Cap 6: "Make Up Your Mind"
Dos meses después de lo sucedido, Nolan se mejoró bastante de su muñeca. El dolor ya no era tan insoportable. Fue un gran alivio ya que podría hacer las cosas con más comodidad.
Hoy era un dia jueves en la mañana. Se prepararía para la escuela. Al entrar al baño, se miró en el espejo. Su cabello con una mancha verde "¿Cómo fue eso posible?" Era lo que pasaba por su cabeza cuándo veía su pelo, bajó su mirada y miró sus ojos "Uno verde y uno morado, tampoco me parece lógico." Nunca le había parecido un problema sus ojos, de hecho creía que le quedaba bien. "Y estás manchas pequeñas en mí cara, llaman demasiado la atención..." Las pecas eran algo muy tierno para los demás de él, pero nunca lo tomó en cuenta.
Ignoró todas las cosas que pensaba, no quería que le dieran nuevas inseguridades. Se vistió, acomodándose mal la ropa, Amelia nunca le había enseñado a vestirse bien, pues solo se preocupaba por las clasificaciones de el pecoso en la escuela y por ella misma.
Salió de su habitación, agarró su comida que se había hecho a la noche, la guardo en su mochila y se fue...
Cuando llegó, se encontró con Mandy...
- ¡Nolan! ¿Cómo estás? - Corrió hacia el, como siempre lo saludaba.
- Hola, Mandy. - El muy celoso, solo la abrazó muy poco y se separó.
- ¡Hola Noly! - Saludó Lydia, estrechando su mano.
- Eh, Lydia, ¿Todo bien? - Correspondió al saludo.
- Todo bien... - Asintió con la cabeza, para mirar al lado de Nolan y ver a la morena. -Mandy, ¿Como te encuentras?
- Estoy bien, gracias por preguntar.
- Hoy tengo que llegar temprano a clases, lo siento, ya me voy. - La seriedad de Nolan era muy grande. Lydia se sintió mal, pues obvio que el pecoso se encontraba mal por lo de Mandy y Lou.
- ¿Está bien?... - La de anteojos miró extrañada a el de ojos bicolores. - ¿Le pasa algo?
- No lo sé, luego iré a hablar con él. - Su grupo de tres se estaba desmoronando por una estupidez, pero no podría decirle a Nolan que deje de amar a Lou, nunca lo haría. Aunque le diga que el rubio no era gay.
Nolan caminaba con la cabeza baja hacia su salón. De verdad quería a Lou, quería que estuviera con él. Hasta que en un momento recordó a Michael, no podía engañarlo como si nada, aunque él no se enterase, estaría mal. Tampoco quería serle infiel, no sería capaz de hacer eso. Hablaría con Michael sobre eso y vería su respuesta.
Llegó a su salón y se sentó al lado de Lou.
- Hola. - Lo miró con brillo en sus ojos.
- Hola. - Una sonrisa que solo demostraba amistad, su mirada como si no quisiera algo más de lo que son. - ¿Cómo está tu muñeca, Nolan?
- Nah, todo bien. Gracias por preguntar. - Le sonrió con un leve sonrojo.
- Me alegro que no haya sido algo grave y ya estés mejor. - ¡Joder! Es cara hacia que el pecoso se sonroje como si no hubiera un mañana.
- ¿Nolan? ¿Todo bien? - Pensó que le había pasado algo malo, obviamente era incorrecto.
- Ah... Sí, sí... No te preocupes. - Trató de sacarse el sonrojo en su cara.
En un momento, Akira se acercó a el pecoso...
- ¡Nolan! ¿Tu muñeca está mejor? - Esa expresión en su rostro expresaba deseo, pero el de ojos bicolores no tenía ni idea de que.
- Hola. Está bien, ya no me duele mucho. - La miró, mostrándole la mano.
- Uyy, ¡me alegro mucho!
Hasta que en un momento, el profesor llegó y dijo que todos se callaran, se sentó en su sillón y avisó que en éstos días empezaría a tomar asistencia de cada uno de los alumnos de el salón.
Hoy era un día que ningún alumno faltó. Pensó que todos sería normal. Hasta que nombró a alguien. Que tenía algo muy extraño.
«Charles Dubois»
El mismo apellido de el pecoso, es muy raro encontrar a gente que tenga tu mismo apellido. Era raro, pero no imposible. Pensó en que quizás hablaría con él para conocerlo.
- Oye, Nolan. ¿Me prestas una birome? - El pecoso se sobresaltó y miró hacia Lou.
- Pe- perdona, ¿Qué?
- Que si me prestas una birome, no la traje hoy, ¿tienes una?
Nolan agarró una birome de su cartuchera y le dió, el rubio le dijo «Gracias» con una sonrisa tierna y empezó a escribir en su carpeta. «Denada» respondió el pecoso, escribiendo también en su carpeta.
