XXI
Hay veces en las que ciertas cosas no se podían evitar y terminaban pasando, podía ser para elegir nuevamente que rumbo elegiríamos o simplemente por volver a experimentar. Hay veces en las que debemos romper las reglas para sentir como la adrenalina nos consume, no siempre es bueno, a veces trae consecuencias, pero si nadie resulta dañado puede ser divertido.
—Hola Jeong— Yeosang se sentó a su lado—¿Estás leyendo?
—Jongho dijo que debía hacerlo o de lo contrario algo malo podría pasarme y yo ya sufrí mucho contigo— El pelinegro colocó una mano en su pecho mostrando su indignación.
—Estuve a tu lado, te apoye y con esto me pagas, sólo hice que te merecías— Pellizco su mejilla derecha— Pero basta de recordar esos tiempos ya eres alguien nuevo, bueno debo irme porque Hwa me llevara a comer para darme una gran noticia.
Yunho negó y volvió a concentrarse en las páginas de aquel libro, no pasaron ni dos minutos y soltó un quejido, él no quería leer porque para empezar ese libro no le parecía entretenido.
—Llegue— Yunho formó un puchero—¿Qué?
—Esto es muy aburrido y te tardaste— Se cruzó de brazos, Jongho sonrió enternecido por la escena.
—Lo lamento me encontré con Seungwoo— El puchero en el pelinegro desapareció.
—¿Ah?— El menor asintió.
—Hablamos un poco, se irá de la ciudad por temas del trabajo— Comento— Me dió galletas de su trabajo ¿Quieres?
—¿De su trabajo?
—Sí y están muy ricas, si no quieres mejor para mí— Yunho negó y no evitó sonreír— Ya no vas a leer ¿Cierto?
—Cierto, está aburrido si me ibas a poner a leer lo menos que podías hacer era darme algo bueno— El pelirrojo se encogió de hombros.
—A mi sí me gustó, pero creo que es mucho para ti— Murmuró para después darle un mordisco a su galleta.
Yunho desgraciadamente lo aprecio en ese preciso momento, era tan tierno y lindo, Jongho lo notó y en gran parte se sintió avergonzado.
—¿Qué pasa?— El mayor negó sin dejar de mirarlo— Oye.
—¿Tienes planes?— Jongho alzo una ceja— Puedes decir que sí.
—Tendre planes dependiendo de por qué lo preguntes— El pelinegro se encogió de hombros.
—Simple curiosidad— Murmuró para después robarle una galleta al menor.
Jongho negó y por pura comodidad colocó sus piernas sobra las de Yunho y ambos únicamente se dedicaron a hablar sobre el libro que el mayor ya no quiso leer y a comer galletas, hasta que llego Mingi.
—Pequeño, necesito ayuda— El pelirrojo lo miro— Cumpliré ocho meses con Joong y no se que hacer.
—Mingi me dijiste lo mismo cuando cumplieron un mes y ese día prometiste que ya no pediría ayuda— Mingi soltó un pequeño quejido.
—¿Son galletas del trabajo de Seungwoo?— Jongho asintió, el castaño se tomo la libertad de tomar una— Sí, pero ahora ya es muy formal la semana pasada conocí a sus papás y ayer él conoció a los míos.
—Siendo sincero no sé que podrías hacer por Hongjoong.
Dado que Yunho era muy ajeno a la conversación ya que Mingi no lo había perdonado, se dedico a perder tiempo haciendo dibujos imaginarios en los muslos del menor y a este pareció no incomodarle. Cuando Jongho logró darle una buena idea a Mingi y que quedará satisfecho, el castaño por fin se fue y quedaron en completo silencio sólo con centrados en lo que él pelinegro hacía.
—¿Terminaste?— Yunho sonrió y negó.
—Sabes comienzo a creer que me gustas— Murmuró sin dejar de hacer dibujos.
—¿Crees?
—Sí, después de todo quiero asegurarme de qué es lo que siento— El menor asintió.
Jongho lo pensó un momento y finalmente tomo su decisión, se acercó a besar la mejilla del mayor tomándolo por sorpresa.
—¿Ah? Es raro qué tú hagas eso y sólo existen dos razones para que lo hagas— Jongho dió un leve asentimiento.
—¿Y tú cuál crees que sea?
—Pues no estoy triste— El pelirrojo sonrió.
Colocó su mano sobre la mejilla izquierda para lograr besar sus labios, cosa que por supuesto Yunho no se esperaba de ninguna manera, y sí tardo en seguirle el beso pero finalmente tomo el control.
—Digamos que tengo sentimientos hacía ti y no hagas preguntas— El mayor sonrió ladino y tomo sus labios de vuelta.
[...]
Jongho se trepó al cuerpo de el pelinegro cuando ingresaron a la casa, ni siquiera le dió tiempo de cerrar la puerta, sólo lo besó con desespero y Yunho pateo la puerta para cerrarla e irse a la habitación de Jongho.
Bueno el lado bueno de lo que pasaría es que ninguno de los dos estaba borracho y estaban muy concientes de lo que iba a ocurrir y les parecía muy bien, ¿Que pasaría después? Lo que tuviera que ocurrir, sólo que ninguno iba a tomar una mala decisión.
Yunho colocó su rodilla derecha sobre el colchón para apoyarse y recostar ahí al menor, este empuñó sus manos en la camisa del contrarió, el oxígeno comenzo a faltar y para romper el beso Yunho dió una ligera mordida al labio inferior de su menor.
