —sonrió, alegre. Tomó sus cosas y ambas se encaminaron mientras platicaban de cosas triviales. Yejun era una chica ruda y de carácter fuerte, no popular, pero no era simplemente irreconocible para todo el mundo.
Ra Im la vio entrar a la cafetería, sonreía para sí misma al ver a su mejor amiga llegar, sin embargo, no se esperaba que estuviera acompañada por alguien más.
[...]
Pasaba el pincel con tranquilidad sobre el lienzo. Traía puesta su bata y al lado había una pequeña mesa donde tenía colocado su material para acaparar toda la pintura. En su mano izquierda reposaba la paleta con colores neutros y algunos revueltos de tantas pinceladas.
Una de sus mejillas estaba salpicada con color azul, y ni qué decir respecto a su bata, ya le hacía falta una buena lavada.
La idea de pintar el mar en la noche le dejaba tranquila. Normalmente reflejaba sus sentimientos en paisajes y pinturas al azar.
Ya no había nadie más en el salón del club de artes, Dae June era la única que había decidido quedarse hasta tarde para terminar el cuadro que participaba para una próxima exhibición de arte que daría la escuela.
—— ¿Sigues aquí metida? —una voz masculina llamó si atención, sacándola del trance de la pintura.
—— ¿Dohwa? ¿Qué haces aquí? —se sorprendió de verle recargado en el marco de la puerta, sosteniendo en su hombro izquierdo su mochila—. No sabía que vendrías hoy a la escuela. O que sabías que estaba en la escuela y no en mi casa.
Sonrió de lado y entró por completo al salón, poniéndose a su lado y contemplando su cuadro que estaba por terminar. Él abrió los ojos al notar las habilidades de June con la pintura acrílica.
—— Es muy linda. —June lo miró y después al lienzo, ella sonrió sin despegar los labios.
—— ¿Pasaba algo? No te corro, pero me resulta raro verte por aquí. Especialmente porque la última vez que hablamos te rehusaste a hacer el trabajo conmigo y escapaste. —alzó una ceja, juzgandolo.
—— Tienes razón. —metió las manos en sus bolsillos y miró a otro lado—. Solo te quería agradecer por haber entregado el trabajo, en el siguiente yo me encargo de la mayoría. Tenía que hacer algo importante.
—— Pudiste habérmelo pedido con amabilidad... —hizo una cara de pocos amigos—. Pero está bien, solo te pediré que tienes que esforzarte.
—— ¿Dices que no soy bueno para la escuela? —la miró, divertido.
—— No. —suspiró, cansada—. Pero me gustaría que no sucediera lo mismo de la última vez. Es todo. No seas tan dramático, Baek.
Rió levemente y decidió invadir su espacio personal al sentarse en su pequeño banco, algo pegado a ella. Dejó la bolsa a un lado y se cruzó de brazos mientras la miraba, esperando algo.
—— ¿Qué? —June todavía tenía la paleta en una mano y en otra el pincel. Sentía que sus mejillas volvían a ponerse rosadas.
—— Sigue pintando. Yo te acompañaré a casa ahora. —esta vez cerró los ojos para no incomodarla—. Esa es otra manera de demostrar mi perdón.
—— Es suficiente con que trabajes en las tareas. —estaba algo nerviosa, no estaba acostumbrada a ese tipo de acercamientos.
—— Pero también es mi perdón por creer que querías una cita conmigo. —dijo eso con los ojos todavía cerrados.
Los labios de Dae June se entreabieron sin ella darse cuenta. Finalmente lo había admitido y no se quedaría como un sermón al aire, todo estaba acomodándose a su manera y no se lo podía creer para nada.
—— ¿Qué mosco te picó? Estás muy agradable el día de hoy.
—— ¿Vas a pintar o no? Mi caridad no dura tanto tiempo. —solo abrió un ojo para mirarla de soslayo, como advertencia.
"Qué extraño..." se aclaró la garganta y se giró hacia el lienzo para volver con lo suyo.
Era raro, pero la tranquilidad de la tarde y el silencio del rubio le transmitían paz para pintar, ahora animandose a crear otra pintura que le hiciera sentir esos sentimientos. Pero ahora debía concentrarse en la melancolía del mar en la noche.
Pasó tal vez una hora de su conversación antes de que comenzara a aparecer el fin del atardecer para darle entrada a la noche estrellada. Dohwa a veces abría los ojos y admiraba el perfil concentrado de June sobre sus movimientos con el pincel; en otros momentos se quedaba medio dormido; y en otros solo estiraba un poco la cabeza.
—— Dohwa, es hora de irnos... —le tocó levemente el hombro para despertarlo, ella se había dado la tarea de organizar todo en su lugar antes de hacerlo entrar en razón.
Abrió levemente los ojos y asintió, no estaba muy dormido que digamos.
—— ¿La terminaste?
—— ¿Tú qué opinas? —se hizo a un lado para dejarle ver el cuadro que se posaba para secarse con el viento del casi anochecer.
Iba a abrir la boca para decir algo, pero se quedó pensando, —— Es muy hermoso.
Ambos salieron del salón y cerraron las puertas. Dae June volteó a un lado del pasillo, creyendo que alguien la miraba desde ese punto, pero no era así. El chico se asomó junto a ella por mera curiosidad.
—— ¿Qué sucede?
—— No, nada... —negó y siguió caminando.
Salieron y se dirigieron hacia la casa de Dae June, a veces se quedaban en silencio y otras hablaban muy poco. Ahora no sentía que los silencios prolongados fueran incómodos, simplemente era tranquilo.
Al llegar la fémina se despidió de él de manera normal y le lanzó una sonrisa alegre para mostrarle su agradecimiento.
—— ¡Dohwa! Trata de conseguir un paraguas porque parece que va a llover. Por favor cuídate. —dicho eso, cerró la puerta.
Él se quedó procesando lo que dijo June, por lo que miró al cielo algo nublado y sonrió muy medianamente.
Era solo el comienzo de una gran amistad.
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