Tocó el timbre del primer recreo, y Akira vino directo hacia Nolan, con una emoción por hablarle.
- ¡Hola!, otra vez.
- Ah, hola. Mirá, yo ya iré con alguien. ¿En el próximo recreo hablamos? - Akira le caía bien y todo, pero, tenía que hablar con ese tal Charles Dubois.
- Oh, está bien. Entiendo. - Salió de allí y se dirigió hacia su asiento, se vé que no tenía con quién más hablar.
Se fue hacia la mesa en la que estaba aquél chico, y lo saludó.
- Hola, soy Nolan. - Se paró al lado de su mesa, mirándolo.
- Hola, ¿eres el que tiene el mismo apellido que yo? - Preguntó este, mirándolo también.
- Sí, me pareció extraño ver que tienes el mismo. Me gustaría conocerte.
- Opino igual, vamos. - Se levantó de la silla y salieron por la puerta de su salón.
Caminaron y caminaron por la escuela. Eran todo lo contrario, no se llevaban mal, si no que muy bien. Nolan era de una inteligencia normal, desordenado e imperfecto. Pero Charles era muy inteligente, muy educado y perfeccionista. No como Lou, pero le gustaba la perfección.
La apariencia de Charles era muy parecida a la de Nolan, pero sin sus imperfecciones.
- ¿Quiénes son tus padres? - Preguntó Nolan, curioso. Una pregunta muy extraña.
- Bueno, sé que estaba en un orfanato, así que fui adoptado por Alice Beckett y Henry Beckett. - Contestó fácilmente.
- ¿No recuerdas a tus anteriores padres? ¿Y por qué tienes el apellido Dubois si eres Beckett?
- Primero: No, creo que era muy pequeño. Y segundo: Mis padres decidieron dejarme el apellido así, no sé porque. - Respondió, apoyándo el codo sobre el apoyabrazos del asiento en el que estaba sentado.
- Que raro. - El timbre para volver al salón, había sonado. - Sabes, me caes bien. ¿Podemos seguir hablando? Solo si quieres.
- Oh, por supuesto. - Se dirigieron hacia el salón, y al entrar se despidieron.
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Unas horas de clases habían pasado y era la hora de la salida. Nolan estaba en la salida de la escuela hablando con Lydia sobre lo que sucedía.
- Me parece que nos estamos distanciado por una total estupidez. Se que amas a Lou, pero él ya tiene a alguien y ese alguien es Mandy. - Ya se estaba cansado. Así que no quedaba más que hablar.
- Lo sé, pero siempre hay oportunidades para todo. - Habló defendiendose.
- Bueno, pero para éste caso no las hay. Será mejor que lo dejes antes de que te rompa el corazón. - Antes de que él pecoso hable, Mandy apareció atrás de ellos, tuvieron suerte de que no escuchó nada. Nolan suspiró fuerte, se cansó de que la de anteojos cada rato se le acerque como si le quisiera hablar.
- Chicos, ¿todo bien? - Miró preocupada hacia los demás.
- Estará todo bien mientras te alejes de Lou. - Susurró el pecoso, logró que solo Lydia lo escuchara.
Mandy cuestionó a lo que Nolan dijo, la de cabello lila le dijo que no dijo nada. El de ojos bicolores, miró hacia el suelo y dijo « Me debo ir. » Lydia suplicó para que se quedase, pero Nolan no hizo caso.
El pecoso caminó por la vereda, pensando todo lo que le pasaba. Un gran nudo se le hizo en la garganta, apunto de llorar. Claramente no lo haría en público.
Llegó a su casa y se encerró en su habitación. Se acostó mirando el techo, todos sus problemas aparecían por su cabeza.
En un momento, su celular sonó.
« Nolan... Desde hace 2 MESES no me hablas. Necesito saber porque. » Michael le había escrito, era el momento perfecto para contar todo lo que estaba pasando.
« Hola Mich, de verdad lo siento. He tenido que lidiar con muchas cosas. Y no he tenido tiempo para hablarte. Pero ahora sí, ¿te puedo comentar algo? »
« Está bien... Pero necesito que hables más conmigo, parece que ya... No somos nada »
« Nada que ver, Michael... Pero bueno... La cosa es que. ¿Te acuerdas de Lou? »
« Sí, ¿qué pasó con él? »
« No creí que llegara a pasar, pero... el me gusta... Y mucho... Pero Michael, por favor, no te enojes. No te engañado con nadie y espero que tu tampoco. Pero era solo para avisarte que me encuentro en este problema y necesito tu ayuda. »
Michael lo dejó un rato en visto, no podía creer lo que Nolan le decía. Se enojó, pues el de pelos azules era bastante celoso y protector hacia el pecoso. Así que lo único que le contestó fue:
« Bueno, Decídete, ¿Ok? Es Lou o yo... »
Fin del Cap 6...
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