—¿Una vez más terminaremos así?— Inquirió Jongho.
—No lo creo, puede que sea diferente— Murmuró cerca de sus labios logrando que estos rozaran.
—Espero que lo sea— Yunho sonrió.
—Yo también.
Jongho dejo que el mayor lo desvistiera y este le permitió desvestirlo ambos en este proceso se repartieron besos en algunas zonas de sus cuerpos, volvieron a unir sus labios en un fogoso beso. Había olvidado por un instante que con Yunho podía sentir el paraíso con tan sólo una caricia en su cuerpo, notó al mayor alejarse un momento de él para para buscar lubricante, por suerte que ahora era diferente, untó cierta cantidad sobre sobre dos dígitos y los introdujo en su cavidad sacándole un pequeño jadeo, Yunho se inclino a besarlo para mover sus dedos en el interior del menor fue certero a la hora de encontrar su punto y como le gustaban los gemidos de Jongho no se detuvo a dejar de atacar esa zona.
Cuando lo sintió listo para recibir su miembro saco sus dígitos y se acomodó entre las piernas del menor, le dió un pequeño beso para comenzar a entrenar en él siendo delicado y paciente, quería que está vez fuera distinto a las anteriores, quería compensar lo que hizo anteriormente, al entrar por completo Jongho soltó un jadeo.
—Tú me dices cuando ya— Murmuró. Dio pequeños besos en el rostro del menor para distraerlo de cualquier posible dolor.
—Hazlo, muévete— Balbuceó.
Antes de moverse lo besó de una forma tierna, como nunca lo había besado.
Yunho tomo su cintura y comenzo con lentas pero profundas embestidas para no lastimar al menor, sonrió al ver las expresiones de Jongho le gustaban así que aumento un poco haciendo que este jadeara constantemente eran dulces, le gustaban. Las piernas de Jongho se colocaron en la cadera del mayor buscando que las embestidas fueran más profundas, por supuesto que el contrario lo notó y comenzo a embestir con mayor ritmo.
En ese momento Jongho olvidó todo, estaba más concentrado en el placer que sentía, olvidando por completo cualquier cosa, todo era irrelevante en ese momento, lo único que importaba era el tacto de Yunho y lo bien que lo estaba haciendo sentir.
Grito cuando sintió que el mayor daba con su dulce punto que lo hizo delirar y sentirse mucho mejor, a pesar de las lágrimas pudo divisar una pequeña sonrisa por parte de Yunho y este comenzo a dar contra ese punto, no evito arañar la espalda del pelinegro cuando trato de aferrarse a esta. Entre palabras inaudibles le dijo a Yunho que estaba cerca de su orgasmo y este colocó una de sus manos sobre su miembro e inicio a masturbarlo al ritmo de sus embestidas, Jongho podía sentir como su orgasmo se aproximaba cada vez mas y algo le decía que el del mayor también pues este comenzo a ser más tosco. Cuando menos lo pensó su orgasmo había llegado de una forma inimaginable manchando ambos abdomenes y la mano de Yunho, este se corrió poco después.
Por alguna razón ambos estaban muy satisfechos, el pelinegro se acomodo a aún lado de Jongho y lo abrazo a pesar de que ambos estaban pegajosos por culpa del sudor.
—Antes no lo dije pero creo que eres sexy cuando tu cabello está humedo— Yunho sonrió, tomo el muslo disponible de Jongho para colocarlo sobre su cadera y acariciarlo.
—Gracias por el halago— Beso su frente— Si sabes que ya no serán simples encuentros.
—Supongo— Colocó su brazo sobre el hombro de Yunho y comenzo a acariciar su nuca— Deberías cubrirnos o cerrar la puerta con el seguro, Mingi nunca toca antes de entrar.
El mayor no tenía la intención de levantar así que tomo la sábana y cubrió sus cuerpos, después de eso iniciaron una sesión de besos.
—¿Qué pasaría si te preguntara que si quieres ser mi novio?
—No mucho, sólo puede que me haga el difícil un rato y después te acepte— Yunho rió— Haz la pregunta y veamos que pasa.
—¿Quieres ser mi novio?
—No lo sé— El pelinegro abrazo su cintura para acercarlo más a él— Déjame pensarlo un rato.
—¡Jongho!Necesito ayu-... ¡Ay por dios, no otra vez!
Jongho negó, a pesar de que ya le había dicho que no podía hacer por educación no entendía.
—¿Pasa algo?— Yunho sonrió pues la escena se le hacía conocida.
—Sí, pasa que de nuevo soy testigo de que Jongho y Jeong estuvieron juntos, pero saben que hagan lo que quieran, ustedes saben que hacer con esa extraña amistad que tienen...
—Yunho ya no es mi amigo, es mi novio— Informó el pelirrojo.
Mingi ya no dijo nada sólo se salió cerrando la puerta tras de sí.
—Ya lo pensé si quiero ser tu novio, se siente bien romper las reglas contigo— Yunho beso su naricita.
A veces romper las reglas con la persona correcta era muy satisfactorio si no le hacían daño a nadie.
No saber que hacer con los finales es mi pasión o(>< )o
Pero bueno esperó les haya gustado está historia, muchas gracias por haberse dado el tiempo de leer esta historia y por estar en mis crisis existenciales de las 3 de la mañana, saben que los amo mucho (◍•ᴗ•◍)❤
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